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Encuentran en la naturaleza el ejemplo de un híbrido de salamandra fruto del cruce de una especie nativa y otra invasora con mejores cualidades de adaptación al medio que las especies progenitoras. Esto levanta nuevas preocupaciones ecológicas.

La evolución sólo necesita de dos parámetros para darse: un sistema de variación genético y la selección natural. Una variación genética basada en pequeñas mutaciones puede proporcionar los pequeños pasos que transformen lentamente una especie en otras, pero no explica la posible existencia de cambios bruscos o saltos en la evolución. Un posible mecanismo que produciría una importante variación genética sería la hibridación, mediante la cual dos especies lo suficientemente cercanas como para poder reproducirse entre sí dieran lugar a una descendencia novedosa con éxito adaptativo.
La hibridación se da frecuentemente en plantas, obteniéndose algunas veces plantas más vigorosas. Para la agricultura se han creado plantas híbridas de las cuales hemos obtenido bastantes beneficios. Pero el ser humano parece estar más interesado en los animados, aunque menos importantes pero cercanos, animales. De hecho ha creado algunos híbridos animales como el mulo (que es estéril), que procedente del cruce de un caballo y un burro.
En el mundo natural un animal híbrido tiene pocas posibilidades de tener descendencia o es simplemente inviable y no llega a gestarse o nacer. Si sobreviven, en general, están menos adaptados al entorno que las especies de los cuales proceden y estos «experimentos» naturales desaparecen al poco de haberse dado.
Ahora han encontrado un caso de un híbrido de salamandra que está mejor adaptado al entorno que sus progenitores. Los individuos son lo suficiente sanos y fuertes como para crear una población estable. Esto hace plantearse a los expertos dudas sobre los efectos de la hibridación sobre un ecosistema. ¿Puede el híbrido ocupar el mismo nicho ecológico de las especies progenitoras?
La salamandra tigre de California (Ambystoma californiense) es una especie en peligro bajo protección federal y ahora está en más dificultades desde que hace 50 años se introdujo otra especie de salamandra barrada que es nativa de Texas (Ambystoma tigrinum mavortium) y que no está en la lista de especies en peligro. Al parecer algún pescador utilizaba larvas de esta salamandra como cebo para la pesca y algunas tuvieron éxito en el nuevo ecosistema.
Hasta ahora no se sabía que se hubiera producido hibridación entre las dos especies. Pero además han descubierto que el nuevo híbrido parece lo suficientemente vigoroso como para propagarse, ya que sus larvas sobreviven más fácilmente que las de sus especies progenitoras. El fenómeno del vigor de hibridación parece darse por tanto en este caso. Los expertos que han estudiado el asunto no saben por qué el híbrido prospera tan bien, pero predicen que debido a las ventajas adaptativas aportadas, los nuevos genes de los híbridos se quedarán en el acervo genético de la especie nativa.
La cuestión ética surge al pensar en las connotaciones ecológicas del asunto. ¿Se deben de erradicar los híbridos y las salamandras tejanas del Valle de Salinas manteniendo la pureza del ecosistema californiano original? ¿O por el contrario hay que dejar que la naturaleza siga su curso en la creación de una nueva especie? Los expertos se muestran divididos y algunos se creen incluso que es demasiado pronto como para afirmar que el nuevo híbrido tena éxito.
Se creía que los peligros de las especies invasoras eran otros y no se había considerado el problema de la hibridación. Éste se presenta como un nuevo problema ecológico a considerar a partir de ahora.

Fuentes y referencias:
Artículo original (resumen).
Nota de prensa de NSF.
Web en UC Davis.
Nota de prensa en University of Tennessee.
Especiación por hibridación.