La protección de la intimidad cada día más difícil
Algunos rasgos no deducibles a través de los metadatos se pueden inferir a través de los amigos de los amigos de Internet.
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Ahora que ya se ha demostrado que una empresa hizo mal uso de más de 80 millones de usuarios de Facebook, no está de más recordar lo malignas que pueden llegar a ser la redes sociales en Internet.
En un mundo en el que todo individuo trata de explotar a sus congéneres, es de ingenuos pensar que los datos personales que dejamos, como miguitas de pan, no puedan ser usados por otros para sacar beneficio económico o para ser usados en nuestra contra en el presente o en el futuro. Basta pensar en lo que se podría hacer a partir del perfil político deducido de ese rastro en la búsqueda de empleo o bajo un gobierno totalitario, que, a veces, no se antoja muy lejano.
Ahora, dos investigadores de la Universidad de Stanford publican un estudio sobre cómo es cada vez más difícil que las personas que usan Internet puedan ocultar sus datos personales.
Johan Ugander y Kristen Altenburger muestran que hay muchas más manera de las que imaginábamos de revelar rasgos demográficos que la gente quizás no quiera mostrar. El artículo lo han construido sobre una de de la mayores tendencias en investigación sobre la intimidad, que es tratar de comprender cómo están correlacionados los rasgos que sean diferentes.
El estudio parte de bases de datos que están disponibles específicamente para la investigación científica. Estas bases de datos reflejan el tipo de información que los sitios web entregan a los anunciantes y revelan a grupos externos cuándo las personas permiten a terceros el acceso a sus perfiles en las redes sociales.
Dada la prevalencia y extensión de estos datos, los investigadores buscaron la manera de entender mejor qué inferencias estadísticas terminaban revelando rasgos personales que la gente normalmente trata de ocultar.
En los datos sociales en Internet algunas cosas son más predecibles que otras. Ugander dice que cuando se dispusieron a estudiar las relaciones entre amigos virtuales y predictibilidad terminaron desvelando un mecanismo de inferencia que no había sido descubierto antes.
Al nivel más simple la gente revela información sobre ellos mismos a partir de sus hábitos en Internet. Así, por ejemplo, si un individuo compra pañales en Internet, entonces es muy probable que haya sido padre o madre. Esto sería un inferencia directa.
Una segunda forma de inferencia más indirecta es echar un vistazo a quiénes son sus amigos en la red. Los investigadores que han estudiado las redes sociales virtuales encontraron que que tendemos a hacer amigos de la misma edad, de la misma raza y del mismo credo político. Así que si una persona no desvela su edad o afiliación política, estas pueden ser desveladas fácilmente a través del estudio de quién es su amigo.
Pero no todos los rasgos pueden ser predichos a través de estos estudios de homologías u homofilias. Así, por ejemplo, el sexo («género») de un individuo no se revela tan fácilmente en los contextos on-line. Al parecer, según dice Altenburger, una persona desconocida que tenga más amigos virtuales varones que mujeres puede ser igualmente hombre o mujer y viceversa.
En este nuevo estudio se demuestra que es posible inferir este tipo de rasgos difíciles de deducir mediante el análisis de quiénes son los amigos de los amigos. Se basa en un técnica que los autores han calificado de monofilia y que se basa en que la gente tenga una preferencia extrema por una rasgo determinado, pero que este rasgo no necesariamente es el suyo propio.
Así, por ejemplo, en promedio se puede dar el caso de que un hombre no tenga una clara preferencia por las mujeres o por otros hombres a la hora de establecer relaciones sociales en Internet, pero ese promedio puede estar ocultando el hecho de que algunos tienen preferencias fuertes por amigos varones, mientras que otros las tengan por amigas.
Cuando hay monofilia en la red entonces es posible predecir rasgos del individuo que estén basados en los amigos de los amigos, incluso en situaciones donde no hay homofilia.
Los conjuntos de datos usados permiten levantar un mapa de la red de relaciones que contiene la información completa acerca de todos los rasgos de los individuos y de sus amigos de tal forma que es posible deducir rasgos anteriormente complicados de ser inferidos, como el sexo.
Para demostrarlo eliminaron el sexo del conjunto de los datos para ciertos individuos y fueron capaces de predecirlo a partir del análisis de quién era amigo de quién. Aunque los amigos que uno tenga on-line no permiten predecir el sexo propio, por ejemplo, los amigos de los amigos con los que uno esté relacionado tienden a ser más similares a uno mismo que los propios amigos y sí permiten predecirlo.
Los investigadores dicen que el poder otorgado por esta nueva perspectiva de mirar quienes son los amigos de los amigos resalta la importancia de proteger mejor los datos privados que vamos dejando por la red en manos ajenas. Según ellos, cualquier política que pretenda conservar la intimidad necesitará considerar a partir de ahora la información contenida en las relaciones de los amigos de los amigos.
Estos investigadores estudian otros rasgos para ver cuáles de ellos son susceptibles de ser revelados igualmente con esta técnica de amigos de amigos. Dicen no estar seguros sobre cuáles serán, pero que, desafortunadamente, la intimidad que tenemos en la red es bastante menor que lo que imaginábamos antes.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Imagen: CC0 Public Domain.
9 Comentarios
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domingo 8 abril, 2018 @ 9:01 pm
Bueno, todo esto y más ya lo dijo Snowden. En realidad, el hecho de que un dispositivo móvil te ubique geográficamente es el dato más peligroso de todos. De momento no se puede ofuscar, a diferencia de usar aplicaciones para generar ruido y ocultar datos personales en medio de una avalancha de datos fake. Todo esto hace tiempo que lo usan, pero mucho mucho, ya empezaron con los GSMs. De quién estás cerca y de quién no estás, y cuándo y con quién más. Por cierto que Snowden está en Rusia, si estuviera en Schleswig-Holstein lo deportaban a EEUU ipso-facto (¿el avión de Evo Morales? Hay quien dice que iba un dispositivo suyo dentro).
Pero una vez más la tecnología como cultura que es interacciona con ésta, con la cultura, claro está. Son las sociedades humanas «desarrolladas» (frente a las «primitivas», que no tienen la supervivencia tan resuelta y no tienen tanto margen para hacer el memo) las que acaban creando de un modo u otro un espírito de panóptico, donde todos sus miembros están alertas frente a los disidentes, sean estos quienes fueren. Es claro que esta forma de funcionar puede ser más o menos agresiva o más o menos asfixiante (también en función de a qué grupo pertenece el individuo), pero funciona para sostener nuestras sociedades verticales, jerárquicas y desiguales.
Y poner puertas al mar, eso no hay tecnología que pueda hacerlo. Porque es cultura y no puede desafiar ni suspender las leyes de la física.
lunes 9 abril, 2018 @ 9:02 am
Solamente hay una forma conocida para que un dispositivo móvil no te geolocalice. Se llama botón de apagado.
Y a veces ni funciona. Una vez leí una noticia de no se que investigador que estudiando un smartphone afirmaba haber encontrado un backdoor/malware a nivel profundo de hardware que permitía transmitir señales ¡con el teléfono apagado!.
¿Tendremos que guardar los chismes en fundas metálicas?
lunes 9 abril, 2018 @ 9:27 am
Quitarles la batería. Queda un remanente de carga en los circuitos internos (condensadores) pero no dura mucho. Pero ya hace muchos años que se usan no sólo para localizador, sino con la debida autorización judicial, o sin ella para según qué casos y por quiénes, se activa hasta el micro en remoto para llevar uno su propio micrófono encima. También es conocida la recomendación de muchas organizaciones de tapar la cam con una cinta de pintor o similar, cuando no se esté usando expresamente.
De todos modos, al grueso del personal le va, por motivos diversos, vivir en una casa de cristal. Quizá el tema no sea tanto la quiebra de la privacidad, que eso siempre es difuso en los círculos inmediatos de relación del individuo (la famosa frase de Lincoln hace al caso, es muy probable que en alguna o muchas partes se esté investigando, y no sería ninguna novedad, cómo engañar a todo el mundo todo el tiempo), cuanto que la tecnología ahora llega donde antes no podía. También es importante subrayar que a pesar de todo, y al menos por ahora, el hecho de que las inteligencias occidentales de forma masiva hayan apostado por estas tecnologías (reduciendo los costos en gastos de personal de campo de toda la vida, y de paso mercantilizando), no sólo no parece que sea capaz de revertir las tendencias naturales del sistema, sino que si me preguntan a mí yo diría que las acelera.
lunes 9 abril, 2018 @ 10:19 am
Cada maquinita tecnológica lleva incorporado su identificador, al menos el que le ha puesto el fabricante. Desde luego, primeramente el movil, con su continuo chismorreo electrónico con los repetidores de su red que está delatando de modo continuo nuestra posición, el Pc hace lo mismo con su IP en cada comunicación, ésta incluída… Hasta nuestro identificador personal en cada área de trabajo se cuela en otras inadvertidamente señalándonos…
En cierto modo, la ganancia en facilidad de comunicación se paga con la pérdida de intimidad. Es el principio de indeterminación, aquí principio de petrus, aplicado a la comunicación: Lo que se gana en comunicación se pierde en privacidad. Especial saludo a Teaius, supongo, desde el ¿extinto? eciencia…
lunes 9 abril, 2018 @ 1:52 pm
Pues sí petrus, extinto y de un día para otro sin avisar. De haberlo sabido me hubiese gustado guardar algún post que merecía la pena guardar, como cierto diario de una acequia… y algunos otros más, pero creo que ya no va a ser posible. Gracias por el saludo.
miércoles 11 abril, 2018 @ 11:27 am
Hoy todavía nos salvamos del control total gracias a alguna limitación o frontera en el tamaño de las redes y sus interacciones, como es el idioma. Supongo que hay una serie de contenedores , uno para cada idioma , chino, inglés, español, francés… que se mantienen parcialmente separados de los demás, pero en unos años, cuando nuestros jóvenes sucumban al encanto del inglés, y sobre todo si se llega a un solo idioma de red, el control y la potencial influencia serán brutales. Una sola mente con 10.000.000.000, 10E10, cerebros conectados, cada uno de ellos con 10E14 neuronas, lo que hace un supercerebro de 10E24 neuronas maquinando, nunca mejor dicho, maldades… En esos días, si alguien escribe en una página » La Universidad de Watayoww informa que un asteroide de hielo de 10 Km de diámetro colisionará con la Tierra a las 23 horas del próximo lunes en el Pacífico Sur «, se garantizaría cientos de millones de lecturas y otros tantos síncopes, sudores varios y pánicos globales… amén de, espero, una detención y condena fulminantes por difundir bulos terroríficos. De donde se deduce que es necesario organizar desde ahora sistemas de control de calidad y filtrado automáticos , para no morir enloquecidos, abrumados y aplastados por el tsunami de información y desinformación, al 50% que, procedente del futuro, nos amenaza.
miércoles 11 abril, 2018 @ 4:13 pm
Eso… Ya está pasando. Y siempre ha pasado. Es curioso como al enseñar historia se omiten fenómenos y pormenores que en mi opinión no se debería, en Europa, durante siglos, desde los púlpitos se difundía una Lectura de Cartilla en toda regla, y se convocaba a la Santa Cruzada lo mismo que un pogromo de judíos. El tener el monopolio del equivalente de los mass media de la época le dio a la Iglesia un poder mucho mayor del que más de uno podía concibir, perfectamente retratado en la frase del Padrecito «dónde están las divisiones acorazadas del Vaticano». Pues acorazadas no, pero las tenía delante de las narices. Es además chocante que él hiciese semejante afirmación, tanto si fue boutade o pretendía desalojarse un rival molesto. La reforma protestante también se entiende mucho mejor desde estos parámetros, me monto un Granma para cepillarme una AP News.
Obviamente hoy entrar en una iglesia y ver esa torreta en un lateral… La mayoría del personal ni sabe lo que es, incluyendo muchos de los que van. Hoy tenemos otras cosas, que también van periclitando. Pero el engaño no depende de la tecnología, no se miente mejor (o más barato) desde una torreta adosada que desde un estudio de tv o con una página web llena de colorines y chorradas audiovisuales, los mentirosos siempre somos los humanos. El problema lo tenemos nosotros, la tecnología sólo lo expresa. Hombre, sí, mata mejor la metralleta que la estrella de la mañana (y más limpio), pero en realidad es el brazo del tronco del cuerpo de alguien.
Respecto al inglés, pues me estoy riendo un rato. Ahora con el Brexit parece evidente que por un estado de 4 millones y otro ni de medio, insulares ambos, no es de recibo que sea lengua de trabajo de un chiringo de 600 millones (y va a dejar de serlo, es una decisión política que ya está tomada). Por decir algo, habla más gente el catalán. Por tanto el curso actual de la UE pasa por el alemán y el francés. No será hoy ni mañana, pero la inercia de este rumbo va a ser formidable. No, no va a haber ninguna lengua universal, y menos ahora que Google me traduce a unos disparates la mar de graciosos.
Esto me recuerda al Presidente de cierta comunidad autónoma que con ocasión de cierto boato estaba leyendo una salmodia a un grupo de teutones en su estándar, con una fonética entre lo patético y lo vergüenzajenista, por aquello de colocarnos la moto de que era fluente en tal idioma, en medio de sopores por un lado y perplejidad brutal por otro (el de los teutones), en un momento dado nuestro buen hombre tuvo que leer una fecha, es decir un año (ponle 1899), que el #@%& del autor del discurso puso en número y no en letra. Nuestro buen servidor público salió del trance leyendo, tal cual, milochocientosnoventaynueve (en castellano, por supuesto) para seguir asesinando la lengua de Goethe.
Es posible que en ocasiones, la estupidez humana sea una ventaja evolutiva.
domingo 15 abril, 2018 @ 7:48 am
Aunque sea salirme lateralmente del tema, me extraña que en esta nuestra página -con permiso de Neo- apenas aparezca aluna mujer en largos periodos -salvo que alguno sea un camuflaje, pero no me lo parece-, mientras que en los programas más tontos de la TV abundan de forma espectacular. Lo digo porque hace unos días me llamó mi exposa para recomendarme un programa concreto de ese día en el que un muchacho de humilde estatus -diría que subsahariano- le entregarían el primer premio en competencia con otros fenómenos. Lo más curioso es que había vencido con un poema. Ella me llamó porque sabe que me encanta la poesía. Pero el caso es que había vencido con, para mi, un muy regular poema. Me lo explico porque iba dedicado a su madre, porque la mayoría allí eran madres más o menos jóvenes y porque, seguramente, ninguna había recibido de su hijo tal manifestación de amor. Las lágrimas llenaban los suelos. Así gana cualquiera.
Creo en la diferencia entre sexos y en la igualdad de derechos, quizá porque tengo una hermana que la que siempre he considerado igual e, incluso, admiré por sus magníficas notas. Cosas de la crianza.
Pero me voy del tema preguntándome por qué esto es así.
domingo 15 abril, 2018 @ 9:19 am
He meditado y, en realidad, no sé si he sido ecuánime. Vengo de una época en la que la mujer, normalmente, recibía menos educación que el hombre. También se dedicaba a labores más secundarias. Pero eso ha de tener una causa y, por lo mismo, unas consecuencias. La causa, posiblemente ancestral de muy largo antaño; posiblemente la diferenciación entre la maternidad más la recolección para ellas y la caza para nosotros. Ahora quieren vencer esa diferencia que ya no tiene tales motivaciones. Pero hay una rémora. Pienso que la mujer es más sensible. Pero sigue habiendo más poetas entre los hombres. Quizá eso cambie algún día. En fin: el eterno dilema.