NeoFronteras

Proponen la observación de Eris como sistema para corroborar los efectos de la gravedad cuántica, efectos que explicarían además la energía y materia oscura.

Nosotros, todo lo que vemos a nuestro alrededor, los planetas, el Sol, la Vía Láctea y el resto de las galaxias pertenecen a lo que parece ser un pequeño porcentaje de la masa-energía del Universo. El resto son la famosa materia y energía oscura. Asúmase aquí que “oscuro” significa, sobre todo en el caso de la materia oscura, que no sabemos lo que es y además que no lo vemos porque ni emite, ni refleja ni bloquea la luz.
No saber lo que es la mayor parte del Universo es uno de los grandes enigmas por responder de la actualidad. Por tanto, toda idea que pueda contrastarse empíricamente es bienvenida.
De hecho, el problema es que hay demasiadas ideas que todavía no se han podido comprobar experimentalmente, como las WIMPs que supuestamente forman la materia oscura.
Una de estas teorías sostiene que quizás todo se deba a las propias fluctuaciones del vacío. Como todos sabemos, el vacío está lleno de partículas y antipartículas virtuales que aparecen y desaparecen sin cesar. Se ha especulado que estas partículas podrían tener “carga” gravitatoria de distinto signo. En presencia un campo gravitatorio, como el generado por una galaxia, se generaría un campo secundario que podría explicar la discrepancia entre la masa de la galaxia que vemos y el campo gravitatorio resultante que medimos. Si es verdad que las partículas virtuales tienen una carga gravitatoria entonces también el propio espacio-tiempo tiene una carga de este tipo que explicaría por qué la expansión del Universo está acelerándose.
El fenómeno no sólo afectaría al Universo en su conjunto o a las galaxias que contiene, sino también al Sistema Solar.
Según Dragan Hajdukovic, físico del CERN, este fenómeno de gravedad cuántica no sólo podría explicar tanto los efectos atribuidos a la materia oscura como los atribuidos a la energía oscura, sino que se podría demostrar experimentalmente estudiando las órbitas de objetos lejanos, como la de Eris.
Una de las pruebas que corroboraron la Relatividad General fue precisamente la explicación del desplazamiento anómalo del perihelio de Mercurio. Desplazamiento anómalo que no explicaba la Mecánica newtoniana, pero si la Relatividad General.
En este caso no se trataría de usar este planeta, sino Eris, un objeto transneptuniano, un planeta enano similar a Plutón. Según la teoría de Hajdukovic se daría una discrepancia en la órbita de la luna Dysnomia de Eris. Esta discrepancia se debería a los efectos de la gravedad cuántica. La tasa de precesión de esta luna según la Mecánica newtoniana es de 13 segundos de arco por siglo, pero según esta teoría de gravedad cuántica el ritmo sería de 190 segundos de arco por siglo. Es de suponer que los efectos relativistas serían muy pequeños.
Hajdukovic es optimista y cree que las medidas para corroborar este efecto de gravedad cuánbtica pueden realizarse desde la Tierra usando los telescopios que ya hay. Sin embargo, expertos del campo discuten que las medidas de precisión requeridas puedan realizarse en la actualidad.
Sin duda es siempre interesante cualquier tipo de experimento u observación que corrobore o no una idea. En el peor de los casos al menos se elimina una idea del escenario.

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Fuentes y referencias:
New Scientist.
Artículo original.
Artículo en ArXiv.
Foto: NASA.