¿Un nuevo sistema de eliminar residuos radiactivos?
Un grupo de físicos alemanes afirma haber descubierto un sistema que acelera el decaimiento radiactivo que podría aplicarse a los residuos nucleares para que así sean inofensivos en unas pocas décadas en lugar de en miles de años. La técnica propuesta se basa en encapsular un emisor alfa en una matriz metálica y enfriar el conjunto a unos pocos grados kelvin.
Si este resultado se confirmara podría ser una alternativa al enterramiento de residuos nucleares en un sitio geológico apropiado que una opción ecológica y políticamente muy costosa. Sin embargo otros científicos del área afirman que la técnica contradice ciertas teorías y experimentos establecidos.
El líder el grupo, Rolfs Ruhr de la Universidad de Bochum, es astrofísico y ha hecho el descubrimiento sobre el decaimiento alfa cuando pretendía replicar las reacciones de fusión que tienen lugar dentro de las estrellas. Para ello utilizaba el acelerador de partículas de su universidad y hacía impactar protones, deuterones (partícula formada por un protón y un neutrón) y núcleos ligeros. Notó que si los núcleos eran encapsulados en metales las reacciones de fusión sucedían a un ritmo distinto que si lo eran en aislantes. Además observó que el efecto se incrementaba a bajas temperaturas.
Según Rolfs el efecto se podría explicar asumiendo que los electrones libres del metal actúan como los electrones en un plasma descritos por el modelo de Peter Debye que catalizan las reaciones de fusión. Además en este caso a bajas temperaturas los electrones se pueden acercar más a los núcleos radiactivos y estos electrones aceleran las partículas cargadas positivamente que se acercan al núcleo con lo que se incrementan las reacciones de fusión.
Pero Rolfs se dio cuenta que la reacción inversa podría darse también y que los electrones libres favorecieran la eyección desde el núcleo de partículas cargadas positivamente como son las partículas alfa o beta+ (positrones). Este efecto podría reducir el periodo de semidesintegración en esos casos y aumentarlo para el caso de emisión beta- en el que la partícula beta cargada negativamente sería repelida por los electrones libres.
El grupo investigó esta hipótesis embebiendo núcleos radiactivos en una matriz metálica y enfriando el conjunto a unos pocos grados kelvin. Observaron una vida media mayor para el berilio 7 y más corta para el sodio 22 y polonio 210.
Ahora investigan el decaimiento alfa del radio 226 que tiene una vida media de 1600 años y es un componente peligroso de los residuos nucleares. Rolfs calcula que la vida media en este caso se podría reducir a un año en el mejor de los casos o a 100 en el peor. Los demás componentes de los residuos nucleares que sean emisores alfa se reducirían en una proporción similar.
Esto significa que los residuos nucleares podrían ser manejados en la misma generación que la gente que los producen y no serían heredados por las generaciones sucesivas.
De todos modos el investigador admite que habría que desarrollar mucho la ingeniería necesaria para el proceso (si es que éste finalmente funciona) para que la técnica sea práctica.
Sin embargo otros físicos afirman que debe de haber un error en las medidas pues los experimentos contradicen resultados muy bien asentados en la física.
Referencias: J. Phys. G: Nucl. Part. Phys. 32 489, Eur. Phys. J. A 28 251.
1 Comentario
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sábado 26 agosto, 2006 @ 9:34 pm
Me parece espectacular si en algun caso dado se lograse reducir el periodo radiactivo de los elementos altamente radiactivos. La verdad, sería bueno que esas investigaciones las aceleraran.