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Dos resultados recientes nos hablan de la relación entre la vida y la tectónica terrestres. Uno de ellos habla de un posible parón de la tectónica terrestre durante 1000 millones de años.

Sabemos que la tectónica está presente en la Tierra y que las placas continentales y oceánicas se desplazan y subducen. Esto ha permitido la formación y fragmentación de supercontinentes, algo que ha ocurrido varias veces.

A la vez podemos ver que la Tierra es el único planeta rocoso del Sistema Solar que posee tectónica. Se sospecha desde hace un tiempo que la Tierra no siempre tuvo la misma actividad tectónica. Hasta el momento no sabemos muy bien cuáles son las implicaciones para la vida de la presencia de una tectónica de placas.

Ahora un grupo internacional de científicos dice haber hallado pruebas de que la Tierra no tenía prácticamente relieve durante su edad media debdio a la baja actividad tectónica.

Previamente se sabía que la vida terrestre sufrió un dramático parón evolutivo entre hace 1800 y 800 millones de años. Estos investigadores sugieren que la razón para esta reducción del ritmo evolutivo de la vida se debería a la ausencia de actividad tectónica.

Para este estudio se ha analizado la presencia del elemento europio embebido en cristales de zircón. Como ya sabemos este tipo de cristales son extremadamente resistentes y nos informan del pasado geológico pese a la presencia de erosión y de los efectos de la propia tectóncia que borrarn información del pasado.

En estudio previos se ha apuntado que la concentración de europio en este tipo de cristales indica el grosor de la corteza terrestre en el momento en el que se formó el cristal. Básicamente, a más cantidad de europio atrapado en el cristal mayor era la presión ejercida debido al peso de la corteza. Así que estos investigadores recolectaron muestras con zircones de distintas partes del mundo.

Encontraron indicios que sugieren que en la época mencionada antes la corteza terrestre era más fina de lo que es en la actualidad. Tan finas que no habría ninguna montaña sobre su superficie. En su lugar la Tierra estaría recubierta por océanos y terrenos planos. Esto sugiere que la actividad tectónica se habría reducido enormemente durante 1000 millones de años.

Es precisamente la actividad tectónica la que crea las montañas al empujar unas pacas contra las otras. La erosión de las mismas genera un aporte de materiales a los océanos que enriquecen el medio y favorecen la vida en el mismo. Recordemos que en esa época la práctica totalidad de la vida se desarrollaba en los océanos. Sin esos ciclos de formación montañosa y erosión la evolución de la vida tiene que reducirse su ritmo, que es lo que supuesta sucedió en el periodo que consideramos.

Los autores del trabajo no son capaces de explicar porqué la actividad tectónica se detuvo durante tanto tiempo en aquella época, pero sugieren que se debería a la formación del supercontinente Nuna-Rodina, que habría cambiao la estructura térmica del mato terrestre por debajo de él.

Por otro lado, otro grupo de geólogos han conseguido confeccionar un vídeo en el que muestran, de forma ininterrumpida por primera vez, el movimiento de las placas tectónicas durante los últimos 1000 millones de años.

Para ello han estado recopilando datos durante 4 años en la bibliografía científica, algunos de ellos procedentes de zonas remotas.

El planeta Tierra es increíblemente dinámico, con la superficie compuesta de placas que constantemente se empujan entre sí de una manera única entre los planetas rocosos conocidos. Estas placas se mueven a la velocidad de crecimiento de las uñas, pero cuando mil millones de años se condensan en 40 segundos se revela una danza fascinante. Los océanos se abren y se cierran, los continentes se dispersan y se recombinan periódicamente para formar inmensos supercontinentes.

Revela un planeta en constante movimiento de placas a los largo de toda su superficie. Entre otras cosas se puede apreciar cómo la Antártida estuvo una vez en el ecuador.

«En una escala de tiempo humana, las cosas se mueven en centímetros por año, pero como podemos ver en la animación, los continentes han estado en todas partes en el tiempo. Un lugar como la Antártida que vemos hoy como un lugar frío, helado e inhóspito, en realidad alguna vez fue bastante un buen destino de vacaciones en el ecuador «, afirma Michael Tetley (University of Sydney)

«Nuestro planeta es único en la forma en que alberga la vida. Pero esto solo es posible porque los procesos geológicos, como la tectónica de placas, proporcionan un sistema planetario de soporte de la vida», dcie Dietmar Müller (University of Sydney).

Este resultado permitirá a los científicos comprender mejor cómo el interior de la Tierra y cómo se produce la convección, se alteran químicamente los materiales, cómo se mezclan y cómo se pierde calor a través de la propagación del fondo marino y el vulcanismo. El modelo ayudará a los científicos a comprender cómo ha cambiado el clima, cómo se alteraron las corrientes oceánicas y cómo fluyeron los nutrientes desde las profundidades de la Tierra para estimular la evolución biológica.

Trabajos como este y muchos otros similares ligados a la geología proporcionan un marco científico para comprender la habitabilidad planetaria y para encontrar los recursos metálicos críticos necesarios para un futuro con bajas emisiones de carbono.

«En pocas palabras, este modelo completo ayudará a explicar cómo nuestro hogar, el planeta Tierra, se convirtió en habitable para criaturas complejas. La vida en la Tierra no existiría sin la tectónica de placas. Con este nuevo modelo, estamos más cerca de comprender cómo este hermoso planeta azul se convirtió en nuestra cuna», dice Müller.

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Fuentes y referencias:
Artículo original I.
Artículo original II.
Imagen: University of Sydney.