NeoFronteras

Máquina del tiempo sin paradojas

Área: Física — viernes, 23 de julio de 2010

Diseñan una máquina del tiempo basada en fenómenos cuánticos que está libre de paradojas causales.

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La vida de cada ser humano es finita. Todo ser humano, tarde o temprano, desaparece para siempre. Una vez morimos nos perdemos todas las cosas que sucederán después en esa eternidad que hay por delante. Durante nuestras vidas finitas tenemos la sensación de que sólo vivimos el presente, de que sólo podemos planear el futuro y recordar el pasado. Como máquinas termodinámicas que somos sentimos en nuestra mente el sentido inequívoco de la flecha del tiempo, que apunta siempre desde el pasado hacia el futuro. Pero el ser humano sueña. Sueña, por ejemplo, con evitar los límites de su propia mortalidad a través de máquinas del tiempo que le permitan viajar al futuro para así ver lo que sucederá o al pasado para reescribir la Historia o deshacer la pequeña historia de cada uno.
Desconocemos la naturaleza del tiempo, de hecho ningún físico teórico serio puede afirmar que conoce tal naturaleza. Ante la ausencia de pruebas, el mundo académico de la Física Teórica se divide en dos bandos: los que creen que el tiempo existe y los que creen que el tiempo no existe y es una propiedad emergente de algo, todavía por conocer, más fundamental. No obstante podemos pensar y trabajar en máquinas del tiempo, aunque sólo sea sobre el papel.
La Física nos dice que sí es relativamente fácil viajar al futuro, de hecho lo hacemos constantemente a un segundo por segundo. Pero si queremos trascender nuestro propio periodo biológico de vida necesitamos una solución relativista. Viajando a velocidades próximas a la de la luz podríamos conocer a nuestros descendientes del año 2200 (si es que hay gente por entonces), pero este tipo de viaje en el espacio y en el tiempo no tiene billete de vuelta. No podríamos retornar al pasado (al presente del que se partió) aunque contemos con un DeLorean DMC-12 muy sofisticado. La razón es que tendríamos que ir en contra del la fecha del tiempo.
Aunque casi todas las leyes de la Física son reversibles en el tiempo, la expansión cosmológica y la Termodinámica parecen imponernos esa flecha del tiempo. Además, la causalidad parece que sólo se puede preservar si se impide este retorno al pasado, de otro modo aparecen paradojas causales. Si un individuo viaja al pasado y asesina a su propio abuelo antes de que sus hijos sean concebidos entonces no tendrá nietos, pero entonces, ¿cómo puede uno de ellos efectuar entonces el viaje y matar al abuelo si no existe?
Una solución a esta paradoja del abuelo se dio en alguna novela de ciencia ficción. Las máquinas del tiempo son posibles, pero el Universo destruye a los que lo intentan (con una supernova, por ejemplo) para así preservar la consistencia lógica.
Otra solución a esta paradoja es asumir que el libre albedrío no existe y que todo el Universo es determinista y predeterminado. De este modo los viajes en el tiempo se pueden dar, pero se dan sólo cuando no provocan paradojas, impidiéndose, por ejemplo, los asesinatos de abuelos. El Universo conserva la consistencia lógica a cambio de mostrar el tiempo como un bloque que tiene embebidos ciclos de género tiempo cerrados no paradójicos. En este caso existiría también una cierta censura cósmica.
Pero la paradoja del abuelo es independiente del libre albedrío. Se puede imaginar una partícula que entra en la máquina del tiempo y que al salir tiene una trayectoria tal que interfiere con la suya propia del pasado antes de entrar en la máquina, impidiendo que entre. Otra vez hay paradoja.
Da la impresión de que las paradojas causales son intrínsecas a las máquinas del tiempo, por lo que hay que sospechar que las máquinas del tiempo no son posibles.
Pese a todo, los físicos teóricos se dedican a veces a pensar sobre la posibilidad de máquinas del tiempo ideales. Con ello no pretenden construir una, sino explorar la física que subyace en sus modelos, saber qué es lo impide ese tipo de máquinas, etc. Son, en definitiva, máquinas de tiempo conceptuales que ayudan a avanzar en las teorías.
Algunas de esas «máquinas» están basadas en la Relatividad General y aprovechan las cualidades del espacio-tiempo. Una configuración típica utiliza agujeros de gusano y permite que una nave entre por una de sus bocas y salga por la otra en un tiempo ya pasado. Este tipo de máquinas no suelen permitir viajar a tiempos anteriores a la creación de la propia máquina y responden así a la pregunta de por qué si las máquinas de tiempo son posibles no hay crononautas entre nosotros. Sin embargo, todas estas “máquinas” necesitan de alguna ingrediente especial que contraviene las leyes de la Física, como una energía negativa que mantenga el agujero de gusano abierto incluso cuando hacemos pasar algo a través de él. Normalmente un agujero de gusano colapsa a un agujero negro si hacemos pasar masa o energía por él.
Podemos fantasear con máquinas del tiempo conceptuales para descubrir, un tiempo más tarde, que otro investigador ha encontrado el defecto definitivo que invalida tal máquina. Pero durante un tiempo es al menos divertido trabajar en ello.
Recientemente Seth Lloyd, del Massachusetts Institute of Technology, y sus colaboradores han propuesto un nuevo tipo de máquina del tiempo que evita la paradoja del abuelo. Además, no necesita de un espacio-tiempos fuertemente distorsionado, ni tampoco de materia exótica. En lugar de todo eso se basa en ciertos fenómenos mecánico-cuánticos.
Un fenómeno cuántico extraño es el de teletransporte cuántico, en virtud del cual un par de partículas entrelazadas cuánticamente se hallan en una superposición de estados y el colapso de la función de ondas de una de ellas determina el colapso de la otra. Si se es habilidoso se puede conseguir que el estado cuántico de una de ellas sea teletransportado a la otra. Esto se ha conseguido experimentalmente, pero hay que aclarar que se teletransportan estados y no partículas. Es decir, una cosa es este fenómeno y otra lo que se ve en Star Trek.
La otra propiedad que usa esta máquina del tiempo es la postselección, que es la habilidad de realizar una computación que automáticamente desecha ciertos resultados.
Imaginemos, por ejemplo, que tenemos que resolver un problema en el que estén involucradas un gran número de posibilidades y que la respuesta correcta es una combinación de esas posibilidades. La manera tradicional de resolverlo, y a veces la única, es enumerar todos los casos y escoger la respuesta correcta entre todas ellos, algo que consume mucho tiempo y esfuerzo.
Sin embargo, con la postselección es fácil encontrar la respuesta. Basta con permitir que las variables tomen cualquier valor al azar y luego se postselecciona la respuesta correcta entre ellas con la condición de que debe ser verdadera. Esto elimina automáticamente a todas las demás respuestas incorrectas.
El tema de la postselección es controvertido porque lleva a toda clase de predicciones increíbles sobre la capacidad de computo de hipotéticos ordenadores cuánticos. De este modo, los problemas tipo NP podrían ser resueltos de forma rápida y sencilla. Pero esto es algo que discuten algunos autores.
En la máquina de Lloyd la postselección se usa para que el teletransporte cuántico se dé “al revés”, asegurando que sólo cierto tipos de estados sean teletransportados. Los estados apropiados a ser teletransportados son aquellos que han sido postseleccionados para ser autoconsistentes antes de que sean teletransportados. Sólo después de ser identificado y aprobado, el estado puede ser teletransportado. Esto pone límites al estado original en el que la partícula puede estar antes de ser teletransportada.
El efecto final es que como si el estado de la partícula viajara hacia atrás en el tiempo. Digamos que se postelecciona una curva temporal cerrada. Hagamos énfasis en que es el estado el que viaja hacia atrás en el tiempo y no la propia partícula. Bajo todas estas condiciones el viaje en el tiempo de ese estado se realiza de una manera autoconsistente y no se dan paradojas.
Según Lloyd este formalismo muestra que el viaje en el tiempo cuántico puede ser entendido como un tipo de efecto túnel hacia atrás en el tiempo, que se da incluso en ausencia de un camino clásico desde el futuro al pasado.
Esta máquina está libre de las típicas paradojas que aparecen en otras máquinas del tiempo conceptuales, paradojas que evitan que puedan ser construidas. La razón en este caso es debida a la naturaleza probabilística de la Mecánica Cuántica, pues todo lo que puede pasar en la curva cerrada de género tiempo puede darse de un modo convencional con una probabilidad no nula en la MC gracias a esa misma naturaleza probabilística. Según Lloyd es como si el abuelo consiguiera siempre eludir los intentos de asesinato por parte de su nieto. Ciertas fluctuaciones cuánticas haría desviarse a la bala en el momento crítico.
Tampoco se necesitan distorsiones del espacio-tiempo ni otros fenómenos de la Relatividad General, pues da en un espacio plano. Situaciones de extrema curvatura o distorsión sólo se dan en entornos como el Big Bang o el interior de agujeros negros.
La esperanza de Lloyd y sus colaboradores es que este tipo de trabajos ayuden a formular una teoría cuántica de la gravedad, ya que en ellos se empujan los límites de la teoría cuántica y pueden dar lugar a resultados interesantes y fructíferos.
Lo que no está claro es que se pueda construir tal máquina del tiempo. La postselección sólo se da en Mecánica Cuántica No Lineal, algo que parece posible en teoría, pero que nunca se ha observado. Es más, todas las pruebas y experimentos apuntan precisamente a lo contrario, a que la Mecánica Cuántica (MC) es lineal. Algunos teóricos sugieren que la aparición de la postselección en estas mecánicas cuánticas alternativas es la clase de prueba que demuestra precisamente que la MC es lineal.
Pero si existe la MC no lineal entonces el viaje en el tiempo de estados de partículas es posible. Los autores del trabajo sostienen que este tipo de fenómenos se podrían demostrar en experimentos de teletransporte cuántico.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3202

Fuentes y referencias:
Artículo en ArXiv.
Nota en Technology Review.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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15 Comentarios

  1. Diego Tentor:

    Viajar al pasado sin conocer la naturaleza del tiempo es tan posible como cargar la batería del celular poniéndola al fuego ó patear el sol y que de vueltas al revés, sin embargo si sabemos que es posible acelerar el tiempo entonces esa naturaleza no es tan misteriosa, en particular creo (y si me permiten entrar a este fascinante juego teórico) que el tiempo es relativo a un ciclo de referencia en un sistema cerrado, en todo sistema que se precie existen ciclos de referencia(una hora es una fracción del día solar), por lo tanto en un hipotético sistema absolutamente cerrado puedo volver el tiempo atrás de dos maneras, solamente validas para el sistema en cuestión, por ejm. si vivo dentro de un reloj de manijas (sin otra referencia) solo deberé esperar a un momento antes que el ciclo más grande de todo el sistema se complete que estaría indicado por la aguja de la hora, en el caso de un hipotético sistema absolutamente cerrado puedo decir que todo lo que sucedió allí dentro va a volver a suceder con total exactitud; otra forma es acomodar todas las cosas en su punto de origen y que vuelvan a suceder, por ejemplo ¿Que probabilidad existe de que al lanzar 5 dados 5 veces y que estos muestren la misma sucesión?, bueno, si ello lo hago en un soft lanzadados en una vieja Talent MSX, con un sistema pseudo aleatorio solo deberé apagar y prender la máquina y entonces la probabilidad es del 100% y si juego a los dados con mis amigos solo yo sabre (dado que soy el dueño de la máquina y ya presencié sus ciclo) que jugadas salieron en mi ausencia y que jugadas saldrán luego.
    El segundo método es conocer y disponer de todas las variables dentro de un sistema y guardar un registro de ellas, aunque mientras mas variables existan, más posibilidades tengo de deducirlas sin necesidad de registros, un ejemplo que me fascina es el del soft de diseño vectorial que necesita resolver su primer paradoja, para rescatar una curva creada en el «pasado» necesito deshacer n cantidad de operaciones, copiarla al portapapeles del sistema, «rehacer» las n cantidad de operaciones y «pegarla» de nuevo, sin embargo, si por un movimineto involuntario la arrastré con el mouse antes de copiarla, el software me anula cualquier posibilidad de «rehacer» con lo que me quedé en ese «pasado» virtual.
    De estos ejemplos uno puede deducir que para maniobrar el tiempo es necesario disponer del control de la totalidad del sistema y esto se puede validar al observar que las teorías que cada tanto afloran solo serían aplicables a partículas a los que hay que introducir en sistemas cerrados.
    Suponiendo que aquello que dio origen a este universo no pertenece a otro sistema superior podríamos esperar un tiempo equivalente a lo que le resta de vida al universo más el tiempo de vida del universo menos una hora y estariamos exactamente una hora en el pasado, por supuesto que hay imposibilidad logica, si observo el sistema que lo contiene todo yo no puedo ser mayor… y en fin… otra vez lo paradojico

  2. tomás:

    Muy estimado Diego Tentor:
    Sé que hago bien esperando que otros, más capaces, inicien con algún comentario y este es un caso ejemplar. Resulta que eso, que no sabemos qué es y a lo que llamamos «tiempo» que expones, es el mío.Hablas de un sistema cerrado y un «tiempo» circular con el que estoy totalmente identificado. Aun así, el seguirte, ha dejado un cementerio de mis neuronas sobre la mesa.
    Quiero felicitarte por tu sutil ironía en magistrales pinceladas.
    No estoy de acuerdo en eso de que sea posible acelerar el «tiempo». Primero hay que demostrar sus existencia y, curiosamente, le pasa lo que a dios; no hay manera ni que sí ni que no -¡qué lástima de ese no sin un buen acento para compensar la rotundidad del sí!- ni que todo lo contrario. No debe ser posible acelerar a dios o de que él se acelere. Dicho esto retiro el entrecomillado a partir de aquí, pues ya nos entendemos.
    También quiero referirme a tu último párrafo que voy a puntualizar por si no he sido capaz de comprender. El problema está en «el tiempo de vida del universo». En principio no sé si te refieres al tiempo total de existencia desde su principio a su final -de esa forma no lo entendería- o al transcurrido desde el comienzo hasta el presente -así, sí-. Y creo que cuando dices «yo no puedo ser mayor…» quieres decir que no puedes estar fuera del universo al que observas.
    Si me permites, voy a poner un ejemplo rústico de lo que entiendo quieres decir: Imaginemos el universo como un reloj de una sola aguja y 12 lapsos que nos contiene y que comienza su andadura a las 0 = 12 h. Sea que, hasta el presente hayan transcurrido 9 h: queda un resto de 3. El presente, por tanto, está en las 9. Una hora más atrás son las ocho, es decir, «exactamente una hora en el pasado». Pero, como dices, o creo entender, estamos mirando el reloj desde fuera de él.
    Leo tus comentarios siempre con el mayor interés.
    Recibe mi más cordial saludo y mi felicitación por lo sustancioso del escrito. O porque es una de mis fijaciones; cualquiera sabe.

  3. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Lo malo de este tipo de temas es que a veces se abusa un poco del lenguaje.
    Aunque no sepamos muy bien la naturaleza del tiempo eso no significa que éste no exista. A veces se dice que el tiempo no existe y que es una propiedad emergente. Pero la mente es una propiedad emergente de las neuronas y no por eso decimos que no existe.
    Últimamente se alzan voces que sostienen lo contrario y que dicen que el tiempo no es emergente. Un caso de cambio de opinión en este aspecto ha sido precisamente Smolin.
    Al final, sea para el tiempo o cualquier otra cosa es fácil llegar a una pregunta profunda en 4 ó 5 pasos que nos permite ver nuestra propia ignorancia.

  4. NeoFronteras:

    Por cierto, en el mes de junio Scientific American publicó un artículo sobre la situación actual acerca de si el tiempo es o no una «ilusión». Es de esperar que en la edición en español salga muy pronto. El artículo no dice nada realmente nuevo, pero puede ser útil como introducción al problema.

  5. Diego Tentor:

    Gracias Tomás, agradezco de verdad tu opinión y tus elogios.
    Tratando de no ser excesivo dire que lo expuesto es nada más que un juego teórico, del que solo puedo esperar que alguien que entienda mejor el asunto mande por tierra, después de todo no existe un sistema absolutamente cerrado como el de la hipótesis que expongo.
    Lo del reloj quiere decir que si son las 9 y quiero ir a las 8, debo esperar 3 horas hasta las doce mas 8 horas hasta las 8.
    y sobre la aceleración me refiero a esta en términos de energía, es decir, un sistema puede acelerarse al aplicarle energía.
    Coincido con Neo en esto: todo emergente es propiedad de un sistema, aun cuando el emergente sea o parezca abstracto existe solo mientras exista el sistema del cual emerge, http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema, el tiempo por lo tanto, no es una abstracción, puede entenderse perfectamente como el emergente de la entropia (tendencia de todas las fuerzas de un sistema a buscar el equilibrio termodinamico) del sistema en el que estamos inmersos, entendido asi, no es tan difícil comprender por que el tiempo va en un solo sentido, es decir el tiempo es un fenomeno de la mecánica clásica y no cuántico ni mítico, ojo que con esto me refiero al tiempo como lo plantea el articulo, no el espacio-tiempo de la relatividad, que en todo caso es distinto y plantea un problema distinto.
    Ultimamente se ha vuelto a especular sobre el tiempo en base a la hipótesis cientifica del agujero de gusano, sin embargo esa hipotesis ha perdido fuerza por los problemas que plantea.
    En el fondo quiero decir, para que complicar el asunto solo para demostrar los mismos principios que puede demostrar con un reloj de pared.

  6. Nemo:

    Haciendo abstracción de la percepción subjetiva y considerando el tiempo en un sentido geométrico como hace la R.G, no tiene ningún sentido plantearse paradojas como la del abuelo. Pasado y futuro son equivalentes y forman parte de un mismo bloque sólido de realidad. Con o sin viaje en el tiempo (o en el espacio, tanto da).

  7. NeoFronteras:

    Lo malo es que la RG no tiene en cuenta la flecha del tiempo que sin duda existe. Los frigoríficos y motores de explosión interna sí la tienen en cuenta, así como cualquier proceso en el que esté implicada la entropía.

  8. tomás:

    Muy estimados Neo y Diego Tentor: Temía hablar sobre este tema por varias razones y, creo recordar haberlo dejado pasar alguna vez aunque había algún artículo relacionado. Una de ellas es que todo el mundo da por hecho que el tiempo existe, como durante gran parte de la historia se ha dado por cierta la existencia de dios.
    La cuestión no es que no conozcamos su naturaleza sino que no hay forma de demostrar su existencia.
    Lo que pasa es que Diego Tentor ha mencionado uno de mis argumentos. Debo decir sobre qué: Resulta que he podido construir un proceso -ciertamente no es difícil- de cómo se ha ido formando en la mente humana el concepto de tiempo y él ha tocado una parte. Pero no puedo demostrar su inexistencia. Mas, tampoco la del unicornio.
    Nuestros sentidos perciben perfectamente el espacio y el movimiento y resulta que con ambos entes no es preciso el tiempo, el cual no percibimos. Pero es útil.
    Por otra parte tenemos una referencia extraordinaria: la velocidad de la luz, que resulta ser un absoluto en el vacío. El espacio es innegable: podemos ver y tocar -quizá algún sentir más-. También percibimos directamente el movimiento de unos entes respecto de otros en íntima relación con ese espacio que los contiene. Pero eso no sucede con el tiempo. Bueno, alguno dirá: ¡Mira las arrugas que demuestran mi vejez!
    Mi historia implica a la temperatura y, cuando pueda dedicarme a ello, creo que podré involucrar a la entropía. A pesar de todo nunca podré demostrar su inexistencia, como digo.
    Y tienes razón, Neo, en que ni conocemos la naturaleza del tiempo ni eso significa que no exista. Pero mucho menos significa que exista.
    Tampoco creo que sea una propiedad emergente. Su «existencia» clásica es un cociente, es decir una operación, que pudiera ser otras -de hecho lo son en la relatividad y en la MC- entre dos entes directamente perceptibles, el espacio y el movimiento, lo que sucede es que eso no le da realidad en sí mismo, sino derivada de la existencia cierta de otros dos y de una operación matemática. Si queremos llamar emergencia a eso, entonces puedo aceptarlo. No se trata entonces de que en la física haya encontrado relación entre tres entes reales, sino de la creación de un ente derivado de la existencia cierta de otros dos.
    Gracias, Diego Tentor, por el envío en tu 5. Al respecto te diré que, en mi opinión, el Universo que desde siempre he concebido como «el conjunto de todo lo que existe», por fuerza ha de ser un sistema aislado. Imposible que el observador esté fuera de él. Así entendí tu frase: «Suponiendo que aquello que dio origen a este universo no pertenezca a otro sistema superior…».
    En cuanto a la explicación de «las horas», a la vista de tu última puntualización, veo que lo comprendí correctamente.
    Aunque os pueda parecer asombroso, a mi entender, muchos problemas de la física se resolverían al prescindir del tiempo.
    Con tu último párrafo en 3, Neo, sobre nuestra propia ignorancia, a pocos encontrarás, estimado, tan convencidos y con tanta razón, como yo de la mía. Me haré con ese ejemplar de lo que aquí llamamos Investigación y Ciencia.

    P. D. Acabo de ver, repasando antes de acabar, el 7 de Neo respondiendo a Nemo. En él dices «que sin duda existe». Deberías demostrarlo. De no ser así, no sirve. Los frigoríficos y, en general los motores endotérmicos, «así como cualquier proceso en que esté implicada la entropía» dices que tienen en cuenta la flecha del tiempo. Pero ese tiempo, según mi concepción -ya ves cómo cuido mis palabras- es esa utilidad sin entidad propia, sino derivada, como antes he explicado.

    Pero no nos pongamos serios porque no puedo despedirme sin una demostración irrefutable de mi parecer. Si el tiempo existiera lo que voy a contar sería imposible:
    Descansaba Sócrates degustando un whiski de la peor calidad en la barra de uno de los «salones» más sucios del Oeste. En una pausa del desafinado piano entra el más facineroso de los hermanos Dalton y, dirigiéndose a él, conmina amenazante: ¡Escupe todo lo que sepas!, mientras le apunta con su revólver.
    Nuestro sabio, sorprendido, tran un instante de duda dijo, balbuceando, la famosa frase que ha llegado hasta nosotros: «Solo sé que no sé nada», mientras mostraba las palmas de sus manos desarmadas.
    Pero no fue bastante. El peor de los Dalton, con la rapidez del rayo, disparó certeramente y nuestro querido sabio cayó fulminado. El avieso Dalton sopló el cañón de su arma y, mientras enfundaba haciendo gala de malabarismo y pericia, comentó con desprecio: «Sabía demasiado»
    Y también esa frase se hizo famosa en el Oeste norteamericano.

    Frases tan conocidas han de ser prueba irrebatible. Un cordial saludo.

  9. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Cuidado, que por ese camino se puede caer en el nihilismo. Al final siempre hay cosas que, por obvias, no se pueden demostrar bajo ciertos argumentos.
    Bajo los argumentos que menciona tampoco se podría demostrar la energía o el espacio y así sucesivamente. En todos los procesos de conocimiento se refieren unos conceptos a otros hasta que se agotan los términos y llegamos a los términos «seminales».
    Desde que recorremos una espacio en un automóvil y al final llegamos a un punto, demostramos el tiempo o designamos como tiempo a un concepto físico. Otro problema es su naturaleza, su «fundamentalidad», si es o no emergente, etc.
    El resto es caer el peor vicio de la Filosofía: debate estéril sobre el lenguaje.
    Si debatiéramos constantemente este tipo de «conceptos seminales» la Física nunca avanzaría porque negaríamos todos ellos.

  10. tomás:

    Muy estimado Neo: Aunque sea término de significado ambiguo creo que entiendo el sentido de lo que dices y te aseguro que no voy a caer en el nihilismo. Pienso que explico a qué me refiero y no quisiera ser redundante, pero quizá no me lees con detenimiento. Repito: Me refiero a una inexistencia como ente fundamental, que en física siempre se le ha otorgado con la misma realidad que al espacio o al movimiento. Es más, diría que es al movimiento al que se ha adjudicado el valor derivado de la relación entre los dos entes fundamentales, el espacio y el tiempo.
    Yo les llamo fundamentales y tú, seminales. Pero ya ves que no niego el espacio, porque lo percibo directamente en la misma separación de mis manos, ni tampoco el movimiento, que me permite escribir esto cambiando de lugar mis dedos.
    En cuanto a la energía, quizá alguna vez medite -bueno, la verdad es que, sin buscarla, esa cuestión me viene a la mente- sobre si su entidad es propia o derivada de c y de m, o de una v cualquiera y la m de que se trate. De esta última, sin embargo, se cuestiona su naturaleza: «…si la masa pesante y gravitatoria es la misma…» (Artículo «La caída de Bose-Einstein» del 21-7-10). Creo que todo puede y debe ser demostrado y buscar el mínimo posible de entes fundamentales, que habrán de ser los que nos indican nuestros sentidos directamente -dentro de ciertos límites; el olor no puede ser fundamental-. Si así no fuera, habríamos de admitir los argumentos de autoridad, lo que nos conduciría a una especie de ciencia religiosa, tan tirana como las mismas religiones. También estoy de acuerdo con tu frase: «…basta que un modelo sea lo suficientemente complicado y con el número adecuado de parámetros de valores a elegir para que se pueda demostrar cualquier cosa.», de tu comentario 1 en el reciente «Modelo cosmológico sin Big Bang»)
    Por tanto tus temores al respecto pueden ser desechados, pero agradezco tu preocupación y es muy posible que en algún asunto tengas razón por mi acentuada propensión a la duda.
    En esa demostración de que hablas, auxiliándote del automóvil, lo que realmente se percibe es el recorrido de un espacio y el necesario movimiento. Pero acepto que lo que yo discuto es si el tiempo es o no derivado.
    Así pues, nada de filosofía estéril que me repugna tanto como a ti. Creo que soy clarísimo en la exposición de lo que cuestiono: Para mí, el tiempo es una relación entre dos realidades perceptibles; la mayoría le otorga entidad propia al espacio, al tiempo y al movimiento -innegable al haber el absoluto c- e, incluso ese c hubo de ser demostrado porque los entes reconocidos fueron, desde siempre, antes de la RE, el espacio y el tiempo, dado que se suponían inmovilidades absolutas que ahora sabemos imposibles. Fue Galileo quien lo demostró, como muy bien sabes. A pesar de ello, Einstein, con su c fue quien, finalmente, puso las cosas en su sitio de forma definitiva -parece y yo lo acepto-.
    Por otra parte, el tiempo, al que dividimos en pasado, presente y futuro, nos atormenta con ese inasible y fugaz presente que deja de existir en cuanto existe. ¿puede darse mayor paradoja -o contradicción-? Y lo contradictorio es imposible, pero también reconozco que negar una parte no es negar el todo, aunque ese todo esté compuesto por «infinitos» imposibles. Pero aquí sí que empiezo a meterme, como Zenón, en esas filosofías que no nos gustan.
    De verdad creo que la ciencia ganaría si pudiera prescindir de este concepto como fundamental. Pero no dejo de reconocer su utilidad.
    Para terminar, ya ves que tu último párrafo no es aplicable. Sólo una cosa niego: lo fundamental del concepto, su entidad propia.
    Recibe mi más afectuoso saludo y mi agradecimiento por la preocupación que muestras sobre mi intelecto con la seguridad de que nunca me permitiría ironizar contigo. Lo digo con toda sinceridad, aunque creo que eso lo sabes.

  11. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Pues sí, podría ocurrir que el tiempo no existiera como ente fundamental. La verdad es que gustaría saberlo. Menos mal que no caemos en el nihilismo.
    Ni siquiera sabemos si ese presente evanescente que se renueva a cada momento creando un pasado inamovible y ese futuro que no podemos recordar es fruto de nuestra percepción o sea algo más. Quizás a nivel neuronal y/o molecular hay algún fenómeno entrópico que se manifiesta de ese modo.

    Un cordial saludo

  12. Nemo:

    Agradezco la respuesta de Neo y las explicaciones de tomás, con cuya visión estoy muy de acuerdo -desde una posición mucho menos ilustrada. Tan sólo pretendía denunciar la falacia de esas paradojas. Con flecha del tiempo o sin ella, lo que hacen es construir una línea de tiempo que pasa por física (o real) siendo en realidad literaria: se mata al abuelo en 1910 «DESPUES» (?) de comprar una máquina del tiempo en 2010. Generar una especie de «tiempo metafísico» propio del viajante en el que entrar y salir para afectar al universo me parece absurdo. Si alguien se rompe una pierna resbalando en una escalera, no se va a curar volviendo a subir y bajándola sin caerse. No sé si me he explicado …

  13. tomás:

    Muy estimado Neo: Logré hacerme en un viaje a Barcelona con el nº de Agosto de Investigación y Ciencia, que me aconsejas en tu 4 y me dio gran alegría el comprobar que Craig Callender me acompaña en mis consideraciones.
    Como toma diversos puntos de vista, no es extraño que en alguno no estemos de acuerdo. Por ejemplo, dice que «El concepto de simultaneidad es absoluto, independiente del observador.» Pero eso es porque da por hecho un tiempo y un espacio absolutos e independientes de observador, tal como Newton lo concebía, no porque sea deducible de la observación. (La velocidad de la información ha de ser infinita).
    La analogía con el dinero yo también la tenía elaborada, aunque no la expuse para no extenderme. Al respecto, es curioso cómo, si bien el dinero, en sí, no tiene otro valor que el de medio artificial de cambio, el que tiene mucho dinero puede considerarse rico mientras no se den circunstancias que pudieran llevarle a intentar comérselo por una desconfianza generalizada.
    Por tanto, provisionalmente, mi opinión es que el tiempo no tiene existencia real, sino derivada de una relación entre los entes reales espacio y movimiento y la incorporación de nuestra percepción de orden como lo que el autor llama «tipo tiempo» que preserva la causalidad.
    Gracias por el consejo de buscar esa información.

  14. NeoFronteras:

    ¡De nada!

  15. daniel silva:

    principio de incertidumbre de Heinserberg.

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