Añadiendo sal a nanopartículas magnéticas
ísicos dirigidos por J Ping Liu de la Universidad de Texas en Arlington han conseguido crear de una manera sencilla nanopartículas de hierro y platino con muy buenas propiedades magnéticas. De este modo, podrían ser utilizadas como soporte magnético en discos duros de ordenador y similares. Cada nanopartícula podría ser un bit; alcanzándose, por tanto, altas densidades en el almacenamiento de información de los dispositivos magnéticos.
El método se basa sólo en añadir sal (cloruro sódico) al producto que otro equipo consiguió obtener en 2000.
El estudio previo estaba dirigido por Shouheng Sun en IBM. Consiguieron crear partículas de sólo 4 manómetros de grosor de un compuesto de hierro y platino pero de con una específica cristalización (fcc) que tiene malas propiedades magnéticas (no deseamos que la información almacenada se pierda). Para conseguir la buena cristalización (fct), con un buen campo coercitivo (el campo necesario para llevar la imanación de un material a cero), era necesario recalentar las partículas, pero este proceso producía agregados muy grandes que eran inútiles para los fines deseados.
Para solucionar el problema Liu añade sal finamente dividida a las nanopartículas fcc y así el proceso de calentamiento no altera el tamaño de las mismas.
El equipo produce partículas de entre 4 y 15 nanómetros ( 1 nm = 10-9 m) y con un campo coercitivo de 3 Teslas. La sal es eliminada con solo lavar el producto con agua.
Aunque el grupo dice que el método es muy barato (incluso probaron con sal de mesa del supermercado) el uso de platino no abarataría precisamente los dispositivos obtenidos mediante este material.
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