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Aparición rápida de los mamíferos gigantes

Área: Paleontología — lunes, 29 de noviembre de 2010

Los mamíferos de gran tamaño surgieron rápidamente después de la extinción de los dinosaurios.

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Tamaños de Indricotherium, Deinotherium y elefante comparado con un humano. Fuente: UNM.

El hombre de la calle no es objetivo en sus preferencias científicas, al menos en las paleontológicas. El descubrimiento de un fósil de un microorganismos de hace miles de millones de años o el de un organismo de cuerpo blando del Cámbrico no ocupan ningún lugar en los medios de comunicación porque simplemente no interesa, pese a la importancia tremenda que pueda tener desde el punto de vista científico. Por otro lado, un pequeño detalle sin importancia acerca de un dinosaurio sí tiene un impacto sobre los medios. En consecuencia casi nadie conoce a los estromatolitos o a Pikaia, pero sí a los velociraptors. Los animales gigantes excitan nuestra imaginación y traen a la mente mitos sobre dragones y monstruoso, quizás sea natural que nos interesen de esa manera.
Por esta razón la noticia que viene a continuación si ha tenido cierta difusión, pues enlaza dos tipos de animales gigantes distintos. Los dinosaurios y los mamíferos de gran tamaño que les sucedieron.
Unos investigadores pertenecientes a diversas instituciones internacionales han demostrado que la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años allanó el camino para que surgieran mamíferos gigantes. El estudio es el primero en cuantificar y explorar las pautas de tamaño corporal de los mamíferos después de la extinción del Cretácico. Por tanto, es una noticia sobre evolución y de cómo los nichos ecológicos que se quedan vacíos son rápidamente llenados por nuevos animales probablemente a la máxima velocidad que permita la evolución.
La meta de estos científicos era revistar cuestiones acerca del tamaño, específicamente de los mamíferos. El tamaño tiene un impacto en todos los aspectos biológicos de la reproducción a la extinción, por lo que la comprensión de las limitaciones que afectan al tamaño es crucial a la hora de entender cómo funcionan los ecosistemas.
Para poder documentar qué es lo que pasó a los mamíferos después de la extinción de los dinosaurios, estos investigadores recogieron datos sobre el tamaño máximo de los grupos de animales terrestres más importantes de cada continente. Estos grupos incluían a los Perissodactyla, ungulados que incluyen a los antepasados del actual rinoceronte o el caballo; a los Proboscidea, que incluye a elefantes, mastodontes y mamuts; Xenarthra que incluye a los antepasados de los perezosos y armadillos; así como a otros grupos extintos. En algunos casos el tamaño fue estimado a partir de los dientes de algunos de estos animales.
Se contó con la ventaja de que el registro fósil de los mamíferos es mucho mejor que el de otros grupos, principalmente debido a que los dientes de los mamíferos se conservan muy bien y el tamaño de los dientes se correlaciona muy bien con el tamaño del cuerpo.
Los investigadores necesitaron tres años para recolectar y relacionar todos los datos, obteniendo una base de datos única que es muy amplia y extensa. Gracias a esta base de datos los investigadores fueron capaces de poner a prueba las posibles hipótesis sobre la evolución del tamaño de los mamíferos.

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Indricotherium. Fuente: Wikimedia Commons/Dmitry Bogdanova.

Durante 140 millones de años la historia evolutiva fue más o menos aburrida. Los mamíferos vivían al lado de los dinosaurios pero tenían un tamaño pequeño que empezaba en sólo unos 3 gramos. Pero la situación cambió en los 25 millones de años siguientes a la desaparición de los dinosaurios. Durante el Mesozoico los mamíferos eran pequeños, pero a partir de la extinción de los dinosaurios los mamíferos evolucionaron a tamaños más grandes y se diversificaron para llenar los nichos ecológicos que ahora estaban disponibles. Este fenómeno estaba bien documentado en Norteamérica, pero no estaba en el resto de los continentes hasta este estudio.
Según lo que han averiguado estos investigadores, los mamíferos crecieron desde un máximo de 10 kilogramos cuando compartían el planeta con los dinosaurios hasta llegar a las 17 toneladas una vez éstos desaparecieron. Este patrón es sorprendentemente consistente no solamente a nivel global, sino además a lo largo del tiempo, de los grupos tróficos y linajes; es decir, es consistente en animales con diferentes dietas descendientes de diferentes antepasados.
El tamaño máximo de los mamíferos empezó a aumentar rápidamente hace 65 millones de años alcanzado el máximo en el Oligoceno (hace 34 millones de años) en Eurasia y de nuevo en el Mioceno (hace 10 millones de años) en Eurasia y África. El mamíferos más grande que caminó sobre la Tierra, Indricotherium transouralicum, fue un herbívoro que vivió en Eurasaia hace 34 millones de años emparentado con los rinocerontes (pero sin cuernos), pesaba 17 toneladas y medía 6 metros de altura.
Que tantos linajes diferentes evolucionaran independientemente a lo largo del espacio y el tiempo hasta alcanzar tamaños similares sugiere que papeles ecológicos similares fueron interpretados por mamíferos gigantes a lo largo de todo el planeta. La biota en todas las regiones estaba respondiendo a las mismas limitaciones ecológicas.
La notable similitud entre estos mamíferos de gran tamaño y los dinosaurios de similares proporciones hace pensar también a los investigadores que ambos respondían a las mismas restricciones ecológicas.
El estudio proporciona pistas sobre qué impone los límites del tamaño máximo de un cuerpo animal en tierra firma, la cantidad de espacio disponible para cada animal y el clima en el que viven. La temperatura global y el área de tierra emergida imponen límites superiores al tamaño de los mamíferos. Los de mayor tamaño evolucionaron cuando la Tierra era más fría y las áreas de tierra firme más grandes al retirarse las aguas debido a una mayor presencia de hielos polares. Además, muestra que ningún grupo de mamíferos dominó en tamaño, pues lo animales más grandes pertenecieron a diferentes grupos tanto en el espacio como en el tiempo.
El calor es un factor importante, porque cuando mayor es un cuerpo mejor conservan el calor y por esa razón cuanto más frío es el clima mayores son los mamíferos. Al fin y al cabo, los mamíferos gastamos la mayor parte de nuestra energía para mantenernos calientes.
Otro patrón que han encontrado es la relación de tamaño entre herbívoros y carnívoros. Los carnívoros más grandes nunca alcanzaron más de una tonelada de peso, quizás esta limitación de su tamaño sea debida al sistema de caza en grupo de estos animales.
Pero, ¿por qué los mamíferos nunca llegaron a ser mayores que los más grandes dinosaurios, que en algún caso llegaron a ser 10 veces más grandes que los mayores mamíferos? Puede que se debiera a la propia termorregulación de los mamíferos, que logran mantener el cuerpo a una temperatura estable. Si los dinosaurios no tenían esta capacidad dependían entonces exclusivamente de la enorme inercia térmica de sus cuerpos para mantener una temperatura estable. Si se pesa 100 toneladas el cambio de temperatura interna es muy lento.
Este resultado, al igual que otros, recuerda que la biología es el resultado de la evolución y no al revés, como algunas veces se asume.
Aunque Deinotherium se extinguió hace 2.5 millones de años la megafauna de Norteamérica sobrevivió hasta hace 13.000 años. Ahora sólo quedan los elefantes como testigos de lo que los mamíferos llegaron a ser en el pasado. Está en nuestra mano que no desaparezcan.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
Nota de prensa.

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6 Comentarios

  1. tomás:

    «… la biología es el resultado de la evolución y no al revés…» No estoy seguro de entender la frase. Si se refiere a la ciencia de la biología es evidente. Sólo puede comprenderse si es que se refiere a la vida de un ser, a su proceso vital en general; es decir a cómo vive y porqué lo hace así. Me refiero a «la biología del caballo», por ejemplo. Entonces resulta claro que evolución y biología pudieran confundirse por quien no repare mucho en el significado de las palabras.
    En fin, no sé…

    En el 5º párrafo se menciona como perisodáctilos actuales a équidos y rinocerontes, olvidando que también lo son los tapires.

    En el antepenúltimo párrafo se especula sobre la cuestión del volumen de los mamíferos y se da una razón para el descomunal de los dinosaurios. Sin estar en desacuerdo, me asombro del caso de las serpientes, que con una forma precisamente apropiada para ganar calor rápidamente -pero por lo mismo para perderlo a igual velocidad- y no para mantenerlo, han colonizado casi todo el planeta, exceptuando tan solo los círculos polares. Desde luego producen admiración las artimañas de la adaptación que, a veces, parecen contradictorias.

    Saludos.

  2. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Si fuera la ciencia que estudia los seres vivos sería Biología, no biología. Aquí se trata de decir que la anatomía, metabolismo, etc. de los seres vivos son un producto de la evolución y no al revés.
    Vemos una foto al final de una historia de más de 3000 millones de años. Esa foto y otras que podamos «tomar» a partir del registro fósil son el producto de la evolución.
    Probablemente la vida ni siquiera es química (o sólo química), sino física. Al igual que la superconducción a alta temperatura en YBaCuO no es química, sino una propiedad emergente a partir de ciertas características.

  3. tomás:

    Estimado Neo: Entonces estamos de acuerdo en la interpretación de «biología»; No caí en diferenciarla de cuando va con mayúscula inicial.
    No puedes imaginar cuanto estamos de acuerdo en que la Química es Física -mi único suspenso en bachiller -4º curso-, lo gané al discutir eso con mi guapa profesora… en un examen oral-. ¡Aquella preciosidad me amargó el verano, con lo bien que me caía -a todos, que no a todas-! Y si la vida es química, ergo la vida es física.
    Un saludo añorante de juventud. Parece ser que los ya abuelos no podemos evitar contar batallitas.
    ¡Fijaos que me sale en el código!: zPP2. ¡Qué bueno!¿Será una fatídica premonición?

  4. tomás:

    Por cierto, Neo, al final de tu 2, hablas de dos temas que siempre he procurado evitar, pero que por lo visto ya toca, aunque quizá discrepemos. Uno es el «concepto» de emergente empleado para calificar la vida que sale de la físico-química o la inteligencia, de la complejidad… ya me entiendes, puesto que hay otros significados, como «sobre las aguas» o «país emergente» y quizá alguna más. Y es que me parece que se adjudica un nombre a algo que no se sabe lo que es, es decir un adjetivo sin conocimiento que lo respalde. Igual que «emergente» podríamos decir «un algo», palabras que que manifestarían nuestro desconocimiento. O quizá exista otra expresión que no se me ocurre, posiblemente esa misma, siempre que quede claro su íntima relación con ignorancia.
    La segunda la dejo para más tarde, pues me he propuesto ser más breve, lo que veo difícil.
    Un cordial saludo.

  5. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Es una cuestión de definición y del uso de una misma palabra para designar varios significados. En este caso la emergencia hace referencia a aquellas propiedades o procesos de un sistema no reducibles a las propiedades o procesos de sus partes constituyentes. Estas propiedades «emergen» de la «cooperación» entre esas partes. Una neurona no tiene inteligencia, pero muchas formando un cerebro pueden producirla.

  6. tomás:

    Claro, Neo, claro; si en ese significado estamos de acuerdo, pero en cualquier conjunto que lo utilicemos, su característica es que no nos dice nada de cómo ni por qué. Aplicada a la química para la vida o a las neuronas para la consciencia, que parece menos «antropo» que inteligencia.
    Me pregunto si al emplearla en una orquesta: las notas, -cada una de ellas-, no poseen belleza por sí, pero conjuntadas en una orquesta bien dirigida forman un «concierto», de la clase que sea, que exhibe una armonía perceptible para una buena parte de los que escuchan. Quizá a partir de algo así que es más elemental -como cuando abstraemos todo lo accesorio para investigar-, se lograría concretar más ese significado.
    Pero me refiero a otra propiedad común, porque ya sabemos que en la consciencia se trata del potencial de acción, pero con algo más del que no sabemos; en la vida hay por ahí nucleótidos, pero se precisa ese algo desconocido. Ya ves, que aunque procuro evitar el incógnito «algo», sale por todas partes.
    En fin, me parece que, aunque seguro que te agradaría resolver mi inquietud, ya has dicho cuanto podías decir en tu comentario anterior. Sabes que te agradezco la intención.
    Un cordial saludo.

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