Confianza bajo mínimos en los EEUU
Un estudio muestra que en los EEUU la confianza en las instituciones es ahora la más baja de las últimas décadas.
Incluso sistemas políticos y comunidades humanas pueden ser estudiadas por el método científico o, al menos, medidas por las ciencias sociales. Un reciente estudio realizado en EEUU pone en evidencia el empeoramiento de las condiciones sociales en ese país. La confianza de la población en las instituciones ha alcanzado el mínimo de las últimas tres décadas.
Según Jean M. Twenge (San Diego State University), si se compara a los ciudadanos de ese país con los que vivieron en los setenta, ochenta y noventa, se puede afirmar que son los que menos creen que las instituciones como el gobierno, la prensa, las organizaciones religiosas, las escuelas y las grandes corporaciones estén haciendo bien su trabajo.
Este investigador y sus colaboradores han encontrado además que la desigualdad económica y la pobreza han aumentado mientras que la confianza pública se ha reducido. Esto indicaría que los factores socioeconómicos juegan un papel importante en la reducción de la confianza pública.
Según Twenge “con los ricos haciéndose cada vez más ricos y los pobres más pobres, la gente confía menos en los demás. Existe una percepción de que la otra gente hace trampas o se aprovecha para estar en cabeza, como prueba se pueden citar la idea del 1% de los manifestantes de Occupy.”
Estos investigadores estaban interesados en comprender cómo los cambios culturales sobre los últimos 40 años han afectado al capital social (es decir, a la relaciones de cooperación que son críticas a la hora de mantener la sociedad democrática) en la que la confianza pública juega un papel importante.
Para examinar la confianza a lo largo del tiempo los investigadores miraron los datos de dos encuestas grandes representativas a nivel nacional en los EEUU: General Social Survey of adults (1972-2012) y Monitoring the Future survey of 12th graders (1976-2012). Estos estudios incluyen datos de 140.000 participantes y ambas encuestas incluyen preguntas que miden la confianza entre la gente y preguntas destinadas a calibrar la confianza en las instituciones.
Los datos muestran, por ejemplo, que mientras que el 46% de los adultos norteamericanos en el periodo 1972-1974 están de acuerdo en que “se puede confiar en la mayoría de la gente”, sólo el 33% opina lo mismo en el periodo 2010-2012. Pero en los datos procedentes de alumnos de grado 12 esta afirmación baja del 32% en 1976-1978 a sólo un 18% en 2010-2012.
La confianza en las instituciones sube o baja por oleadas. Los participantes en ambas encuestas informan de una alta confianza en las instituciones a finales de los ochenta y de nuevo a principios de la pasada década, pero entonces esta declina hasta alcanzar el punto más bajo a principios de la presente década.
Este declive en la confianza se aplica a varias instituciones, incluyendo la prensa y los medios de comunicación, la medicina, corporaciones, universidades y al Congreso. La excepción en esta tendencia es el ejército, que aumenta en ambas encuestas.
Después de considerar la evolución temporal en los datos de las encuestas, los investigadores encuentran que la desconfianza en las instituciones está correlacionada con el aumento de la desigualdad y la pobreza.
Además encontraron que la proporción de alumnos de grado 12 que informaron que no tenían opinión sobre la confianza en las instituciones aumentó progresivamente desde 1970 a 2010. Los investigadores sugieren que esta tendencia puede reflejar el declive en la participación cívica y la falta de capital social.
“La gente joven de hoy en día es más optimista acerca de sus propia prosperidad, pero son aparente y profundamente desconfiados con los demás y con las grandes instituciones. Los adultos muestran esta tendencia también, lo que sugiere que estas actitudes son el producto de los tiempos y no necesariamente un desplazamiento generacional permanente.”
Aunque estos hallazgos son probamente culturales y específicos, revelan claramente unas tendencias sociales importantes sobre los pasados 40 años en los EEUU.
“El declive del capital social es una tendencia profundamente negativa para una democracia, un sistema de gobierno que descansa sobre unos pocos que representan los intereses de muchos”, concluyen los investigadores.
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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Foto: Association for Psychological Science.
1 Comentario
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domingo 7 septiembre, 2014 @ 1:30 am
Esos gringos si son delicaditos, que se vengan a Venezuela e intenten hacer un tramite simple (conseguir un pasaje…), o intenten que el gobierno lleve gasas a un hospital, para que los vean como regresan besando el suelo norteamericano