Mejor baterías que hidrógeno
Un estudio sostiene que el hidrógeno sería mucho menos rentable que las baterías a la hora de alimentar un coche eléctrico.
Se acabó lo que se daba. Los días de los automóviles con motor de explosión interna están acabados.
Podríamos pensar que nos hemos vuelto bondadosos con el medio ambiente y que queremos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. La realidad es que se ha superado el cenit del petróleo convencional y el no convencional también tiene los días contados.
La producción de gasóleo está en caída libre y ahora los políticos quieren poner impuestos especiales al mismo para reducir su consumo y restringen su uso en ciudades con la excusa de la contaminación. Sus emisiones de dióxido de carbono son menores a la gasolina, pero hay que reservar este recurso para el transporte, la agricultura y la pesca. Por cierto, la contaminación por micropartículas en las ciudades también se debe a las pastillas de freno y al desgaste de los neumáticos en gran medida.
Ante esta posibilidad se buscan alternativas al transporte personal que no pasen por el consumo de combustibles fósiles.
La eficacia de los motores de explosión interna es muy baja. Sólo el 20% de la energía del combustible va a parar al movimiento del vehículo, el resto se va en la extracción, refinamiento, transporte, evaporación y calor producido por el motor.
Ante esta perspectiva se propone el automóvil eléctrico. Pero este tipo de vehículo no está exento de problemas. Consume mucha más energía en su construcción, es más pesado y tiene poca autonomía. Aspectos que supera Tesla a costa de un precio estratosférico para el común de los mortales.
El problema del coche eléctrico es la batería, que es grande y pesada. Cuanta más autonomía queramos que tenga el vehículo más grande tiene que ser la batería y más lastramos el vehículo, por lo que gasta más energía. Los tiempos de recarga también son largos, mayores cuanta más capacidad tenga la batería.
Ante estos problemas, los camiones y autobuses eléctricos para largas distancias no son posibles hoy en día (ni mencionar los camiones de las minas a cielo abierto y los barcos mercantes). Además, está el coste y abundancia de elementos como el litio o el cobalto, que dificultan el suministro y obtención de baterías económicas y sostenibles.
Por esta razón se está recuperando la idea de usar el hidrógeno. Cada coche llevaría un depósito de hidrógeno a presión y este se usaría en una pila de combustible para producir electricidad con la que mover el motor eléctrico. Las emisiones serían de vapor de agua, los tiempos de recarga serían cortos y el peso no sería excesivo. Se podrían usar alternativas a los metales raros de los catalizadores de la pila de combustible y todo sería maravilloso.
Lo malo es que no hay fuentes de hidrógeno. Si pudiéramos teletransportar este desde Júpiter, al final acabaríamos convirtiendo en agua todo el oxígeno de la atmósfera terrestre y no podríamos respirar. Así que hay que producir el hidrógeno mediante electrolisis a partir de agua y electricidad, a ser posible de origen solar o eólico, porque de otro modo sería un absurdo.
Ahora, un estudio apunta a que el sueño del hidrógeno no funcionaría para el transporte y que el coche eléctrico con batería es más rentable. Simplemente las cuentas no salen para el hidrógeno como vector de energía.
Según sus autores los vehículos eléctricos con baterías tienen menos pérdidas de energía que los de hidrógeno (respecto a los de combustión interna es obvio).
Para poder obtener hidrógeno de fuentes alternativas y luego consumirlo se tiene que dar una serie de pasos que tiene un rendimiento que no es perfecto:
– Generar la electricidad
– Extraer y tratar el agua
– Efectuar la electrolisis para producir el hidrógeno
– Licuar o comprimir el hidrógeno generado
– Transportar el hidrógeno hasta su distribución en hidrogeneras
– Repostar el vehículo
– Generar electricidad en la pila de combustible
– Consumo de la electricidad en el motor del vehículo.
En cada uno de estos pasos se gasta energía, así que se paga un peaje en todos ellos. Mientras, el caso de la electricidad es mucho más directo. En este caso se genera la electricidad (presumiblemente con fuentes de energía alternativas) y se recarga el coche. Luego es consumida por el motor. Hay pérdidas en la transmisión de la electricidad, en la carga y descarga, pero no son elevadas.
La suma de las pérdidas de esquema del hidrógeno hace que un automóvil que use hidrógeno consuma de 3 a 4 veces más energía por kilómetro recorrido que uno a batería.
Los autores hacen un cálculo para el caso de Australia. Si hubiera 14 millones de coches eléctricos en el país, se necesitarían 37 TWh de electricidad al año, lo que supone un 15% de la energía que produce el país. Pero si la misma cantidad de vehículos fueran a hidrógeno se necesitarían 157 TWh, lo que supone un 63% de la producción nacional de electricidad del país.
Otro informe apunta a que si para 2046 todos los vehículos (incluidos los pesados) de la región australiana de Victoria fueran a hidrógeno se necesitarán 64 TWh de electricidad, el equivalente a un aumento de un 147% en el consumo de energía de ese estado. Para el caso de ser a baterías, el consumo anual sería de 22 TWh, casi un tercio menor.
Además, un rendimiento más alto significa que el coste de la energía para el usuario es necesariamente es menor. El coche a batería saldría de un 70 a un 90% más barato de mantener que uno a hidrógeno aunque este combustible tuviera paridad de precio con la gasolina.
Obviamente, con la actual tecnología, el coche a batería no es un buen reemplazo del convencional para todos los posible usos, pero puede sustituir a una buena proporción de los automóviles con motor de explosión interna.
En Australia se podría cubrir una demanda del 100% con energía renovables para los años treinta de este siglo. La sustitución de todos los vehículos por eléctricos a baterías no sería la solución definitiva al aumento de la temperatura global, pero ayudaría mucho.
El problema es que no toda la energía se consume en el transporte y la electrificación total de un país es algo difícil de conseguir.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
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sábado 1 diciembre, 2018 @ 10:44 pm
El coche es un mal invento, heredero más de la carroza real que otra cosa. Una solución sería cargárselo por completo, excepto ambulancias, transporte capilar, etc. Ir contra la cultura suele venir a ser lo mismo que darse cabezazos contra la pared. Al menos, la saturación es tan brutal que incluso está calando la idea de que es un mal invento. Además, en Europa hemos pasado de coches de 500-700 kg a tonelada y mucho, respecto a la tan manida seguridad yo lo veo turbio, porque aunque un coche moderno protege indudablemente mejor a su contenido que uno de 1950 y ni digamos 1920, no se puede comparar porque los entornos son completamente diferentes, y un carro de 45 CV lo mire uno como quiera es menos mortífero que uno de 250 (incluso compro el argumento de que es más seguro adelantar a 180 que a 65, allá donde sea legal).
Este problema además es más grave en unos países que en otros. El coche ha sido un factor más de planificación (?) urbanística, nefasto. Las ciudades de EEUU siempre han tenido una planta muy diferente de las europeas por razones históricas, pero se han configurado finalmente como mucho más extensas que las europeas a igualdad de población. Un área urbana de x habitantes de EEUU puede ser hasta diez veces más extensa que otra europea (tres como mínimo), y esto hace que el transporte colectivo sea más complejo de gestionar y caro. Este fenómeno puede estarse dando en las ciudades chinas y de otras latitudes.
Mucho me temo que la solución vendrá de múltiples estrategias. En Suecia ya están ensayando con carreteras electrificadas con un tendido aéreo y camiones con un troley. No sé qué recorrido pueda tener un sistema de inducción en balizas (y cómo tiene que ser el colector del vehículo y que no se cueza), haces máser lo han propuesto para aviones, puede ser interesante en ese caso un corte de alimentación. Como fuera, siempre tendrá que haber un vehículo con autonomía respecto a su vía, así que en algunos casos serán baterías porque el biocombustible las cuentas sí que nanay.
Hay un francés que propone motores de aire comprimido (en tanques, al descomprimir mueven un motorcito), los vehículos son pequeños y la autonomía ni 200 km. Se pueden cargar con un compresor o él propone grandes depósitos (con el mismo sistema de carga) que llenan las bombonas del vehículo en relativamente poco tiempo.
Y luego por supuesto están los pedales. La bicicleta no es un diseño tan inmejorable. El récord a pedales lo tiene un vehículo carenado con dos pedaleros y logró ciento y poco km hora en llano. Tal vez haya bastante futuro por aquí (bastante más ecológico que el patinete eléctrico).
domingo 2 diciembre, 2018 @ 5:03 am
¿Y qué tal sería la locomoción mediante electroimanes en terminos de coste y eficiencia (como la que se usa en algunos trenes o atracciones de feria como el «Superman»)?
domingo 2 diciembre, 2018 @ 10:06 am
Se han enterado de esta patente …
HYPROSI
https://www.upv.es/noticias-upv/noticia-10497-hyprosi-es.html
domingo 2 diciembre, 2018 @ 8:51 pm
Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología Química -centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas,y el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea de la Universidad de Zaragoza, ha desarrollado y probado con éxito, un prototipo de coche a escala que almacena y genera hidrógeno de forma segura, y es capaz de utilizarlo como combustible.
domingo 2 diciembre, 2018 @ 10:56 pm
Pues si hay que generar alcohol a partir de hidrógeno se añade otro paso más con un coste de eficiencia que hace que la cosa sea aún más ineficiente.
lunes 3 diciembre, 2018 @ 8:27 pm
Algo similar acaban de hacer con un avión(cito) de la NASA (ma non troppo), ionizando el aire para hacerlo circular y generando un empuje, claro que en este caso se busca eliminar las piezas mecánicas de turbohélices o reactores. Pero viene siendo un «empuje magnético». Pero a día de hoy imagino que es más barato un troley, no sólo por costes de piezas, sino porque el sistema de imanes vendría siendo una especie de ciclotrón donde se apaga uno para encenderse el siguiente, y es otro sistema adicional. Aunque el problema de los vehículos híbridos es el sobrepeso, llevas el motor eléctrico del troley en este caso y uno de combustión por si sales del tendido, si pones baterías bajas el peso respecto al motor químico, también cambias, por ahora, los costos y demás.
En cuanto a motores de alcohol recuerdo haber leído alguna vez que se podría mirar la conversión de gas natural (metano) en algún tipo de molécula más fácil de gestionar, pues metanol por ejemplo, asumiendo la pérdida energética con la de la propia extracción. Dado que hablamos de un líquido frente a un gas, a priori se podría pensar que bajamos costos de transporte y depósitos, pero tampoco salen las cuentas. El proceso químico es considerable, y luego el gas se puede comprimir y transportar mejor y alimentar el motor a tasas altas, aunque la tecnología sea más compleja y cara, sale a cuenta, el metanol es virtualmente incompresible para la tecnología usada, y el rendimiento en relación al depósito entonces cae proporcionalmente, si sintetizamos moléculas más energéticas (digamos hidrocarburos similares a las gasolinas) entonces el negocio pasa directamente a no tener sentido.
Digo todo esto por el famoso programa de bioalcohol que ya tiene muchos años de Brasil. O lo hicieron para fomentar un determinado modelo de agronegocio, el que tienen ahora y que es agronecio, o lo meto en el mismo grupo de cosas que el referéndum sueco circulamos por la derecha. No tiene sentido, si esto tuviera sentido la revolución industrial la habrían empezado los egipcios fermentando grano.
martes 4 diciembre, 2018 @ 10:05 am
Pienso que, a pesar de mi preferencia por el hidrógeno que, partiendo del agua es inagotable, lo que le da una gran ventaja a la larga, los coches con baterías, pesadísimos, podrían ayudarse de la energía solar con células en el techo y capó, para ayudar a que la carga durase algo más.
Tampoco es mala idea las carreteras cubiertas de células solares y a la vez, conductoras. Los coches serían muy poco pesados y se ahorraría muchísimo en combustible. Habría que pensar en cómo solucionar los días lluviosos, porque podrían generarse cortocircuitos descomunales.
martes 4 diciembre, 2018 @ 9:58 pm
Estimado Tomás:
Es que, normalmente, no es es consciente de la energía que consume un automóvil. La mayoría de la gente que tiene que desplazarse a una gran ciudad para trabajar gasta más energía con su auto que en su casa.
Las placas fotovoltaicas en el techo de un automóvil no sirven de gran cosa, aunque el mismo tenga el tamaño de dos autobuses, pese lo que una bicicleta y sea más aerodinámico que una atún.
Es fácil hacer los cálculos:
La mejor placa solar del mercado no bifacial genera 300 vatios de potencia.
Un coche normal tiene 90 caballos, que son 735,5 × 90 = 66195 vatios de potencia.
Es decir, se necesitan 220 paneles de esos de unos 1,6 metros cuadrados cada uno. En total 352 metros cuadrados, que ocupan un cuadrado de 19 por 19 metros, más o menos.
miércoles 5 diciembre, 2018 @ 8:06 am
Contra un cálculo no se puede luchar mucho, pero yo he podido ver en la tele un coche, supongo ligerísimo -también el conductor sería peso mosca-, movido solo por energía solar y que alcanzó, creo recordar unos 50 o 60 km/h. De todas formas no tomas en cuenta que esos paneles pueden estar cargando muchas horas mientras el coche está parado. Pero no voy a discutir tu razonamiento; solo digo que sería una ayuda.
Más importantes son otras consideraciones:
No podemos descansar sino en fuentes inagotables o totalmente renovables; todo lo demás, se acabará tarde o temprano.
Por lo que se dijo en un programa de divulgación ayer mismo, la energía de fusión se ha logrado; el problema es la duración de la reacción.
Sea cual sea la fuente, el transporte de la energía habrá de ser eléctrico.
Si pudiera fabricarse in situ, queda por resolver de manera segura el transporte del hidrógeno para los vehículos. La cuestión del rendimiento es secundaria como lo ha sido y sigue siendo la utilización de los combustibles fósiles.
Y gracias por tu sencilla clase magistral (es su mayor mérito).
miércoles 5 diciembre, 2018 @ 12:36 pm
Bueno, al charco.
La especie humana no necesita coches, ni menos una actividad comercial tan delirante como para importar bragas desde 12.000 km y arándanos desde las antípodas. Como todo, es puro despilfarro. La movilidad que tenemos es superflua, y la ciencia y el mundo se las arreglaron bastante bien sin coches. Ya que hablamos de británicos, en el cénit de su imperio, el RU descansaba en el ferrocarril (bastante más ecológico que el coche y hasta que el caballo, si me apuras), las carreteras eran, sin perdón, una mierda, la aplastante mayoría casi sin pavimentar, y hablo de los años 20, por mucho que las películas den otra imagen (basta leer la abundante literatura). Creo que tenemos asumido que cuanta más energía dispongamos, peor eficiencia tendremos, esto es algo constante, es un tema cultural.
Mi abuelo, al que no conocí, llegó a caminar 100 km en un par de días (le tocó una época, pues supongo como la tuya). Evidentemente no es lo mismo que hacer esa distancia en una hora escasa, pero la cuenta en energía, incluyendo la pernocta, ya te la hizo Neo. No te voy a decir que el mundo funcionaba igual porque evidentemente no lo hacía, pero en esa época el riesgo de colapso ecológico era alto pero todavía reversible, actualmente ni siquiera sabemos si hemos pasado el punto de no retorno. Hay más de 1.000 millones de coches sólo en Occidente, si los chinos y los indios van a sumarse a la fiesta (derecho, tienen el mismo), el problema se dispara.
No veo ningún problema en una red de transporte público y como dicen los anglófonos, la última milla a gambas o vehículo de tracción humana. No le veo la ventaja al transporte privado, no se la veo por ninguna parte, más que en casos puntuales y muy concretos. Es una herencia cultural de cuando los ricos iban en carro y los pobres como mi abuelo, y los ricos iban en carro porque solían estar obesos, que era visto como algo socialmente deseable (y también, entre otras, por cuestiones de su propia seguridas aparte el escaparate social). Alguien que vive en el campo, p.ej., puede justificar que necesita un coche, es mucho más difícil si vives en una ciudad. Y la población rural en Occidente es residual. Mira lo que está pasando en Francia y quiénes protestan, los conductores urbanos no se les ve el pelo en la protesta.
miércoles 5 diciembre, 2018 @ 3:17 pm
Dr.Thriller:
Incluso a nivel individual, cuanto más tenemos de un recurso más lo derrochamos, incluyendo el tiempo.
El problema de la energía es que cuanta más tenemos más destruimos el medio y los ecosistemas, más contaminamos, etc. Antes, para producir una lechuga, se invertía una fracción de las calorías contenida en ella para producirla. Ahora posiblemente invirtamos 10 veces su contenido en energía.
Lo peor que nos podría pasar es que la fusión nuclear controlada fuera barata y rentable.
En cuanto a lo de traer un yogur de las antípodas es el típico absurdo de la economía neoliberal, que asume que se tienen que traer las cosas de donde sean si n¡son más baratas. Pero en esas cuentas nunca se considera la externalización de coste. Y un mercante quemando «alquitrán» es una bestialidad.
miércoles 5 diciembre, 2018 @ 3:21 pm
Estimado Tomás:
Esos prototipos pueden alcanzar más de 100 km/h, pero tienen un potencia mínima, son muy aerodinámicos, el conductor va sentado en un bastidor similar al de una bicicleta, están recubiertos por las mejores células solares de altísimo rendimiento (muy caras) y circulan en una competición por el desierto australiano.
No puedes llevar a los niños al cole con ellos, no puedes llevar la compran, no funcionan si está nublado, etc. Y en caso de colisión tienen la ventaja de que mueres rápido.
jueves 6 diciembre, 2018 @ 9:39 am
En principio, disponer de una energía limpia y barata no debería ser negativo. Sí que he de reconocer el mal uso que hacemos de ella, de cómo se abusa. Por ejemplo me irrita en grado sumo cuando escucho -generalmente a mujeres y que me excusen las féminas-: «vayamos de compras a Barcelona, o a Londres, o a Nueva York». Es lo más idiota que suele escucharse. ¡Pero si no necesitan nada, ¿por qué ir a comprar?! Es como decir: «vamos a pasear». El otro día escuchaba a dos tontas a la puerta del colegio: ¿Pero no me dijiste que ibas a comprarte un deportivo y ahora te veo con ese cuatro por cuatro?… Bueno, estupidez sin límites. ¿Que también somos estúpidos los hombres? Pues sí y, como se está viendo, más bestias -lo digo por la proliferación de «manadas», «cachopos» y energúmenos así, aunque también las hay sin desperdicio -lo digo por la Quezada esa, la que con tal alevosía e hipocresía ilimitada asesinó al «Pescaito»-. Pero me empiezo a parecer a Dr. -lo bueno se contagia, porque no está mal hablar de todo un poco- yéndome del tema principal.
Lo que quiero decir es que la ley y la organización social debería bastar para que no se abusase de la energía aunque fuese baratísima. Como pregonáis, y me apunto, el transporte público debería ser el eje fundamental de la movilidad, porque he escuchado que el incremento de las emisiones de este 2018 va a ser récord después de dos años de cierta moderación.
Deberíamos preguntarnos muchas cosas: ¿por qué se invierte tanto en prisa con el AVE y se abandonan las cercanías? Resulta incomprensible. Y los alcaldes presumiendo de haber conseguido ese extra de prisa para unos pocos mientras hay ciudades próximas que han olvidado el ferrocarril y han puesto autobuses.
Me parece muy bien el ejemplo de la lechuga, pero ¿y si pudiese transportarse a coste nulo o casi? El traer cosas de lejos usando combustibles fósiles es de locos, y lo seguimos haciendo, pero en un mundo con energías limpias y baratas es positivo.
Bueno, ya espero vuestro rapapolvo, con seguridad lleno de buenas razones, como siempre.
Un fuerte abrazo para mis queridos críticos.
jueves 6 diciembre, 2018 @ 2:04 pm
Eso es, Aragón ya es casi un desierto (excepto Zaragoza) y el resto de Hispanistán va en el mismo sentido, y tenemos un tren que va como una bala sin parar en ninguna parte, y el iluminado de Elon Petardos y su Fiscalidad Creativa (y sueldos habituales de la panadería del recorte), quiere meterlo por un tubo para el día que haya una fisura, explosión e incineración todo en uno. Detrás de todo, esa divinidad que goza de la mayor popularidad de la historia que se llama Qap Eeh Tal.
Efectivamente, es del género meningítico ir a Londres o París de compras básicamente porque hay la misma eme transnacional que en Zaragoza o Estambul. De hecho, las tiendas de Inditex, o Primark, o Trappo di Cattetto & Baglietta di Porcaria, por decir algo, son exactamente iguales en cualquier parte e incluso los batallones de trabajadores que las montan se desplazan físicamente al V Pino (en Horror Air y se alojan en Padrecito Hotels) para hacerlo (uno que yo conozco, sargento de esos batallones, con salario hispanistano, da igual que esté armando el quiosco en Germanistán o en Rusistán o Niponistán).
Es decir, una estupidez colosal con una complejidad impresionante, todo enfocado a seguir los dogmas de Qap Eeh Tal, que se siguen a pies juntillas y con una precisión y eficiencia sobresaliente, pasando por encima (literalmente) de cualquier otra consideración. En general esto último no tiene por qué ser crítico, con excepción del pequeño detalle de la supervivencia.
Somos muy listos y al mismo tiempo muy estúpidos. A ver que Idiotez Amplificada emula esto.
viernes 7 diciembre, 2018 @ 7:53 am
Emularnos como mucho, querido Dr. Thriller. Superar nuestra tontería es bastante más complicado:
https://www.youtube.com/watch?v=7nTalMdfCDA
En cuanto a las marcas, si no me equivoco es Trappo di Catetto & Baglietta di Troyana. A ver qué te parece.
Muchas gracias por las risas.
viernes 7 diciembre, 2018 @ 9:36 am
Bueno, bueno. Si os ponéis así sean las baterías el no va más. Ni padre, ni madre, ni Morata de Jalón ni Morata de Jiloca; sea Jaime de Mora y Aragón q.e.p.d.
Me rindo.
viernes 7 diciembre, 2018 @ 6:41 pm
Para grandes distancias, lo mejor por ahora sería autopistas con railes eléctricos de alimentación, a bajo voltaje, que podrían abaratar los transportes , siendo los vehículos simples receptores , sin baterías o, todo lo más, con baterías para pequeños desplazamientos en ciudades y cercanías. Vamos, una especie de humanidad con autos como los de choque de la mejor tradición. Y olvidarnos de nuestros flamantes cien o ciento cincuenta caballos para cada uno. Por lo menos hasta que descubramos cómo fabricarnos agujeros negros manejables donde echar unos granos de arena y sacarles la energía con el mc2 de turno…
viernes 7 diciembre, 2018 @ 7:44 pm
Huy, Tomás, cuidado con la familia real belga (sí, ya sabes por los dicinodontos que soy muy incluyente con los genes), si bien no fueron actores tuvieron personajes muy de la farándula de la peor especie, tíos abuelos (ya sabes que patino con los parentescos por lo antedicho) muy amigos de la svástica, un señor que primero quiso mangarle las Filipinas a Isabel II y luego se hizo una finca personal en mitad de África donde se dedicó a arruinar inversores y esparcir agentes patógenos entre los humanos locales (deliberadamente, se entiende), cuando no usarlos directamente de blancos de armas de fuego, y al final el Estado tuvo que comprarle la hecatombe por una cantidad astronómica, incluso para cifras de Lemaître, sólo para pagar pufos (y no cobraron todos, eh, cuidado que hay clases). Fíjate como fue la cosa que hasta la plebs abucheó el coche fúnebre. Queda lejos del cuñado de don Jaime pero vamos, de documental de animalitos.
El vídeo de M.A. nos describe a la perfección la etología del inquilino de La Moncloa, ese nicho específico permite que parasiten una especie llamada stati functionarium, por ejemplo, el papá del precedente que fue el lamentable jurista que opacitó un envenamiento masivo no era quien pagaba nada, aunque hubiese podido, claro que tampoco su vástago. El ocupante actual no desmerece. Todos visten Luxuria di Carnavale, impacto en CO2 varias toneladas por kilo de michelín.
Lo de convertir rodovías en equivalencias electrificadas de las ferrovías no es mala idea en principio, el problema para Ysp. es que autopistas, creo que ya tenemos más km que Germ. (desde luego más que Versallistán), y como sabemos, valga de ejemplo un set de ellas que cinturiza la capital del estado, son ruinosas en relación eficiencia tránsito/mantenimiento. No es que en Germanistán sean eficientes, que no lo son (ni con Hitler, las hizo para los Panzer aunque digan que no), ahora que ellos en principio pueden comprar más Harappo di Summo Pontifice, o al menos mientras no implosione este sistema.
Después a ver qué hacen con decenas de miles de km2 de asfalto.
sábado 8 diciembre, 2018 @ 9:56 am
Quizá Hitler las hizo para los «panzer»; aquí se han hecho, como toda obra y obrilla por las «paster» de nuestros administradores. ¡A la saca!, que dice Mota.
domingo 9 diciembre, 2018 @ 2:47 pm
Estos están cruzando la Antártida con con vehículo solar hecho de plástico reciclado:
https://www.clean2antarctica.nl/episodes-antarctica
Llevan dos remolques con paneles y cuentan con 24 horas de luz en este época. Se mueven a unos 2 km por hora.