Polémica sobre el hombre de Flores
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La polémica sobre el hombre de Flores no cesa. Según un nuevo estudio se insiste en que sería un caso de deformidad patológica en lugar de tratarse de una nueva especie humana.
Desde que el Homo floresiensis, o «el hobit» en términos coloquiales, fue descubierto hace unos años en la caliza de la isla de Flores sólo ha planeado la polémica en este asunto. La posible existencia de un ser de hace 18000 años descendiente directo del Homo erectus hace tambalear el esquema formado en los últimos años sobre el árbol de la evolución humana.
Desde el principio se sugirió por parte de algunos expertos que se trataría de una caso de microcefalia que consiste en poseer un cráneo mucho más pequeño de lo habitual y que produce una reducción de la función cerebral.
El descubrimiento de otros huesos correspondientes a otro ejemplar hacía pensar que no se trataría de este caso, pero según los escépticos la microcefalia se puede dar en poblaciones aisladas repetidamente.
Los descubridores (Peter Brown y Mike Morwood de University of New England en Australia) propusieron que una población de homo erectus se adaptó a las condiciones de la isla alcanzando un pequeño tamaño al igual que otros animales. Pero 380 cc de capacidad craneana es demasiado pequeña para un Homo erectus. Esa capacidad craneana corresponde a un homínido mucho más antiguo como Lucy, concretamente un Australopithecus afarensis. Pero hasta ahora se han reafirmado en su teoría.
El problema parece ser que en varias especies animales incluyendo la humana el proceso de enanismo afecta muy poco al tamaño del cráneo. Así, el tamaño cerebral entre un pigmeo o un masai es prácticamente el mismo.
Por ejemplo, Ann MacLarnon de Roehampton University en Reino Unido ha modelado este proceso en varias especies concluyendo que el hombre de Flores es un caso patológico de microcefalia. Según el modelo una capacidad craneana de 400 cc correspondería a un cuerpo de sólo 2 Kg en lugar del cuerpo de un metro encontrado y la única manera que tienen de explicarlo es la microcefalia.
Además la abundancia de herramientas de piedra en la cueva sugiere una capacidad intelectual que un ser con un cerebro tan pequeño no tendría. Las herramientas pertenecerían entonces a congéneres Homo sapiens sin el problema de microcefalia.
Aunque algunos artículos con esta hipótesis han tenido problemas a la hora de publicarlos, en este caso el trabajo liderado por Robert D. Martin del Field Museum de Chicago afirmando que se trata de un caso de microcefalia ha sido aceptado en la revista Science.
Los anteriores estudios en los que se comparaban casos de microcefalia moderna con el cráneo en cuestión adolecían de diversos problemas estadísticos, como basarse casi enteramente en un solo caso patológico dentro de esta patología. Pero el nuevo estudio parece mejor realizado.
Morwood considera la hipótesis de la microcefalia demasiado retorcida y que ignora la existencia de otros huesos que revelan el mismo tamaño enano de estos seres. De hecho se han encontrado restos de otros nueve individuos con este tamaño reducido, aunque de momento sólo un cráneo.
Dr. Falk y Dr. Morwood desafían este resultado en otro artículo dentro de la misma revista.
Fuentes diversas.
Referencias:
Science DOI: 10.1126/science.1121144
The Field Museum.
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