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Una super-supernova

Área: Espacio — junio 2, 2007

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Ilustración de cómo podría haberse visto la explosión desde un punto cercano.

La mayor supernova descubierta hasta ahora, SN 2006gy, es cientos de veces más violenta que una supernova típica; procede de una estrella 150 veces mayor que el Sol y podría ser el primer caso observado de un nuevo tipo de supernova.
Se trata de un descubrimiento de científicos de la universidad de California, basados en observaciones con el Observatorio Chandra de rayos X, además de con grandes telescopios ópticos terrestres y parece indicar que las explosiones de estrellas tan grandes como esa, fueron relativamente comunes en los primeros tiempos del Universo, ya que la primera generación fue de estrellas muy masivas, pero también nos alerta de la posibilidad de que ocurra una supernova de este tipo en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.
Las supernovas ocurren cuando las estrellas más grandes agotan todo su combustible y se destruyen por su propia gravedad, pero los astrónomos creen que en el caso de SN 2006gy las circunstancias pueden haber sido diferentes.
Bajo ciertas condiciones, el núcleo de una estrella extraordinariamente grande produce tal cantidad de radiación de rayos gamma, que una porción de la energía de la radiación se convierte en pares de partículas y anti-partículas. La disminución de energía que resulta del proceso hace que la estrella se enfríe y que su propia gravedad la comprima. Después de la compresión se vuelven a producir reacciones termonucleares y la estrella desaparece en una explosión titánica, dispersando totalmente sus restos por el espacio, en vez de colapsarse parte de su materia en un agujero negro.

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Según las observaciones del observatorio de rayos X Chandra, y de telescopios terrestres, la explosión de SN 2006gy es la más brillante y energética conocida hasta ahora y puede tratarse de un nuevo tipo de supernova. La figura izquierda es la imagen infrarroja de la galaxia NGC1260 y la supernova (a su izquierda), obtenida con óptica adaptativa, por el observatorio Lick. La derecha es del Chandra, del mismo campo celeste y muestra en rayos X el núcleo de la galaxia y la supernova. Fuente de imágenes: NASA, CXC, M.Weiss; imagen en rayos X: NASA, CXC, UC Berkeley, N.Smith et al.; imagen infrarroja: Lick, UC Berkeley, J.Bloom & C.Hansen.

Los resultados en ambos casos son muy distintos: en el de SN 2006gy la explosión dispersa por la galaxia una gran cantidad de nuevos elementos, enriqueciendo el medio interestelar, y en el otro, el caso de las supernovas «normales», quedan aprisionados para siempre en un agujero negro.
El descubrimiento de la supernova denominada SN 20006gy aporta pruebas de que la muerte de las estrellas de tan gran magnitud es un fenómeno totalmente diferente del descrito por las predicciones teóricas existentes hasta ahora.
Parece que SN 2006gy expulsó una gran cantidad de masa antes de la explosión. Ésta erupción es similar a la ya observada en Eta Carinae, una estrella también gigantesca, pero en nuestra galaxia, la Vía Láctea, y podría evolucionar en un futuro en esa misma dirección y encaminarse hacia su explosión como supernova.
SN 2006gy puede ser la supernova más brillante observada hasta ahora, pero se encuentra en la galaxia NGC 1260 a unos 240 millones de años luz de la Tierra. En cambio Eta Carinae es una estrella vecina de la Tierra, en la misma Vía Láctea, y se encuentra apenas a 7.500 años luz. No puede saberse con certeza si Eta Carinae explotará pronto, pero debe mantenerse bajo vigilancia por si acaso. La explosión de Eta Carinae podría ser el mayor espectáculo estelar de la civilización moderna.
Los datos de SN 2006gy también indican que los restos de supernovas resultantes de las primeras estrellas pueden ser más comunes que lo que hasta ahora se creía.
El observatorio Chandra es un potente telescopio de rayos X de la NASA que se encuentra en órbita a unos 139.000 km de la Tierra, y gracias a sus observaciones se ha descartado otra hipótesis alternativa: que la supernova se originara debido a la explosión de una estrella enana blanca dentro de un entorno rico en hidrógeno. En este caso, la radiación debería haber sido 1000 veces mayor que la detectada por Chandra.

Por Juan Antonio Bernedo.

Fuente: NASA.

1 Comentario

  1. Jose M. Piñeiro:

    Hay una teoría que considera que la expulsión de radiación no tiene por que ser homogénea. Es posible que en los polos, por poner un ejemplo, la eyeccion de materia y radiación fuera muy superior (como en un pulsar).
    En ese caso una super-supernova no sería mas que una supernova «normal» cuyo polo estaría orientado a la Tierra.

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