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Unos resultados sobre el envejecimiento en hombres realizado en Holanda muestran que los consumidores de chocolate reducen a la mitad el riesgo de morir de diversas enfermedades que aquellos que no lo consumen.
El chocolate ya era bebido por los aztecas en una especie de infusión amarga condimentada por diversas especias. Los españoles que conquistaron esas tierras trajeron este producto a Europa donde se dulcificó y preparó de manera diferente hasta transformarlo en el producto que conocemos hoy en día. Proviene de las semillas que se encuentran dentro de un fruto amarillento de un pequeño árbol tropical (Theobroma cacao), y se obtiene a través de un proceso fermentativo complejo. Culpado de aumentar el sobrepeso entre sus consumidores ahora podría tener más ventajas que inconvenientes.
Los resultados están basados en las medidas realizadas por Brian Buijsse sobre la ingesta de cacao en 470 hombres entre 1985 y 2000 y que forma parte de un estudio a largo plazo sobre el envejecimiento.
Los nutricionistas identificaron 24 alimentos que contenían componentes del cacao que de una u otra forma que estos hombres tomaban y sumaron el total de la ingesta de este producto. Dividieron al grupo en tres subgrupos: aquellos que que ingerían muy poco, los que tomaban una cantidad modesta y los que tomaban más.
Aquellos que ingerían más chocolate (un promedio de 4 gramos diarios) tenían una presión arterial sistólica de 3,7 mm de Hg y una diastólica de 2.1 mm de Hg menor que aquellos que no tomaban caso chocolate.

En el estudio no se consideró la ingesta de otros alimentos dulces, los hábitos de fumar de algunos de ellos o el consumo de alcohol.
Como conclusión de este estudio los investigadores afirman que aunque comer chocolate está asociado a un gran aumento de la ingesta calórica, a la vez disminuye el riesgo de padecer un accidente cardiovascular u otras enfermedades en un 50%.
Según los investigadores aunque el chocolate definitivamente disminuye la presión arterial y prolonga la vida, estas dos características no están correlacionadas estadísticamente.
Se desconocen por tanto los mecanismos que el chocolate utiliza para proveer de estos beneficios y sugiere que la baja mortalidad por accidente cardiovascular producida por la ingesta de chocolate es producida mediante un mecanismo distinto a simplemente la bajada de la presión arterial.
Los autores del artículo publicado en Archives of Internal Medicine especulan además que como el chocolate es rico en antioxidantes podría ser que evitara los problemas médicos asociados al estrés oxidativo como la obstrucción pulmonar crónica o ciertos tipos de cáncer.
A partir de ahora a los que les guste el chocolate ya tienen una excusa más para seguir consumiéndolo. Aunque hay que tener en cuenta que su consumo aumenta mucho las calorías ingeridas con el consiguiente peligro de sobrepeso.