Avances en rejuvenecimiento
Según dos estudios, parece que la pérdida de información epigenética puede impulsar el envejecimiento y que su restauración puede revertirlo.
Como el lector de esta web bien sabe, desde hace ya bastante años se está investigando en cómo alargar la vida y reducir los síntomas de la vejez, aunque hasta el momento no hay ningún tratamiento al respecto. En los últimos días se han publicado estudios en los que se cuentan nuevos avances.
Un estudio internacional de 13 años dirigido por David Sinclair (Escuela de Medicina de Harvard), realizado sobre ratones y que todavía está en desarrollo, demuestra por primera vez que la degradación en la forma en la que se organiza y regula el ADN, conocida como epigenética, puede provocar el envejecimiento en un organismo, independientemente de los cambios en el ADN en sí.
El trabajo muestra que fallos en la información epigenética hace que los ratones envejezcan y que restaurar la integridad del epigenoma revierte esos signos de envejecimiento.
Todas las células de nuestro cuerpo contienen el genoma al completo. Pero no todo ese ADN es leído en una célula dada. El ADN no está aislado, sino que forma parte de la cromatina, que es el complejo de ADN y proteínas que forman los cromosomas. Hay estructuras físicas a escala molecular, como las histonas, que agrupan partes del ADN de una forma compactada que impide su lectura y desenrollan porciones de ese ADN cuando es necesario. Los genes son inaccesibles cuando están agrupados, pero están disponibles para ser copiados y utilizados para producir proteínas cuando están desenrollados. Por lo tanto, los factores epigenéticos regulan qué genes están activos o inactivos en una célula determinada en un momento dado.
Las moléculas epigenéticas, al actuar como un interruptor para la actividad de los genes, ayudan a definir el tipo y la función celular. Dado que cada célula en un organismo que tiene básicamente el mismo ADN, es el encendido y apagado de genes particulares lo que diferencia una célula nerviosa de una célula muscular o de una célula pulmonar.
Hasta ahora se creía que eran las mutaciones en el ADN las únicas responsables del envejecimiento que, con el tiempo, hacen que más y más genes funcionen incorrectamente. Estos fallos de funcionamiento, a su vez, hacen que las células pierdan su identidad, por lo que los tejidos y los órganos se deterioren, lo que lleva a la enfermedad y, en última instancia, a la muerte.
Sin embargo, los experimentos realizados por este equipo proporcionan la confirmación largamente esperada de que los cambios en el ADN no son la única, ni siquiera la principal, causa del envejecimiento. En su lugar, los hallazgos muestran que los cambios químicos y estructurales en la cromatina provocan el envejecimiento sin alterar el genoma en sí.
«Esperamos que los hallazgos transformen la forma en que vemos el proceso de envejecimiento y la forma en que abordamos el tratamiento de las enfermedades asociadas con el envejecimiento», dijo el coautor principal Jae-Hyun Yang.
Es más fácil manipular las moléculas que controlan los procesos epigenéticos que revertir las mutaciones del ADN, por lo que el trabajo apunta a nuevas vías para prevenir o tratar el daño relacionado con la edad que se enfoquen en la epigenética en lugar de en la genética.
Obviamente, antes de tratar a humanos, los resultados ahora demostrados en ratones deben replicarse en mamíferos más grandes y en voluntarios humanos. Actualmente se están realizando ya estudios en primates no humanos.
«Esperamos que estos resultados se vean como un punto de inflexión en nuestra capacidad para controlar el envejecimiento. Este es el primer estudio que muestra que podemos tener un control preciso de la edad biológica de un animal complejo, que podemos hacerlo avanzar y retroceder a voluntad», dice Sinclair.
La hipótesis de las mutaciones como causa del envejecimiento empezó a tener problemas cuando, hace ya años, algunos investigadores encontraron que ciertos humanos y ratones con altas tasas de mutación no mostraban signos de envejecimiento prematuro. Otros observaron que muchos tipos de células envejecidas tienen pocas mutaciones o ninguna.
Así que los investigadores comenzaron a preguntarse qué más habría, además de las mutaciones, que causara el envejecimiento. Fue haciéndose una lista de posibles culpables y entre ellos estaban los cambios epigenéticos.
A fines de la década de 1990 y principios de la de 2000, diversos grupos de investigación demostraron en levaduras y mamíferos que los cambios epigenéticos acompañan al envejecimiento. Sin embargo, no pudieron decir si estos cambios impulsaban el envejecimiento o eran una consecuencia de él.
No fue hasta el estudio actual que el equipo de Sinclair pudo aclarar que los cambios genéticos son los culpables gracias a un conjunto de experimentos.
El experimento principal del equipo involucró la creación de cortes temporales de reparación rápida en el ADN de ratones de laboratorio. Esto lo hicieron administrando un fármaco en particular que produce una enzima que corta su ADN en 20 sitios del genoma y que luego se reparan fielmente. Estas rupturas imitan las rupturas continuas de baja gravedad en los cromosomas que las células de los mamíferos experimentan todos los días en respuesta a cosas como la respiración, la exposición a la luz solar y los rayos cósmicos y el contacto con ciertas sustancias químicas. Para poner a prueba si el envejecimiento es el resultado de este proceso, los investigadores aceleraron el proceso para así simular la vida en avance rápido.
El equipo también se aseguró de que la mayoría de las rupturas no se produjeran dentro de las regiones codificantes del ADN de los ratones, los segmentos que forman los genes. Esto evitó que los genes de los animales desarrollaran mutaciones. En cambio, las rupturas alteraron la forma en que se pliega el ADN.
Sinclair y sus colegas llamaron a su sistema CIE, siglas de cambios inducibles en el epigenoma.
Al principio, los factores epigenéticos detuvieron su trabajo normal de regular los genes y se trasladaron a las rupturas del ADN para coordinar las reparaciones. Posteriormente, los factores regresaron a sus ubicaciones originales. Pero con el paso del tiempo, las cosas cambiaron. Los investigadores notaron que estos factores se «distraían» y no volvían a su lugar de origen después de reparar las roturas. El epigenoma se desorganizó y comenzó a perder su información original. La cromatina se condensó y se desenrolló en patrones incorrectos, un sello distintivo del mal funcionamiento epigenético.
A medida que los ratones perdían su función epigenética juvenil, comenzaron a verse y actuar como si fueran viejos. Los ratones terminaron con una salud deteriorada. En cuestión de semanas, perdieron cabello y pigmentación. En cuestión de meses mostraron múltiples signos de fragilidad y envejecimiento de los tejidos. Además, los investigadores vieron un aumento en los biomarcadores que indican el envejecimiento. Las células perdieron sus identidades como, por ejemplo, células musculares o de la piel. La función del tejido se altero y los órganos fallaron.
El equipo usó una herramienta reciente desarrollada por su laboratorio para medir «biológicamente» la edad de los ratones en función de cuántos sitios del genoma perdieron los grupos metilo que normalmente tenían. En comparación con los ratones no tratados nacidos al mismo tiempo, los ratones CIE habían envejecido significativamente más.
Luego, los investigadores administraron a los ratones una terapia génica que revirtió los cambios epigenéticos que habían causado. Según Sinclair, fue como reiniciar una computadora que funcionaba mal.
Para la terapia se usó un cóctel molecular llamado OSK que son genes que están activos en las células madre y pueden ayudar a rebobinar las células maduras a un estado anterior. Ya se usó esta misma terapia para restaurar la visión en ratones ciegos en 2020. Se usaron adenovirus que portaban genes para tres de los factores de Yamanaka: Oct4, Sox2, Klf4 y que se conocen colectivamente como OSK.
La terapia puso en marcha un programa epigenético que llevó a las células a restaurar la información epigenética que tenían cuando eran jóvenes, siendo este arreglo permanente. Entonces, los órganos y tejidos de los ratones CIE recuperaron un estado juvenil. Aún no se sabe cómo el tratamiento OSK logró este resultado.
Los análisis de los músculos, los riñones y las retinas de los ratones sugieren que el tratamiento revirtió algunos de los cambios epigenéticos inducidos por las rupturas del ADN.
Según Sinclair, el descubrimiento respaldaría la hipótesis de que las células de los mamíferos mantienen una especie de copia de seguridad epigenética que, cuando se accede, puede permitir que una célula envejecida y alterada epigenéticamente se reinicie a un estado saludable y juvenil.
El método CIE ofrece a los investigadores una nueva forma de explorar el papel de la epigenética en el envejecimiento y otros procesos biológicos. Debido a que los signos de envejecimiento se desarrollaron en los ratones CIE después de solo seis meses en lugar de hacia el final del promedio de vida de los ratones de dos años y medio, el enfoque puede ahorrar tiempo y dinero a los investigadores que estudian el envejecimiento.
Los investigadores también pueden mirar más allá de la terapia génica OSK al explorar cómo se puede restaurar la información epigenética perdida en organismos envejecidos.
Sinclair espera que el trabajo inspire a otros científicos a estudiar cómo controlar el envejecimiento para prevenir y eliminar las enfermedades y afecciones relacionadas con la edad en los humanos, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 o la neurodegeneración. «Todas estas son manifestaciones del envejecimiento que hemos estado intentando tratar con medicamentos cuando surgen, que es casi demasiado tarde», sostiene.
El objetivo final sería abordar las causas fundamentales del envejecimiento para extender la duración de la salud humana: la cantidad de años que una persona permanece no solo viva sino sana.
Las aplicaciones médicas están muy lejos y requerirán de extensos experimentos en múltiples modelos celulares y animales. Pero, según Sinclair, los científicos deberían pensar en grande y seguir intentándolo para lograr esos sueños.
«Estamos hablando de tomar a alguien que es viejo o está enfermo y hacer que todo su cuerpo o un órgano específico vuelva a ser joven, para que la enfermedad desaparezca. Es una gran idea. No es la forma en que solemos hacer medicina», finaliza.
Uno de los problemas de este resultado es que no está claro lo bien que estas roturas de ADN inducidas imitan a los animales que envejecen naturalmente, pues el envejecimiento es un proceso complejo con múltiples factores que contribuyen a él.
Un segundo estudio realizado por otro grupo de investigadores también ha tenido un éxito en este campo. Aunque modesto, sus resultados se basan en ratones envejecidos de formar natural durante 124 semanas. La administración a estos ratones ancianos de un cóctel de proteínas (factores de Yamanaka) logró extender modestamente su vida.
Los análisis revelaron que los factores de Yamanaka parecían haber restaurado parte del epigenoma de los animales. Además, estos animales vivieron otras 18 semanas en promedio, en comparación con las 9 semanas del grupo de control. También recuperaron parcialmente los patrones de metilación del ADN, un tipo de marca epigenética, típica de los animales más jóvenes. Aunque algunos estudios han sugerido que los factores de Yamanaka pueden facilitar la aparición del cáncer, estos investigadores dicen que, hasta ahora, no han encontrado efectos negativos obvios en ratones que recibieron la terapia génica.
Obviamente será necesario replicar estos resultados y explorar mejor el mecanismo antes de que se pueda afirmar que estas terapias funcionan. Estos estudios usan factores de reprogramación para revertir los cambios epigenéticos que ocurren durante el envejecimiento, pero eso está lejos de hacer que un animal viejo vuelva a ser joven, así sin más.
Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Preprint en BiorXiv.
Esquema: Cell (2023). DOI: 10.1016/j.cell.2022.12.027.
15 Comentarios
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jueves 19 enero, 2023 @ 11:58 am
Por lo de viejo, seguro que ya me toca, por animal, también, aunque añadamos lo de racional: pura presunción. Yo que estaba tan ilusionado solo con los telómeros, a ver si me habían tocado largos o se podían estirar, según las ideas de Miguel. Él se alegrará por estos avances en la epigenética. Bien: enhorabuena para las ratas de laboratorio.
Abrazos a los que aún no se han enterado de que tenemos artículos nuevos.
jueves 19 enero, 2023 @ 9:41 pm
Siempre se inutyó que la Epigenética era la clave de la eterna juventud. Actualmente existen tratamientos semi naturales, con suplementación alimenticia, que logra revertir el envejecimiento (tengo un vídeo de cómo revertí canas tomando melatonina y volviendo a dormir 9 horas con alta calidad) Tratamientos o pre tratamientos de rejuvenecimiento ya hay, basados justamente en la Epigenética. Este estudio refuerza esos prr tratamientos, así que no pasarán muchos años para un tratamiento definitivo de eterna juventud.
viernes 20 enero, 2023 @ 9:41 am
A ver, Alejandro, si has conseguido una especie de coctel y costumbres que te influyen en la Epi -para los amigos-, no dudes en exponerla que, diciendo ser tus particulares medidas, no irán contra las normas de la página.
sábado 21 enero, 2023 @ 12:06 pm
He escuchado por la radio esta mañana que ayer falleció la mujer más longeva del mundo, con 118 años, pero en España tenemos una de 115 y, por lo que han dicho, con una envidiable salud. Han hablado de que el aceite de oliva y el chocolate los consume moderada y habitualmente. Quizá en esa moderación esté uno de los motivos. Lo difícil es ser prudentes en la juventud, cuando estamos rebosantes de energía; en la mediana edad y en la vejez, se consigue mejor, pero el daño, quizá, ya esta hecho.
Volviendo a esa imprudencia juvenil, si bien tenemos, una buena medicina, un extendido bienestar protegidos del caprichoso -cada vez más- ambiente, veo con horror una juventud dada a la marihuana, y drogas más duras, al alcohol y al tabaco, lo que no sé que población adulta nos va a traer; imagino que catastrófica; y lo peor es que ha de dirigir el mundo. Pero si revisamos los ejemplos de Boris Johnson y otros, hemos de preguntarnos la capacidad intelectual de los electores. O la redacción de las constituciones. ¿Por qué no hay un periodo obligatorio a partir del cual el dirigente ha de presentar el % del cumplimiento de sus promesas?; porque por prometer que no quede.
Bueno, me estoy yendo del tema, así que obligado estoy a dejarlo.
A ver si algún joven me responde.
sábado 21 enero, 2023 @ 10:32 pm
Amigo Tomás, de los políticos (la mayoría) pocos milagros podemos esperar. Como decían en mi pueblo, “una cosa es prometer y otra dar trigo”.
En cuanto a tu pesimismo, por el comportamiento futuro de esta juventud actual, creo que es, en gran parte culpa nuestra, por haberlos educado en la abundancia, superprotegidos físicamente, para compensar nuestra falta de presencia, acompañamiento, cariño y ejemplos éticos y morales. Que son los que verdaderamente educan con calidad.
Personalmente vuelvo a manifestar que, no todo está perdido, me resta una cierta esperanza en el sentido de que la ciencia con su avance acelerado, consiga resolver por lo menos los problemas de dependencia química.
domingo 22 enero, 2023 @ 12:01 pm
No sé, Eduardo. En mi caso posiblemente los he sobreprotegido, pero también ha estado con ellos, aunque no puedo decir que me hayan salido mal, ni mucho menos. Muy al contrario, mi hija mayor casi podemos decir que, aparte de su trabajo como policía -ella lo llama moza de cuadra (por escuadra)»- se dedica a ayudar a la familia y amigos y a todo el que lo necesite. Espero, con ella, ir a Inglaterra ver a un amigo de juventud muy querido, al que le quedan pocas semanas de vida por un cáncer de próstata y una terrible depresión, según me cuenta su esposa. Pero la Policía Nacional de aquí son retrasados mentales. Les digo que mi distrito postal es el de Cambrils, o Tarragona, pero les es igual; me mandan 60 km más lejos. Es que tengo el pasaporte caducado y para ir allí, como ya no están en Europa, lo necesito. En fin…, mañana iré personalmente a pedir cita previa, y luego a volver cuando me digan. Ahora para todo hay que pedir cita previa; es incomprensible, ¡con lo fácil que era antes!: llegabas, esperabas sentado a que te tocase y cosa hecha. Yo no veo la ventaja para la entidad que sea. Pues eso: en fin…, ajo y agua.
lunes 23 enero, 2023 @ 2:01 am
Lo siento, querido amigo. Y lo peor es esa hipótesis de que eligen al azar contribuyentes a los que sondear, ¿no, Tomás?
Al hilo de vuestras quejas de la sociedad actual, he oído de Arturo Pérez Reverte una observación que hemos señalado también aquí en muchas ocasiones:
«No hay una corriente o modelo alternativo con consistencia para amenazar el status quo actual».
En las pocas naciones que hay democracias plenas, avanza la peste de las ultraderechas empeñadas en perpetuar la desigualdad entre el pobre y el rico; entre hombre y mujer; local y extranjero…
Y en lo que coinciden Vox y Podemos es en excomulgar a los medios de comunicación que no les son afines. Ambos son enemigos de la libertad y de la democracia.
lunes 23 enero, 2023 @ 3:19 am
Sobre la noticia, las terapias epigenéticas tienen la ventaja de que se pueden aplicar a adultos y no solo a gametos y embriones.
La desventaja que creo que tienen es que, si los telómeros no dejan de acortarse en cada división, supongo que este tipo de terapia conseguiría que llegásemos hasta los 120 o 130 años, no creo que mucho más, a menos. No obstante, sería con buena salud hasta prácticamente el final.
Abrazos van.
lunes 23 enero, 2023 @ 8:22 am
Eso de Hacienda me lo dijo mi abogado, al cual he tenido que echar mano para estas cosas, porque, en algún caso, ni pagar es fácil, con la preocupación que eso conlleva y el temor de verme perseguido. Porque no hay defensa. En la declaración que me reprochan y multan, dicen que oculté un dinero que el banco me había abonado -no recuerdo por qué motivo-, pero yo, como todo el mundo, pedí información fiscal a mi banco, y se la entregué al que me hacía la declaración, un tal Gay o algo así. Pues bien; han esperado cinco años para poder cobrarme gruesos intereses y, aparte me cobran casi 400 € por haber intentado engañarles. Y te da igual protestar: ellos son la inapelable inquisición.
En cuanto a lo que dices de la Epi, me parece maravilloso y me apunto; especialmente si se mantiene uno en forma algo aceptable. Ya te conté mis varios proyectos que me gustaría acabar.
Abrazos epigenéticos.
martes 24 enero, 2023 @ 7:56 am
Pues nada, esta tarde tendré el pasaporte pero mi amigo querido, se murió ayer y pongo aquí su nombre para que perdure en algún sitio más: Charlie Carter. Era agradable y bondadoso: una buenísima persona, título por muchos minorado pero que, para mí, es el más alto.
Seguramente iré a abrazar a su viuda, pero antes le consultaré, porque a veces hay tantos que desean consolar que podemos molestar. Hoy lo decidiré.
miércoles 1 febrero, 2023 @ 9:03 pm
La cita previa es la versión 2020 del vuelva usted mañana de Larra. El funcionariado ha conseguido que sellar una instancia y registrar su presentación, que costaba un minuto, precise ahora una serie de llamadas telefónicas un lunes, diez minutos de nada, una solemne concesión de cita ( como la de un ministro) tras una consulta prolija a la cargada agenda del día, para el viernes o el siguiente martes , lo que no está nada mal para ellos, pero muy mal para el humilde ciudadano que necesita pedir una copia de una receta o pagar una multa por crítica improcedente :)… en definitiva, una señal clara de envejecimiento grave del sistema. Y sin curación a la vista. Epigenética administrativa.
miércoles 1 febrero, 2023 @ 9:24 pm
Os quejáis de ahí, pues aquí es mucho peor. Para renovar mi pasaporte tuve que viajar 420 Km. y esperar 5,5 meses, además de mandar cantidad de e-mails reclamando, eso ha sido ahora a mediados de 2022. Consulado de España en São Paulo.
Aquí la burocracia propia de Brasil comparada con la de España me parece que aún es peor.
El problema reside en que no hay nadie que los fiscalice. Es un cuerpo auto consentidor.
jueves 2 febrero, 2023 @ 11:00 am
¡Claro, utilizan el «contrólate a ti mismo»! y ¡a vivir, que son dos días!
En una zarzuela -no recuerdo cual- hay uno que manda, aunque poco, pero otro dice «lo importante es la gorra». Otros tienen ventanilla y cosas así.
domingo 5 febrero, 2023 @ 6:49 pm
La cosa pública suele estar bien organizada sobre el papel, pero la gente tiende a ser desorganizada, si le conviene. No es fácil exigir a otros que cumplan y suele ser la tarea de las inspecciones. Ser inspector exige al menos dos cualidades: conocer muy bien lo que inspecciona y ser íntegro a la hora de decidir. Pero hay otra cualidad que nunca se escribe ni se nombra: ser ajeno, lejano, al área que inspecciona, para poder ser imparcial sin esfuerzo. En resumen, un FBI. Señor López, el lunes va a ir a inspeccionar la oficina de Oslo, a 2.999 Km. de donde usted vive. Así se evita que, al llegar, alguien te salude: Hombre, López, qué tal? , y la familia?, pasa, hombre, pasa… cómo sigue mi prima ( tu cuñada) ? y cosas así… ¿?
lunes 6 febrero, 2023 @ 8:39 am
¡Ja, ja, ja! A los trabajadores del sector sanitario tampoco se nos inspecciona de modo especial, si tienes tu propia consulta privada solamente se mira que tengas la titulación y los requisitos del local. Y para que te cierren la consulta la tienes que armar muy gorda.