El origen del indoeuropeo en Turquía
Un nuevo estudio sitúa el origen del indoeuropeo en lo que hoy es Anatolia en lugar de en Ucrania.
Moeder, mat o mother significan madre en holandés, ruso e inglés respectivamente. Este ejemplo y otros muchos más hicieron pensar a los lingüistas en el pasado que muchas lenguas de distintas regiones tienen un mismo origen.
El español, el inglés, el griego, el ruso o el hindi pertenecen a la familia de lenguas indoeuropeas. Es decir, se supone que todas estas lenguas proceden de una lengua ancestral que irrumpió hace más de 6000 años y que se extendería desde Islandia a Sri Lanka. Aunque la historia de estas lenguas se puede retrotraer bastante bien desde hasta unos 2000 años hasta el presente gracias a los textos escritos, los tiempos anteriores no están claros.
Según una hipótesis, nómadas a caballo iniciaron el origen del indoeuropeo hace 6000 años desde las estepas de lo que hoy es Ucrania. Según otra hipótesis, el indoeuropeo se extendió gracias a las técnicas agrícolas desde lo que hoy es Anatolia (Turquía) hace unos 8000-9000 años. Las pruebas arqueológicas apoyan a ambas teorías y los estudios genéticos no son concluyentes en este caso. Hay polémica entre los expertos sobre este asunto, pero la segunda opción es la minoritaria.
Ahora, gracias a un estudio filogenético bayesiano computacional sobre 103 lenguas antiguas y actuales, un equipo internacional informa en Science que el origen del Indoeuropeo estaría en Turquía. Para ello han tenido en cuenta tanto los datos geográficos de distribución espacial como el léxico de las lenguas usadas para el estudio. Usaron los eventos ocurridos en el pasado y los datos arqueológicos e históricos para calibrar el modelo y así inferir el árbol familiar según el tiempo transcurrido.
Dos de sus principales autores, Russell Gray y Quentin Atkinson, no son lingüistas. En realidad han usado técnicas importadas de la Genética y la Biología Evolutiva para estos estudios. Los genes y las palabras mantienen similitudes y la evolución de las lenguas ha sido representada tradicionalmente como un “árbol filogenético”. Estos investigadores teorizaron que la evolución de las palabras es similar a la evolución de las especies, de tal modo que palabras similares en significado o fonéticamente parecidas tienen que estar relacionadas por algún tipo de parentesco. Además, la tasa de cambio de las palabras, que sería algo así como la tasa de mutación, podría usarse para medir el momento en el que cada lengua indoeuropea se separó de su antepasado. Las lenguas se propagarían geográficamente de manera similar a como los modelos epidemiológicos dicen que se propagan las enfermedades infecciosas.
Además de apoyar la hipótesis que hasta ahora era minoritaría, el trabajo tiene una crucial importancia en la comprensión de la evolución y diversidad en muchos aspectos de las ciencias humanas, que van desde la sintaxis y semántica a la estructura social.
En 2003 algunos de estos investigadores publicaron un estudio similar en el que se llegaba a la misma conclusión, pero la resistencia por parte de lingüistas y arqueólogos no se hizo esperar y lo criticaron. Según ellos se habían ignorado pruebas que apoyan la hipótesis mayoritaria. Los autores del último estudio esperan que el nuevo resultado cierre de una vez el debate acerca del origen del grupo indoeuropeo.
Todavía queda por ver si los lingüistas tradicionales apoyarán finalmente la hipótesis de Anatolia. Los autores del nuevo estudio predicen que la aceptación será lenta.
Quizás simplemente algunos no comprendan muy bien los modelos matemáticos computacionales. ¿Hasta cuándo en la enseñanza de la ciencias humanas se aceptará de verdad el uso sincero de las Matemáticas, la Biología, la Física o la Computación y que dejen de ser simplemente el refugio de aquellos que odiaron las ciencias, en especial las Matemáticas, en el instituto?
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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
Foto: Neofronteras.
19 Comentarios
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lunes 3 septiembre, 2012 @ 10:43 am
Hace muchos años ya vi un estudio que apuntaba en este mismo sentido del origen anatolio, aunque se basaba más en la biogeografía: se tomaban las palabras de un indoeuropeo antiguo reconstruido y se fijaba uno especialmente en los términos que se referían al clima, la vegetación, la orografía, etc. A partir de estas palabras se podía deducir qué tipo de paisaje tenía el territorio en el que nació la lengua. Después se buscaba una zona del mundo cuyo paisaje, en la época correspondiente, coincidiera con el que nos pintaba el léxico indoeuropeo primitivo, y que resultaba ser, también, Anatolia.
martes 4 septiembre, 2012 @ 8:06 am
Me parece muy razonable el método que describe Ramonmo.
Respecto al último párrafo del artículo, a mi entender, debe haber alguna cuestión de capacidad para las matemáticas, como la hay para otras formas de pensar. Conozco el caso de un muchacho, ahora ya profesor y doctor precisamente en anglogermánicas -especialidad que ya no existe- que también lo es en hispánicas y que domina otras varias lenguas por pura afición que, influido por la profesión de su padre, quiso hacer exactas, rama física y, aunque estudió con sacrificio hubo de renunciar. Bajó de nivel matemático e inició económicas, pero tampoco fue capaz, hasta que se encontró como pez en el agua en los idiomas.
También hay gente que es incapaz de dibujar, o de cantar. Otros son verdaderos «manitas» y algunos no saben cómo roscar un tornillo. Pienso que hay diferentes talentos, además de encontrarte con sistemas de enseñanza y/o con profesores que sepan motivar o no tengan afición ni capacidad didáctica.
martes 4 septiembre, 2012 @ 12:57 pm
Totalmente de acuerdo, tomás, y por experiencia propia. Primero lo personal. Por mucho que me gustaran las ciencias, estamos los que, por unas razones o por otras, no tenemos capacidad para las matemáticas (más allá de haberlas aprobado con mucho esfuerzo, recuérdese que incluso a los de letras se nos «atornillaba» con un examen de matemáticas en la selectividad». Pero lo más paradójico de esto, es que he seguido en contacto con mucha gente del instituto de aquellos años, de antes de la separación en ciencias o letras (también de después)Tienen carreras técnicas, las diversas especialidades de medicina inclusive, son profesores de universidad incluso y de ahí para abajo pero, salvo las honrosísimas y escasísimas excepciones de rigor, no tienen la más remota idea ni sienten el más mínimo interés por la cultura científica en general. Ni siquiera por su propio campo, es que son ajenos a todo lo que no sea de y esté enfocado a «su» competitividad de especialista, lo que, en mi humilde opinión, los/las convierte en una especie de mecánicos analfabetos. Y eso se nota a la hora de las conversaciones, la ética que debería sustentarlas y los ausentes compromisos de todo tipo. Quizá en esto último radique todo lo demás. No hace falta estar suscrito a Nature o al American Scientific o cualquier publicación de ese tipo para mantenerse al día y al tanto de la actualidad científica general, NeoFronteras es el vivo ejemplo de que no.
En cuanto al artículo, poca competencia científica puede reclamar quien acaba un supuesto estudio serio con la frase sobre que algunas disciplinas o ámbitos «…que dejen de ser simplemente el refugio de aquellos que odiaron las ciencias, en especial las Matemáticas, en el instituto?» A mí el tema me parece apasionante, con las salvedades y precauciones contra el supremacismo que implica, o puede implicar y así ha sido desde el siglo 19, el rollo del «indoeuropeo». Pero esta última frase, habla de algo que no tiene nada que ver con la ciencia ni con su método, sino con una patada en los ojos y gratuita.
martes 4 septiembre, 2012 @ 2:41 pm
Se puede aprender idiomas y hacer muchas cosas sin necesidad de las Matemáticas. Pero si se quiere hacer investigación en ciencias humanas en el siglo XXI hay que saber Matemáticas y otras disciplinas antes circunscritas al ámbito de las ciencias «duras», de otro modo no se avanza. Y si se quiere hacer investigación (académica) hay que ser doctor y antes de ello licenciado o graduado. En algún momento se ha de meter las matemáticas en el sistema educativo universitario.
Otra cosas son los gustos, capacidades y apetencias de cada cual.
miércoles 5 septiembre, 2012 @ 6:36 am
Estimado «sr snark»:
No debes ofenderte por esa última frase que he comentado. A Neo le duele una situación general que es cierta. Tú mismo lo corroboras cuando criticas la apatía y falta de interés de profesionales que debieran tener una mentalidad científica. Quizá exagero, pero es el caso muy común del farmacéutico que acaba siendo tendero y olvida hasta lo más elemental -conozco un caso extremo pero esa profesión es propensa a esa «tendencia» (me puedo ganar algún rapapolvo por esto)-. Otra cosa es quien, personalmente, no consigue superar una determinada cota de abstracción en el campo matemático. Todos tenemos nuestro límite, pero el reto está en no aceptarlo, aunque claro, eso no puede exigirse a nadie.
En resumen, que el lamento de Neo está justificado y que tú no debes tomártelo como cosa personal. Sólo leyéndote se ve que has luchado y que quizá hasta sigues haciéndolo. Yo también y, con certeza, casi todos los que pululamos por esta impagable página.
Seguramente no sabía mucha matemática mi admirado García Lorca, y dudo que Dalí supiera geometría aunque tanto presumiera de ello, pero uno dominaba la sensibilidad de una métrica suave y el otro convertía en tres, dos dimensiones espaciales y hasta doblegaba al tiempo en ellas -vamos, que era muy einsteniano-.
Recibe un cordial saludo.
miércoles 5 septiembre, 2012 @ 3:36 pm
Llevo un buen rato tratando de responder pero el script me dice que estoy comentiendo el error «Ca». Esto es una prueba. A ver si dejándolo descansar un rato…
miércoles 5 septiembre, 2012 @ 3:40 pm
Vaya, no era mi intención ser agresivo ni exacerbar sensibilidades, y menos la de Neo, como le llama cariñosamente tomás. Supongo que no me he expresado con toda la claridad necesaria. Otra vez de acuerdo con tomás, y con Neo y el primer comentario, por si hace falta decirlo. Una forma de definir las matemáticas es como lenguaje universal. Desde esa óptica, podemos traducir la música a matemáticas, la evolución, le geotectónica… aunque en nuestro estado de desarrollo, con permiso por la licencia, eso no alcance a explicar porqué son tan determinantes los Beatles o los Rolling en muchos niveles humanos y más allá de lo exclusivamente musical, y no Bisbal que mueve mucho más dinero y vende más. Me ha gustado el ejemplo de Lorca. «Candinsquy» me parece más explícito que Dalí en el sentido matemático. Pero, lo que pretendo decir es que el método científico, observación-coprobación-formulación (resumiendo) no está completo si no aplicamos a cada situación y/o disciplina la herramienta adecuada que ese mismo método científico nos proporciona o debería) A mí no me ha escandalizado, ni mucho menos, la utilización de la genómica lingüística. Es más, me parece la herramienta más pertinente en cuanto a lo que dice el artículo, la que menos se presta a resbalar por el deslizante mundo de «lo indoeuropeo». O sea, que es la idónea porque no atiende a mitos y prejuicios «culturales» y «parece» ser capaz de brindar resultados neutrales en el sentido científico. Pero es que no me refería a eso, sólo he dicho que esa frase de marras me parecía de una agresividad gratuita. ¿No son científicos, en el sentido de la disciplina linguística, Saussure o «Chomsky»? ¿No sirve de nada su trabajo, no han aportado nada para que los lingüistas genómicos puedan abordar su tarea? Y, sobre todo, el ataque gratuito no forma parte del método científico ni de sus herramientas. También Saussure o «Chomsky» hubieron de batallar para que sus paradigmas, ejem, se impusieran por consensos (inter pares y por escuelas, claro) Pero hablamos de un batallar dialéctico, intelectual. Soy perfectamente consciente de que quizá la frasecita hace referencia a cierta «dinosauriez engarrapatada en ciertos estamentos», que son los que se resisten, por formación o por falta de ella, o por defensa de su posición actual, a las nuevas herramientas. Frasecita que tampoco atribuía a Neo, sino a los autores del artículo, cuya fuente no puedo comprobar (mea culpa)Otra cosa que planteaba es la holística de que carece la dicotomía (falsa, para mi) de ciencia/humanismo, etc. Pues por ahí pretendía ir yo, al parecer sin mucho éxito en cuanto al consenso y a general un debate en la paz de los amigos. Disculpas a Neo (y a quien hubiere ofendido) y muchas gracias a tomás (lo que cuesta escribirlo con minúscula) por su paciencia y por tomarse la molestia y el tiempo de ofrecerme una explicación que agradezco en lo más hondo del… método científico. :)
miércoles 5 septiembre, 2012 @ 9:55 pm
Estimado sr snark:
Es un script anti-hoygan. Hay gente que escribe con «k» en lugar de con «q» que no tienen nada que aportar y el script impide que escriban así. El precio a pagar es no poder escribir correctamente los nombres extranjeros que usan esa letra.
miércoles 5 septiembre, 2012 @ 9:58 pm
Pero permite escribir kilo o kimono.
viernes 7 septiembre, 2012 @ 6:26 pm
Vaya, me he perdido este interesante intercambio de opiniones.Como dudo que alguno de los comentaristas vuelva a esta nota y relea los comentarios, solo diré que no puedo estar más de acuerdo en el último párrafo de la noticia de Neo, el que se refiere a la estricta necesidad de que las ciencias humanas (de las que no tengo ninguna duda de que en bastantes casos, son ese refúgio de los que tienen aversión a las Matemáticas.)si pretenden aspirar a ser auténticas ciencias, no pueden eludir la incorporación de las ciencias naturales y las matemáticas, entre sus asignaturas o créditos.
También algún comentarista habló de supremacismo con el «rollo» del indoeuropeo.No entiendo muy bien a que se quiso referir.
sábado 8 septiembre, 2012 @ 9:59 am
Querido amigo: Por alguna razón que no comprendo, introduzco el código, me lo rechaza y se pasa a la página general, con lo que se borra lo escrito. Entre otras cosas decía que te equivocas, que te tengo vigilado y que no pienso perder ocasión de saludarte. También más cosas, pero no me arriesgo. A ver si esta vez lo logro.
Un abrazo.
Me lo ha rechazado pero no lo ha borrado. Nuevo intento.
sábado 8 septiembre, 2012 @ 10:31 am
Sigo el blog con asiduidad por su calidad y actualidad. Pero me parece que sobran estos comentarios, como el final del de este artículo, en el que se menosprecia a todo aquél que no sepa matemáticas. En este caso me parece especialmente injusto y lleno de prejuicios. Soy licenciado en matemáticas y en filología clásica y doctor en historia de las matemáticas. Conozco ambos campos tradicionalmente enfrentados (para algunos). En mi experiencia personal universitaria, he encontrado mucho más respeto y admiración por las matemáticas en el campo de los filólogos que al revés. Però no diré que ello sea cierto universalmente, porque no hecho ningún estudio comparativo. En cualquier caso, creo que deberíais replantearos este «odio» por las humanidades no matematizadas que a veces se respira en el blog: hay mucha investigación seria y rigurosa de personas que no saben ni sabrán nunca matemáticas, ni falta que les hace. De la misma manera que habrá investigación, incluso notable, de gente que no pasaria un exámen de lengua de bachillerato, e incluso de la ESO.
Sobre el fondo de la cuestión: dos artículos (el primero de cuando el autor era estudiante de doctorado, si no me equivoco) no acostumbran a ser, como todos sabemos, definitivos en grandes discusiones, especialmente en campos como los estudios indoeuropeos con más de dos siglos de tradición. Yo, evidentemente, no puedo juzgarlos, pero el hecho que usen análisis bayesiano, o qualquier otro artilugio matemático, no me impresiona lo más mínimo. Evidentemente, lo más importante és la conceptualización de la disciplina, la justificación de de ciertas afirmaciones (se puede tratar una lengua como se trata un virus: és una afirmación fuerte que supongo tendrá un amplio apoyo teórico, con los datos de las lenguas en cuestión, o simplemente es una hipótesis para aprovechar software), etc. En fin, como digo, no tengo la más mínima idea de la solvencia del estudio; se la supongo porque se publica en una revista prestigiosa. Pero insisto que en estas cuestiones siempre hay que ser prudente y, especialmente, no hay que descalificar al resto de la tradición de estudios indoeuropeos (la mayoría, según dices) sin otro elemento que un prejuicio.
sábado 8 septiembre, 2012 @ 11:45 am
Ramon:
Espero que no se lleve la impresión de que por aquí se menosprecia a los que no saben Matemáticas o que se menosprecian las humanidades. Nada más lejos de la realidad.
Se trata de que si se quiere avanzar en la investigación de ciertas disciplinas no queda más remedio que usar nuevas herramientas provenientes de las ciencias «duras».
Pero para poder investigar hace falta haber pasado por el sistema educativo y si en éste no se ven esas herramientas difícilmente se podrá hacer. Hay una secuencia socio-filogenética que está ahí y que no se puede ignorar. Difícilmente alguien te va a enseñar sobre un campo determinado si no sabe sobre él. La inmensa mayoría de los doctores en Filología en España no podrían hacer un trabajo similar al comentado. Tampoco sus alumnos.
Unos casos típicos son el de la Sociología y la Psicología. En el estudio de estas disciplinas siempre se ha impartido Estadística por obvias razones. Por alguna extraña razón muchos estudiantes llegan a esas carreras sin saber casi nada de Matemáticas y, lo que es más asombroso, estos mismos estudiantes se sorprenden al necesitar de la Estadística, pues «son de humanidades». Por desgracia, empiezan o terminan odiando esas asignaturas (recordemos aquí que no siempre es justo generalizar).
Al final suelen tener muchas dificultades a la hora de aprobar esas asignaturas, pero es más un problema de actitud que de aptitudes. Como se está en un sistema universitario «clientelar» en lugar de «estudiantil» que prima la puja a la baja y el mínimo común denominador al final la formación es mala al rebajarse el listón continuamente.
Es verdad que quizás el último párrafo podría haber sido expresado un poco más diplomáticamente para así no herir sensibilidades. Pero a veces el problema está en el receptor del mensaje, no en el emisor, sobre todo cuando no hay intención de herir esas sensibilidades.
Por último disiento de que un investigador en ciencias duras no necesite expresarse bien desde el punto de vista ortográfico o gramatical (aunque no sepa analizar una oración subordinada). Si se investiga algo al final se tiene que comunicar lo que se descubra y esto se debe de hacer bien, a veces en más de un idioma.
sábado 8 septiembre, 2012 @ 1:06 pm
Creo que distorsionas (prefiero, si no te molesta, que nos tuteemos) la realidad investigadora, también la de este estudio. Actualmente, en las investigaciones «transversales» nadie podria hacer nada solo, porque campos de investigación muy pequeños tienen una bibliografia inmensa, y por eso se hacen equipos interdisciplinares. El artículo que comentas es un ejemplo paradigmático: los filólogos del grupo parecen ser, segun la información del mismo artículo, Michael Dunn y Simon J. Grinhill, sin los cuales los dos autores que citas no podrían haber llevado a cabo ninguna investigación lingüítica reconocida (como los filologos hispanos, pongamos por caso, no saben estadística, ellos no saben mucha filologia, supongo). Es en estas colaboraciones de equipo (9 persones en en este caso) en las que se puede sacar el mayor jugo a todas las disciplinas y ofrecer resultados aceptables a toda la comunidad científica.
Desde luego, está muy bien que un doctor en psicologia sepa mucha estadística, pero sobre todo debe entender a grandes rasgos las disciplinas de los equipos en que trabaja (la estadística también, claro está) y, sobre todo, debería saber comunicar a los otros investigadores de otros campos con los que colabora lo que el sabe del suyo y que sea pertinente para el estudio que están realizando.
Otra cosa es el estado del sistema educativo español. Pero me temo que no tan solo las matemáticas salen mal paradas. Solo hace falta ver como escriben los estudiantes universitarios e incluso algunos doctores. Y, sobre todo, la poca importancia que le dan porque, dicen, «son cosas de letras poner acentos o cuidar la sintaxis». Y sobre si un científico debe saber, por ejemplo, historia, ya no te comento (ni la de su disciplina diría que saben). Los prejuicios, especialmente los que se construyen para estudiar menos, diría que están muy bién repartidos.
No discutiré que haya facultades más buenas que otras y que, por razones históricas, actualmente haya más materia gris en las facultades autodenominadas «científicas». También, por razones histórices, algunas muy espúreas, como las que comentas, en algunas facultades la preparación que se ofrece es pésima. Ahora bien, decir que los que hacen letras odian, son incapaces de aprender o desprecian las matemáticas, lo encuentro injustificado (son cosas totalmente diferentes tener un nivel bajo en una materia y odiarla: de hecho, en mi experiencia de profesor de matemáticas me parece que gran culpa del rechazo de las matemáticas cabe buscarlo en cómo se imparten; pero ésta es otra discusión).
En definitiva, como te decía, en mi experiencia (en facultades de ciencias y de letras), he encontrado más desprecio del signo contrario, y creo que tu comentario (incluso escrito de forma más diplomática) confirma mi intuición. En cualquier caso, como he dicho, mi apreciación es totalmente subjetiva.
sábado 8 septiembre, 2012 @ 2:27 pm
Sí, las colaboraciones multidisciplinares pueden ser no sólo necesarias, sino que pueden ser además muy fructíferas.
domingo 9 septiembre, 2012 @ 10:39 am
Amigo lluís:
Espero que estarás sumamente satisfecho: Ramón y Neo han elevado el nivel del artículo a la más alta cota.
Que lo disfrutes.
miércoles 12 septiembre, 2012 @ 5:10 pm
Al hilo, una cita de Sócrates:
«Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia»
viernes 14 septiembre, 2012 @ 6:57 pm
Pues si, amigo tomás ha estado bien ese, digamos, «toma y daca», entre Neo y Ramón.Por cierto,sobre el «fondo del asunto», diré, que ayer mismo,estuve viendo un programa interesante de economía, en el que un catedrático de esa materia (que uno conoce algo por haberla estudiado)explicó de manera muy didáctica algunas complejidades y entresijos de lo que está sucediendo hoy en el mundo con los asuntos de los «déficits», de la «deuda pública»,de la «deuda privada», «primas de riesgo», y demás cosas por el estilo.En el programa se admitían opiniones o preguntas del público.Una persona dijo lo siguiente: » Yo soy de letras, pero lo he entendido todo». Este comentario, lo he oido más de dos veces en distintos lugares o programas en los que aparecen «números»…»yo soy de letras».Nada me irrita más que los de «letras», se consideren a ellos mismos unos ineptos(al parecer) en el campo de las ciencias «duras».
Un abrazo tomás.
sábado 15 septiembre, 2012 @ 8:21 am
Amigo Miguel Angel: Si lo dijo Sócrates… pudo ser en su tiempo, pero ahora hay entidades supraindividuales que conciertan muchas inteligencias, saberes y conocimientos no precisamente para bondades.
Un abrazo.