NeoFronteras

Nuevo objeto en la nube de Oort interior

Área: Espacio — domingo, 30 de marzo de 2014

Descubren un nuevo objeto más allá del cinturón de Kuiper que, junto a Sedna, eleva el número de objetos descubiertos en la nube de Oort interior a dos de los miles que componen dicha nube.

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Conocemos mejor otras galaxias que algunas regiones lejanas de nuestro Sistema Solar. El problema es que cualquier objeto que orbite muy lejos del Sol apenas recibe luz de él y esa luz reflejada tiene que realizar el camino de vuelta hasta nosotros si queremos detectarla. En ese camino su intensidad también se reduce con el inverso del cuadrado de la distancia.
Alrededor del Sól, mucho más allá de órbita de Plutón, se encuentra una región esférica denominada nube de Oort. Nadie ha vito dicha nube, sólo sus enviados en forma de cometas nos recuerdan que debe de existir. Se denomina así porque fue el astrónomo holandés Jan Hendrik Oort (1900-1992) el primero que propuso su existencia. Además de eso, Jan Hendrik Oort fue la primera persona en encontrar pruebas de la materia oscura, de proponer el halo galáctico y de contabilizar las estrellas de la Vía Láctea y sus movimientos.
Más allá de Neptuno se extiende un anillo denominado cinturón de Kuiper del que Plutón forma parte. En los últimos años se han encontrados algunos objetos interesantes en él, en concreto planetas enanos. Pero la nube de Oort, incluso la nube de Oort interior se encuentra mucho más allá, por lo que encontrar objetos allí es más difícil.
Pues bien, recientemente se ha anunciado la presencia del objeto denominado 2012 VP113 en la nube de Oort interior. Es el objeto del Sistema Solar más distante conocido y se encuentra más allá de la órbita de Sedna, que era el más lejano conocido hasta ese momento. Sedna se encuentra significativamente más allá del borde exterior del cinturón de Kuiper, por lo que pertenece también a la nube de Oort interior. El cinturón de Kuiper se extiende entre las 30 y 50 unidades astronómicas (UA) y Sedna se encuentra a 76 UA. El punto más interior de la órbita de 2012 VP113 se encuentra a 80 UA. Por tanto, estos dos objetos pertenecerían a la nube de Oort interior. Para hacernos una idea, recordemos que los planetas jovianos se encuentran entre las 5 y las 30 UA.
La nube de Oort exterior se extiende más allá de las 1500 UA, por lo que la gravedad del Sol que sienten los objetos allí ubicados es débil, por esta razón son fácilmente influenciables por las estrellas cercanas. Esto hace que sus órbitas puedan cambiar y que los objetos allí presentes sean lanzados al Sistema Solar interior en forma de lo que llamamos cometas. Pero los objetos de la nube de Oort interior son menos influenciables, tanto por estrellas externas como por los planetas jovianos del interior, por lo que mantienen órbitas mucho más estables. Sus órbitas serían, por tanto, primordiales y no habrían cambiando desde la formación del Sistema Solar.
El descubrimiento de este nuevo objeto (es difícil denominarlo más específicamente debido a que no se conoce bien su tamaño) lo realizaron Scott Sheppard y Chadwick Trujillo gracias al telescopio de 4 metros NOAO en Chile y a la cámara DECam (Dark Energy Camera). Este montaje permite cubrir un campo muy amplio, por lo que se pueden observar grandes zonas del cielo. El descubrimiento fue confirmado gracias al telescopio Magallanes de 6,5 m y con él se pudieron tomar los datos que permitieron calcular su órbita y algunos otros aspectos. Se calcula que tiene unos 450 km de tamaño, pero podría ser el doble o más.

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En rojo y naranja las órbitas de 2012 VP113 y Sedna respectivamente. En anillo moteado representa el cinturón de Kuiper y las circunferencias azules a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Fuente: Scott Sheppard.

Se cree que habría miles de estos objetos aún por descubrir y, lo que es más interesante, los cálculos indican la presencia potencial de un objeto de unas 10 veces la masa de la Tierra (una supertierra) a 250 UA del Sol (no confirmado ni visto aún) que estaría alterando la órbita de 2012 VP113 y la de otros objetos.
El único método que ahora permitiría descubrir esta supertierra de nuestra Sistema Solar sería usando la técnica de la microlente gravitatoria, pero para ello haría falta la alineación con un estrella y observar el fenómeno en el momento y dirección adecuados.
Se espera que se vayan descubriendo nuevos objetos como Sedna y 2012 VP113 en la nube de Oort interior a lo largo de los años. Estos dos investigadores calculan que debe de haber unos 900 objetos mayores de 1000 km en la nube de Oort interior. De momento el censo es de sólo dos.
“Algunos objetos de la nube de Oort podrían rivalizar en tamaño con Marte o la Tierra. Esto se debe a que muchos de los objetos de la nube de Oort interior son tan distantes que incluso los más grandes son demasiado débiles como para ser detectados con la actual tecnología”, dice Sheppard.
Hay varías teorías que tratan de explicar el origen de la nube de Oort. Por un lado está la teoría que mantiene que planetesimales y planetas del Sistema Solar interior habrían sido expulsados a esa región durante la formación del mismo por culpa del empuje de los planetas gaseosos como Júpiter. Otra teoría mantiene que un encuentro con una estrella cercana podría haber depositado objetos en la nube de Oort interior. Otra explicación dice que los objetos de la nube de Oort interior planetas extrasolares capturados a otras estrellas durante el periodo de formación del Sol, cuando varias estrellas se formaban en el mismo cúmulo.
Esperemos que en los próximos años se vayan descubriendo más objetos de este tipo. Pero, dadas las distancias y órbitas implicadas, no parece que podamos visitarlos con alguna sonda automática en mucho tiempo.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4393

Fuentes y referencias:
Artículo original.
Esquema: Scott Sheppard.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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3 Comentarios

  1. jab:

    Efectivamente, no hay tecnología ni dinero. Y aunque pudiésemos ir hasta allí, probablemente lo que descubriésemos no justificaría el precio salvo para una minoría en la que me incluyo. No puede haber vida porque casi no hay sol, pero estaría bien echar un vistazo. Quién sabe.
    Saludos

  2. Dr. Thriller:

    Tecnología hay, dinero también. De hecho, se gasta el dinero en estupideces. Armas, rescatar banquitos, especular, destrozar el planeta… yo diría que sí, que dinero hay. Lo que no hay son luces en las cabezas de la peña que ¿dirige? el cotarro.

    Es interesante lo que sugiere el descubridor: en realidad, no tenemos ni p-idea ni de nuestro propio sistema solar, y se empieza a vislumbrar que nuestros modelos de creación de sistemas planetarios pueden estar totalmente errados de arriba abajo, visto que aparecen cosas donde a todas luces no deberían estar (porque en los modelos actuales es completamente imposible).

  3. tomás:

    Varias veces he leído que objetos del Sistema Solar alejados, pueden ser influidos por la acción de estrellas cercanas. Un sencillo cálculo nos da que Proxima Centauri está casi 170 veces más alejada que el Sol de esos objetos más exteriores de la Nube de Oort, además de que su masa es unas 8 veces menor. De ello obtengo que la atracción solar es unas 230 000 veces mayor que la de Próxima Centauri. Y creo que sí, que algo harán las estrellas cercanas, pero bastante poco. Quizá sea más importante la acción de algún objeto de grandes dimensiones, como esa posible «tierra» que la de cualquier estrella, ya que la distancia es tan determinante.

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