La NASA estudia nuevas misiones científicas
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La NASA anunció el pasado lunes la preselección que ha hecho sobre los estudios conceptuales para nuevas misiones científicas. Los proyectos preseleccionados incluyen traer muestras de un asteroide para su análisis en la Tierra, una sonda para estudiar la atmósfera de Venus y una misión para estudiar la Luna.
Además estudian redefinir dos misiones actualmente en curso para estudiar diferentes objetivos.
Las misiones que fueron preseleccionadas son las siguientes:
– El Origins Spectral Interpretation, Resource Identification and Security (OSIRIS) es una misión que estudiaría asteroides y proporcionaría las primeras muestras materiales procedentes de uno de estos cuerpos.
– La misión Vesper estudiaría la química de la atmósfera venusina y dejaría caer una sonda similar a la Huygens en el planeta vecino.
– El Gravity Recovery and Interior Laboratory (GRAIL) levantaría un mapa gravitatorio de alta calidad para determinar la estructura interior de la Luna.
– El Deep Impact eXtended Investigation of Comets (DIXI) extenderá la misión Deep Impact para volar hasta un segundo cometa.
– El Extrasolar Planet Observations and Characterization (EPOCh) es una misión que, usando la cámara de alta resolución del Deep Impact, interaría encontrar planetas extrasolares, incluso de tipo terrestre, mediante el sistema de tránsito.
– El Stardust NExT usaría la nave de la actual misión Stardust para volar al cometa Tempel 1 y ver los cambios producidos en el mismo después de que la misión Deep Impact lanzara un proyectil sobre él.
Estas propuestas han sido preseleccionadas de un total de 12 que se presentaron con anterioridad. Hay dos clases de misiones, un tipo requiere el diseño total de una sonda espacial con el consiguiente lanzamiento, y el segundo tipo se basarían en la reutilización de naves actualmente enroladas en misiones en curso para así extender sus metas más allá de los objetivos para los cuales fueron creadas. En este último caso se pueden conseguir importantes logros científicos a un coste muy bajo.
La decisión final sobre cuáles de todas estas misiones son finalmente aprobadas se tomará el próximo año.
Una misión que parece particularmente interesante es EPOCh. La cámara de la nave de la misión Deep Impact tiene un defecto que le hace ver las imágenes desenfocas. Se cree que se debió a una condensación dentro del dispositivo mientras que esperaba para el lanzamiento.
Aunque usando un programa de tratamiento gráfico se puede reconstruir la imagen, dicha reconstrucción es óptima cuando la imagen de partida está contrastada. Pero, después de que el proyectil impactara sobre el cometa Temple 1 y se eyectará mucha mayor cantidad de material del previsto, la cámara quedó recubierta de una capa de polvo que reduce el contraste de la imagen.
Este defecto, que hace a esta cámara ser bastante deficiente para obtener las imágenes para la que había sido concebida, proveería de ventajas en la observación de tránsitos de planetas extrasolares.
Una estrella observada a través de este sistema defectuoso se vería como un objeto extenso en lugar de un punto y la información estaría repartida en varios píxeles. De este modo el ruido de los datos sería menor y se podrían medir pequeñas variaciones en el brillo de la misma con mayor exactitud. Eso sucedería cuando un planeta pasase por delante de la estrella, oscureciendo un poco dicho brillo.
En un principio se observaría estrellas que ya sabemos poseen planetas orbitando a su alrededor para poder calibrar y perfeccionar la técnica. Se podrían inferir datos como el tamaño, temperatura y naturaleza de las nubes del planeta extrasolar.
La idea sería poder detectar incluso planetas de tipo terrestre en la zona habitable.
De aprobarse la misión se empezaría con las observaciones en la primera mitad de 2008. De momento la trayectoria lleva la sonda a su encuentro con el cometa Boethin (misión DIXI) a finales de ese mismo año. Las dos misiones son compatibles porque las observaciones de EPOCh se realizarían antes de llegar al cometa.
La misión Vesper es también interesante por basarse en la idea de la sonda europea Huygens, que tanto éxito tuvo en Titán. Se espera que al igual que ella la sonda sobreviva a su llegada a la superficie y transmita datos e imágenes desde allí. Además un orbitador estudiaría Venus durante cuatro años.
Osiris visitaría el asteroide de órbita cercana a la Tierra RQ36, de casi 600 metros de diámetro, del cual tomaría muestras de suelo con un brazo robótico. Las muestras serían enviadas a la Tierra para su análisis.
Con un presupuesto mermado por la prioridad presidencial de volver a la Luna y quizás viajar a Marte, los científicos de la NASA han tenido que usar la imaginación para poder seguir haciendo lo que hasta ahora hacían: Ciencia.
Referencia: NASA.
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