Honradez y sociedades
Las sociedades tienen una influencia sobre cómo de honrados podemos ser.
Un estudio demuestra que cuanta más corrupción política hay en un país los individuos que componen su sociedad son más proclives engañar.
En estudios pasados se comprobó que la gente es más proclive a romper las reglas si los que están alrededor las rompen. Así por ejemplo, la gente de los barrios con pintadas y basura en las calles, tienen a hacer esas pintadas y a arrojar basura a las calles. Pero esto no nos dice nada de la extensión de las normas sociales, como el fraude, la corrupción o la evasión de impuestos y su conexión con los individuos que forman la sociedad.
Para saber esto se realizó este nuevo estudio. Fue llevado a cabo durante 5 años por investigadores de la Universidad de Nottingham liderados por Simon Gäechter (Universidad de Yale) sobre 2500 personas en 23 países distintos.
A los voluntarios de les pidió que tiraran un dado e informaran de la puntuación que obtenían en la primera tirada de las dos que se efectuaban. La puntuación obtenida tenía un incentivo económico de tal modo que a mayor puntuación más dinero recibían.
La clave estaba en que los investigadores no podían ver la puntuación proporcionada por el dado, pues los sujetos de estudio estaban sentados en un recinto aislado. Así que estos podían hacer trampas y mentir sobre la misma sin que los pillaran. Es decir, podían ser deshonestos sin coste alguno.
Como se lanzaba el dado de forma privada, los investigadores no tenían forma de saber qué individuo hacía trampas, a no ser que alguno lo confesara.
Si la gente fuera totalmente honrada en este experimento, cada punto del 1 al 6 tendría la misma probabilidad de salir. Si se hacían trampas entonces la distribución estaría escorada hacia las puntaciones mayores. Así que con muchos participantes por país se podía determinar el grado de deshonestidad medio alcanzado, aunque hubiese individuos muy corruptos y otros honrados.
Por otro lado, para saber el nivel de fraude de los 159 países, los investigadores usaron los datos sobre corrupción política, evasión de impuestos y fraude del Banco Mundial y de la ONG Freedom House.
En general resultó que la gente era, sorprendentemente, bastante honrada en general, pero siempre había un pequeño nivel de fraude cuyo grado dependía del país estudiado. Así, muchas veces se informaba de la mayor puntuación de las dos tiradas, aunque fuese en la segunda tirada, pese a que se les pedía que informaran sólo de la primera. También había cierta tendencia a informar de la obtención de números grandes. Pero, pese a que no había forma de atrapar al deshonesto, no solían informar de haber obtenido el máximo valor posible.
Desde una perspectiva 100% racional de Homo Economicus, que algunos economistas usan como paradigma en estudios económicos, los participantes debían de haber engañado mucho más de lo que lo hicieron debido a la situación de total impunidad de la que disfrutaban.
La realidad, según este estudio, es que la gente es bastante honrada en general, pero caen en la tentación de engañar un poquito.
Pese a que esta tendencia fue general en todos los países analizados, el estudio apunta que la gente de las sociedades más corruptas tiende a ser más deshonesta que los que pertenecen a sociedades en las que las que romper las reglas está mal visto.
Allá en donde hay más corrupción política hubo más engaño en el experimento. Al parecer, la gente altera su nivel de honradez según esté o no justificado algo así en la sociedad en la que vive.
De acuerdo a una teoría psicológica, esto dependería del entorno social en el que los individuos se desenvuelven en el día a día, pues la gente quiere mantener una imagen de sí mismos positiva como ser honesto. Por tanto, y según esto, engañarían sólo un poco para tener una ventaja, pero no tanto como para destruir la imagen positiva que tienen de sí mismos.
Esto es lo que Jonathan Schulz llama engaño justificado, un engaño que les reporta un beneficio, pero que les hace sentirse todavía personas honestas. Según este estudio, incluso en los países más corruptos, la gente no fue tremendamente tramposa y, pese a todo, querían cuidar la imagen que de sí mismos tienen como personas honradas.
La pregunta es cuál es el nivel aceptable de engaño. Este dependería del entorno. Si la sociedad en la que vive el individuo todo el mundo rompe las reglas entonces este será más propenso a engañar.
Según Gäechter, la mayor parte de la deshonestidad se da todos los días en todas las sociedades, pero en general es de bajo nivel. Pero la cantidad de veces que se engañe dependerá de cómo de frecuentemente vean que las normas son rotas en su entorno social. De este modo, a lo largo de los 23 países se observa una variación del grado de deshonestidad.
Entre los países estudiados se comprobó que países como el Reino Unido tenían un nivel de deshonestidad bajo, mientras que países como Marruecos, Tanzania o Kenia puntuaron muy alto en este aspecto (ver gráfico de cabecera).
La inestabilidad económica puede explicar que la prevalencia del engaño sea más alta en ciertos países. Según David Hugh-Jones (de University of East Anglia y no participante en el estudio), si todos los que te rodean son pobres o desperados por conseguir el próximo dólar, puedes pensar que lo único que importa es el dinero y no tengas ganas de seguir las reglas.
Sin embargo, según Hugh-Jones, hay que ser cauto con los resultados de este estudio, pues sólo se ha medido la deshonestidad con un indicador y este consiste básicamente en un juego de apuestas, algo que es tabú en muchas sociedades.
Los autores del estudio concluyen que las instituciones que permiten cierto grado de corrupción o ruptura de reglas no sólo tienen consecuencias adversas en la economía, sino que además afecta la honradez intrínseca de las personas.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4896
Fuentes y referencias:
Artículo original
Gráfico de cabecera: Science.
18 Comentarios
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domingo 13 marzo, 2016 @ 9:18 pm
Es curioso que España aparezca como un país no demasiado deshonesto, pese a la gran corrupción política que hay. Al final resultará que no nos representan.
lunes 14 marzo, 2016 @ 9:26 am
Efectivamente, la cosa me ha sorprendido. Porque cuando sale a relucir la cuestión de la corrupción, la gente que justifica la cosa lo hace diciendo que todos haríamos lo mismo, lo que, indudablemente, quiere decir que el que así habla, lo haría.
En cuanto al argumento de Neo, pienso que los que no tienen posibilidad de engañar porque tienen muy poco y están bien controlados por Hacienda, son la multitud de «pocoeuristas» que ya son multitud, mientras que políticos, aun siendo demasiados, quizá resultan pocos en comparación con la sociedad empobrecida, con lo que la media sale bien.
De todas formas no lo entiendo: desde luego no creo que nos representen esa banda de corruptos, pero, entonces, cómo los de siempre son mayoría. Dejando aparte que los que dicen «poder» suscitan desconfianzas por haberse relacionado tan íntimamente con regímenes totalitarios en vez de irse al norte de Europa a aprender de suecos, noruegos, daneses, etc.
Pues eso, que, de todas formas, tampoco lo entiendo. ¿Será que han hecho la trampa de decir la verdad?
martes 15 marzo, 2016 @ 1:46 am
Ana Pastor, declaro una vez, que la política en España es como poner a un niño, dentro de una tienda de caramelos, sin vigilancia. Hay tentación. Luego declaro que se le escapo, y que no debería haber dicho eso.
Un articulo del periódico Libertad digital, de Jiménez Lo Santos, dice que España va camino de ser como Argentina o Mejico, si no se pone antes, remedio a la situación actual.http://www.libertaddigital.com/opinion/federico-jimenez-losantos/del-reino-de-la-mentira-al-gobierno-de-la-cloaca-78394/
Parece interesante, o cuatro menos, curioso.
martes 15 marzo, 2016 @ 2:17 am
En Argentina un famoso tango dice «El que no llora no mama y el que no afana(roba) es un gil(tonto)
Lamentable pero es el modo de vivir por estos lares, la deshonestidad en todos los ambitos y clases sociales.
martes 15 marzo, 2016 @ 11:16 pm
Viendo la gráfica parece que la honradez está íntimamente relacionada con el PIB per cápita, los más pobres pierden los escrúpulos por pura supervivencia, de una manera creo que justificada.
Distinto caso el de los políticos corruptos, a los que se les otorga un sueldo considerable para que no se vendan por un plato de lentejas, y se quedan con su sueldo, los sobornos y además la puerta giratoria, no se puede ser más despreciable.
miércoles 16 marzo, 2016 @ 8:22 am
Muy de acuerdo con Apalancator. Recuerdo muy bien ese argumento para aumentar el salario a los diputados. Además, no sé en qué legislatura, en la primera o una de las primeras sesiones, el tema, de aprobación unánime -¡faltaría más!- fue aprobar ese aumento; como no podía ser de otra manera, o gobernaban socialistas o populares.
¿Pero cómo podemos ser tan tontos para que sigan siendo los más votados? Debe ser que tememos la honradez.
A Cosme: Aquí hemos tenido un «gil» por partida doble que trincó todo lo que pudo.
jueves 17 marzo, 2016 @ 3:07 pm
Para Cosme: El verso «El que no llora no mama y el que no afana es un gil» pertenece a la canción Cambalache de Enrique Santos Discepolo. Ese tango es una denuncia de las malas maneras, no una afirmación.
Con respecto a la investigación en si, sería bueno saber que entidad la financió y que fue lo que la motivó. Porque invadir países (Afganistán, Irak) matando a millones de inocentes o comprar petroleo robado a terroristas también son formas de corrupción. Hay que tener en cuenta que si hay un corrupto es porque hay un corruptor. Ambos en mayor o menor medida son responsables de ese acto inmoral.
jueves 17 marzo, 2016 @ 8:59 pm
Nos dice Desde el Sur:
«Hay que tener en cuenta que si hay un corrupto es porque hay un corruptor. Ambos en mayor o menor medida son responsables de ese acto inmoral.»
Y desde el sur digo yo:
Para que corruptores y corruptos proliferen como lo han hecho, han de tener una cierta impunidad y los votos, por toda de la piel de toro, con mas dolor para mi «ende Dehpeñaperroh pabajo», han otorgado mucha impunidad.
¿Honrados y muy desinformados? ¿Disonancias cognitivas? ¿Vivan los míos manque roben? ¿ … … …?
No, no lo veo nada claro.
Con pesimismo constructivo, abrazos y o saludos para todos.
viernes 18 marzo, 2016 @ 2:28 am
Para desde el sur: soy de Argentina, claro que se de quien es el tango, puede ser una denuncia o una afirmacion, depende de quien lo escuche, por estos lares la mayoria lo toma como una maxima que rige sus vidas. Al igual que el tango tambien de Discepolo «Que va cha che»:
Lo que hace falta es empacar mucha moneda,
vender el alma, rifar el corazón,
tirar la poca decencia que te queda…
Plata, plata, plata y plata otra vez…
Así es posible que morfés todos los días,
tengas amigos, casa, nombre…y lo que quieras vos.
El verdadero amor se ahogó en la sopa:
la panza es reina y el dinero Dios.
¿Pero no ves, gilito embanderado,
que la razón la tiene el de más guita?
¿Que la honradez la venden al contado
y a la moral la dan por moneditas?
¿Que no hay ninguna verdad que se resista
frente a dos pesos moneda nacional?
Vos resultás, -haciendo el moralista-,
un disfrazao…sin carnaval…
Aca se aplaude al mas «vivo» en todos los ambitos, asi nos va.
viernes 18 marzo, 2016 @ 7:14 am
Pues así nos va también por aquí, y por allá -Brasil-. Está claro: la persona no importa. No importa que muera siendo niño ni que sufra; Alá es Alá, el misericordioso, y Dios escribe recto con renglones torcidos. Quizá estos Dioses tienen amigos terrenales y a ellos otorga riquezas, poder, impiedad e impunidad. ¡Qué vergüenza! Pero si hemos inventado ese tipo de Dioses, es que mucho de lo que les atribuimos está en nosotros. Debe tener mucha relación con que reelijamos a políticos corruptos. Porque elegir es una cosa, pero reelegir una y otra vez ha de obedecer a algo dentro de nosotros que no queremos ver.
sábado 19 marzo, 2016 @ 7:55 am
En cuanto a la sorpresa por la posición de España, es cierto que aparecemos muy bien posicionados en la gráfica de «prevalencia de violación de las normas» que a puesto Neo: en el cero estaría la media mundial y el valor mínimo a nivel mundial lo tendría Austria (-3.1). En la tabla del artículo original vienen después:
-Holanda= -2.9
-Reino Unido= -2.9
-Suecia= -2.8
-Alemania= -2.6
-España= -2.0
-República Checa= -1.5
-Eslovaquia= -1.4
-Italia= -1.2
La lista de paises rastreados la completan Kenia, Lituania, Malasia, Polonia, Tanzania y Vietnam. Todos ellos peor que España.
domingo 20 marzo, 2016 @ 7:40 am
Pues ni me creo la posición de España ni la de Italia con su mafia poderosa capaz de negociar con USA en tiempos -no sé si ahora- y con el Vaticano. Y me gustaría saber dónde cae México. ¿Y Japón?; debe ser de los mejores cuando llora un ministro por cuatro gordas -creo recordar-.
lunes 21 marzo, 2016 @ 6:36 pm
Pues tenemos una paradoja. ¿Cómo puede ser que España aparezca como un país no demasiado deshonesto?. Dicen los expertos en materia fiscal que España es ,de los países europeos, uno de los que más dinero negro oculta en paraisos fiscales.
Por otro lado algunas encuestas han revelado que el nivel de hipocresía, esconder lo que realmente se piensa o decir lo contrario de lo que se piensa, en encuestas, es también una afición bastante española.
martes 22 marzo, 2016 @ 12:48 am
Gracias por la nota musical, «cosme», no puede estar más en sintonía.
martes 22 marzo, 2016 @ 3:28 am
Queridos Tomás y Lluís:
Precisamente hay otra tabla sobre «economía sumergida» en el artículo original. En esa vamos algo peor: de los europeos, solo Polonia y Georgia tienen mayores índices de economía sumergida. Pero tengamos en cuenta que solo se han estudiado los países que aparecen en la gráfica de Neo sumados a los que he citado yo.
Pero la que más me ha llamado la atención es la tabla de «political rights»: en esa vamos todos los europeos igualadísimos (je, je), desde Polonia a Austria. Pero, como era de esperar, el que más derechos políticos tiene es Georgia, el país más corrupto del estudio…
…y, nosotros, un ladrillo más en el muro. Abrazos.
martes 22 marzo, 2016 @ 3:33 am
*Disculpas: mi segundo párrafo es erróneo, desde aquí no veo muy bien las tablas.
martes 22 marzo, 2016 @ 2:09 pm
Sigue siendo una incógnita quien o quienes financiaron este estudio y porque.
jueves 31 marzo, 2016 @ 1:56 pm
Yo también creo que los políticos no nos representan…los seres humanos nos unimos o desunimos por características definidas, en un grupo de politicos los de alta moral no llegarán lejos, terminaran sin contactos, sin apoyos y posiblemente sin financiación…
No es lo mismo de un vecino que por desonesto puede terminar aislado de sus vecinos. Y como El ciudadano promedio vive en un entorno distinto al político será obviamente distinto.
Tampoco hay retroalimentación donde el ciudadano entre en la política y el político recupere su ciudadanía fuera de la política… para que ambos mundos se mezclen…
Es como si pretendiéramos que los ricos dueños de empresas tengan la misma opinión del despido que tienen los obreros… Pero lo que sí es seguro es que si los cambiáramos de posición su ideas al respecto cambiarían con ellos… En este caso nosotros los ciudadanos lo vemos como corrupción y la clase política como ingresos personales…
Como siempre me dijo mi papa, el que anda con cojos a los meses cojea