Energía a partir del rocío
Un sistema permite extraer energía de la atmósfera a través de un proceso de condensación.
Ahora que parece imprescindible poder recargar nuestros dispositivos electrónicos móviles incluso en remotas áreas del mundo, surgen todo tipo de sistemas para obtener esa energía que necesitamos. A los minipaneles solares plegables o a los sistemas que obtienen energía del cuerpo en movimiento ahora se les une uno más: la energía del rocío.
Investigadores del MIT han conseguido un prototipo que es capaz de extraer energía de la atmósfera cuando se condensa el vapor de agua en pequeñas gotitas. La idea se basa en que gotitas de agua, de entre 10 y 100 micras de tamaño, pueden saltar de manera espontánea y si tienen una pequeña carga eléctrica pueden inducir una pequeña corriente que se puede aprovechar.
El truco está en usar dos tipos de superficies, superficies superhidrofóbicas, es decir, que repelen el agua fuertemente, y superficies hidrófilas a las que el agua une fácilmente.
Una superficie superhidrofóbica lo es a todas las escalas, incluso a escala microscópica, de tal modo que limita al máximo las fuerzas adhesivas del agua. Esta forma pequeñas gotitas que minimizan el contacto con la superficie. Dentro de las gotas las moléculas de agua están dominadas por fuerzas atractivas que tienden a formar esferas con el líquido. Estas gotitas esféricas pueden rodar fácilmente y, de vez en cuando, saltan al transformar parte del exceso de energía superficial en energía cinética. Además, debido a la interacción entre las cargas libres del agua con la superficie superhidrofóbica, las gotitas pueden quedar cargadas eléctricamente.
En el dispositivo desarrollado por el MIT consta de dos conjuntos de placas intercaladas de cobre, unas tratada para ser superhidrofóbicas y otras para ser hidrófilas. El vapor de agua de la atmósfera se condensa sobre las superficies superhidrofóbicas y va formando gotitas que terminan en las caras adyacentes hidrófilas. Como cada gotita tiene una cara, se va transfiriendo con este procedimiento carga de un lado a otro y se genera una corriente cuando se cierra el circuito. Cuanto mayor es la superficie mayor es la corriente. En el proceso se produce agua líquida limpia que se puede recoger para diversos usos.
La cantidad de energía que se genera es muy pequeña, en concreto el dispositivo proporciona una potencia de 15 picovatios por centímetro cuadrado. Además se necesita un ambiente húmedo para que el sistema funcione. Los investigadores implicados sostienen que el sistema se puede mejorar, algo en lo que ya están trabajando. Creen que un dispositivo de 50 centímetros cúbicos de este tipo podría recargar un teléfono móvil en 12 horas. Pero la aplicación ideal sería para alimentar sensores remotos que requieran poca energía.
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Fuentes y referencias:
Artículo original.
Foto: Nenad Miljkovic y Daniel J Preston
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