Efecto del calentamiento global sobre el clima mediterráneo
El calentamiento global hará que las regiones con clima mediterráneo padezcan rápidamente sequías.
La lluvia de resultados científicos sobre las consecuencias del cambio climático no cesa. Cualquier semana se publican bastantes artículos que nos hablan de ello.
Podríamos fijarnos en uno que predice que los periodos de olas de calor en el hemisferio norte se multiplicarán por cuatro, algo que en el otro hemisferio parece que está ya pasando. En Australia están padeciendo un periodo de sequía extremadamente largo que ha reducido la producción agrícola. Por si fuera poco, allí los incendios han sido devastadores y nos han enseñado que toda civilización puede colapsar fácilmente. Muchos habitantes de la isla continente se han encontrado sin teléfono, sin comida, sin combustibles y a, a veces, sin casa.
Ya se plantea que la próxima recesión económica mundial fuerte venga de la mano del cambio climático. O que este Calentamiento Global hará que la vital selva tropical se reduzca aún más.
Pero nos vamos a fijar en algo que a los mediterráneos nos va afectar más. Según un estudio reciente, los países que tengan un clima de tipo mediterráneo sufrirán una reducción de las lluvias, lo que conllevará las inevitables sequías.
Pese a todo, ese escenario se puede evitar si reducimos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero hasta que la temperatura media global no suba más de 1,5 grados centígrados por encima del valor preindustrial.
La disminución de las precipitaciones en este tipo de clima es grave. Como todos sabemos, en el clima mediterráneo se tiene un verano seco y cálido durante el cual no llueve. Por tanto, se depende de las lluvias del resto del año para aguantar durante el verano. Si las precipitaciones son menores, entonces habrá problemas, pues esas regiones dependen mucho de las lluvias del invierno.
El clima de tipo mediterráneo no sólo se da alrededor del mar Mediterráneo, sino también en otros sitios como California o Chile central.
El estudio ha sido realizado por un grupo internacional de investigadores procedentes de varias instituciones universitarias a lo largo del mundo y ha sino publicado recientemente en PNAS.
En estudios previos, tanto de modelos como de observación, se apuntaba que los climas mediterráneos tenderían a ser menos lluviosos según el planeta se vaya calentando, con la excepción de California. Sin embargo, poco se sabía sobre cuánto se verá afectado el clima de estas regiones según aumente la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Giuseppe Zappa (CNR-ISAC), líder del estudio, dice que, independientemente de cómo se emitan los gases de efecto invernadero, se tendrá un impacto sobre el clima que se desarrollará a lo largo de escalas de tiempo grandes, pero que estos gases afectan localmente la atmósfera de manera inmediata, en la escala de unos pocos años o bien gradualmente desarrollan un impacto significativo sobre décadas o siglos, como en el caso de la subida del nivel del mar.
La simulaciones de este grupo de investigadores muestran que la disminución de precipitaciones en la ribera del Mediterráneo y en el Chile central se da rápidamente según los gases de efecto invernadero son emitidos, en la escala de unos pocos años.
«Nuestros resultados implican que los recursos hídricos en estas regiones se beneficiarían de manera inmediata del establecimiento de limitaciones en las emisiones de gases de efecto invernadero, pues esto interrumpiría la rápida disminución de lluvias. En otras palabras, las acciones frente al clima no sólo son positivas a largo plazo, sino que además lo son en unos pocos años», dice
Paulo Ceppi (Imperial College).
Aunque en California no vea esa rápida disminución de las lluvias, las simulaciones muestran que a largo plazo la región también se beneficiaría del establecimiento de limitaciones a las emisiones de estos gases.
Aunque el clima de California se define como «mediterráneo», estos investigadores dicen que la razón de que responda de diferente manera al calentamiento que en los otros casos, se debe principalmente a la presencia del océano en lugar de una mar casi cerrado.
El calentamiento en la superficie del océano no es uniforme, con algunas regiones que se calientan más rápido que otras. El resultado es la aparición de un patrón de calentamiento que afecta a los vientos y a las precipitaciones globalmente.
Esas áreas marinas de calentamiento rápido respecto al promedio provocan cambios en los vientos atmosféricos que hacen del Mediterráneo un región seca. Por el contrario, otras áreas que se calientan más despacio, como la que rodea a California, el patrón hace que sea más húmeda y que se tenga un menor impacto en las lluvias que en las otras regiones.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Gráfico: Giuseppe Zappa, Paulo Ceppi y Theodore G. Shepherd.
16 Comentarios
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viernes 28 febrero, 2020 @ 12:59 am
¡Y otro record de calentamiento!: si hace solo un par de semanas hablábamos de record de temperatura (18 ºC) en la Antártida, ahora un nuevo record: 20 grados.
Y el horno sigue calentándose.
viernes 28 febrero, 2020 @ 9:16 am
Es, más o menos, lo que decía Trump o/y uno de sus adláteres. Acabará la cosa con turismo de playa en la Antártida y, por ende en el Ártico.
domingo 1 marzo, 2020 @ 11:55 am
Tenemos al planeta contra las cuerdas y no dejamos de sacudirle directos: en el tercer enlace que ha puesto Neo en la noticia, la recesión económica que se avecina…
En cuanto a la noticia, supongo que la zona oriental del Mediterráneo se verá más pronto y severamente afectada. En España está pronosticado por otros estudios que en los próximos años aumente la intensidad de los frentes lluviosos procedentes del frente polar (DANAs y similares), como la del pasado otoño (la peor de los últimos 140 años) y la más reciente de Cataluña.
domingo 1 marzo, 2020 @ 12:19 pm
En la noticia se menciona el caso de Australia y me gustaría dar un dato inexacto pero muy ilustrativo: la ganadería se práctica en zonas semidesérticas del suroeste donde meten muchas vacas para la escasísima vegetación disponible, de modo que dan pérdidas enseguida. En un documental reciente salió uno de los pocos ganaderos que había logrado mantener su rebaño durante los últimos 20 años, usando metodos similares a los de su abuelo: creo recordar que tenía menos de 1.000 vacas en una superficie de terreno donde otros ganaderos intentarían meter 4.000 o 5.000.
lunes 2 marzo, 2020 @ 4:45 am
Ovejas, no vacas.
martes 3 marzo, 2020 @ 8:10 pm
Yo vivo junto a la desembocadura de un río en Chile central y puedo dar cuenta de una disminución creciente del agua.
miércoles 4 marzo, 2020 @ 8:25 pm
¿Por qué se dice que Australia es la «zona cero» del cambio climático?:
https://www.ambientum.com/ambientum/cambio-climatico/australia-es-la-zona-cero-del-cambio-climatico.as
But the show must go on.
jueves 5 marzo, 2020 @ 10:27 am
Lamento no estar de acuerdo con el apartado «El efecto rebote» que expone el artículo que recomiendas. Los glaciares, al derretirse, minoran el peso del continente Austral, lo cual hace que se eleve. Si se eleva, en efecto, ejerce menos presión sobre la corteza, como dicen. Pero debieran decir que el continente que se eleva sobre la parte superior del manto -no quiero entrar en la discusión de si manto superior, mesosfera o astenosfera, porque es indiferente- por tanto el nivel de ese manto, disminuye, pero, al hacerlo los otros continentes no tienen por qué elevarse, salvo que estuviesen apoyados en algo más rígido. Si están sostenidos por el mismo manto pastoso, ese efecto rebote no existe, sino que se mantienen por la misma ley de Arquímedes, es decir por diferencia de densidades, y eso no ha cambiado por haberse derretido los glaciares. El resultado es que si una isla emerge 100 m, por decir algo, seguirá emergiendo 100 m. Otra cuestión es el aumento del nivel del mar por la llegada de los icebergs al agua marina.
Un abrazo, mi muy querido amigo.
jueves 5 marzo, 2020 @ 10:52 am
Meditando sobre mi comentario, lo único que se me ocurre es que, al ser tan espeso el fluido-sostén, la transmisión de los efectos sea tan lenta que el equilibrio final que respete las leyes hidrostáticas, se retrase.
lunes 9 marzo, 2020 @ 7:48 am
Como muy bien comentabas recientemente, deberíamos concienciarnos de que el calentamiento puede acabar teniendo efectos comparables a una Tercera Guerra Mundial.
Las catástrofes climáticas van a seguir in crescendo durante esta década, de modo que no abandono la esperanza de que crezca la indignación (aparte de la preocupación de los gobiernos cuando tengan que hacer frente a los costes) y la reducción de emisiones tan esperada se verifique a partir de 2.030. Pero para entonces ya vamos a estar muy cerca de los 1.5 grados de subida…
lunes 9 marzo, 2020 @ 11:53 am
Ya sabes la opinión que tengo de los políticos, siempre con la salvedad de unos poquísimos, que por ser honrados, no llegan a las alturas. De ellos no se puede esperar que se ocupen de lo que verdaderamente importa, así que se conforman -¡y de qué manera!- con el virus monárquico y ya les sobra para tener la población ocupada en asuntos menores, superando incluso al fútbol.
Y lo malo es que se lo han montado democráticamente con el truco de que bastaría que uno se votase a sí mismo y toda la población se abstuviera, para ganar por unanimidad, o sea mayoría absolutísima. Luego se subiría el sueldo sin oposición posible.
¡Que les den!
lunes 16 marzo, 2020 @ 10:58 pm
Más efectos del calentamiento que antes eran extremadamente raros: ¡¡Incendios forestales en Siberia y en Alask-a!! Aquí los mencionan junto a una re-revisión de los pronósticos: parece ser que se habían vuelto a quedar cortos.
https://news.un.org/en/story/2020/03/1059061
Cada vez pinta peor.
miércoles 18 marzo, 2020 @ 5:37 am
Otro más, publicado en Nature:
https://www.bbc.com/news/science-environment-51846468
La Tierra, que hace ya tiempo que nos dice a voces «¿Pero quién os habéis creído que soy yo?, ¿Cofidís?» Pero no, no es Cofidís. Es Vito Corleone (¿una hipótesis de Dr. Thriller?, tampoco: es una ley).
Y los ilegales somos nosotros.
miércoles 18 marzo, 2020 @ 9:39 pm
Gracias por tus envíos, mi buen amigo Miguel. Ya sabes que estoy tan preocupado como tú por la degradación de la biosfera. Y tal problema es mucho más grave que la pandemia. A ver si todo el mundo se conciencia y despedimos del poder (¿va con p o con j?) a Trump, Bolsonaro y a cualquiera que tenga que ver con ellos.
jueves 19 marzo, 2020 @ 1:28 am
Con «p» y con «j». Y ojalá vaya llegando la revolución que señalas, un asunto en el que ninguno de los dos creemos en hadas, pero hay que plantear soluciones posibles.
Ahora bien, si tengo que apostar algo,se me acaba pronto el optimismo: en cuanto acabe lo del coronavirus, bye-bye a los aplausos y vuelta a venir pacientes a los servicios de urgencias con una pequeña infección en undedodesde hace 6 días (para eso hay que pedir cita en el médico, no ir a un hospital ni a un servicio de urgencias), protestando además en cuanto lleven 15 minutos de espera porque tampoco les da la gana entender que a los pacientes graves se les atiende antes. Se lo he oído decir a otros compañeros: ni tanto ni tan calvo. Ojalá me equivoque, y también en lo del calentamiento.
Bastante caliente que estoy, te envío más abrazos.
jueves 19 marzo, 2020 @ 12:55 pm
Con gran satisfacción recibidos, mi querido Miguel, pues sabes que no es mera fórmula de inicio ni de despedida; es de corazón.
Debéis estar abrumados con la que os ha caído encima. Además, si falláis vosotros, todo el tinglado se viene abajo. ¡Fíjate la que se ha montado con las residencias de ancianos! Pero si aparecéis por allí el riesgo es altísimo. ¡Pobres los cuidadores que, presumo, no tendrán ropa de precaución apropiada! Sabes que conozco bien el tema por haber tenido en una de ellas -la mejor, posible y aparentemente, de la provincia- a mi padre. Pero el personal no está bien tratado por la dirección. Al fin y al cabo son empresas cuya finalidad es el beneficio del propietario y ello conlleva minimizar gastos. Creo que van a estar supeditadas al Sistema de Salud, y eso será bueno.
En cuanto al tema del artículo, comparto que no se parará la agresión a la biosfera; quizá se atenúe algo gracias a posiciones más responsables, como la europea. Pero es algo que ningún país puede ignorar. Y se está ignorando por los más contaminantes. Esos 1,5º son una ilusa esperanza.
Mi abrazo más fuerte y sincero.