¿Existe el gen político?
Un estudio mantiene que una variante de un gen predispone hacia una cierta visión política.
Nos gusta pensar que somos libres, que pensamos o creemos en algo como fruto de nuestro libre albedrío. Si hay algún resultado científicos que contraviene, aunque sólo sea en parte, esta visión de nosotros mismos entonces tendemos a ridiculizarlo. Y es que las creencias políticas de la gente es un tema bastante “volátil” y productor de polémicas.
Aunque alguno de esos resultados son un poco simplistas, merece la pena pensar sobre ellos, aunque sólo sea un poco. El que pasamos a exponer a continuación (y traducción literal de la nota de prensa enlazada al final de esta nota) es uno de ellos:
La gente renovadora* podría tener su visión política parcialmente condicionada por sus genes, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en San Diego y de la Universidad de Harvard. De este modo, la ideología se vería afectada no solamente por factores sociales, sino además por el receptor de dopamina denominado DRD4. Los autores del estudio dicen esta es la primera investigación en identificar un gen específico que predispone a la gente hacia ciertas visiones políticas.
Aparecido en la última edición de The Journal of Politics de Cambridge University Press, la investigación se centra en 2000 sujetos del Estudio Nacional Longitudinal de la Salud Adolescente. Mediante la asociación de la información genética y los mapas de la red social de los sujetos, los investigadores fueron capaces de mostrar que las personas con una variante específica del gen DRD4 eran más proclives a ser renovadoras de adultas, pero sólo si habían tenido un vida social activa en la adolescencia.
La dopamina es un neurotransmisor que afecta los procesos cerebrales que controlan el movimiento, la respuesta emocional y la habilidad de experimentar placer y dolor. En investigaciones precias se había identificado la conexión entre una variante de este gen y el comportamiento de búsqueda de novedades, y este comportamiento había sido asociado previamente con rasgos de personalidad relacionados con la política de izquierdas.
El investigador principal James H. Fowler de UC San Diego y sus colaboradores hipotetizaron que la gente con la variante genética de la búsqueda de novedades estaría más interesada en aprender acerca de los puntos de vista de sus amigos. Como consecuencia, las personas con esta predisposición genética, que tienen un número de amigos superior al promedio, estarían expuestas a una amplia variedad de normas sociales y estilos de vida que los haría ser más de renovadores en promedio. Informan que “es la interacción crucial de los dos factores –la predisposición genética y las condiciones medioambientales de tener muchos amigos en la adolescencia- lo que está asociado con ser menos conservador”. El equipo de investigación mostró además que esto es independiente del grupo étnico, la cultura, el sexo o la edad.
Fowler concluye que el ambiente social e institucional no puede explicar enteramente las actitudes políticas y creencias de una persona y que el papel de los genes debe ser tenido en cuenta. “Estos hallazgos sugieren que la afiliación política no está basada enteramente en la clase de ambiente social que la gente experimenta”, dice Fowler, profesor de ciencia política y genética médica en UC San Diego.
“Nuestra esperanza es que más estudiosos empiecen a explorar la potencial interacción entre la biología y el ambiente”, dice. “El modo de proseguir es ver la reproducción” -de los resultados- “en diferentes poblaciones y grupos de edades.”
*Nota: Se ha elegido “renovador” en oposición a “conservador” como traducción del término inglés “liberal”, dejando de lado «progresista» o «izquierdista» debido a las connotaciones extras que tienen estos dos últimos.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3286
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
16 Comentarios
RSS feed for comments on this post.
Lo sentimos, esta noticia está ya cerrada a comentarios.
martes 2 noviembre, 2010 @ 3:35 am
Me parece interesante que se exploren los aspectos socioculturales, aunque sea en la validación de hipótesis genéticas.
Pero creo que sólo dos mil casos, de personas cuya etnia no se explicita, tampoco su entorno cultural, no sería suficiente validación.
Me entusiasma saber que se usan estudios longitudinales, y no solemente experimentos o estadisticas transversales. Es una via correcta, según mi formación previa.
Lo que me preocupa es que no se haga control del factor epigenético, relacionado al modeling temprano, o quizás si se consideró en el report original.
Pongo entre paréntesis mi propias creencias politicas y religiosas, siguiendo el modelo filosófico de Husserl.
Agradezco la gentileza de este espacio.
martes 2 noviembre, 2010 @ 9:39 am
Siento tener que reconocer que Rubalcaba se nos ha adelantado al asegurar que en los genes de los PePes hay algo que rechina; vamos, algo incorrecto. Hay otro por ahí que habla de los cogenes para pedir perdón. En resumen, que los Psoeces saben lo suyo de genética y podrían haber escrito este artículo antes y mejor. También los PePes saben un montón. Creo que todo político debe acumular cantidad de genes-basura.
Ya en serio: Nada hay en el comportamiento de todo ser vivo que no tenga que ver con los genes y la crianza, como ya sabemos. El mérito del equipo investigador está en haber identificado cuales son los genes responsables.
Consejo: Quien esté al lado de un político que cuide muy bien sus genes porque se los pueden robar. No me refiero a personajes tan encomiables como el de la foto. Por eso lo asesinaron. A estos, como a Gandi o Mandela, habría que llamarlos de otro modo. Están muy por encima de los que denominamos políticos. También hay algunos, contados y escasos que sucumben iniciando el camino correcto.
Un saludo políticófobo.
martes 2 noviembre, 2010 @ 9:49 am
Aclaración al primer comentario:
Si los investigadores son estadounidenses el grupo estudiado es del mismo país. De ahí lo que se dice al final sobre ampliar el estudio a otras poblaciones.
Sobre los detalles, es de esperar que estén en el artículo original y que parece no estar disponible en Internet.
martes 2 noviembre, 2010 @ 11:07 am
Neofronteras: sugestiva aclaración, son estado-unidenses, pero, entonces, pueden ser de muchas etnias, como nación multicutural que es, habla de la riqueza de la muestra, claro está, pero no aisla posibles genogramas más especificos, asiáticos, latinos, morenos, etc.
Aunque me temo que puedan ser estudiantes universitarios solamente, como era tradicional es estos casos, lo que también complica el análisis ya serian de CI alto, es decir, no una dotación cualquiera.
En el tema de fondo, genes específicos para la orientación politica podemos tambien hacer un estudio socio histórico previo o paralelo: ¿son dictatoriales los chinos? (de los mandarines a MAO lo eran) ¿son demócratas los anglosajones? (desde Enrique VIII y la Bolena, claro que si) ¿son poco gobernables y volubles los latinos? (es posible, cambiantes)
¿son tribales los negros bembones? (si, por cierto, no les gusta hacer estado ni ponerse ropa de calle) Y asi se puede etceterizar un poco más.
Un saludo
martes 2 noviembre, 2010 @ 9:18 pm
Si el resultado se basa en un estudio sobre 2000 adolescentes difícilmente pueden ser universitarios, a no ser que los adolescentes norteamericanos se hayan vuelto todos superinteligentes y vayan a la universidad con 12 años.
Una búsqueda elemental con Google nos da detalles:
http://www.cpc.unc.edu/projects/lifecourse/research_projects/add_health/
miércoles 3 noviembre, 2010 @ 12:47 pm
Como bien dice el amigo Tomás, lo que somos, o lo heredamos o lo aprendemos (con la capacidad heredada de aprender). El determinismo es un hecho, tanto desde el punto de vista biológico como físico, cosa que ya se ha debatido en este sitio-web. Pero simulamos tener libre albedrío porque no hacerlo puede llevarnos al suicidio o al nazismo. El juego político también debe enmarcarse en el supuesto de que todos tenemos plena libertad de elección (y cuando digo todos, quiero decir todos). Así, trabajos como el mencionado en el presente artículo, como bien dice Neo, pueden servir para hacernos pensar, pero son de escasa utilidad de cara a las próximas elecciones catalanas (por poner un ejemplo que me es próximo).
Saludos cordiales.
miércoles 3 noviembre, 2010 @ 12:53 pm
RichardM
Hay muchos juegos sociales de enmascaramiento y simulación, no sólo para evitar desgracias, sino como expresion de tendencias constructivas. Hay discilinas, o artes, que estudian y entrenan tales simulacros interiores, Jodorovsky es sólo un ejemplo.
En cuanto al presunto Gen DRD4 habria que ubicar una muestra transcultural de portadores del prestigioso Gen, y ver si se expresa fenotípicamente de igual modo en ambientes discímiles.
Un saludo.
jueves 4 noviembre, 2010 @ 8:03 am
Juan Díaz: Te agradecería cuidases tu ortografía. Metes la pata con excesiva frecuencia. Supongo que «discílimes» quiere decir «disímiles», como «carníboro» es carnívoro. Muchas veces pueden ser errores involuntarios, pero los repites más de lo esperado en quien no redacta nada mal.
Un saludo.
viernes 5 noviembre, 2010 @ 6:55 pm
De hecho ni Dios tendría libre albedrio, puesto que se hallaría sujeto por sus propias leyes, las que fueran, pero algunas serían y si cambiára sus propias leyes el universo sería de otra manera. Sí, se me podrá decir que o no sería( el universo, claro) o ni lo sabríamos , pero ¿para que querría Dios una nada?.Todo lo que hay son genes y la crianza de la raza es otra cuestión que puede influir, mejor influye, en las características y rasgos del individuo (los famosos «memes»).En cuanto a políticos qué vamos a decir, abundan las medianias tanto a diestra como a siniestra.El problema es que sin políticos no puede haber democracias.También los hay de honrados, claro.Pero se les nota poco o nada.
Saludos cordiales.
sábado 6 noviembre, 2010 @ 9:01 am
Estimado lluís: Aunque podríamos hablar mucho de los tres temas que suscitas en tu 9, voy a limitarme al tercero, puesto que a él se refiere el artículo.
Mi disgusto con la clase política no es gratuito. Claro que hay variedad, y alguno habrá honrado, pero el problema está en que el sistema que admitimos favorece los abusos. Para empezar no hay una real separación de poderes, sino que uno de ellos, el ejecutivo, domina a los otros dos, de modo que le conviene una justicia lenta y por tanto ineficaz, además de que el Ministerio de Justicia posee capacidades para influir en el funcionamiento de ella.
El legislativo está controlado por la mayoría del partido en el poder, pero como el funcionamiento interno de los partidos no es democrático resulta que todo diputado vota lo que el presidente o secretario del partido ordena. Todo esto convierte la democracia en una dictadura del presidente del partido durante su mandato.
La mentira es tolerada por el pueblo como algo normal y eso me indigna. Las promesas electorales deberían cumplirse sin excusa, puesto que el elector suele basarse en ellas, aunque, cuando no sea posible debería explicarse muy bien la razón.
Claramente se observa que toda acción de gobierno va encaminada a mantenerse en el poder; es decir que el pensamiento prioritario son las siguientes elecciones, incluso las autonómicas, por la gran influencia que tienen en las generales.
Y, asombrosamente, gran parte de eso se justifica como legítima ambición de cada uno de los beneficiados.
La democracia debería serlo escrupulosamente: todos hemos de tener exactamente los mismos derechos y obligaciones; de estas últimas no se suele hablar y ni siquiera pensar. Esto llevaría consigo reformas en la Constitución.
También se las trae el que un diputado no precise demostrar ni siquiera una valoración psicológica que nos indique si tiene ambiciones dictatoriales o si es genética y meméticamente (esto recordando tus palabras) hipócrita, ni un mínimo CI, -yo no creo en este tipo de pruebas pero sólo por cómo están concebidas. Pienso que, aunque podrían ser muy útiles, de momento y a mi entender, un CI claramente alto sólo sirve para asegurar que no se es tonto del todo-. Tampoco precisan un mínimo cultural. Igual se puede ser ministro de agricultura que de defensa. No digo que hubiera que exigir un doctorado en la materia, pero hemos estado viendo casos de verdadera estupidez cultural e intelectual.
Nos falta educación democrática. Que elijamos, como aquí, en algún artículo se ha dicho, por el rostro, o incluso por la oratoria, no puede conducir a mejorar. Nunca he sido comunista por eso de la «dictadura del proletariado» o de lo que fuere, pero Enguita tenía razón: Programa, programa y programa. Con capacidad legal de exigencia de cumplimiento, añadiría yo.
Pero termino porque esto da para toda una biblioteca.
Un cordial saludo.
sábado 6 noviembre, 2010 @ 10:28 am
Aunque en todas partes cuecen habas, se podría tener en cuenta el entorno socio-cultural. Hay grandes diferencias entre unos países y otros. Suele ocurrir que los de mayor nivel cultural tienen mejor democracia, más ética generalizada, más meritocracia, más justicia y mayor honradez política. Como ejemplo tenemos a los países nórdicos, a Holanda, a Dinamarca, etc.
En el caso de España hubo una época en las que la clase política era más o menos sensata, pero ahora ya son fruto de la sociedad española, que es ignorante, paleta, vulgar y, sobre todo, pícara.
Ahora, como dice Tomás, sólo quieren perpetuarse en el poder, y no porque quieran así seguir mejorando el país, sino porque ellos, personalmente, quieren seguir mandando, cobrando suelos, corrompiéndose, subvencionando a las ONG de sus amigos, a los artistas de su bando… Quieren seguir colocando a sus amigos de partido de asesores, de subsecretarios de nada o de jefecillos de empresas públicas. La pérdida del poder significaría que perderían esos puestos, perderían sus sueldos, perderían financiación (legal e ilegal)…
Y esta gente muchas veces es absolutamente incompetente y no podrían trabajar en ningún sitio porque no saben nada. De hecho muchos jamás han trabajado fuera de la política.
Por estas y otras razones harán lo que sea para permanecer en el poder, pasando por encima de sus supuestos idearios y poniendo a tope sus maquinarias de propaganda.
Como son ellos los que tienen que cambiar las reglas de juego jamás lo harán. No hay solución.
Son, insisto, fruto de la sociedad, del «voto genético», de la entronización del pícaro, de la adoración más absoluta de un becerro de oro cuyo metal precioso no importa de dónde provenga.
Una verdadera democracia tendría que tener escaños vacíos a cambio de votos en blanco. Al menos así se haría evidente el descontento.
Una clase política decente tendría al menos un proyecto de país. Y en ese proyecto estaría la educación, la ciencia y la cultura.
sábado 6 noviembre, 2010 @ 1:05 pm
Pues sí, amigo tomás,no te falta razón en todo lo que comentas.Especialmente en el asunto de las «obligaciones».Es fácil reclamar «mis derechos» (bueno quizás no tan fácil porque si topas con la Administración, es casi como si toparas con la iglésia), pero es bastante más difícil recordar que dado que vivimos en sociedad, también tenemos obligaciones.En cuanto poder a exigir en los Tribunales el cumplimiento del programa del partido que puedas votar como si se tratase de un contrato civil o mercantil,creo que podría suponer el final de la, llamémosla, democracia.A ver que partido sería el guapo que aceptára responsabilidades pecuniarias derivadas de su incumplimiento.Que nos falta cultura democrática esta más que claro, y gran parte de la explicación reside en los adjetivos que Neo dedica a la sociedad española y que desde luego comparto.Sin educación, sin ciencia y sin cultura, puedes diseñar un país tipo Zambombia.En ello estamos.
Saludos cordiales amigos.
viernes 12 noviembre, 2010 @ 7:26 pm
Yo siempre he comentado que en democracia no siempre se vota por lo correcto, se vota solo por lo mas popular. Si partimos de esa premisa, para que una sociedad progrese en democracia, debe mejorar su impresión del mundo, de la economía, de los planes sociales. Y solo con un alto nivel de conciencia puede cambiar la realidad política de un país.
Como se ha dicho muchas veces «cada país tiene el gobierno que merece»
Yo vivo en Venezuela así que poco puedo opinar del sistema político español y por eso hablo en términos generales.
Cuando mucho podría hablar de mi propio país, pero prefiero hacerlo igualmente en términos generales
En mi país, el estado siempre ha sido muy paternalista, puesto que tenemos petroleo la gente piensa que el estado tiene muchísimo dinero y debe ofrecerles casa, comida, gasolina casi gratis. Ademas siempre se ha visto al rico como un ladrón que estafa a los trabajadores. y como eso es lo que la gente cree, es lo popular.
El resultado es un gobierno socialista (que parece mas comunista) que ha aumentado ampliamente los subsidios y la regaladeda de dinero, que absorbe empresas privadas a un ritmo nunca visto (y sin pagarles), Lo malo del caso es que mucho gasto publico sin inversión en bienes y servicios se traduce en una de las inflaciones mas altas del mundo. Y cada vez rinde el sueldo menos. Aunque claro esta que lo mas popular es echarle la culpa de estos a los ricos, y todo resuelto para el estado.
Quizás lo pero del caso es que este gobierno ha levantado un fanatismo casi religioso entre los sectores mas necesitados, aprovechándose de lo que la gente quiere cree, sin importar que sea falso, razón por la cual el presidente lleva 11 años y le faltan 2 mas para las próximas elecciones.
Sin intenciones de caer mucho en la política de mi país les indico que solo lo menciono como ejemplo de como se usa lo popular para mantenerse en el poder, y de como en democracia se vota lo popular y no lo correcto.
Un saludo
sábado 13 noviembre, 2010 @ 1:00 pm
Leyendo este artículo se me ocurre que la gente tiende a ser conservadora cuando vive en zonas aisladas sin demasiado contacto con el exterior (sin muchos «amigos», en el lenguaje del artículo), mientras que tiende a ser más «abierta» o «progre» en caso contrario. Por ejemplo en los USA es muy diferente la gente en Nueva York o California que en los estados del «Bible Belt». En España la gente es (o era) diferente en las regiones fronterizas con Europa que en el resto. Está claro que ahora con la mejora de las comunicaciones esto es cada vez menos así, y además la idea de «conservador» o «progresista» no tiene que ver sólo con la política. El conservadurismo extremo es paleto e ignorante y el progresismo extremo es infantil y snob. Podríamos decir que todo es relativo incluyendo la afirmación de que todo es relativo.
Saludos
sábado 13 noviembre, 2010 @ 1:06 pm
Interesante artículo y también los comentarios posteriores.
Pero yo no quiero hablar de política. Lo que quiero mencionar es que me ha extrañado que el artículo indique que es la primera vez que se demuestra una relación entre genes y tendencia política. Y es que ya había leído algo muy similar en el excelente libro de Steven Pinker «La tabla rasa. La negación moderna de la naturaleza humana» de 2002, en una referencia que cita el propio Pinker y que ahora no tengo a mano.
Por lo demás estoy plenamente de acuerdo en que, sin caer en el determinismo más absoluto, deberemos ir aceptando el papel de nuestros genes en todos los aspectos de nuestra vida. Como se ha dicho en este foro, aunque con otras palabras, las frecuencias alélicas podrían ayudar a explicar muchos aspectos de nuestra historia.
Como siempre, encantado de leeros. Saludos.
sábado 13 noviembre, 2010 @ 1:18 pm
Estimado Ricardo:
Las notas de prensa, e incluso los artículos sobre los que hablan, son casi siempre un poco propagandísticos. Se trata muchas veces de decir que tal hallazgo es el primero o único en el campo, cuando casi nunca es así.
A veces, la diferencia con investigaciones previas es sólo de matiz, es una confirmación, se ha aplicado a una población mayor o distinta, etc.