NeoFronteras

Pobreza e inteligencia emocional

Área: Neurología — sábado, 26 de octubre de 2013

La pobreza que se sufre de pequeño afecta a la inteligencia emocional cuando el humano se hace adulto.

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Dos regiones del córtex prefontal (círculos naranjas) se activan durante la regulación de las emociones. Fuente: Universidad de Ilinois.

Si hay algo que realmente inquieta al ser humano es la medida de la inteligencia de los individuos dentro de los distintos grupos sociales. La inteligencia no solamente es la única característica que realmente nos diferencia del resto de los animales, pues siempre los hay más rápidos, más grandes o más altos o que vivan más, sino que la medida de este tipo de habilidad a veces se ha utilizado para justificar injusticias sociales o a regímenes racistas y/o totalitarios. Todo ello independientemente de cómo definamos inteligencia o cómo la mediamos, algo que siempre es discutible.
Se publicó a finales de agosto en Science un estudio que relaciona la pobreza con la inteligencia. Un resultado que saltó rápidamente a los medios de comunicación por obvias razones. El estudio había sido realizado por Anandi Mani (Universidad de Warwick, Reino Unido) y venía a decir que la pobreza hacía que la gente pobre fuera menos inteligente. No es que la gente pobre fuera tonta, sino que la gente pobre se volvía tonta.
La pobreza en sí misma, e independientemente de alimentación y otros factores, consume recursos mentales del individuo y reduce sus capacidades cognitivas. Es decir, el pobre está tan inmerso en las preocupaciones económicas que padece que sus capacidades mentales sufren porque el cerebro siempre está ocupado o preocupado de sus problemas económicos.
Simplemente el cerebro tiene capacidades cognitivas limitadas y gran parte de ellas se gastan en la preocupación por ser pobre y las dificultades diarias que esto acarrea.
En este estudio se centraron en los efectos inmediatos sobre la inteligencia que la pobreza transitoria tiene en adultos, pero dejaron abierta la vía de explorar los efectos de la pobreza a largo plazo sobre los niños.
Para ese estudio se usó como definición de pobreza la distancia que hay entre las necesidades de un individuo y los recursos que dispone para satisfacerlos. La inteligencia se midió con los típicos test de inteligencia.
Pues bien, los primeros resultados sobre los efectos de la pobreza en niños ya se han publicado por parte de un grupo de investigadores de las universidades de Ilinois, Cornell, Denver y Michigan.
A la espera de los efectos sobre la inteligencia convencional, la pobreza que se sufre de pequeño afecta a lo que podríamos llamar “inteligencia emocional”. Como el tiempo transcurrido entre una y otra publicación es muy corto y son grupos de investigación distintos, es de suponer que debe ser esta la razón por la que no se ha medido la inteligencia en el segundo estudio, sino la “inteligencia emocional”.
Según el autor principal de este nuevo estudio, K. Luan Phan, los hallazgos encontrados sugieren que el estrés crónico inducido por la pobreza sobre los niños da lugar a problemas de regulación de emociones en la edad adulta.
Los investigadores encontraron que los sujetos que tuvieron familias con menos ingresos a la edad de 9 años exhiben en adultos una mayor actividad en la amígdala, un área conocida por su papel en la sensación del miedo y otras emociones “negativas”. Además mostraban menos actividad en el córtex prefrontal, una región del cerebro que regula las emociones negativas.
Se ha demostrado en el pasado que las disfunciones en estas dos regiones del cerebro están asociadas con desórdenes del estado de ánimo que incluyen depresión, impulsos agresivos, abuso de sustancias, etc.
Aunque se sabía que la pobreza tenía efectos negativos en la niñez, hasta ahora no se había demostrado que pudiera afectar la regulación de las emociones. La habilidad de regular las emociones negativas proporciona protección frente a las consecuencias para la salud, tanto psicológicas como físicas, que genera el estrés crónico.
Para el estudio se usaron datos obtenidos de 49 participantes, la mitad de ellos procedentes de familias con pocos recursos. La actividad cerebral fue medida con un sistema de resonancia magnética nuclear funcional mientras que los voluntarios realizaban tareas de supresión emocional al contemplar ciertas figuras.
Según Phan quizás lo más importante del estudio fue el encontrar que la cantidad de estrés crónico desde la infancia hasta la adolescencia (mala habitabilidad del hogar, ruidos, demasiada gente alrededor, violencia familiar, separaciones familiares, etc) determina la relación entre pobreza en la infancia y la función del córtex prefrontal durante la regulación de las emociones.
En resumen, la pobreza es una mala cosa y no suele tener aspectos positivos aunque los busquemos.
Sobre las implicaciones políticas o sociales de estos resultados que cada cual las interprete.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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14 Comentarios

  1. Dr. Thriller:

    Maltratar a una persona no suele rendir frutos. Eso rige tanto en el plano físico cuanto el intelectual. No son necesarias muchas luces para ver esto, pero siempre está bien probarlo científicamente, sobre todo para pasárselo a determinada gente por los morros (yo creo que sí, no sólo se lo merecen, es que es nuestra obligación).

  2. marce:

    Dar opción y oportunidad en nuestra misma ciudad, y el mecanismo medioambiental en una sociedad establecida como «sana», no puede negar la realidad.

  3. Juan Luis:

    Aunque no se proporciona la ficha técnica del estudio parece que las variables no están bien aisladas y no hay grupo de control, además la interpretación es ambientalista, ideológica por tanto. No veo como descartar que la inteligencia tenga base genética como sugieren muchos estudios bien hechos y por tanto una interpretación posible sea que los linajes bajos en inteligencia ocupen los nichos más pobres. Sin pretender justificar con esto la existencia de un sociedad socialmente injusta.

  4. NeoFronteras:

    Juan Luis:
    No está claro si su comentario se refiere al primer resultado mencionado o al segundo explicado en la entrada.
    En el segundo caso los datos se ofrecen en el artículo original que está enlazado al final de la entrada. Concretamente están publicados en PNAS, que es un revista muy prestigiosa con revisores a la altura de Science o Nature. Es de suponer que ha pasado todos los filtros pertinentes y que los resultados son honestos y objetivos.
    No es justo calificar al resultado de ideológico según dice usted. Además usted no se ha leído la entrada completa pues ahí se menciona que los datos se han obtenido «de 49 participantes, la mitad de ellos procedentes de familias con pocos recursos.» Así que la otra mitad de ellos son el grupo de control que usted echa en falta o no ve.
    Sobre el resto de su comentario que cada cual lo interprete en su justa medida o si es ideológico o no.

    Un cosa está clara, las ideologías no solamente van muchas veces en contra de los individuos que las padecen, sino que además menoscaban en todos los casos la inteligencia de todo ser ideologizado. Por eso el pensamiento crítico es tan importante en todos los ámbitos.

  5. lluís:

    «… podríamos llamar inteligencia emocional». Efectivamente, «podríamos», puesto que particularmente no tengo nada claro que pueda ser eso de la «inteligencia» emocional.
    Por otra lado, el comentario de Juan Luis, puede aparecer como «ideologizado» (cabe recordar que los «necon», acostumbran a dar la culpa de la pobreza a la menor inteligencia de los pobres),pero una cosa es cierta, o al menos uno lo tiene por cierto y es que cuanto mejores son las conexiones o interacciones neuronales,mayor inteligencia en las personas y supongo que en esto algún papel debe jugar la genética. El que esto pueda ser así, como ya apunta Juan Luis, no debería justifica la existencia de una sociedad básicamente injusta.
    Lo que sí no tiene vuelta de hoja, es que la pobreza es una muy mala cosa y aspectos positivos desde luego no tiene ninguno.

  6. NeoFronteras:

    Efectivamente, el término de «inteligencia emocional» es un tanto confuso y se ha usado bajo el prisma de la corrección política como «sucedáneo» de «inteligencia» para los que son un poco «tontos». Aunque hay por ahí sueltos ingenieros y físicos que no saben desenvolverse socialmente o emocionalmente. También hay gente que es tonta en todos los sentidos y encima no tienen remedio.
    Los psicópatas son inteligentes y son capaces además de simular una inteligencia emocional que realmente no tienen por falta de empatía.
    También hay gente muy inteligente que simplemente son muy malas personas y gente tonta que es buena gente. También hay gente tonta con mala leche.
    En este trabajo se ha pretendido medir la capacidad de manejar bien las situaciones de conflicto emocional.
    También se sabe que aquel que no es capaz de controlar sus emociones suele tener problemas en la vida.
    La inteligencia puede tener y tiene una componente hereditaria, pero también hay mucha parte de educación y componente social. Es difícil hacer un genio de uno que no tiene capacidades, pero es fácil hacer un tonto de alguien que las tenga.
    Sobre el argumento de los neocons simplemente es absolutamente mezquino y falso. Se hereda mejor la riqueza que los genes de la supuesta inteligencia que ellos creen poseer y que con su «argumento», si se lo creen, demuestran no poseer.

  7. NeoFronteras:

    Es curioso como las fronteras se confunden incluso en el imaginario colectivo. En castellano a veces se llama «listo» a una persona que no necesariamente es inteligente, pero consigue sus objetivos, generalmente cuando carece de escrúpulos. Se podría aplicar a algunos de los neocons o gente del ladrillazo español, en política o no, fueran inteligentes o con capacidad de seducir a los demás o de tener «amigos» en las esferas adecuadas. Todos eran «listos».

  8. lluís:

    El listo sin escrúpulos, es el «pillo» o «picaro», y la picaresca ya sabemos dónde se inventó y floreció.Sigue abundando.
    En cuanto al tonto con mala leche y al inteligente muy mala persona, creo que es difícil saber con cual de ambos quedarse, en el caso de que se tenga que optar.

  9. Dr. Thriller:

    ¿Pero se ha conseguido definir la inteligencia y caracterizarla y yo no me he enterado? xD. Lo digo porque para ver si cualquier cosa es o no hereditaria (y por dónde, ¿por los genes nucleares, por la epigenética, por los mitocondriales, durante la gestación?) antes habría que caracterizar bien al menos el fenotipo de ésta, cosa que dudo que se haya hecho siquiera nunca.

    In fact, como dicen ellos, los neocons entran prácticamente dentro todos dentro de lo que se suele llamar también en castellano cotolengo o frenopático, excepto la minoría que es directamente psicópata.

    Esto es como todo, para empezar ni creo que exista una inteligencia superior ni otra inferior, del mismo modo que no existen unas facciones faciales perfectas o imperfectas (o son funcionales o no lo son), ni una estatura óptima, que son cosas que se heredan en parte, de una forma enormemente compleja, y en otra parte son puramente accidentales. La tarea de la vida es adaptarse, no ser más inteligente, de hecho toda esta tropa siguen sin entender nada de evolución: no sobrevive el más fuerte, **ni siquiera el más inteligente**, y esto son palabras textuales de Darwin, sino los que mejor se adaptan. Si la inteligencia sirve para eso, entonces tendrá su función de utilidad, y si no, no.

    Además, como si fuese siquiera ser más inteligente tener mejores calificaciones académicas o entender mejor las más de las veces torpe pedagogía de quien da clases. Todo eso es liturgia, porque en la vida lo que importa aprender son otras cosas, ¿verdad? que dependen mucho del grupo social donde uno se vaya a mover.

    Esta gente está poniendo en peligro la supervivencia de la especie (los neocons y adláteres).

    Por cierto, de todo esto ya habló largo y tendido Gould en un libro magnífico suyo, que no recomiendo a nadie porque supongo que ya lo habrá hecho.

  10. Pocosé:

    Me parece que todo esto es bastante mas complejo.
    La pobreza es algo relativo, de niño nunca me consideré pobre, pues en mi entorno los había mucho mas pobres que yo. La cosa cambio al introducirme en otros ambientes ya en mi adolescencia, pero entre la calidez de la familia y los imperativos hormonales, si hubo estrés no fue por causa de ha humildad de los recursos familiares. De adulto no se si estuve mas estresado cuando mejores ingresos tenia o cuando estos eran a todas luces insuficientes para sostener familia e hipoteca, en el primer caso trabajando a tope por la obsesión de poseer vivienda propia, en el segundo ante la posibilidad de perderla. Ahora lo que mas me estresa es la evidente vuelta a tras del presente y futuro de mis hijos y nietos.
    Me decía mi padre: «No es mas rico el que mas tiene sino el que menos necesita». El paso muchas mas estrecheces que yo, su esfuerzo fue mucho mayor que el mio para conseguir bastante menos, pero tengo la sensación de que nunca llego a estar ni la mitad de estresado que yo.
    Evidentemente todo lo expuesto son experiencias personales sin ningún valor científico.

    «Para ese estudio se usó como definición de pobreza la distancia que hay entre las necesidades de un individuo y los recursos que dispone para satisfacerlos.»
    ¿Esas necesidades, eran las que tenían, las que ellos decían tener, las que se considero que debían tener, las que el sistema nos induce a tener, …?

  11. Miguel Angel:

    Veo que ya habéis planteado una cuantas cuestiones interesantes y, comoquiera que es uno de mis temas preferidos, me lanzo al ruedo encantado:

    -Decir en primer lugar que el estudio de Science que aparece enlazado en el 2º párrafo no es menos interesante que el que nos ocupa: muestra un descenso en la capacidad cognitiva en granjeros después de una mala cosecha.

    -En cuanto al libro de Gould que menciona Dr. Thriller al final de su 9 supongo que se trata de «La falsa medida del hombre», sobre el que ya comenté algo en una noticia pasada. Es la obra que más polémica de Gould y no son pocos los palos que ha recibido en consecuencia.
    En resumen, lo que hace el autor es cuestionar el determinismo biológico para medir la inteligencia. Para ello hace un repaso histórico desde los tiempos en que se hacían craneotomías (se intentó relacionar el tamaño cerebral con la inteligencia, llegándose a la brillante conclusión de que los craneos más inteligentes eran los de los anglosajones. Pero con posterioridad se ha podido comprobar que las variables «inteligencia» y «tamaño craneal» tienen una correlación muy escasa y que puede explicarse por el mismo motivo que los niños pobres tienen por término medio menos estatura, es decir, debido al hambre y a los malos tratos que provocan una menor sercrecion de hormona del crecimiento); pasando por otras medidas antropométricas que se intentaron usar (entre ellas relacionar la forma y tamaño de los pies con la inteligencia); hasta llegar al famoso C.I. sobre el que centra Gould su crítica destacando que se trata de un buen ejemplo de mal uso de la Ciencia al caer en dos falacias: la cosificación y el hereditarismo.
    La cosificación hace referencia a la suposición (errónea según Gould) de que los test están midiendo una magnitud escalonada e indenpendiente del resto del cuerpo. Y ahora me dirijo a Juan Luis: cuando habla de hereditarismo, no se opone a que la inteligéncia tenga cierta base genética sino a la visión determista que presupone que «heredable» es equivalente a «inevitable»…además subraya que la heredabilidad de la inteligencia es muy inferior al de la estatura, por ejemplo.
    Gould también hace hincapìé en que dicho determinismo no es otra cosa que un prejucio social que ha sido usado muchas veces de forma tendenciosa para justificar la supremacia de unas razas sobre otras o para sugerir que las diferencias de inteligencia es algo que también entra dentro de los planes de Dios…¡madre mía!
    Podéis encontrar el libro completo y gratis en Internet escribiendo en el buscador: «La falsa medida del hombre pdf».

    -En una línea similar tendríamos «No está en los genes» de Lewontin, K.amin y Steven Rose. Al igual que Gould hacen hincapié en que los test C.I. fueron diseñados (mal diseñados) para demostrar precisamente lo que se quería demostrar: que los alumnos con mejores calificaciones tenían que tener por lógica un C.I. mayor…pero si diseñamos un test con el objeto de sustentar un paradigma ya no estamos haciendo Ciencia (creo que mi amigo Dr. Thriller estará de acuerdo porque ya le he visto denunciar casos similares en otras ramas del conocimiento).

    -En los dos libros anteriormente citados se denuncia algo que encaja perfectamente con el tema de la noticia: cómo se llegó a conclusiones del tipo de que los afroamericanos o el sexo femenino eran menos inteligentes. Inciden en que cuando se realizaron este tipo de estudios no se tuvieron en cuenta los sesgos que podían suponer las influencias ambientales: por ejemplo, es díficil que las mujeres de principios de siglo XX mostrasen buenos resultados en un test matemático cuando no estaban familiarizadas y entrenadas en dicha disciplina sino que eran encauzdas a otras como planchar, coser, etc.
    Del mismo modo no se tuvo en cuenta las condiciones de los afroamericanos: familias desestructuradas, pobreza, padres alcohólicos…

    -Es notable que cuando estamos sometidos a un gran estrés o ansiedad nuestra capacidad de juicio y memoria se ven sustancialmente reducidas y supongo que muchos lo podréis corroborar sobretodo si habéis intentado dedicaros a alguna tarea que suponga esfuerzo cognitivo cuando uno está estresado: es muy difícil concentrarse porque la atención se desvía enseguida hacia el problema o la vivencia que nos está provocando ansiedad; te olvidas de cosas de las que no te solías olvidar…hasta el habla se vuelve menos fluída.

    -A otro nivel, ya está demostrado que los malos tratos en niños o la simple ausencia de contacto físico derivan en un menor crecimiento y un sistema inmunitario más débil.

  12. Dr. Thriller:

    Muy buen resumen xD.

    Son temas que están clarísimos para quien ha tirado a la basura las ideologías asquerosas que aún siguen pegadas en el transfondo de la sociedad. La hermana de Schumann tenía que publicar sus composiciones haciéndolas pasar por las de su hermano, a día de hoy no está claro en muchas de ellas de quién son. Esto no es una anécdota, son incontables las mujeres que tuvieron que hacerse pasar por hombres en su actividad intelectual (o física), de hecho, hay personajes históricos que realmente podría ponerse en tela de juicio que hayan sido hombres, dadas muchas anomalías registradas.

    Gracias a que los bustos romanos conservan los pigmentos en los poros de la roca tallada, y merced al cada vez mejor instrumental (que ya no necesita ni tomar muestras), podemos ver la apariencia física (porque los romanos eran hiperrealistas) de muchos emperadores, filósofos y demás personajes de la época, los romanos eran racistas (esclavistas, técnicamente), pero no se basaban demasiado (nada, en realidad) en la apariencia física (iba a ser una coña, con el imperio multiétnico que desorganizaron). En la Edad Media estamos hartos de ver personajes de origen no humilde, sino miserable (vamos, que sus padres eran unos putos zotes), que alcanzaron brillos en el arte y la ciencia en la mayor parte de los casos cobijándose bajo el paraguas de la Iglesa (que sacaba partido de buscar lo que le convenía sin atenerse rígidamente al sistema estamental). Todas esas decenas de miles de ejemplos abruman, así que uno no se explica como todo el que conoce perfectamente todos estos hechos puede siquiera dar crédito a esas sandeces, no siendo, como siempre, que realmente *quiere* creer en esas sandeces.

  13. Dr. Thriller:

    Perdón, se me fue la pinza. La que colaba sus cosas como de su hermano era Fanny Mendelssohn, no Clara Schumann xD.

    Felix did however arrange with her for some of her songs to be published under his name, three in his Op. 8 collection, and three more in his Op. 9. In 1842 this resulted in an embarrassing moment when Queen Victoria, receiving Felix at Buckingham Palace, expressed her intention of singing the composer her favourite of his songs, «Italien», which Mendelssohn confessed was by Fanny.

  14. Miguel Ángel:

    Me alegro mucho de que te haya gustado, Dr. Thriller. Por mi parte estoy encantado de encontrar por aquí a más gente que disfruta de la música clásica…me guardo en la chistera una sorpresilla (espero que lo sea) que destaparé en la noticia «Honestidad y hora del día».

    Recibe un cálido abrazo.

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