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La polución que soportan los clientes de los taxis es mayor que la que aguantan los peatones u otras personas en cualquier otro sistema de transporte.
Según Surbjit Kaur y sus colaboradores del Imperial College de Londres los pasajeros de los taxis de la capital del Reino Unido aguantan un alto nivel de contaminación del aire. El descubrimiento se hizo después de un amplio estudio en el que unos voluntarios midieron con detectores la exposición a la contaminación a la que se veían sometidos como peatones, pasajeros de autobuses urbanos, pasajeros de autos normales, de bicicletas y de taxis. Realizaron un total de 584 desplazamientos en el centro de Londres durante varias semanas de abril a Mayo de 2003.
Sorprendentemente es en los taxis donde la calidad del aire era más peligrosa. El pasajero está expuesto a 108.000 partículas ultrafinas por centímetro cúbico. Estas partículas tienen la propiedad de penetrar profundamente en los pulmones y causar daños. En autobuses públicos las personas estaban expuestas a 95.000, en bicicleta a 84.000 y andando a 46.000, todas ellas partículas por centímetro cúbico.
Quizás los taxis están circulando todo el día y están más timepo parados en los atascos de tráfico y la contaminación se acumula en su interior.
Los investigadores siguieron a los voluntarios mientras los gravaban con videocámaras para establecer correlaciones entre las exposiciones a contaminantes y las humaredas producidas por los diversos vehículos.
La máxima protección se encontró dentro de los automóviles privados, en un Toyota del 96 su conductor se veía sometido a sólo 37.000 partículas por centímetro cúbico. Aunque naturalmente contribuía con su escape a la contaminación general que soportaban los demás.
Cuando se tenía en cuenta las partículas y el monóxido de carbono el mejor sistema de transporte era andando.

Fuente: Scientific American