Agricultura y cambio climático
Calculan de una manera más precisa la contribución de la agricultura al calentamiento climático
Cuando pensamos en el cambio climático y en el calentamiento global nos viene a la cabeza las emisiones de dióxido de carbono que genera el ser humano y que son la causa de todo ello.
De lo que generalmente no somos conscientes es de cómo son en detalle esas emisiones. En un principio podemos pensar que casi todas ellas se originan debido a las centrales térmicas y a nuestros automóviles, pero no es así. Si se estudia en profundidad nos podemos llevar alguna sorpresa.
Un par de informes del CGIAR (Consultative Group on International Agricultural Research), una organización en la que participan 15 centros de investigación a lo largo de todo el mundo, sostienen que un tercio de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero se deben a la actividad agrícola y ganadera y que, por tanto, reducir este tipo de emisiones es muy importante a la hora de limitar el efecto del cambio climático. Para conseguir esto proponen que los agricultores y granjeros cambien sus sistemas de cultivos a otros que favorezcan menos el cambio climático o que sean menos afectados por dicho cambio. Según Sonja Vermeulen (Universidad de Copenhague) este cambio en la agricultura alterará profundamente la manera en la que producimos alimentos.
Vermeulen y sus colaboradores examinaron por primera vez todas las fases del sistema productor de alimentos del mundo. En estudios previos sólo se había tenido en cuenta la producción agrícola. La contribución principal, no obstante, se debe según estos cálculos a la producción agrícola, con 12.000 megatoneladas de carbono anuales. Esto representa un 86% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero debido a la actividad de producción de alimentos. La fabricación de fertilizantes supone 575 megatoneladas, seguidos por la refrigeración, con 490 megatoneladas anuales.
El sistema completo de producción de alimentos liberó entre 9.800 y 16.900 megatoneladas de dióxido de carbono en 2008, incluyendo las emisiones debidas a la deforestación y al cambio de uso de la tierra.
Los países con altos ingresos como el Reino Unido tienen una gran contribución a estas emisiones, aunque no sean grandes productores. Esto es debido a sus sistemas de postproducción (transporte, almacenamiento, etc). Mientras que países como China, por ejemplo, deben su contribución a la producción de fertilizantes.
El problema es que el cambio climático aumentará los desafíos a los que el agricultor tendrá que enfrentarse, principalmente debido a las inundaciones o a las dificultades a la hora de almacenar y distribuir su producción. Se cree que esto aumentará además la propagación de enfermedades relacionadas con la comida como las diarreas.
En otro informe elaborado por Philip Thornton (International Livestock Research Institute) se examinan los efectos del cambio climático sobre los 22 cultivos más importantes del mundo.
Calcula que para 2050 en los países en desarrollo el cambio climático reducirá la producción de trigo irrigado en un 13% y de arroz en un 15%. En África, por ejemplo, la producción de maíz caerá entre un 10 y un 20% en el mismo periodo de tiempo.
En el caso de algunos cultivos se podrán crear variedades resistentes (transgénicos) a la sequía en donde lo convencional deje de funcionar, pero en otros casos se necesitarán cambios más radicales.
Thornton dice que en áreas de producción de patatas, incluidas India y China, es de esperar una gran caída en la producción según aumenten las temperaturas y sugiere cultivar plátanos en su lugar, cultivo que funciona mejor en climas más cálidos.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3958
Fuentes y referencias:
Noticia en Nature.
CGIAR
Artículo orginal.
Informe en pdf.
Foto de cabecera: Wikipedia.
15 Comentarios
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jueves 8 noviembre, 2012 @ 10:17 am
Pues a ver si ahora sí los gobiernos abren los ojos porque esto habrá necesariamente de sumarse a la otra fuente antropogénica de aporte de gases de efecto invernadero: el uso de combustibles fósiles para el resto de la industria y medios de transporte.
Es un preocupante dilema que se irá agravando en la medida que la población aumente, a menos que se modifiquen las técnicas de producción de alimentos vegetales, aquí si habría que acercarse a la biotecnología, ingeniería genética y al fitomejoramiento para fomentar la investigación y manufactura de formas biológicas de fertilización de cultivos (ya las hay) que sustituyan a los tradicionales fertilizantes, pero además producirlas a gran escala con un mínimo de uso de energía, y producir vegetales que sean tolerantes a las nuevas condiciones ambientales.
La buena noticia para el cambio de actitud hacia el cambio climático es que ya se empiezan a mover piezas grandes en el tablero: se trata de la conversion de un escéptico del cambio climático que ha decidido cambiar, pero lo hizo porque lo convencieron los datos que fue recopilando, se trata del cientifico Richard Muller de los Estados Unidos, que al estar a cargo de un importante proyecto sobre el cambio climático ha declarado que el papel antropogénico de su orígen es determinante, es de notar que su equipo de investigación está compuesto entre otros por Saul Perlmutter, ganador del Premio Nobel de Física este año por sus investigaciones demostrando que la expansión del Universo se está acelerando.
Entérense aquí:
http://www.democracynow.org/2012/8/2/climate_skeptic_koch_funded_scientist_richard
sábado 10 noviembre, 2012 @ 1:07 am
Hay que celebrar la «conversión» de Richard Muller que nos ofrece el amigo Juan Manuel. Muller estaba en el barco de los negacionistas del calentamiento de la Fundación Koch, con Charles Koch a la cabeza, del cual nos habló Neo en el mensaje 19 de esta noticia:
http://neofronteras.com/?p=3735
Como decía Cervantes: «La verdad adelgaza y no quiebra y siempre nada sobre la mentira como el aceite sobre al agua» y, al final, a Charles Koch el tiro le ha salido por la culata.
Sin embargo, sigo sin fiarme del todo, especialmente cuando dice que no se ganaría nada si los chinos cambian los automóviles actuales por los eléctricos porque, según Muller, se genera más CO2 para producir la electricidad que alimentará al cohe eléctrico. En este sentido, he leído en otros medios que se contaminaría más con los coches elétricos porque las piezas se fabrican en un sitio, las baterias en otro y finalmente hay que montarlas en un tercer lugar, y desconozoco qué hay de cierto en todo esto.
Agradecería alguna información al respecto, amigos
sábado 10 noviembre, 2012 @ 8:50 am
Querido amigo Miguel Ángel:
Esa dispersión de la fabricación de componentes ya se practica desde hace tiempo y, a mi entender, no es un problema grave.
En cuanto a la contaminación por producción de electricidad para coches eléctricos es algo elemental: Si el total de energía para el transporte sale del petróleo bien quemándolo casi directamente o transformándolo previamente en electricidad, no hemos adelantado nada. Es más, creo que habremos retrocedido porque las pérdidas por rendimiento usando gasolina o gasoil se reducen al rendimiento en el craking, transporte hasta las gasolineras y al rendimiento en el coche. Sin embargo la obtención de electricidad precisa quemar también el combustible -aunque más barato por ser más pesado (menos craking)- en la central eléctrica, pero luego hay que transportar la electricidad con importantes pérdidas y sumarle la pérdida por rendimiento en el automovil. Yo diría, aunque no dispongo de cálculos ahora -pero seguramente podría obtenerlos- que la suma de pérdidas es mayor con la transformación en electricidad. (Olvidemos el robo a que nos someten las compañías eléctricas en connivencia con los gobiernos).
La mejor solución sería que las gasolineras se transformasen en centrales eléctricas basadas en energía solar -ahorro del transporte y para usar menos terreno podrían utilizarse torres de circulación vertical de aire calentadas en alguna zona por concentración solar; también generadores verticales -noticia en Neofonteras: «Ls peces inspiran campos eólicos» del 26-11-09, o incluso por minireactores nucleares. Ver http://neofronteras.com/?p=3740 y la noticia: «Minirreactores nucleares seguros» del 18-11-08.
Por supuesto si se lograse la fusión…, pero eso ya es soñar despierto.
Un fuerte abrazo.
sábado 10 noviembre, 2012 @ 8:52 am
He olvidado la pérdida por almacenamiento de la electricidad en acumuladores.
sábado 10 noviembre, 2012 @ 4:56 pm
Sobre este asunto, no dejéis de leer «Los tres jinetes del cambio climático», de William Rudiman, que estudia la contribución histórica de la agricultura al cambio climático
sábado 10 noviembre, 2012 @ 6:33 pm
Querido amigo tomás:
Aprovecho esta ocasión para agradecerte que siempre estés dispuesto para acudir al rescate, tu actitud es admirable.
Por lo que cuentas, es posible que los automóviles eléctricos no resulten más ecológicos que los actuales, además, tengo entendido que esta nueva tecnología ya está acaparada por las mismas empresas que controlan la producción de automóviles convencionales y empresas del ramo del petroleo. Tal vez tenga razón Neo cuando dice que serán estos mismos los que se encarguen de intentar arreglar el desastre medioambiental que ellos mismos han producido…cobrando precios astronómicos por la labor.
De los enlaces que propones recordaba el primero, pero no tenía noticia sobre los generadores eólicos verticales. En cuanto a la energía nuclear,ya sabes que me parece una de las mejores opciones, sólo hay que frenar el sensacionalismo negativo que causa en un amplio sector de la población.
Abrazos
domingo 11 noviembre, 2012 @ 8:09 am
Querido amigo Miguel Ángel:
Es que el problema fundamental ahora -y ojalá sea sólo de ahora- es la superpoblación. Si sólo utilizásemos energías limpias y aunque consigamos la fusión, como cada vez necesitaremos más de todo y los recursos son limitados no hay otra solución que, si alcanzásemos una tecnología suficiente -lo que juzgo muy posible- lanzarnos a la explotación de una minería espacial que, evidentemente, será muy cara. Por tanto, la primera medida ha de ser limitar la población. Esa salida al espacio en plan industrial tendría la ventaja de mejorar muchísimo la vigilancia de los meteoritos que pudieran darnos el disgusto de la historia. Porque creo que estadísticamente ya estamos en época de recibir un impacto de muy graves consecuencias; quizá tan definitivas como las debidas al de Chicxulub -si es que realmente este fue la causa de la extinción que se le atribuye-. Como comprenderás no es que tema para mí ese evento; al respecto estoy estadísticamente tranquilo, pero a un milenio de distancia, ya puedo preocuparme, y más conforme pase el tiempo.
En cuanto a ese comentario de Neo que mencionas, como siempre que dice algo da en el clavo, te agradecería me indicases donde encontrarlo, pues algo recuerdo, pero no todo, y me gustaría releerlo.
Un fuerte abrazo.
domingo 11 noviembre, 2012 @ 10:26 am
Léase en clave macabra
Ya se están posicionado grandes capitales en la compra de grandes superficies agrícolas o susceptibles de serlo. El gran cambio en la agricultura será, que a medida que los combustibles fósiles vayan encareciéndose, los biológicos (aceites y alcoholes) serán cada vez mas rentables, encareciendo los alimentos básicos, ya hemos visto los primeros signos de esto. Las hambrunas esquilmarán las poblaciones humanas, ya que la mano de obra que requiere la agricultura intensiva y tecnológica es mínima. Dándose la paradoja que en países con superproducción agrícola, la población morirá de hambre, y la superpoblación dejará de ser un problema.
El problema no es la tecnología.
El problema es que debemos cambiar de paradigmas, si no queremos quedar en el registro fósil como «Homo superautodepredatoris»
Saludos a todos.
lunes 12 noviembre, 2012 @ 7:12 am
Pues, a mi modo de ver, amigo Pocosé, ese paradigma a cambiar es la economía de mercado basada en la competencia, al que hay que sumar una democracia real y una educación de la ciudadanía.
Abrazos.
lunes 12 noviembre, 2012 @ 11:24 am
Evidentemente amigo Tomás y algunas cosillas más, entre ellas muy beneficioso sería cambiar, poseer por disfrutar, dominar por convencer, esquilmar por sostener, desechar por reciclar, … …
En cuanto a la economía de mercado, lo peor no es la competencia, que sería necesaria para el progreso, sino la especulación y la explotación. La primera por tener el objetivo inaceptable, de obtener los máximos e inmediatos beneficios sin producir ni bienes, ni servicios, solo variando a conveniencia los precios de cualquier cosa, incluso de las inexistentes. La segunda porque al otorgar libertad absoluta sobre los medios de producción, no contempla en absoluto (y donde lo medio contemplaba pretende dejar de hacerlo) que estos además de producir riqueza, deberían tener la obligación de repartirla digna y equitativamente por medio del trabajo, llegando a las perversidades de, o no tener posibilidad de trabajar, o que trabajando hasta la extenuación no haya posibilidad de salir de la pobreza.
¿Quien le pondrá los cascabeles al gato? Ya puestos. ¿No será mejor cortarle las uñas y sacarle los colmillos? No parece que los políticos estén por la labor. Habrá pues que hacer proselitismo de la perroflautez, con la ilusión e intención de llegar a crear una «masa crítica».
Abrazos.
lunes 12 noviembre, 2012 @ 4:32 pm
Estimados pocose y tomas.
Sinceramente creo que para que eso suceda necesitariamos un gobierno mundial.
En este modelo de paises aislados presionar a empresarios solo conduce al exodo de los mismos a paices mas permisivos.
Eliminar el iva a cobrar por ingresos reales de cada persona. Que nos interesemos por la parte del pais que la pase mal. Cortes internacionales que resuelvan los problemassin guerras.
Todo eso depende de que nos consideremos parte del mismo pais. Todo depende de que los empresarios se tengan que mudar de planeta para lograr evitar leyes «justas»
Aislado en muy dificil.
miércoles 14 noviembre, 2012 @ 10:24 am
Queridos amigos: Aunque estamos de acuerdo en lo fundamental, quiero discutir con Pocosé la afirmación que hace de que la competencia es necesaria para el progreso.
La competencia produce progreso, pero más lo produce la colaboración. Una prueba la tenemos en los equipos de investigación. Cada estudioso, individualmente, guardando sus secretos para no ser copiado, consigue un avance, pero varios juntos, colaborando y comunicándose sus logros, llegan mucho más lejos.
Desde el punto de vista económico, esa competencia es motivo de alianzas con quien puede favorecer el mayor beneficio: ese «quien» es el poder político al cual corrompe con mucho gusto por ambas partes. Pero incluso sin ello, fíjate en este ejemplo: un fabricante consigue un automóvil de buena relación calidad-precio. Pero, como sabes, se llevan ratios de beneficio y de incrementos del beneficio. Es decir que si este año se ha ganado el 20%, al que viene hay que aumentarlo al 22% por ejemplo, lo que significa un incremento del 10%; bueno, pues al siguiente se pondrá como objetivo alcanzar, pongamos, el 12%, con lo que el beneficio a conseguir habrá de ser del 24’64%. Pero imaginemos que los otros fabricantes, como es natural, también consiguen mejorar sus vehículos. Quedan varias bazas y voy a contemplar sólo una: la fábrica programará una obsolescencia de alguna o algunas partes del vehículo de forma que ganará más en recambios. Esto no es nada nuevo; ya se hace con muchos artículos. Pero también los otros se verán obligados a hacer lo mismo por la cosa de la competencia, ya que ésta se da a todos los niveles y los accionistas venderían sus acciones -con lo que bajarán de precio- para comprar las del que vende el coche que más beneficios da.
Que yo sepa, nunca se ha demostrado que la competencia sea mejor que la colaboración. Es una afirmación que se ha dado por verdadera sin base científica alguna. Y desde luego no es cierta si hablamos desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto. La madera procedente de campos cultivados ha de ser exageradamente más cara que tomarla de la selva cortando árboles insustituibles. Pero en un caso no se anula la selva y su diversidad, ni incluso los pueblos indígenas que la pueblen. En el otro sí y, claro es mucho más competitiva la más agresiva.
Y con ello repito, una economía de mercado como la actual, regida por la competencia es antidemocrática por su propia naturaleza: precisa de una base a la que esquilmar. En todo lo demás, estamos de acuerdo.
Un fuerte abrazo.
miércoles 14 noviembre, 2012 @ 1:24 pm
Amigo Tomás, también una colaboración sin competencia puede producir, entre otras perversiones, potentes monopolios, que con una alta rentabilidad se conviertan en inmovilistas, colaborando para impedir cualquier tipo de evolución que pueda poner en peligro sus estatus.
Ni colaboración ni competencia son buenas o malas en si, eso lo determinarán sus usos y abusos.
Simplificando, veo al capitalismo como un enorme y potente percherón capaz de tirar del carro de la economía mundial, pero con unos pésimos atalajes, tanto en carro como en caballo, y unos carreros incompetentes y desnortados, tan fácilmente nos puede meter en la ciénaga en la que estamos, como en en un desboque lanzarnos a todos al abismo.
Los cambios de paradigmas estarían pues, (mientras no se invente algo mejor) en el camino a seguir, la velocidad de la marcha, los atalajes de caballo y carro, la función de los carreros, la manera de ponerlos a las riendas, la de quitarlos de ellas, y la concienciación de los que queramos o no, vamos en el carro, en el remolque trasero o simplemente arrastrados.
Comparto aquello de que «Ni comunismo ni Cristianismo han fracasado, por la sencilla razón de que nunca se han llevado a la practica». Pero no se si me gustaría vivir en un mundo donde todo fuera colaboración, paz, amor y gozo, sin ni siquiera un picorsillo de vez en cuando y una pequeña y caballerosa competencia, aunque solo fuera para poder compartir gozo con la o que nos hizo «tilín».
Otro fuerte abrazo.
jueves 15 noviembre, 2012 @ 9:52 am
Amigo Pocosé:
Seguramente tienes razón, o mejor, ambos tenemos parte de razón. La competencia como motor exclusivo de la economía ha demostrado ser malísima y sólo hay que ver los resultados de desigualdad, miseria de mayorías, de países enteros, de concentración de capital en manos de unos pocos, etc. Y puede ser que una colaboración sin pimienta resultase aburrida. Y ¿a quién no le gusta el tilín? Y los perjúmenes y cántaros de miel. ¡Oh, qué machista estoy resultando!
Hay varios artículos en nuestra web que tratan sobre egoísmo y altruismo y recuerdo que en uno de ellos se nos decía que «un poco de egoísmo no está mal», o algo así.
Pero en otras cuestiones he de darte la razón sin paliativos. Lo mejor, mal llevado, es una catástrofe. ¿Que ha dejado el comunismo? Una pandilla de ladrones acaudalados que ocupaban las claves de acumulación de fortuna en un país de población pobre a la que se empeñó en una guerra fría de coste insoportable. ¿Qué es la Santa Iglesia?: Si como dijo Cristo «Por sus obras los conocereis» no hace falta hablar: discriminación de la mujer a todo nivel o antinatural celibato del que todos sabemos sus consecuencias. Así que se defienden precisamente con el argumento contrario al del Maestro: «No os fijéis en mis pecados sino en mi discurso» que es lo que suelen decir los curas pillados en renuncio.
Bueno, para que no todo sea tan serio te voy -os voy- a contar algo chusco que me sucedió ayer: Resulta que me tenían que operar de una variz, al parecer provocada por un golpe, pero esto es lo de menos; una operación de ambulatorio. El caso es que me visto de víctima y espero junto a dos señoras que también aguardaban ser llamadas. En esto que sale una enfermera y les pregunta: Ustedes vienen por ginecología ¿verdad?. a lo que ellas responden afirmativamente. Y, dirigiéndose a mí: -Y usted por alargamiento de pene, ¿no?- Por poco me desmayo. -No, por favor, -respondo. Es por una variz. Y, pronto recuperado, me dirijo a ellas y les advierto: -asegúrense ustedes, no cosa se confundan. Yo pienso repetir varias veces lo de la variz-. Se miraron confusas. Creo que no me entendieron. Mejor así. Viene a cuento porque me acaban de llamar de la clínica para preguntarme cómo me encontraba, cosa que nunca me había sucedido. Y sospecho que es para asegurarse de que habían hecho lo correcto.
Un fuerte abrazo.
miércoles 21 noviembre, 2012 @ 8:10 pm
Este tema siempre va a hacer muy complicado de manejar. No soy experta en estos temas, pero como humana perteneciente a este planeta, creo que nunca va a poder existir un equilibrio entre varios sectores. Esto es lamentable pero todo mundo quiere ganar así sobrepase límites que le haga daño a los demás. Les dejo por ejemplo las políticas de clima y medio ambiente en mi país. http://www.agronet.gov.co/agronetweb1/Clima.aspx