Éxito reproductor y violencia humana
Los miembros varones de la tribu Nyangatom que toman parte en incursiones violentas sobre otros grupos vecinos poseen más esposas e hijos en sus vidas, por lo que tienen un mayor éxito reproductor.
La realidad es que la humanidad no ha disfrutado de largos periodos de paz desde que se tienen registros históricos. En un lado u otro del globo siempre hay algún conflicto bélico. Ahora mismo hay varios puntos del mapa en el que hay guerra.
Pese a nuestra compasión por los demás, nuestra capacidad de cooperar y nuestra necesidad de comunicarnos, al final podemos terminar involucrados en una guerra. Pero, ¿por qué es esto así?
Un estudio realizado por Richard Wrangham, Ruth Moore y Luke Glowacki, apunta a que los conflictos violentos pueden, en algunos casos, ofrecer una ventaja evolutiva bajo ciertas condiciones.
Estos investigadores han estudiado cada aspecto de una tribu africana nyangatom de ganaderos nómadas, tribus situadas al suroeste de Etiopía y sur de Sudán del Sur durante un año.
Estas tribus provocan conflictos en forma de violentas incursiones sobre otros grupos vecinos. Los miembros varones de estas tribus poseen más esposas y, por lo tanto, más oportunidades de pasar sus genes a la siguiente generación al tener más hijos, por lo que su comportamiento les confiere una ventaja competitiva bajo el punto de vista evolutivo al tener mayor éxito reproductor.
Recordemos que el aspecto fundamental de la evolución es el éxito reproductor, no la supervivencia del más fuerte. Así por ejemplo, una estrella del rock puede tener mayor éxito reproductor entre sus seguidoras que un tipo normal, aunque muera joven a causa del abuso de las drogas.
En este caso, los que forman parte de incursiones violentas y sobreviven a lo largo de los años tienen al final mayor número de mujeres y pueden tener mayor número de hijos. Este aumento del éxito reproductor del que disfrutan estos individuos es mediado por poderosas fuerzas culturales y no solamente biológicas. El mecanismo cultural es supervisado por los ancianos que controlan casi todos los aspectos de la sociedad.
Los individuos jóvenes que participan en incursiones violentas tienen derecho a capturar ganado, pero se lo tienen que entregar a los mayores. Sólo cuando envejecen consiguen acceso a ese ganado, por lo que hay un desfase entre la obtención de los beneficios de sus incursiones y la realización de las mismas.
Son los mayores los que usan el ganado para tener acceso a un mayor número de esposas y el tener un mayor número de cabezas de ganado facilita la obtención de mayor número de esposas, pues para poder conseguir una esposa el pretendiente tiene que pagar a la familia de la novia un determinado número de cabezas de ganado, independientemente de lo guapo o interesante que sea el pretendiente. Si no se tienen vacas uno simplemente no se puede casar.
Los hombres que participan en las incursiones tienen de 20 a 40 años de edad y están armados con rifles de asalto como los AK-47. Algunos de los participantes pueden ser heridos gravemente o muertos. Pero los que sobreviven obtienen al final un beneficio reproductor de su comportamiento violento.
Una manera de cooperar entre humanos es organizarse para participar en el ataque a otros grupos. Esta cooperación beneficia al grupo, aunque no necesariamente a todos los individuos. Al no haber instituciones que gobiernen en la zona, que es una de las más duras de la Tierra, tienen que cooperar entre sí, según Glowacki. La cooperación juega un papel fundamental en cada aspecto de la vida de los nyangatom.
Glowacki estudió el papel de 120 miembros varones de esta tribu, quiénes hacían los pozos, quiénes plantaban y quiénes participaban en los conflictos. Averiguó el número de niños que tenían cada uno, cuántos de estos sobrevivía y cuántos morían. Resultó que aquellos que participaban en las incursiones tenían más esposas e hijos a lo largo de sus vidas.
El hecho de que los beneficios de sus incursiones sean en diferido ayuda, según Glowacki, a mantener la violencia dentro de ciertos límites. En el caso de otras tribus de Kenia los participantes en incursiones obtienen un inmediato beneficio de su saqueo y sufren niveles de violencia mucho mayores. Para los nyangatom existe un mecanismo que media a la hora de recompensar a largo plazo a los guerreros. Aunque estos consiguen siempre un mayor estatus, ciertos privilegios y las mujeres cantan a su vuelta para celebrarlo, al final se van a casa a solas.
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Fuentes y referencias:
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martes 6 enero, 2015 @ 10:32 pm
El problema en realidad, y yo lo tengo claro, viene de los humanos «civilizados». Los «salvajes» en realidad están mucho menos distantes de los mecanismos regulatorios habituales. El artículo no lo he leído, pero la conclusión no tiene sentido, porque habría que discernir entre el mecanismo generador de violencia y el papel de ésta, porque igual que puede funcionar retroalimentando, también puede hacerlo cortocircuitando: si se pasan todos de vueltas y las matanzas son de cuidado, me parece obvio que el éxito reproductor pasa a los lisiados de guerra y demás minusválidos. O quien dice, a los caraduras, que esos tienen éxito en todo el phylum animal en bloque (creo que en el vegetal también).
miércoles 7 enero, 2015 @ 1:00 pm
Y ¿quién ha hablado aquí de » salvajes». ¡Pero si todos son la mar de civilizados! Ahí les tienes, » están armados con rifles de asalto como los AK-47 «. ¡ Auténtica modernidad, eso de los AK-47!.
jueves 8 enero, 2015 @ 1:52 am
Buena, lluis, pero hasta para matar los «civilizados» lo hacen mucho (muchísimo) mejor que los «salvajes». No hay más que ver que cuánto más «civilizados» más desarrolladas son sus armas (y métodos) de masacrar semejantes. Tampoco me vale importar armas. habría mucho que decir de cómo los occidentales introdujeron estas armas en pueblos neolíticos, o algo poco investigado -sociológicamente- como que los japoneses del aislamiento renunciaron a las armas de fuego, claro que los japoneses también tuvieron un nivel de violencia alucinante, por algo son de los pocos pueblos no conquistados por occidentales, y de no ser por la contingencia histórica de Yi Sun-shin no sé yo si no hubiéramos visto alguna explosión histórica de estas. Aparte que ahora lo modelno son los táseres, creo.
Ahora en serio, no estoy descubriendo la pólvora. Simplemente los «salvajes» tienen pautas de conducta y comportamientos más simples, menos complejos (es… una forma de hablar, creo que se entiende) y menos alejados de su entorno natural. Los «civilizados» vivimos en mundos o interpretaciones de la realidad mucho más artificiales, más desconectadas de la naturaleza, nuestras pautas sociales son más complejas y más descontroladas, y nuestras sociedades responden a construcciones culturales de muchísima abstracción y cuya relación con el entorno en cualquier caso deja de ser directa (o inmediata, como se quiera decir), en consecuencia los mecanismos de serie que imagino que se ven ya desbordados en los «salvajes» simplemente pasan a malfuncionar directamente. Es que en realidad el problema es, precisamente, la civilización, y no vemos bien las causas cualitativas de esto. Los grupos de homínidos «salvajes» se mantienen bastante bien en etologías zoológicas estándar, más complejas pero no mucho más, sobre todo desde que tenemos mejores visiones del mundo animal.
A veces un salto evolutivo atropella. El tiempo dirá si se estabiliza o no.
jueves 8 enero, 2015 @ 4:19 am
¡Hombre, Dr. Thriller! Pues yo tampoco acabo de ver dónde ves la diferencia entre uno de éstos y un etarra. A mi modo de ver es darwinismo en ambos casos, o sea, ¡a ver quién mea más largo!, independientemente de las diferencias de abstracción cultural que mencionas.
En cuanto a la conclusión de la noticia, a mí no me sorprende: muchos etarras tienen lo que en psiquiatría se llama personalidad antisocial y los antisociales tienen la mala costumbre, entre muchisimas otras, de dejar hijos desperdigados.
jueves 8 enero, 2015 @ 11:13 pm
Hombre, lo de ver diferencias depende siempre de la perspectiva que cojas. Una ameba y una ballena son lo mismo, una ballena y un delfín son muy diferentes. Respecto al iluminado islámico y el iluminado marxista hay una fundamental, la utilidad que reportan tanto al grupo que pertenecen cuanto a los que los instrumentalizan. En el caso de las víctimas, la diferencia me temo que es nula.
Los etarras en general se parecen poco a estos. Además hay una enorme diferencia según la generación, por ejemplo los que acabaron en EE (o sea en el PSOE) o tenían una capacidad de adaptación que se caga la cánida cánida doméstica domesticada o realmente hay que destinar una partida al departamento de sociología popular y folklórica para analizar la profundidad del «Dios los cría y el viento los amontona», que además es mucho más sangrante en la minoría que terminó en el pesebre peperro (incluyendo algún GRAPO que otro). En cualquier caso, eran todos de extracción social media e incluso media alta, los del minarete mental por lo que parece ser son más bien de extracción baja o directamente obrera.
No sé qué decirte, la OTAN entera podría caber en estas disquisiciones, con la agravante de que por el método artesanal el número de muertos raramente alcanza cifras que compitan con un fraude alimentario de medio pelo o la habitual sangría automovilística, en cambio la OTAN para cerrarle la boca a un bocas (valga la rebuznancia), que tiene su peligro porque tenía la puta costumbre de fotografiarse con todo sucknormal con bastón de mando con quien hacía negocios, envió un país con unas infraestructuras envidiables (incluso para los estándares hispanistaníes, o precisamente por eso) y una formación educativa notable directamente a la Edad Media. Por cierto que es muy lamentable ver a gente con carreras universitarias y grados en buenas universidades europeas andar con la AK-47, eso sí, ventajas de las guerras civiles, eso es mucho más fácil de justificar que ir a asesinar un día de diario a unos tipos trabajando en un despacho.
Así que no sé realmente muy bien donde están los problemas, porque no es muy de fiar el criterio estándar.
Y no me resisto a sugerir que no sé si es antes el huevo o la gallina (bueno, es un dicho erróneo, ya sabemos que son dos envases de lo mismo), es decir, no veo fácil tener una personalidad normal después de embutirse en el cerebro una mentalidad paramilitar, vivir clandestinamente y comerse nosecuantos años de cárcel en condiciones para nada las que se supone que debe tener un sistema penintenciario que busca la reinserción, o eso dice.
Total, al final Lavoisier acabó guillotinado, recuerdo que enterarme de esto en bachillerato fue un impacto brutal, y me quedé muy asustado de mí mismo al darme cuenta de que valoraba más la vida de Lavoisier y la injusticia cometida que el río de sangre de todos los demás muertos. Y no estoy nada seguro que Robespierre fuese un antisocial con ramalazos psicopáticos, más bien me temo que era un tío preso de su propia lógica y como dice una famosa biografía suya, «osó» llegar hasta el final (se podía haber tropezado por el camino, francamente).
sábado 10 enero, 2015 @ 2:54 am
Querido Dr. Thriller:
De acuerdo, lo de que es cuestión de perspectiva es difícil de refutar: siempre podemos abrir o cerrar el prisma o usar una lupa más o menos grande.
De todos modos, tampoco creo que se te escape que al hablar de este tema no pisamos suelo firme…y creo que los propios investigadores de esta noticia tampoco, a tenor de la frase del tercer párrafo:
«Un estudio…apunta a que los conflictos violentos pueden, EN ALGUNOS CASOS, ofrecer una ventaja evolutiva BAJO CIERTAS CONDICIONES»
Muy concreto no es.
Lo que sí te digo es que me encantan tus aportaciones y las referencias históricas que incorporas.
En este sentido, corroborar la rocosidad histórica de los nipones: a los chinos les mojaron la oreja una y otra vez en los múltiples conflictos bélicos que sostuvieron en el pasado. En una batalla de la Segunda Guerra Mundial en una de sus islas del Pacífico, los americanos se quedaron perplejos al verlos lanzarse a pie y en bloque contra sus tanques armados cuando muchos iban armados tan sólo con palos…fue el preludio de los ataques de los camicaces que, tras poco más de un mes de instrucción aérea y un chutecito de anfetamina a última hora, se lanzaban contra los buques estadounidenses.
Claro, que si hay un caso aparte, sin duda es China, no sólo por el aislamiento que han mantenido: a mí no deja de sorprenderme que unos 300 0 400 millones de chinos se los merendasen menos de medio millón de mongoles, por mucho que el sistema de comunicaciones de estos últimos y sus puestos de relevo para las caballerías fuesen de lo más eficiente.
Sobre lo que has comentado de la OTAN, no sé a que caso te refieres.
Y en cuanto a la guillotina, muchos franceses pobres creían que iban a atar los galgos con longaniza tras decapitar a tanto potentado, pero el resultado fue que siguieron pasando más hambre que el perro de un afilador.
Saludos y/o abrazos.
sábado 10 enero, 2015 @ 9:56 am
Dice el artículo en su inicio: «La realidad es que la humanidad no ha disfrutado de largos periodos de paz desde que se tienen registros históricos». Y me temo que tampoco antes. Para empezar, es evidente que el inicio de los registros históricos hubo de ser posterior a la costumbre de atizarse con lo que hubiera a mano: flechas, lanzas, palos o piedras. Si observamos a pueblos que viven de forma similar a cómo vivían antes de que se descubriera la agricultura, vemos que también se dedican a la violencia. Y si miramos a nuestros primos los chimpancés, tampoco son muy pacíficos que digamos.
Y esto tiene un gravísimo inconveniente de cara al futuro próximo, porque sin una paz total o casi, la humanidad, o la civilización como mínimo, no evitará su fin.
Saludos muy cordiales a mis admirados Miguel Angel, «lluís» Y Dr. Thriller; y a todos los demás, por supuesto.
sábado 10 enero, 2015 @ 12:45 pm
Para los que parecen despreciar «Occidente» (siempre los malos de la película)y ven lo bonita que es la » naturaleza selvática», ahí están los atentados de París. Y este sí que es un gravísimo problema que promete ir creciendo con el tiempo.
sábado 10 enero, 2015 @ 4:11 pm
A mi entender la nota simplemente explica que debido a que estos pueblos africanos continuan sus costumbres desde hace miles de años, se podría inferir que estas conductas eran también las de aquellos pueblos que emigraron fuera de África hace cientos de miles de años. Por tanto, la violencia organizada de los pueblos civilizados actuales sería una derivación complejizada de esas costumbres ancestrales.
sábado 10 enero, 2015 @ 4:22 pm
Miguel, lo peor de la Revolución fue el militarismo que trajo detrás. En realidad, se suele argüir que el jacobinismo tenía como fundamento e idea sublime igualar los derechos para todos (por eso hicieron un calendario guay con las estaciones de París que en la Martinique debía ser la repolla, sobre todo lo de Nivôse, Pluviôse, Mentecatôse), en mi opinión, si Francia en vez de ser en el momento de la Revolución una sociedad religiosamente homogénea, y hubieran estado aún los hugonotes como minoría, el jacobinismo no hubiera ido adelante (por algo Suíza es multirreligiosa), pero el ejemplo patente (con su relación de amor/odio) de una organización centralizada con todos los recursos a disposición del politburó papal y el Comité de Firmeza en la Fe, eso fue demasié pa las neuronas. Y así claro, detrás de la iluminancia teórica de la teoricidad platónica llegó el amigo Nabbulione, cuya expresión más famosa y menos ventilada es Coglioni, y ya se encargó de que el tema demográfico se aligerase convenientemente. Sobre todo tras la campaña de Rusia. Y no estoy siendo justo, porque a fin de cuentas fue el único que llevó la Revolución a la modernidad que buscaba prescindiendo de tanta mierda pringosa ideológica, a hostia limpia, naturalmente, y jacobinismo religioso por delante.
Pero sí, estoy convencido de que una Francia con tolerancia religiosa y presencia hugonote hubiera parido algo probablemente menos sangriento, seguramente más democrático y más respetuoso con la diversidad. Porque no perdamos de vista que capitalista era la Francia del Ancien Régime, y capitalista siguió siendo el invento Revolucionario y post-Revolucionario. Eso iba a su bola, lo que debe hacernos reflexionar que todo lo demás es cultura. Pura y dura.
Los chinos como los occidentales creen (creemos), en nuestro imaginario cultural, que el poder debe legitimarse ética y moralmente, o a menos que si esto debe ser suspendido, debe ser por buenas razones. La falta de legitimidad moral (es decir, de consenso social) es un serio handicap para quien detenta el poder y suele acabar derribándolo. Esto no es así en otras culturas. Los chinos eran conscientes del tamaño de su tinglado y las consecuencias de hacer experimentos con gaseosa, así que dedicaron a ser conservadores y monolíticos como ellos solos, no es nada nuevo, el imperio romano fue más de lo mismo, con la agravante de este último de enterrar toda la incipiente ciencia helénica que no era moco de pavo. De ahí que en la perspectiva china sea más aceptable sustituir una elite de mando al completo que poner en peligro todo el chiringo. En eso no se parecen a nosotros (nada, nadita). Occidente es mucho más pirómano, pero esto lo explica el sistema-mundo porque el capitalismo exige tener múltiples estados en competición, y no un único estado mundial, que era el modelo chino, o lo que pretendían los Habsburgos hispánicos, que perdieron frente al capitalismo y eso **a pesar** de controlar, literalmente, los recursos de un hemisferio (!). En estos escenarios, que un actor vuele por los aires no tiene mayor relevancia dado que su nicho es rápidamente cubierto por otro, así desaparece del mapa el mentado Imperio Hispánico (donde el territorio metropolitano pasa a ser un mero residuo en órbita de nuevas potencias), desaparece Polonia-Lituania, que es un actor muy mayor, desaparece el imperio Otomano (que venía funcionando como el imperio romano 3.0, ciertamente algo más distante que el original, sí), con la excepción curiosa del imperio ruso (que en realidad nunca quiso la hegemonía como otros, sino sólo *incorporarse*, quizá ahí resida la clave), que total montan una revolución también para venir a dar más o menos al mismo sitio después de mucho tiempo y un esfuerzo costosísimo.
Los japoneses es que son muy cafres. Parecen europeos. Y muy estúpidos, a pesar de presumir lo contrario, o al menos el porecntaje de retromongos que llegan al poder es de niveles europeos, a pesar de toda la parafernalia oriental y tal y tal (en China, pues en esto son distintos también, tienen necios, pero muchos menos).
sábado 10 enero, 2015 @ 7:02 pm
¿Para qué le sirven hoy las alas al cormorán de las Galápagos?
Planteo la pregunta porque, aunque la violencia haya sido consustancial al ser humano, no hay que presuponer que vaya a ser siempre necesaria o inevitable.
De modo que estoy de acuerdo con el 8 del amigo Tomás en pos de esa paz oceánica.
Recordando noticias pasadas, vimos un estudio en que se apuntaba que un pequeño número de desertores podía ser incluso bueno para el conjunto. Pero también recuerdo al menos dos estudios que apuntaban que el beneficio máximo (y también la máxima estabilidad evolutiva) se daban en condiciones de cooperación total. Funciona a las mil maravillas en los modelos matemáticos…e intuitivamente, sabemos que también.
sábado 10 enero, 2015 @ 8:04 pm
Querido amigo «lluis»:
Disculpas por las tildes, es que todavía no manejo bien la tablet:
En el mundo islámico está pasando ahora lo mismo que en Occidente hace un siglo, es decir, el choque entre las tradiciones y cultura del pasado con los nuevos tiempos. A nosotros nos supuso replanteafanatismos: icamente todo al llegar el descubrimiento de la célula, la teoría de Darwin, la liberación de la mujer y su incorporación al trabajo…
Y, como ya sabes, tenemos bastante resistencia a los cambios, a dejar de creer lo que nos enseñaron de pequeños, a perder nuestra identidad. Y es así como viajamos, esclavos de nuestras creencias, de nuestro entramado de suposiciones.
Me viene a la memoria el caso de una alemana que había sido criada en la sopa del antisemitismo, de modo que, ya de adulta, aunque era una persona religiosa e iba a misa, se lamentaba de que aún era incapaz de ver a los judíos como seres humanos.
Como dice el Dr. House, » los padres siempre acaban jo-diendo a los hijos». Nos autoengañamos diciendo que los queremos, que los educamos, que les estamos dando lo mejor. Pero no queremos ver que les estamos metiendo todas nuestras fobias, nuestros prejuicios, nuestras ideologías…algo de lo que les costará mucho desprenderse.
Sobre la cuestión religiosa, mi apuesta es que los ateos y agnósticos mantengamos cierta tolerancia hacia el creyente siempre y cuando tenga una posición abierta y libre de fanatismos. Si alguien dice: «me gustaría que hubiese un dios o un más allá, aunque no tengo una idea definida de cómo puede ser», pues vale. En cambio, sí que apuesto por una repulsa firme contra las religiones concretas, con sus dogmas y fanatismos…y además se puede argumentar, porque de existir » algo» tendría que ser lo mismo para todos, pero ahí tenemos budistas, mormones, judios….o sea, Real Madrid, FC. Barcelona…¿cómo demonios se come eso de un dios para cada pueblo? ¿Es amor o sólo sirve para dividirnos y enfrentarnos?
Abrazos no creyentes.
domingo 11 enero, 2015 @ 2:02 am
Cuarta línea: «…replantearnos prácticamente todo…
domingo 11 enero, 2015 @ 12:48 pm
Amigo Miguel Ángel, en general estoy bastante de acuerdo con todo lo que dices; pero por lo que respecta al Islam, en mi opinión, está involucionando si se le compara con el pasado de una cultura que fue mucho más evolucionada que el propio cristianismo. En fin no se trata ahora de hacer un repaso de todo lo que implicó la cultura musulmana.Esto ya es sabido, como sabido es que en Granada (por poner un ejemplo) los musulmanes tenian una enorme cantidad de baños públicos que, posteriormente, fueron cerrados por los cristianos, por aquello de la «decencia».Los cristianos eran en aquel entonces muy poco higiénicos y cerrados a la ciencia y a la cultura en general más,que los propios musulmanes. Pero las cosas cambiaron con el tiempo. Y hoy el islam tiene un grave problema de adaptación a la modernidad.
– De todos modos, el enfrentamiento mundo occidental-mundo musulmán, viene de tan lejos que se puede decir que es secular.
– Y ojo, no es que esté ahora defiendo el cristianismo ( ni ninguna otra religión) puesto que considero que las religiones en general son más bien un mal asunto, por dogmáticas y por creerse todas en posesión de la única verdad. Pero hay que admitir que en Occidente, y ahora, en estos tiempos, los cristianos ( salvo algunos episodios de chiflados antiabortistas que han terminado en ataques y muertes en clínicas que practican el aborto)no van asesinando a personas golpe de fusil ametrallador.
Un abrazo, amigo Miguel Ángel.
domingo 11 enero, 2015 @ 9:09 pm
Podemos hacer una análisis superficial del asunto o uno un poco más profundo.
La cuestión no es si el Islam «involuciona» o no (de hecho no hay tal cosa, pues puede haber evolución a «peor»). La cuestión es cómo personas nacidas en la «opulenta» Europa se radicalizan hasta ese punto de meterse a terrorista o a combatir a favor del estados islámico.
El radicalismo islámico lo único que hace es aprovecharse del descontento. Logra vehicular una rabia contenida de los desheredados del sistema.
Conforme los recursos escasean y la explotación del hombre por el hombre continua, algunos ven en el islamismo radical una salida. Salida a la pobreza, a la carencia de dignidad, etc.
Puede ser alguien criado en una barrio del extrarradio de País, con pobre formación y sin posibilidad de encontrar un empleo digno. Alguien así puede ver una salida en el extremismo religioso, sobre todo si su familia pertenece a esa religión.
El sistema no sólo roba el dinero a los que menos tienen de tal modo que jamás podrían poseer aquellos bienes que el propio sistema les induce a desear, sino que tampoco tienen dignidad. No hay parados ni pobres dignos.
Una salida como combatiente por una causa supuestamente justa puede ser muy atractiva. Y si mueren incluso alcanzan cierto tipo de inmortalidad.
Obviamente todo esto es una explicación y no una justificación.
Tras la caída del telón de acero hubo ilusos que creían que entraríamos en una época de paz y buena armonía, pero no ha sido así. Los sistemas sociales son dinámicos y a un poder siempre se le va a enfrentar un contrapoder. Quizás estábamos mejor frente a un estado ateo comunista que frente al fanatismo religioso islámico, pero la realidad histórica nos ha colocado en donde estamos y no podemos salir de ella.
Conforme pase el tiempo y nos sigamos reproduciendo como conejos y destruyendo el medio ambiente a ritmo exponencial, agotaremos los recursos y cada vez más gente se quedará marginada (incluso en el primer mundo). Los conflictos se harán más frecuentes y con ello la represión. De hecho, estos atentados en París sólo servirán para recortar las libertades de todos los ciudadanos, como ya se hace en España ley tras ley.
Aquellos que detentan la riqueza no la quieren repartir y presionan o compran a los legisladores para que aumenten la represión y eviten un reparto de la misma.
La salida, como la Historia nos enseña, generalmente ha sido siempre violenta. En la misma Francia se «solucionó» a base de guillotina.
Es fácil hacer ucronías y ver los fallos de las sociedades del pasado. Pero no queremos ver los fallos de nuestra propia sociedad porque estamos dentro y todos luchamos por los mismos recursos. Sin embargo, las soluciones son obvias.
Todo está regado con diversos tipos de ideologías, pero estas nos impiden razonar. Al final una ideología no es más que un instrumento usado por un grupo social para eliminar la disidencia, autoperpetuarse y que la gente no piense. Seducen porque pensar no nos gusta, porque nos cuesta trabajo.
Puede que nos den tentaciones de reírnos de la ideología islámica o cristiana al ver sus evidentes contracciones lógicas o ver cómo sufren sus propios creyentes. Pero el neoliberalismo funciona exactamente igual. Pese a que la evidencia experimental nos dice que es nefasto para la economía y el ser humano no sólo es asumido por los que son beneficiados, sino por sus propias víctimas que han asumido esa ideología.
Pero no queremos verlo.
El islam, el cristianismos, el hinduismo o el neoliberalismo se basan en los mismos mecanismos y todos ellos apartan a una fracción de la sociedad para que así el resto privilegiado disfrute de más riqueza. Es una lucha por los recursos. Un islámico relegará a la mujer, un hinduista a los parias o un occidental neoliberal a los pobres. Todos ellos además lo justifican por una supuesta naturaleza inferior, una especie de pecado original de nacimiento o simplemente porque se lo merecen y se lo han buscado.
Lo malo del radicalismo islámico es que pretende sustituir unas injusticias por otras distintas.
domingo 11 enero, 2015 @ 9:09 pm
Creo que se exagera con lo del Islam. Es básicamente lo que dice Miguel Angel, claro que no todo el mundo es como China, que aprenden en escarmiento ajeno (al menos económicamente hablando), pero los humanos somos como somos.
Me gustaría puntualizar lo de dar caña a Occidente. Para bien y para mal soy de la escuela de pensamiento que la mayor capacidad conlleva la mayor responsabilidad, o que hay que exigir más a quien más puede dar. Obviamente tengo simpatías por la nación cheyenne cuando la comparo con los occidentales, porque además creo que no es defendible que para llevarse por delante todo un pueblo neolítico sea necesario recurrir a métodos del NSDAP, por más que la propaganda los encubra. Pero si tengo que comparar a cheyennes con sus vecinos ahí la música ya cambia, como es natural.
Y ciertamente que Occidente ha llegado a tener, sin ninguna duda, el máximo conocimiento acumulado, sobre todo científico, de la historia, creo que esto nadie lo discute, pero parece ser que también hemos creado proporcionalmente una cantidad de estupidez astronómica. No estoy seguro que otras culturas o civilizaciones hubiesen hecho lo mismo (mejor dicho: estoy seguro que sería distinto, algunas mejor y otras todavía peor), como que cualesquiera otras contingencias de nuestra historia podrían haber mejorado o empeorado nuestros libros de historia.
Pero vamos, si el nene puede sacar un 9 los cojones me conformo con un 5. No siendo causa justificada, que no soy tan talibán.
domingo 11 enero, 2015 @ 11:14 pm
Sólo una aclaración. Con lo de «análisis superficiales» me refería a lo que se escucha en los medios tradicionales, no respecto a lo que normalmente se hace por aquí.
lunes 12 enero, 2015 @ 1:47 am
Este estudio «pro Estado Islámico» no tiene sentido, pues carece de muchas variables que permitan entender la verdadera dinámica de un grupo humano. Además, con respecto al cristianismo, este promueve los máximos valores altruistas y de cooperación, inspira a los individuos a entregar hasta la vida si es que es necesario para que el grupo pueda mejorar y evolucionar. Algo que de hecho sucede con algunos cristianos en Siria e Irak, asesinados por ayudar a huir y salvarse a otros seres humanos, sean del grupo religioso o social que sean.
El estudio obvia algo claro: Los grupos humanos son dinámicos, no estáticos. Las tribus usan por ahora AK 47, en 10 a 15 años (con una nueva generación de ancianos) terminarán usando telecomunicaciones electrónicas y estas a su vez les llevarán a una dinámica ya descripta por Von Clauzewitz en su obra clásica, será una carrera armamentística que casi seguro terminará en la destrucción de los grupos tribales, como les pasó a los mayas durante el siglo XII. Así el «éxito reproductivo» se vuelve futil porque estas tribus ya fueron incorporadas a una guerra armamentística que los llevará a un estado de sumas cero y a la autoaniquilación total, a menos que haya una intervención externa que evite tal lamentable final de dichas culturas.
Es un error de generalización equiparar religiones a ideologías. Ello no tiene sustento teórico ni experimental.
Finalmente,soy optimista, es cierto que hay una crisis ecosistémica, mas el ser humano (sobretodo sociedades con la influencia del cristianismo) ha logrado sobreponerse a dichas crisis y evolucionar culturalmente. Le pasó a la europa medieval ante la devacle de la peste negra y luego la pequeña edad de hielo, que alentó las revoluciones democráticas en América y Europa. Le pasó a la humanidad en general tras la segunda guerra mundial y la aparición de las armas nucleares.
Las religiones evolucionan y se renuevan (sobre todo las que permiten el pensamiento científico, como el cristianismo católico) según las crisis que afrontan los grupos humanos. La crisis ecosistémica llevará a un reajuste radical de la biósfera y el bioclima planetario, eso sí o sí llevará a las élites a replantearse el sentido de un estilo de vida sin futuro. El ser humano ha logrado reinventarse en el pasado, lo volverá a hacer, sobre todo si hay muchos individuos capaces de sacrificarse hasta el final por el mejoramiento de la humanidad.
lunes 12 enero, 2015 @ 9:08 am
Querido Neo:
Cada vez me sorprendes más con los muy lúcidos análisis cuando se te ocurre extenderte en ellos. No puedo decir otra cosa que sumarme a tu comentario 15.
Recibe mi admiración y un fuerte abrazo.
lunes 12 enero, 2015 @ 12:59 pm
Solo un pequeño matiz al comentario de Neo. Atentados islamistas los ha habido en casi todo el mundo ( Sidney, Ottawa, Londres, Madrid, París, Dinamarca, Holanda, Alemania, China, Rusia y por descontado en EE.UU. también los ha habido en paises musulmanes y en el África subsahariana) y en bastantes de estos atentados los autores no eran «pobrecitos marginados por el sistema», sino que tenian preparación académica y en algunos casos carreras avanzadas o terminadas.
-Por otra parte, decir (como dicen algunos)que los señores que no ascienden en las sociedades en las que se les ha acogido y viven en precarias condiciones,podría justificar que se conviertan en terroristas, pues que hay que tener en cuenta que también muchos europeos viven en pésimas condiciones y no se les ocurre apuntarse a ninguna Jihad.
lunes 12 enero, 2015 @ 3:54 pm
Sólo recordar que no es lo mismo explicar que justificar y que no todo radical religioso es pobre o marginado. De hecho, una vez se establece una religión como sistema de control del estado contra la población, normalmente los más afortunados en riqueza son los que más cercanos están a los estamentos religiosos. Un caso islámico de ese tipo lo tenemos en Arabia Saudita, en la que el poder político está muy cerca del religioso. Por no hablar del catolicismo en otros países.
martes 13 enero, 2015 @ 6:08 am
Querido Dr. Thriller:
Por alguna razón no entró mi respuesta a tu 10: simplemente decir que puedes incluirme entre los que sospechan que, si la Francia ilustrada se hubiese impuesto firmemente en Europa, no sólo habría cantado otro gallo, sino que barrunto que habría cantado bastante mejor.
Como dice Punset, muchos de los políticos actuales que se cuelgan la medalla de «europeístas» deberían tomar nota de los ilustrados. Como ese Montesquieu que se autodefinía como «ante todo, humano, y francés sólo por casualidad».
Arturo Pérez Reverte dice que España cometió una grave equivocación al aliarse con Inglaterra durante la invasión francesa, que no nos dimos cuenta de quién era el verdadero enemigo. De hecho circula la leyenda -no sé hasta qué punto contrastada- de que Wellington aprovechó la alianza con España y Portugal durante la batalla de los Arapiles para bombardear por lo bajini la ciudad de Béjar cuya industria textil le hacía la competencia a cierta ciudad del sur de Inglaterra.
Otro abrazo.
martes 13 enero, 2015 @ 8:12 am
Queridos Neo y «lluís»:
Hay una idea francamente errónea que se está defendiendo desde el islamismo radical: dicen que el Islam alcanzó su máximo esplendor cerrándose en sí mismo y obviando las influencias externas.
Es increíble cómo se intenta tergiversar la Historia cuando sabemos que el máximo esplendor llegó en Al-Ándalus de la mano de un Islam abierto (la colaboración de las «tres culturas»)…no mirándose el ombligo.
Abrazos.