Estamos pensados para el ejercicio
La selección natural puede haber motivado las actividades físicas aeróbicas de alta intensidad en humanos.
Recurrir a la evolución de nuestra especie en la sabana africana es un argumento muy socorrido. Este recurso da una explicación a muchos de los problemas a la civilización moderna. Esos seres del pasado fueron diseñados físicamente por la evolución para sobrevivir en un entorno muy diferente del actual y por eso tendríamos ciertos problemas ahora. Incluso los problemas de relaciones de pareja que tenemos en los tiempos modernos pueden explicarse en parte mirando hacia nuestro pasado africano.
En el último siglo nos hemos vuelto sedentarios y obesos, pero esas no son las condiciones bajo las que evolucionamos. Así por ejemplo, si vemos algo de comida tendemos a consumirla, porque en aquella época del pasado cualquier oportunidad de comer no debía ser desaprovechada so pena de perecer y no transmitir nuestros genes.
Nuestra afición por los dulces y grasas vienen también de aquel entonces, cuando estas sustancias eran muy escasas, pero eran tan energéticos como ahora. Tendemos a acumular tejido adiposo para así superar los periodos de escasez. Lo malo es que ahora no hay problemas de escasez de alimentos (en general) y, por tanto, no es extraño que los tiempos actuales el “homo computer” gane sobrepeso y tenga problemas de salud.
Si se hace un análisis de sangre a alguien que pase un poco de hambre se puede comprobar que todos los parámetros son buenos. Parece que estamos pensados para situaciones en las que la comida no sea abundante. Nuestros cuerpos han incorporado adaptaciones evolutivas recientes relacionadas con la invención de la agricultura y ganadería, pero, en esencia, físicamente somos los mismos que una vez corríamos detrás de las gacelas.
Se viene sugiriendo desde hace un tiempo que precisamente estamos diseñados para la carrera de fondo. Por mucho que nos empeñemos en creer que corremos rápido, es fácil darse cuenta que casi cualquier animal a cuatro patas nos gana en velocidad en distancias cortas. Sin embargo, en una carrera de fondo somos muy resistentes, principalmente porque conseguimos no sobrecalentarnos. Esto es además más importante en climas cálidos e incuso el reducido vello corporal también nos ayuda en este sentido (también para reducir el número de parásitos en otra adaptación evolutiva). No podemos ganar a la carrera a una gacela, pero si la perseguimos durante mucho tiempo ésta terminará agotada y la podamos capturar.
Se ha especulado que nuestros antepasados podrían estar incluso días persiguiendo una presa como técnica de caza en un ejercicio de baja intensidad, aunque este punto es controvertido.
Por tanto según una teoría, nuestros antepasados eran unos atletas aeróbicos diseñados para cazar, pero lo difícil es demostrar esta teoría y el nivel o intensidad de dicho ejercicio. David Raichlen (University of Arizona), Gregory Gerdeman y otros colaboradores han comprobado positivamente un aspecto de esta teoría. Según Raichlen el problema a la hora de comprobar esta hipótesis es que la mayoría de los mamíferos resistentes al ejercicio aeróbico prolongado son cuadrúpedos y es complicado comparar entre sí.
Si estamos pensados para las carreras de fondo o el ejercicio aeróbico en general, quizás la evolución haya dispuesto de algún incentivo al respecto.
Las personas que realizan este tipo de ejercicio con regularidad informan que se sienten más contentas y animadas. Algunos de ellos parecen incluso encontrarse enganchados al ejercicio como un drogadicto a su sustancia. ¿Hay alguna dependencia química en este asunto o sólo se trata de una pose? Hay gente que incluso sugiere que se haga ejercicio para combatir la depresión o el estado de tristeza o desánimo, lo malo es que a las personas en esa situación no les apetece ni lo más mínimo hacer ejercicio de ningún tipo.
Al parecer el estado de ánimo positivo de los atletas se debe a los endocannabinoides que se producen en nuestro organismo de forma natural y que operan sobre los centros de recompensa del cerebro. Estos investigadores se han centrado en este aspecto a la hora de realizar su investigación. Para ello han realizado una comparación entre las respuestas de humanos, perros y hurones al ejercicio aeróbico.
Según sus conclusiones los animales que evolucionaron para resistir el ejercicio aeróbico intenso se benefician del efecto de los endocannabinoides, mientras que los otros animales no experimentan placer con dicho ejercicio. La interpretación es que la evolución habría suministrado un incentivo para promover el ejercicio aeróbico en humanos.
Los investigadores tomaron muestras de sangre tanto de los voluntarios humanos, como de perros y hurones antes y después de realizar un ejercicio aeróbico intenso. Analizaron dichas muestras en busca de endocannabinoides y encontraron que en humanos y perros el nivel de anandamina (un endocannabinoide) se disparaba después del ejercicio, mientras que en los hurones eso no ocurría.
Los test psicológicos que realizaron esos mismos humanos indicaban además que estos voluntarios estaban más contentos después del ejercicio.
Según Raichlen el resultado sugiere que la selección natural puede haber motivado las actividades físicas de alta intensidad en grupos de mamíferos que evolucionaron para realizar este tipo de actividad aeróbica, en lugar de ejercicios de baja intensidad como andar y correr largas distancias.
Por otra parte añade que este resultado tampoco sirve para resolver el problema de obesidad que aqueja al hombre moderno. Según él una persona sedentaria es difícil que deje sus hábitos para súbitamente experimentar las agradables sensaciones del ejercicio físico, porque probablemente no produce suficientes endocannabinoides. Puede que este tipo de personas no sean adecuadas para alcanzar la intensidad de ejercicio necesaria para tener la sensación de recompensa. Sin embargo, sugiere que quizás este tipo de personas pueden ser ayudadas a alcanzar la forma física necesaria como para que puedan cruzar el umbral a partir del cual ya pueden ser motivadas por los efectos positivos de los endocannabinoides.
Sugiere además que el ejercicio físico puede ser una solución barata para ciertas condiciones médicas, puede mejorar nuestro estado mental además de los conocidos beneficios para el sistema cardiovascular.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3788
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
Foto cabecera: San Diego Shooter.
13 Comentarios
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martes 27 marzo, 2012 @ 12:31 am
Excelente articulo, en especial para mi que he sido deportista casi toda mi vida, sin embargo tengo que aclarar que esa adaptación evolutiva debió desarrollarse antes del homo sapiens pues no imagino humanos modernos persiguiendo una gacela por días, los imagino siguiendo las manadas a paso ligero para luego acercarse en silencio y usar las lanzas.
En ese orden de ideas, la ventaja evolutiva seria soportar las distancias cada vez que fallabas y asustabas las gacelas.
Respecto a las ventajas del maratón, debo reconocer que siempre hay una beneficio emocional durante y después del trote, sin embargo a mi siempre me cuesta comenzar, toda la vida me ha dado pereza.
martes 27 marzo, 2012 @ 12:59 am
«Se ha especulado que nuestros antepasados podrían estar incluso días persiguiendo una presa como técnica de caza en un ejercicio de baja intensidad, aunque este punto es controvertido».
Esto no es de extrañar aún hoy, el hecho de perseguir una presa por días es una técnica de caza utilizada en distintas partes del mundo, por ejemplo en un país centroamericano -conocido como Nicaragua- los pobladores de ciertas regiones que por lo común se dedican a la agricultura principalmente (se nutren de lo que cultivan ) viviendo en comunidad se reúnen en grupos en ocasiones para ir tras la caza de un animal llamaado cerdo de monte ( Tayassu pecari)el cual mide alrededor de un metro de largo y pesa unos 45 kg, sin embargo vive en manadas de 20 a 100 individuos y por lo tanto está de más decir que esta especie se desplaza por grandes extenciones de bosque en busca de alimento.
Estas personas ( 10 o más individuos varones y un guía experimentado en reconocer el rastro del cerdo del monte) escogen ciertos periodos del año para ir a cazarlos con escopetas durmiendo de noche (construyendo con lo que les ofrece el bosque) y andando rápido durante las horas de luz lo cuál les toma bastante días en la montaña.
No piensen que es fácil, se necesita mucha pero mucha resistencia para sostener el ritmo de la marcha que impone el grupo y la presa (en ocasiones una vez que encuentran la manada solo logran cazar muy pocos ejemplares y puesto que la manada sale huyendo esta gente debe volver a buscar el rastro y perseguirlos para alcanzarlos durante varios días más). Quedarse atrás o rezagado no es una opción para estas personas.
martes 27 marzo, 2012 @ 2:12 am
Estimado JavierL:
La caza por extenuación todavía es practicada por tribus actuales como los bosquimanos, a pleno sol en las horas centrales del dia en el desierto la temperatura puede sobrepasar los 50 grados al sol y en estas condiciones hay muy pocos mamíferos que se mueven. Pero la caza se puede haber iniciado ya unas horas antes, los bosquimanos van corrriendo al trote e impidiendo a la presa beber o detenernsrse y descansar. Al final la gacela o avestruz sufre un shock por calor y es capturada.
Este tipo de caza es muy similar a la que practican los lobos y perros salvajes y explica porque el hombre y el perro son tan buenos compañeros de caza.
Un abrazo para los amigos de Venezuela. Creo que las llanuras y vegas del rio Arauca son uno de los lugares mas hermosos de este planeta y de enorme biodiversidad que obligatoriamente debemos conservar.
martes 27 marzo, 2012 @ 3:51 am
Esto no es de extrañar aún hoy, el hecho de perseguir una presa por días es una técnica de caza utilizada en distintas partes del mundo, por ejemplo en un país centroamericano conocido como Nicaragua los pobladores de ciertas regiones que por lo común se dedican a la agricultura principalmente se reúnen en grupos en ocasiones para ir tras la caza de un animal llamado cerdo de monte ( Tayassu pecari)el cual mide alrededor de un metro de largo y pesa unos 45 kg, sin embargo vive en manadas de 20 a 100 individuos y por lo tanto está de más decir que esta especie se desplaza por grandes extenciones de bosque en busca de alimento.
Estas personas de 10 o más individuos varones y un guía experimentado en reconocer el rastro del cerdo de monte escogen ciertos periodos del año para ir a cazarlos con escopetas durmiendo de noche en lugares que construyen con lo que les ofrece el bosque y andando rápido durante las horas de luz lo cuál les toma bastante días en la montaña.
No piensen que es fácil, se necesita mucha pero mucha resistencia para sostener el ritmo de la marcha que impone el grupo y la presa (en ocasiones una vez que encuentran la manada solo logran cazar muy pocos ejemplares y puesto que la manada sale huyendo esta gente debe volver a buscar el rastro y perseguirlos para alcanzarlos durante varios días más). Quedarse atrás o rezagado no es una opción para estas personas.
martes 27 marzo, 2012 @ 6:35 am
¿Idea mía, o la sustancia mencionada tiene relación química con la marihuana?
martes 27 marzo, 2012 @ 7:44 am
Interesante. Estoy de acuerdo con que la cantidad de satisfacción que produce el ejercicio físico no es suficiente para empezar a hacerlo en muchos casos. Yo lo relacionaría (al menos en una gran parte) con la edad. A partir de cierta edad el sofocón del ejercicio y la posibilidad más que real de lesiones y dolores varios no dan el mismo placer que un buen chuletón bien grasiento regado con un vinito. Con veinte años puede que dependa más de los genes, pero con el tiempo es el declive físico el que manda, y este empieza mucho antes de lo que nos imaginamos. No me imagino a un bosquimano cuarentón correteando detrás de una gacela, me lo imagino más bien muerto y enterrado. Ahora a esa edad en vez de morirnos nos divorciamos. En España a comienzos del siglo XX la esperanza de vida era de poco más de 40 años, con lo cual había poco margen para los problemas de la vida moderna, llámense diabetes, cardiacos, coste del estado de bienestar, etc… Ahora vivimos mucho más y mejor y la vida en su infinita sabiduría nos regala toda una nueva dimensión de problemas con los que nuestros antepasados no podían ni soñar.
Saludos
(Por cierto, si a alguien le interesan de verdad los «endocannabinoides» existen otras formas de obtenerlos. Me lo han contado, por supuesto).
martes 27 marzo, 2012 @ 9:45 am
Efectivamente, hay los endocannabinoides que produce el organismos y los cannabinoides que producen ciertas plantas como la marihuana.
martes 27 marzo, 2012 @ 7:20 pm
Pues no tenía información Sobre los bosquimanos, me parece impresionante,
Por otro lado hay cosa que también he notado es que es mas satisfactorio emocionalmente correr en compañía (humana o de perros) que correr solo, tal vez esos cannabinoides ayudan a reforzar la amistad con nuestros compañeros de actividad. Tanto así que la mejor forma de mantenerse ejercitando es tener un grupo con el cual hacerlo, en ese caso la satisfacción emocional del ejercicio si es suficiente para comenzar.
Respecto al tema de la edad es claramente un limitante a la hora de realizar actividades físicas pero yo conozco personas de 50 años, que aunque no pueden competir con deportistas jovebes poseen una resistencia mucho mayor a muchos de 20 años, Lo importante es evitar el sedentarismo.
Y respecto a la planta en cuestión, quisiera saber si ?las drogas tienen efectos en nosotros porque ya tenemos sustancias químicas similares en nuestra mente generado los mismos efectos? Esto explicaría la adicción de algunos a las actividades físicas.
?Y si la adicción genera que ya dejen de producir esas sustancias de forma natural en el organismo? ?o que se vuelvan inmunes a esa sustancia en bajas dosis?
De ser así el ejercicio no generaría beneficio alguno en aquel que este acostumbrado a consumir esa planta
martes 27 marzo, 2012 @ 8:53 pm
Los bosquimanos van corriendo pero bastante despacito sin hacer mucho esfuerzo, dan zancadas largas pero no muy rápidas,se paran brevemente si lo necesitan para no perder el rastro, corren sin dejar de mirar el suelo.
En el documental que ví había 2 jóvenes y uno mas mayor que aparentaba tener unos 45 o 50 años y que explicaba que su técnica de caza consistía en «convertirse» en la gacela para pensar como ella y así decidir correctamente el camino que va escogiendo la presa durante la fuga…llevaban algo de agua en bolsas de pie para ir bebiendo algo durante la caza.
Por cierto que, aunque no se nuevo para muchos, se cree que los bosquimanos podrían ser los «padres» del resto de las razas. Desde luego, tienen el ADN mas antiguo junto con los pigmeos africanos.
miércoles 28 marzo, 2012 @ 8:27 am
Parece cierto que el ejercicio en compañía es más satisfactorio, o al menos llevadero. Imagino que porque somos animales sociales y además competitivos (más que competentes, me temo). Nos comparamos y medimos con los demás para ver si somos «mejores». Por eso no es una buena idea ir a jugar al tenis con el jefe. En cuanto al tema de las drogas según tengo entendido la mayoría de las consideradas «alucinógenas» tienen una composición química muy parecida a los neurotransmisores cerebrales con alguna pequeña variación que hace que se «acoplen» bien en los procesos cerebrales usurpando su sitio a los neurotransmisores «legales». Por ejemplo el LSD, la psilocibina o la ayahuasca. Imagino que con los cannabinoides será igual.
No se si la adicción hará que dejemos de crear esas sustancias pero imagino que no porque estamos hablando de neurotransmisores. Sin ellos no valdríamos ni para políticos. Lo de que la gente acostumbrada a ciertas sustancias pueda no recibir ninguna recompensa psicológica de hacer ejercicio me parece una idea interesante. No me extrañaría que fuese cierta, sobre todo porque preferimos las gratificaciones inmediatas y sin esfuerzo que las que nos tenemos que trabajar. Si alguien inventase una «píldora orgásmica» probablemente tendría más efecto en la disminución de la natalidad que los anticonceptivos.
Saludos
miércoles 28 marzo, 2012 @ 8:45 pm
Estimado Miguel Angel en el comentari anterior se me olvido darte las gracias por tu comentario sobre mi país, ciertamente estamos bendecidos con una buena cantidad no solo de recursos naturales, sino de paisajes, climas, y una enorme biodiversidad. En ocaciones es mas impresionante en turismo interno que el externo.
Y ciertamente imaginaba que no iban a un paso demasiado rápido, pero mantener el trote tanto tiempo es justamente a lo que refiere el articulo
Estimado joabbl, muchas gracias por tu respuesta, estuvo muy clara. La primera parte la misma puede ser aplicable a un torneo o competencia, pero yo me refería al entrenamiento diario con compañeros de actividad, especulaba sobre la posibilidad que esos cannabinoides pudieran ayudar a reforzar los lazos sociales entre esos compañeros de entrenamiento.
lunes 2 abril, 2012 @ 9:57 am
Lo que pasa es que la dosis de cannabinoides que lleva un único cigarro de marihuana o de hachis es (por término medio)mucho mas alta que la que puede producir el organismo de modo natural. Y por eso, la ebriedad y la «excursión psíquica» que produce un cigarro, no aparecen cuando obtenemos el placer de modo natural, solo la actividad sexual puede ser equiparable en algunos aspectos ya que durante el sexo se pueden experimentar distorsiones de la sensación del paso del tiempo e incluso algunas visiones sin recurrir a sustancia alguna.
Pero los consumidores de marihuana crónicos u ocasionales no tienen los receptores bloqueados si se ponen a practicar sexo, sino saturados de cannabinoides y por regla general suelen decir que el sexo mejora después de fumar. para otras actividades de la vida diaria si que pueden manifestar desinterés, de hecho está descrito un «síndrome amotivacional»
De hecho, cuando se prescribe cannabis con fines terapúticos suelen usarse cantidades mucho menores que las que llevaría un cigarro de marihuana. Pero claro, a dichas dosis terapeúticas la ebriedad y el potencial visionario del fármaco prácticamente desaparecen.
lunes 2 abril, 2012 @ 10:15 am
Sobre la «píldora del amor» que comenta joabbl, ya existe algo parecido: una feniletilamina que se llama 2C-B y que según Antonio Escohotado produce visiones de contenido erótico, pero no siempre, en algunos sujetos puede producir «malos viajes» con crisis de ansiedad, episodios psicóticos o paranoia.
En cierto modo también es cierto que solemos tener tendencia a buscar las gratificaciones inmediatas. Me viene a la memoria aquel mono al que colocaron un electrodo para estimular una región concreta del cerebro con el objeto de producir un orgasmo, al mono le facilitaban un botón para que pudiera pulsarlo y obtener un orgasmo cada vez, enseguida empezó a pulsarlo compulsivamente y no tardó en morirse…de placer.
Pero no es menos cierto que las gratificaciones inmediatas perduran muy poco, con lo cual si uno pretende realizarse por ese camino acabará comiendo muchos dulces, bebiendo mucho alcohol o practicando sexo de modo compulsivo.
En los estudios realizados por Seligman y Csikszentmihaly, se viene a demostrar que las actividades que requieren mayor esfuerzo y compromiso producen una satisfacción mas duradera que esas gratificaciones inmediatas. Es un camino que conduce con mas facilidad a la «felicidad»
Saludos/abrazos