Los tardígrados serán los últimos en desaparecer
Los tardígrados serán la última vida pluricelular en desaparecer en la Tierra y sobrevivirán a posibles castástrofes astrofísicas.
Todo tiene un fin. El propio Universo tal y como lo conocemos tendrá un fin algún día. También lo tendrá el Sol y este planeta en el que vivimos. Antes habrá desaparecido todo humano, al que seguirá en destino la vida de la Tierra en su conjunto.
La vida, además, se puede ver comprometida por catástrofes astrofísicas que pongan en aprietos la supervivencia de los humanos o de la vida en general.
Aunque sí se han realizado estudios sobre el efecto que tendrían estas catástrofes sobre la civilización humana, poco se ha publicado sobre el efecto que tendrían sobre la vida terrestre en general.
Un grupo de investigadores ha estudiado precisamente qué formas de vida terrestres podrían sobrevivir a esos eventos y a la evolución natural del planeta Tierra. Llegan a la conclusión de que los animales que sobrevivirían hasta el final serían los tardígrados, por lo que estas criaturas estarán por aquí al menos 1000 millones de años más, cuando las condiciones de habitabilidad de la Tierra sean totalmente destruidas. Aunque se sabe que algunos tipos de microorganismos extremófilos podrían sobrevivir a condiciones muy duras, que lo puedan hacer unos seres pluricelulares no deja de ser sorprendente.
Los tardígrados (también llamados osos de agua) son un filo de pequeños invertebrados con un tamaño de 0,1 a 1,5 mm que habitan en lugares húmedos. Los hemos mencionado en NeoFronteras en varias ocasiones (ver referencias del final). Se conocen más de 750 especies de tardígrados y son especialmente abundantes en la película de humedad que recubre musgos y helechos. Estos seres de ocho patas están extendidos por todo el mundo, desde las cumbres del Himalaya a las profundidades oceánicas y desde las regiones polares a las ecuatoriales.
Estos invertebrados pueden sobrevivir en ambientes extremos y las pruebas de laboratorio así lo atestiguaban. Resisten una irradiación de 5000–6200 Gy. Son capaces de sobrevivir 30 años sin comida o aguantar temperaturas de 150 grados, resistir a las condiciones del fondo del océano o a las del vacío del espacio exterior. Además pueden sobrevivir a casi el cero absoluto de temperatura durante unos minutos o a -20 grados durante décadas. Pueden incluso vivir hasta 60 años.
Estos investigadores han deducido a partir de estas características que estos seres de ocho patas podrían sobrevivir a todo tipo de calamidades astrofísicas plausibles incluidas el impacto de meteoritos. El límite está en que todos estos eventos no pueden hacer hervir los océanos o hacerlo con una probabilidad despreciable. Estas catástrofes, además del impacto meteorítico, incluyen las explosiones de supernova o los estallidos de rayos gamma.
Para que un impacto evapore los océanos terrestres, el asteroide tendría que tener el tamaño de Vesta o Plutón y como estos cuerpos tienen órbitas estables no es probable que terminen impactando sobre la Tierra y eliminando a los tardígrados.
Una supernova tendría que explorar a menos de 0,14 años luz para hacer hervir los océanos, así que también se puede descartar porque no estrellas tan cerca de nosotros.
En cuanto a los estallidos de rayos gamma, la fuente tendría que estar a menos de 40 años luz y, de nuevo, la probabilidad de se dé algo así es muy reducida.
“Sin nuestra tecnología para protegernos, nosotros los humanos, somos una especie muy sensible. Cambios sutiles en nuestro ambiente nos pueden impactar dramáticamente. Hay muchas especies más resistentes sobre la Tierra. La vida sobre este planeta puede continuar tiempo después de que los humanos hayan desaparecido”, dice Rafael Alves Batista (Oxford University).
Este investigador sostiene que, aunque los tardígrados están muy cerca de ser indestructibles en un planeta como la Tierra, es posible que haya especies tan resistentes o más en el Universo. “Quién sabe lo que puede haber ahí afuera”, añade.
El otro autor del estudio, David Sloan (Oxford University), añade que en trabajos previos sobre este tipo de catástrofes se habían centrado sobre el efecto que tendrían sobre el ser humano, pero no en especies más resistentes como los tardígrados
“Como ahora estamos entrando en una era de la Astronomía en la que pronto podremos ver exoplanetas y tomar espectros de ellos en busca de bioindicadores, deberíamos intentar ver cómo de frágil es la vida más resistente. Para nuestra sorpresa hemos encontrado que una supernova cercana o el impacto de una gran asteroide tendría un efecto catastrófico sobre la gente, pero no afectaría a los tardígrados”, añade.
Por tanto, parece que la vida, una vez se pone en marcha, es difícil de ser barrida completamente. Una gran número de especies e incluso géneros enteros pueden extinguirse, pero la vida continuará.
El estudio podría tener consecuencias sobre las posibilidades de vida fuera de la Tierra, ya que en cuerpos como el interior de Europa o Encelado los tardígrados terrestres podrían vivir, así que a una hipotética vida local evolucionada allí le sería aún más fácil. Incluso podría vivir en el suelo marciano, la pregunta es por qué todavía no se han visto organismos equivalentes en el planeta rojo. Aunque puede que nunca haya aparecido la vida en ese planeta.
En todo caso, los tardígrados y lo que ellos significan podrían alterar la idea que tenemos sobre habitabilidad en planetas alrededor de otras estrellas.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=5639
Fuentes y referencias:
Artículo original
Supervivencia de tardígrados a condiciones espaciales.
Sobre la resistencia de los tardígrados.
Foto: Frank Fox/ Wikipedia.
12 Comentarios
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martes 18 julio, 2017 @ 7:50 am
De todas formas, no duraría tanto su vida, porque si un evento catastrófico como los descritos se carga todo lo viviente, al no ser autótrofos, es decir, no poder realizar fotosíntesis y haber de alimentarse de otros seres vivos, al desaparecer estos, les quedan esos treinta años de hambre, tiempo que es menos del más mínimo instante correspondiente a la vida en la Tierra. Pero, sí, parece que serían los últimos.
martes 18 julio, 2017 @ 5:20 pm
Los últimos pluricelulares estimado Tomás.
Siempre podrían quedar autótrofos unicelulares más resitentes que ellos, especialmente arqueas con las que poder ir matando el gusanillo unos cientos o miles de años más. ¿Quien sabe?
miércoles 19 julio, 2017 @ 1:52 am
Y después de eso, que?
Como continuara la vida, después de que ya no haya movimiento de placas tectónicas, volcanes, emisiones de CO2, y deriva continental? Continuara habiendo animales mas o menos grandes, solo que sin nuevos cambios ambientales, la evolución se detendrá.
miércoles 19 julio, 2017 @ 8:16 am
Pues sí. Tienes toda la razón.
jueves 20 julio, 2017 @ 1:06 pm
¿Si ingieres tardígrados por error qué pasa?
¿Te parasitan y ya no hay quien los elimine?
viernes 21 julio, 2017 @ 7:14 am
Yo diría que gran parte de la población los habrá comido alguna vez. Al menos los de mi generación que -yo mismo- nos bañábamos en alguna presa de cemento suave y resbaladizo, indicativo de que por allí había algas y líquenes, que son alimento de los tardígrados. Además recuerdo que los muchachos nos comíamos los frutos caídos y los del árbol sin más limpieza que frotarlos contra los pantalones o la camisa. Pienso que los hemos comido alguna vez todos o casi todos. Y, si los jugos gástricos no pueden con ellos, ya puedes imaginar que se acabarán en la cloaca. Así que no te preocupes.
Pero, mejor que yo, podrá ilustrarte con seguridad Miguel Ángel. ¡Vaya, ya lo he provocado! Mil perdones y otros tantos abrazos.
sábado 22 julio, 2017 @ 6:08 am
Es correcto cuanto dices, queridísimo Tomás, solamente puedo ampliar un poquitín tu respuesta:
No tengo conocimiento de patologías por tardígrados. Ni se estudian, ni he encontrado ningún caso documentado.
En caso de ingesta, el ácido clorhídrico del estómago sumado a la tripsina y la carboxipeptidasa hará que las proteínas de los tardígrados se desnaturalicen (es decir, que se rompan descomponiéndose en sus respectivos aminoácidos). Como consecuencia, los tardígrados morirán ya en el estómago y buena parte de los nutrientes que liberen serán absorbidos a continuación en el intestino.
Otra cuestión a tener en cuenta, es que la mayoría de los parásitos son altamente específicos: no pueden parasitar a cualquier ser vivo sino que en la mayoría de ocasiones solo son capaces de desarrollar su ciclo vital sobre uno o unos pocos organismos concretos.
domingo 23 julio, 2017 @ 7:12 pm
O no desaparecerán, y heredarán la Tierra. O lo que quede de ella. El nuevo (entre comillas) árbol evolutivo que surja de ellos no quiero ni imaginarlo.
Historias aparte, todo esto ilustra lo que yo llamo «ignorancia monumental». Cada vez que podemos hacer una pregunta es que tenemos consciencia del territorio inexplorado, y cada vez que no podemos contestarla es que está, obvio, inexplorado. Y cuando la contestamos, vemos que no tenía sentido tal y como la formulamos, y nos abre un nuevo panorama, más maravilloso que el anterior. ¿Es o no es ignorancia monumental?
Digo esto último porque Evolución Sociedad pues claro que Anónima, es perfectamente capaz de producir, fabricar en serie y echar a pasear sistemas de tal resistencia que la primera pregunta es, para qué. Por qué. La otra, por qué el resto de pluricelulares no son así, se contesta sola: porque es contraproducente para el guión. Es decir, para los parámetros de supervivencia tal y como el caos lo ha definido para todo ese ramaje y follaje evolutivo. Se me perdonen los oxímorones.
Otro tema interesante es de quién son parientes en el árbol evolutivo estos rapaces. Hasta hay quien los emparenta con mi ser terrícola favorito, Opabinia Regalis.
Chi lo sà.
lunes 24 julio, 2017 @ 8:05 am
Imagínatelo feo para los cánones actuales de belleza. Feo, pero más tranquilo, sin sobresaltos, ni estrés.
Oximorones excusados, chi lo sabes, dilo.
Chao
martes 25 julio, 2017 @ 5:35 pm
Quizás sean los osos de agua los que nos lleven al espacio, integrando la proteína dsup y permitiéndonos soportar la radiación espacial.
http://amp.20minutos.es/noticia/2844536/0/secretos-animal-mas-resistente-planeta/
Pensando en el para que y el porque son tan resistentes que menciona Dr t.
Estuve leyendo esto
En los ambientes terrestres, siempre requieren por lo menos una película de agua que rodee su cuerpo para realizar las actividades necesarias para la vida.»
Pero si estas condiciones cambian, los tardígrados son capaces de entrar en una forma extrema de descanso llamada criptobiosis .
En este estado, son capaces de soportar la congelación, un proceso llamado criobiosis, y la desecación, un proceso llamado anhidrobiosis.
«Esta capacidad para resistir la desecación implica una serie compleja de factores que actúan a nivel molecular, fisiológico y estructural»
«La fisiología y bioquímica de la anhidrobiosis está enlazada a un sistema complejo que implica que muchos componentes moleculares diferentes trabajen juntos como bioprotectores».
«Los tardígrados pueden persistir durante meses o incluso años en el estado anhidrobiótico. Cuando se encuentran en el estado disecado, los tardígrados muestran una alta resistencia a los extremos físicos y químicos»
«Por ejemplo, las temperaturas muy bajas y altas, la exposición a la alta presión o al vacío, así como el contacto con disolventes orgánicos y las radiaciones ionizantes»…
Ahora pensando sobre el asunto, luego de estar disecados, y no poder moverse y resistir y resistir, es que vuelven a la vida y se reproducen. Por lo tanto los genes de los más resistentes sobreviven. Me parece con sentido evolutivo que hayan logrado esa resistencia…
Pero me queda la duda al estar tan distribuidos en todo el planeta, ¿hay subespecies que hayan desarrollado mecanismos paralelos? ¿Todos tienen los mismos mecanismos en cualquier parte del mundo?
miércoles 26 julio, 2017 @ 7:22 am
Amigo JavierL: Los tardígrados no son una especie, sino todo un filo, como puedes comprobar visitando Wikipedia poniendo simplemente «Tardígrados».
De todas formas, la razón hace pensar que han de existir numerosas especies -y es de suponer que subespecies- al estar presentes en casi todas las partes del mundo, bastando, para prosperar un ambiente húmedo. Pero los ambientes húmedos pueden ser muy diferentes. Por otra parte, es de lógica que esas resistencias sean, aunque comunes, como exponen quienes los han estudiado, variadas, de forma que unas especies resistirán más la deshidratación, otras serán más capaces de soportar las altas temperaturas, etc.
Aun así, se ve que su taxonomía no está totalmente clara; o ese es mi parecer tras leer el artículo que te he recomendado.
Un tardisaludo.
jueves 27 julio, 2017 @ 10:46 am
Efectivamente, los tardígrados tienen esa resistencia entre otras cosas porque entran en esa fase disecada.