NeoFronteras

Clonación como mecanismo de defensa

Área: Biología — miércoles, 19 de marzo de 2008

Si hay predadores rondando la larva del dólar de arena se clona para así protegerse. Es la primera vez que se documenta este comportamiento como mecanismo de defensa.

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Larva de galleta de mar clonándose. Foto: Dawn Vaughn.

En las arenas de la costa del Pacífico se pueden encontrar lo que llaman dólar de arena, galleta de mar o bizcocho de mar. Son esqueletos de unos equinodermos muy planos.
Las estrellas de mar pueden clonarse a sí mismas. Pueden reproducirse partiéndose en dos y cada mitad regenerar un ser completo. De este modo evitan pasar por la fase de larva en la cual son más vulnerables.
Hace unos pocos años se descubrió que las larvas de otros equinodermos (que comprenden unas 7000 especies conocidas de erizos de mar, estrellas de mar y los pepinos de mar) podían hacer lo mismo. Si la larva de estas especies notan que la temperatura no es la adecuada o que la comida escasa como para poder crecer más, entonces se clonan a sí mismas para mantener el mismo tamaño y esperar tiempos mejores.
Ahora Dawn Vaughn y Richard Strathmann de University of Washington han descubierto que la larva de la galleta de mar hace lo mismo si detecta predadores cerca.
Esta larva flota a varios niveles en el plancton marino en mar abierto, creciendo lentamente. Al cabo de seis semanas alcanza un tamaño aproximado de un milímetro y se asienta en el fondo marino para desarrollar su etapa adulta.
Estos investigadores expusieron en condiciones de laboratorio a larvas de cuatro días de edad de este invertebrado (Dendraster excentricus) a mucus procedente de peces, que son unos de sus predadores naturales. Descubrieron que después de 24 horas las larvas se habían clonado. Las larvas de referencia que no fueron expuestas al mucus no se clonaron.

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Esqueleto de ejemplar adulto de galleta de mar o sand dollar. Se encuentran con frecuencia en las playas del Pacífico. Foto: LadyJaneGrey, vía Flickr.

Según los investigadores el clonado, aunque necesita de varias horas para poder realizarse y no ha sido observado en el medio natural, sería un buen mecanismo de defensa. Este comportamiento se puede explicar porque, según los investigadores, el animal inmaduro es lo suficientemente grande como para poder ser visto por los peces y si se clona se mantiene en un tamaño que le hace invisible a estos predadores, ya que la larva, al clonarse, disminuye de tamaño, pasando de unas 300 a unas 150 micras.
Esta estrategia tiene un costo. Un tamaño más pequeño les hace invisibles a los peces, pero les puede hacer vulnerables a otros predadores como algunas especies de crustáceos.
La respuesta además no parece depender de la especie de pez que productora del mucus. Al parecer reaccionan a los subproductos bacterianos derivados del mucus por lo que podrían responder también a especies de peces que no son sus predadores naturales.
Los investigadores pretender seguir con sus investigaciones sobre este mecanismo.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa de University of Washington.
Artículo original en Science (resumen).

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