El coito apareció hace 385 millones de años
El coito sexual apareció por primera vez con los peces placodermos y luego se perdió para volver a recuperarse más tarde.
Unos paleontólogos de Flinders University han descubierto pruebas de que hace 385 millones de años los peces placodermos ya copulaban con fertilización interna. Esto representa el descubrimiento reciente más importante en la evolución de la historia de la reproducción sexual.
Los placodermos fueron peces acorazados que habitaron los mares primitivos y los primeros vertebrados en tener mandíbulas. Aparecieron a finales del Silúrico (hace unos 416 millones de años) y desaparecieron a finales del Devónico (hace unos 359 millones de años), aunque se cree que algunos pudieron llegar hasta el Carbonífero inferior. Se puede decir que estos peces fueron antepasados de los seres humanos.
El nuevo descubrimiento se basa en fósiles de Microbrachius dicki encontrados en lo que hoy son Escocia, Estonia y China. Los individuos de esta especie medían unos 8 cm de longitud y tenían unos apéndices a modo de “brazos” a los lados. Ahora se ha descubierto que también disponían de órganos sexuales externos.
Los machos de estos placodermos desarrollaron miembros sexuales óseos en forma de L para poder transferir el esperma al interior de las hembras. Estas desarrollaron un par de huesos para sujetar el órgano del macho durante la cópula.
John Long, autor principal del artículo en el que se cuenta el hallazgo, descubrió estas habilidades de copulación de Microbrachius dicki cuando el año pasado analizaba un único ejemplar fósil de la colección de la Universidad Tecnológica de Tallin en Estonia.
Esta especie ya extinta constituye el vertebrado más antiguo conocido con órganos sexuales para el coito, lo que viene a ser la prueba más antigua de la cópula con fertilización interna como estrategia reproductora del registro fósil hasta ahora.
Se sabía que la reproducción sexual en vertebrados se dio primero de forma externa, de tal modo que el esperma se esparcía sobre los huevos dentro del agua. Más tarde aparecería la fertilización interna.
Esta fertilización interna y, probablemente, gestación interna dieron a esta especie una ventaja competitiva y coloca este grupo dentro de los placodermos como muy avanzado evolutivamente. El nuevo descubrimiento empuja el origen de la copula interna mucho más atrás de lo que se creía: hasta los primero vertebrados con mandíbulas. Además, es la primera vez que aparece la diferenciación externa en los órganos reproductores de machos y hembras de vertebrados. Antes de este punto evolutivo los esqueletos fósiles de machos y hembras son indistinguibles.
Según los autores del artículo, la cópula entre macho y hembra se realizaría de lado agarrándose con los “brazos” laterales para los que hasta hoy no había explicación clara. Esto permitía al macho maniobrar para que sus órganos genitales tuvieran la posición más adecuada para el coito con cópula interna.
El descubrimiento subraya la importancia de los placodermos en la evolución de los vertebrados, incluidos los humanos.
Antes se creía que los placodermos fueron un callejón sin salida evolutivo que no dieron lugar a ningún descendiente vivo actual. Pero investigaciones recientes muestran que nuestra propia evolución se asienta sobre estos peces. Las mandíbulas, los dientes o los miembros a pares se originaron por primera vez en este grupo animal. Ahora se revela que también fue el grupo que evolutivamente descubrió el coito o cópula interna.
Los descendientes de Microbrachius se pasaron a la fertilización externa, según las pruebas paleontológicas. Así que el hallazgo indicaría que el coito fue descubierto evolutivamente por los vertebrados y olvidado varias veces. El gen HOXD13 genera miembros y genitales tanto en mamíferos como en tiburones. El coito fue posiblemente descubierto evolutivamente por los primeros peces y luego se perdió. En unos 30 millones de años no hubo coito alguno con cópula interna, pero, una vez que este gen se insertó en el plan corporal de los vertebrados apareció de nuevo.
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Fuentes y referencias:
Artículo original
Vídeo sobre el tema.
2 Comentarios
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lunes 27 octubre, 2014 @ 12:43 pm
Sorprende que pudieran transcurrir 30 millones de años sin coito alguno.¿Qué significa que no hubo coito alguno?, ¿Qué solo se daba la fertilización o cópula externa?.
-Por otra parte un estudio muy valioso en el árduo camino a recorrer para ir encontrando respuestas al «misterio» evolutivo.
martes 28 octubre, 2014 @ 1:16 am
Sí, se refiere a la cópula interna. Se han realizado pequeños cambios para que no haya confusión.