Murciélagos, coronavirus y otras enfermedades
Explican por qué las graves enfermedades infecciosas recientes proceden de los murciélagos.
El ser humano está empujando los ecosistemas al límite de lo que el planeta puede ya aguantar y se introduce en sitios en donde no debería para consumir todo tipo de animales, incluidos los murciélagos y los animales con los que interaccionan.
Lo malo es que la mayoría de las enfermedades infecciosas proceden de los animales, sean de los domésticos que criamos en gran número o de los salvajes, como puedan ser los murciélagos.
Y es que los brotes de enfermedades que en estos últimos años casi se han transformado en pandemias que diezmen la población humana tienen algo en común: todos los virus que las causan proceden de los murciélagos. El virus del SARS, el del MERS, el del ébola, el del marburg y el coronavirus Covid-19 que ahora ocupa las primeras planas proceden de los murciélagos.
Independientemente de que las costumbres culinarias de algunas culturas incluyan los murciélagos en su dieta, es importante para la comunidad científica debatir el porqué estas enfermedades son tan letales.
Ahora un estudio reciente propone una explicación a este hecho. Según los autores del estudio, la potente respuesta inmune de estos animales fuerza a que los virus que los atacan se repliquen muy rápidamente. Cuando estos virus saltan a otros mamíferos, como los humanos, son muy virulentos al ser la respuesta inmune del nuevo vertebrado mucho más débil.
Recordemos que este salto al ser humano no tiene que ser directo y basta que el virus salte a otro mamífero intermedio no humano y luego de este al humano. Para el Covid-19 se ha propuesto recientemente que el virus pasó de los murciélagos a los pangolines y de estos a los humanos.
Muchos chinos creen todavía en los supuestos aportes «nutritivos» de las especies exóticas, entre ellos el pangolín, en lo que se puede calificar de pensamiento mágico. Se estima que más de un millón de pangolines han sido cazados y comercializados entre 2000 y el 2013, pese a ser una especie protegida por estar en peligro de extinción. Ahora, a raíz del brote de coronavirus, se ha establecido una prohibición temporal en la venta de especies exóticas en China.
Algunas especies de murciélagos muestran un respuesta inmune muy fuerte que mantiene a los virus a raya y los mantienen fuera de sus células. Esto, obviamente protege a los murciélagos. Pero los virus evolucionan hacia una tasa de reproducción y, por tanto, de mutación alta que les permita atacar a estos animales. Esto hace de los murciélagos unos reservorios importantes de virus de alta replicación que son tolerados por estos mamíferos, pero hace que al entrar en otros mamíferos, el sistema inmune de estas otras especies se vea superado por la rápida replicación y se tenga una alta tasa de mortalidad.
Según Cara Brook (Universidad de Berkeley), para que los murciélagos mantengan esta respuesta tienen que contrarrestarla con una respuesta antiinflamatoria potente, algo que el ser humano, por ejemplo, no puede hacer y que en caso de infección se genere una inflamación extensa para una respuesta inmune que pare la infección. Parece que los murciélagos son el único ejemplo de mamíferos con la capacidad de generar una respuesta inmune muy fuerte sin pagar el peaje de la alta inflamación.
Los investigadores autores del estudio señalan que la alteración del hábitat de los murciélagos parece estar del estrés que padecen y esto hace que tengan más virus en la saliva, orina y heces. Secreciones que pueden infectar a otros mamíferos de su entorno.
Brook trabaja en un proyecto Bat One Health de vigilancia de murciélagos financiado por DARPA y que se desarrolla en la actualidad en Madagascar, Bangladesh, Ghana y Australia. El objetivo es explorar la relación que hay entre la pérdida de hábitats y el contagio de virus a humanos y otros animales.
Uno podría pensar que, como los murciélagos no están emparentados con los humanos, las posibilidades de que nos pasen enfermedades infecciosas son escasas, pero este trabajo demuestra precisamente que la respuesta inmune de estos animales hace que la virulencia que alcanzan los virus en estos animales es suficiente para sobrepasar las barreras interespecíficas que pudiera haber.
Los murciélagos, al ser los únicos mamíferos voladores, necesitan un metabolismo muy alto que les proporcione energía para el vuelo. Sería una tasa metabólica similar a la que tienen los roedores cuando corren. Una alta tasa metabólica normalmente da lugar a daños en los tejidos debido a la acumulación de metabolitos perjudiciales, principalmente radicales libres. Pero los murciélagos han desarrollado un mecanismo fisiológico que les permite eliminar estas sustancias de manera eficaz. Y este es el mismo mecanismo que les permite reducir la inflamación aunque su respuesta inmune sea muy alta.
Todo ello explicaría la esperanza de vida de los murciélagos, que es muy superior a de otros animales de tamaño similar. Algunos de estos animales pueden vivir 40 años, mientras que un roedor de tamaño similar vive sólo un par de años. La reducción de la inflamación tiene además otra ventaja: la producción de interferón alfa que manda una señal a las células para que se preparen ante la llegada de virus.
En animales más grandes la tasa metabólica es menor y la producción de estas sustancias perjudiciales se da en menor medida y pueden ser eliminadas fácilmente.
Todos estos resultados se basan, entre otras cosas, en experimentos realizados por este grupo de investigadores. Brook ha cultivado células de murciélago y células de mono que hacen de cultivo de control. Añadiendo virus a las placas de Petri ha podido medir la producción de interferón y otras características de la respuesta inmune de los murciélagos frente a las de otros mamíferos como los monos.
Pudieron apreciar cómo las células de mono sucumbían rápidamente a la presencia de virus como los del ébola o los de marburg, mientras que las de murciélago resistían. Aunque había diferencia entre distintas especies de murciélago y los diferentes virus testados.
Brook también ha desarrollado distintos modelos computacionales que remedan el comportamiento de estos cultivos celulares.
Según Brook el problema es que el sistema inmune de los humanos, o de otros mamíferos distintos a los murciélagos, no pueden proteger las células de sus cuerpos porque la respuesta inmune necesaria para contener a un virus de este origen no se puede mantener sin causar daños al cuerpo del paciente. Simplemente carecemos de los mecanismos antivirales de los murciélagos.
Muchos de los virus con origen en los murciélagos saltaron al ser humano a través de un mamífero que hizo de intermediario. Así, el SARS pasó primero por la civeta de las palmeras común, el MERS usó a los camellos, el ébola a gorilas y chimpancés, el marburg a monos verdes africanos, el nipah a cerdos y el hendra a los caballos.
El grupo de Brook esta ahora diseñando nuevos modelos de enfermedades para los murciélagos para así comprender mejor la propagación de los virus a otros animales y humanos.
«Es realmente importante comprender la trayectoria de una infección a la hora de ser capaz de predecir la aparición y extensión, difusión y trasmisión», dice Brook.
Es todavía pronto para saber si la propagación del coronavirus Covid-19 dará lugar o no a una pandemia global. Sin embargo, estas ya han ocurrido en el pasado y posiblemente ocurran en el futuro, entre otras cosas porque nunca antes los humanos hemos estado tan en contacto unos con otros ni nos hemos movido tanto y tan rápido a cualquier punto del globo.
Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Linfa Wang, Duke University.
21 Comentarios
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miércoles 12 febrero, 2020 @ 5:43 pm
Interesantísimo este estudio. La guerra más antigua de todas,la de los sistemas inmunes humanos contra los virus. Veremos quién termina ganando esta guerra, pero todo parecerse inclinarse por la victoria final de esos pedazos de ADN sobre los que se discute si son entes vivos o muertos. Esten vivos o muertos, lo cierto es que parecen bastante inteligentes, al menos sus estrategias son bastante perversas.
Quizás una buena estrategia para ‘engañar’ a esos ‘coronavirus’, sería disfrazarse de ‘Batman’ (sugiere Sheldon Cooper).
miércoles 12 febrero, 2020 @ 11:52 pm
No conocía las extraordinarias características de los quirópteros, sorprendente
martes 18 febrero, 2020 @ 12:04 pm
Soy escéptico en cuanto al número de víctimas y de fallecidos. En regímenes totalitarios especialmente, tienden a minimizarse los desastres por las consecuencias políticas que pudiera tener la verdad, y los datos son manejados por políticos que, a su vez, serían los supuestos responsables, aunque no lo fueran realmente.
Solo hay que pensar en lo que sucedió con el médico que comunicó la primera alarma. En resumen, que no me fío.
jueves 20 febrero, 2020 @ 2:33 pm
Estimado Tomás:
Ese médico que quisieron «depurar» por alarmista ya está muerto por esta enfermedad.
viernes 21 febrero, 2020 @ 11:23 am
Muy amable Neo: eso es lo que quiero decir -creo que se llamaba Dr. Li (fácil de recordar)-. Fue acusado de difamar -supongo que al sistema sanitario, que está controlado políticamente- y reprendido por ello, creo que con alguna pena menor, de poca importancia. Pero contrajo la enfermedad al haber tratado a un paciente enfermo de ella y, como muy bien dices, murió, según creo, sobre principios de este mes.
Ciertamente, en muchas ocasiones es peor el alarmismo que el peligro real. No soy partidario de asustar a la gente; solo soy escéptico en casos como este, donde no hay prensa más o menos libre, aunque también todos sabemos que se presta más «afición» a las malas noticias que las buenas. Así pues mi escepticismo moderado creo que es lo más propio.
Ya veremos, que decía el ciego y, mientras tanto esperemos que nuestros buenos médicos-científicos consigan el remedio. Y especifico médicos-científicos porque mucho me temo que por allí abunden curanderos que, por ejemplo, les hagan comer huesos de murciélago -siempre en mínimas cantidades-, ya que, como sabes, en alguna práctica supuestamente curativa, eso es fundamental.
Un fuerte abrazo con prudente mascarilla china.
viernes 21 febrero, 2020 @ 3:13 pm
La tasa de mortalidad del Covid-19 es muy alta. Hay informaciones contradictorias sobre ello, pero es fàcil calcularla: basca calcular el porcentaje de muertos respecto de los infectados. En todo caso es mucho más alta que la gripe estacional, aún cuando se estima que provoca medio millon de muertos al año.
Pero no es lo mismo peligrosidad (representada por la tasa de mortalidad) que riesgo. El riesgo depende de la exposición al peligro. Por eso, el control de la población infectada es esencial para minimizar el riesgo.
Por ahora podemos estar tranquilos en lo relativo al riesgo. Pero esto, en una sociedad global, puede cambiar en el futuro…
Saludos.
sábado 22 febrero, 2020 @ 10:11 am
¡Y tanto, querido RichardM! Ya tenemos el enemigo a las puertas. Italia ya tiene su víctima. Temblemos después de haber reído que creo inventó Chicho Ibáñez Serrador. Me pregunto si, visto lo visto con el tema del Salón, no se irá al garete el turismo, no solo en España, sino en todo el Mediterráneo y hasta en el mundo. ¡Jo!
domingo 23 febrero, 2020 @ 9:16 am
Bueno, ya tenemos dos en Italia. Como dices, mi querido y admirado amigo RicardM, el índice de mortandad es importante. Por los datos de anoche en la tele, me sale un 3,1 % en China, mientras que nuestra gripe anual, según he calculado por un artículo que he encontrado por ahí viene a ser de menos del 0,75 %. Pero, claro, hay que tener en cuenta que contamos con vacunas, lo que no sucede con el virus coronado (o sea, el rey de los virus) y, además es estacional, lo cual no sabemos si sucederá con la recién llegada ¿?pidemia.
martes 25 febrero, 2020 @ 10:44 am
Por ir aportando pensamientos, mala cosa sería que el coronado se afincase en África, donde la sanidad ha de ser muy deficiente, diría que en todos sus países. Claro que hay varias Áfricas: muy distinta la parte mediterránea de la subsahariana. Muy distintas la parte este de la oeste; al menos en la antigua Etiopía, y muy distinto Egipto. Sólo parece común el misericordioso Alá, casi omnipresente con sus 99 atributos. A ver si hay suerte y les resulta verdaderamente «dispensador de seguridad», «preservador o preservativo -no estoy seguro-«, «protector». Claro que también es el «creador de lo dañino», lo que no casa mucho con las otras 98 virtudes.
Y en Italia, que se ha convertido en peligroso foco, el Papa ¿no podía hacer alguna rogativa?
Bueno, desisto de mis manías antirreligiosas y os dejo en paz.
jueves 27 febrero, 2020 @ 10:37 am
Diría que el monárquico virus, por los que se han curado sin más, tiene su periodo de vida, como el de la gripe común, y que una vez cumplido, casca -por no decir muere, ya que nos empeñamos en excluirlo de entre los vivos-. Así que menos miedo, a quedarse en casa con 2 mascarillas -una para que no entre y otra para que no salga y contagie al conviviente que pueda recontagiarnos-, rodeado de lejías, alcohol de 90, agua oxigenada y y en un baño de agua de manantial previamente desinfectada con yodo por ejemplo. También con guantes hasta en los pies, que nada está de más. Y diría que hasta con un gorro de hospital. Protegerse los genitales no estaría de más, así que triple preservativo en los más-culinos/culinas y lo que sea, que no entiendo mucho, en los fe-meninos/meninas.
Y con estos consejos, si me hacéis caso, diría que os libráis.
jueves 27 febrero, 2020 @ 6:21 pm
Me extraña que nadie comente que la tasa de mortalidad que nos dan en las noticias no es correcta, está mal calculada.
Los expertos lo saben pero nadie dice nada para que no cunda el pánico, y los medios lo reproducen sin saberlo.
Aquí tenéis un link oficial que lo explica.
http://www.worldometers.info/coronavirus/coronavirus-death-rate/#correct
academic.oup.com/aje/article/162/5/479/82647
La formula
Tasa mortalidad = Fallecidos/(Infectados hasta el momento)
es incorrecta porque asume que todos los enfermos que no han fallecido hasta hoy se van a curar, pero no es así, lo más probable es que mueran en proporción igual a los anteriores.
Sólo se puede saber el nº exacto una vez haya finalizado la epidemia y estén todos fallecidos o curados. O hay que hacer un seguimiento completo a cada infectado y utilizar modelos más complejos como K.a.plan-Meier o Cox. (el corrector no me deja escribirlo)
O al menos usar como aproximación:
Ratio Fallecidos = Fallecidos/(Fallecidos+Curados) hasta ahora
Con ello la mortalidad no es del 2.5% (como nos dicen) sino del 8%. Y eso suponiendo que China no oculte datos.
No es tan grave como anteriores epidemias de coronavirus (MERS) ni otras enfermedades peores pero sí es mucho más grave que una gripe común (típicamente con mortalidad del 0.15%).
viernes 28 febrero, 2020 @ 10:06 am
Amigos, sinceramente creo que, de momento al menos, estamos ante un fuerte gripazo y más acongojamiento -léase con un baile jotero y algún movimiento enero- que otra cosa. ¡Mira que esta humanidad es cobardica! Pero bueno, si sirve para encontrar una vacuna que nos libre de las molestias a los jóvenes y los peligros reales a los de la cuarta juventud, bien hecho por los científicos.
domingo 1 marzo, 2020 @ 9:48 am
Cada vez me reafirmo más en mi opinión. Prueba: que en China la cosa está disminuyendo y en España ya tenemos algún curado. Esto es similar a un gripazo sin vacuna aún. Así que menos miedo y más nueces, que dicen que son buenas para la razón y el corazón, cosas importantes ambas.
domingo 1 marzo, 2020 @ 12:30 pm
La mayor incidencia se produce entre varones de 40-50 años (para este grupo la mortalidad sería de un 0.03%). En general, los que tienen más riesgo de muerte no son los pacientes en situación de inmunodepresión (cánceres, VIH…), sino los pacientes con cardiopatías.
lunes 2 marzo, 2020 @ 12:22 am
Soy más pesimista, querido Tomás: aunque la incidencia haya bajado en China, se está disparando en otras zonas y acabo de leer que algunos pacientes recién dados de alta pueden seguir siendo infectivos.
Pero la Ciencia es…una maravilla:
https://es.noticias.yahoo.com/ebola-contra-tumores-cerebrales-113525663.html
Los abrazos, con optimismo.
lunes 2 marzo, 2020 @ 12:50 pm
Sí, ¡viva la ciencia! Siempre he intuido, sin otra base, que los virus podían ser un arma contra las bacterias o contra células «anormales».
Respecto al virus monárquico, tienes muchísima más base que yo para opinar. Yo, en mi profunda ignorancia, pensé que, como produce neumonías y eso es altamente peligroso, esa sería la mayor causa de muerte. Gracias por tu información: amaré todo lo posible; a ver si me libro, porque creo que, como pasa con la gripe común, todo el planeta se verá afectado, así que el remedio no va a ser otro que una vacuna. Los chinos ya están probando con sangre de los que han logrado superar la cosa. He de arrepentirme de mi desconfianza, pues parece que lo están haciendo bien. Solo les falta aislar a los 1500 millones. Pero ahí está el pais de Irán -y no volverán- que no parece hacer las cosas muy bien -por las noticias que tengo-.
lunes 2 marzo, 2020 @ 11:43 pm
Tampoco ibas muy desecaminado, pero debería haber dicho «insuficiencia cardiaca» en vez de «cardiopatía» que es un término más general. Sobretodo porque acabo de recordar que nuestro amigo Lluís nos comentó que padece una arritmia. Pero eso no le convertiría en paciente de riesgo si no se acompaña de insuficiencia cardiaca, y no tiene por qué accmpañarse.
A mayor grado de insuficiencia cardiaca, mayor riesgo, aunque hay que decir también que los pacientes con insuficiencia cardiaca de grado IV (lo más graves>), mueren de media en poco más de 6 meses (aunque no cojan la gripe ni el coronavirus).
Abrazos electrofanfarrónicos para lo dos.
martes 3 marzo, 2020 @ 4:44 am
¡Ah!, y la propuesta de los virus para tratar infecciones bacterianas creo recordar que ya está investigándose en el Instituto Pasteur, esperemos que dando pronto algún resultado…Porque puedo dar constancia que de que las bacterias multirresistentes se han disparado en la última década, con el consiguiente aumento de víctimas de infecciones que ya no tienen ningún tratamiento.
martes 3 marzo, 2020 @ 10:19 am
Claro, claro; tú eres médico y con un memorión elefantino. Yo no recordaba que nuestro queridíssimo (con dos «s») amigo padecía arritmia. Para su tranquilidad y, como dices, espero que sea leve. Remedio casero es bailar todo lo posible, sobre todo música caribeña; algún medicamento ya se lo habrá dicho su médico.
Yo, como sabes, me fío poco de tu profesión. Solo para recetar, la investigación, consultas para que el paciente no meta la pata y cosas así. Como sabes, me diagnosticaron diabetes tipo 2. Mi médica, a la que quiero mucho, acertó con el medicamento a la tercera.Con la segunda, por poco me mata. Pero no había manera de mantener valores aceptables ni con la tercera. Voy a la dietista y le cuento lo que como, me hace unas recetas de cocina y nada. Así que me lo tomo en plan estadístico y de ensayo y error y, tras un año de pinchazos en los dedos que parecía que vivía en un bosque de cactus, ya llevo una temporada con valores de prediabético -y diría que de normal salvo el valor mañanero-, con la tercera medicación que me recetó, mucho ejercicio y una dieta compuesta por mí. Vuelvo a estar bastante fuerte, casi como antes, aunque no cojo la bici por miedo a una caída por bajada de glucosa, aunque con esta medicación solo he tenido una leve.
Con ello quiero decir que si no hay una estrecha colaboración médico-paciente, la cosa no funciona -o no suele funcionar-. Por ejemplo, cambié de enfermera, enfadado con ella, porque me dijo que no me leyera los prospectos. Y tengo más ejemplos personales. ¡Hala! Ya lo decía una canción que cantaba mi padre: «… no hay que fiarse ni de la camisa que llevas…». Pero he de decir que yo soy extremadamente confiado, salvo en esto.
Pero tú no entras entre los que no me gustan, porque eres prudente y no soberbio, estudioso y amante de tu profesión como beneficio para tu prójimo. En los demás hay de todo, como en toda profesión; incluso diría que más humanidad que lo general por el trabajo elegido. Lo que pasa es que, ahí, las excepciones se notan mucho.
¡»Jó», vaya rollo que me ha salido! Tú me perdonarás y, espero que todos los demás. Fortísimo abrazo.
miércoles 4 marzo, 2020 @ 10:05 am
Bueno, ya somos los primeros en algo, que Italia ya nos quitó en USA el descubrimiento de América, pero me enteré ayer de que un Sr. murió en Valencia el 13-2 -antes, por tanto que el 19 que me parece fue un evento futbolero en Italia-. Me pareció oír que había ido a Nepal -no estoy seguro-. Siendo un virus monárquico no me extraña que ascienda a las alturas. Por cierto que su nombre científico me suena a la olimpiada de Barna, aunque como si se hubiese celebrado el año pasado.
jueves 5 marzo, 2020 @ 10:37 am
El idioma progresa: Ayer pude saber, por fin, de donde proviene todo virus: una locutora dijo que en la frontera Greco-Turca había habido una actuación de las fuerzas de seguridad contra los refugiados muy «virulenta». Conclusión: en esa acción es cuando se crean -a palos- los virus.
Y resulta que esa palabra se está poniendo de moda para sustituir a «violenta». Pero son cosas distintas.