Recursos farmacológicos de las selvas tropicales
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Cuando se buscan argumentos a favor de conservar la biodiversidad en la Tierra a veces se usan criterios utilitaristas para el ser humano, como si cualquier cosa estuviese supeditada al beneficio del hombre. Así, se afirma que hay que preservar las selvas tropicales porque ahí puede haber una planta u otro tipo de ser vivo que nos sirva para encontrar una nueva medicina o un nuevo tratamiento contra el cáncer o cualquier otra cosa útil que desaparecería para siempre una vez que la especie que lo produce se extinga.
No necesitamos este tipo de razones para defender esos seres que tienen derecho a la existencia. Estos argumentos son un poco pobres, tristes y egoístas, pero no son en ningún modo afirmaciones gratuitas, pues los seres que ahí habitan llevan compitiendo por la supervivencia durante miles de años y han desarrollado toda una gama de productos bioquímicos para defenderse por ejemplo de las infecciones y de otros seres.
Es más, ese tipo de afirmaciones se basan en la realidad de ahora mismo y no en una hipótesis o en un futurible. Para ilustrar este hecho NeoFronteras quiere hacerse eco de un pequeño descubrimiento que el biólogo Gary Strobel de Montana State University ha hecho en la selva de Honduras. Este investigador lleva unas dos décadas recorriendo las selvas tropicales del mundo en busca de esos nuevos tesoros químicos.
Su campo se ha centrado en el estudio de los hongos y bacterias que pueblan esos ambientes tan húmedos. Le interesan concretamente las variedades endofitas que viven dentro de las plantas, y es ahí donde busca productos útiles para la industria como puedan ser fármacos o pesticidas.
En 1999 Stroble abrió una bandeja de plástico en el laboratorio de su universidad y vio que la docena de especies de hongos que recolectó en Honduras habían sobrevivido al viaje. Las colocó en un contenedor adecuado para evitar infecciones, pero al cabo de unos días todas excepto una murieron.
Se preguntó así mismo por qué murieron y supuso correctamente que algo los tuvo que matar. Comprobó más tarde que un hongo había producido algún tipo de gas que mató al resto.
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Denominó al hongo Muscodor albus, que en latín significa “hongo blanco apestoso”. Él y sus colegas encontraron más de 30 ingredientes en el gas que ese hongo desprendía y comprobaron que ninguno en solitario era tóxico para los mamíferos.
Sin embargo, estos ingredientes combinados producían una receta mortal para determinadas especies. Haciendo crecer el hongo a un lado de una placa de Petri mataba a casi cualquier otro microbio que encuentraba en el lado opuesto en una hora. Como el lector ya puede imaginar esto recuerda levemente al hallazgo por parte de Fleming de la penicilina.
Reproduciendo la receta se consigue el mismo efecto sobre los microorganismos que el hongo consigue por si solo. De hecho, comprobaron que tenía la capacidad de prevenir la aparición de diversas plagas que afectan a los cultivos como el hongo Ustilago hordei. Más tarde patentaron la receta.
No es fácil encontrar este tipo de sustancias, pues sólo una parte de las especies endofitas producen sustancias útiles y hay que probar muchas de ellas hasta dar con algo interesante. El coste total de desarrollo de un nuevo producto puede elevarse a los 300 millones de dólares según Strobel.
Aunque en ocasiones la recompensa es importante. El taxol, que se utiliza contra el cáncer se encontró en un árbol del Pacífico. Obtener este producto del árbol es muy difícil y no se puede sintetizar en el laboratorio, pero el equipo de Strobel descubrió que un hongo endofito producía también el mismo producto. Como cultivar el hongo es más fácil que cultivar el árbol ahora se pueden producir grandes cantidades de taxol a un precio muy inferior.
Después de esta experiencia, Strobel pensó en las miles de especies de seres endofitos aun por descubrir en las selvas del mundo.
Mueren unas 2 o 3 millones de personas por culpa de malaria en el mundo cada año, otras 3 por tuberculosis, de 7 a 8 millones de sida, y las bacterias que nos acosan se hacen cada día más resistentes a los antibióticos. Por tanto, necesitamos nuevos fármacos y quizás los debamos de buscar en las selvas del mundo mientras todavia existan.
Además, otros productos procedentes de endofitos pueden servir para otros fines distintos a los medicinales. Por ejemplo, el gas procedente del Muscodor albus puede servir para los inodoros portátiles. Eliminaría las bacterias peligrosas que crecen en esos recintos. Ya hay compañías e instituciones interesadas sobre él por este motivo. En los países en vía de desarrollo muchas personas mueren por falta de higiene, descubrimientos como este ayudaría a prevenir este tipo de muertes.
Además está la utilización de este producto en agricultura para evitar infecciones por hongos en plantas y árboles de interés económico. También evitaría perdidas en el transporte de frutas y verduras. Ya hay compañías interesadas en esta aplicación. La idea es poner un poco del gas en las cajas donde se transportan estos productos, en lugar de los productos peligrosos que se utilizan en la actualidad, e impedir de este modo que se echen a perder. Al fin y al cabo, es un producto natural menos agresivo que los artificiales.
De estos seres endofitos ya se han obtenido antibióticos, antivirales, agentes anticancerígenos, antioxidantes, insecticidas, inmunodepresores, etc.
Ahora este equipo planea ir a la selva amazónica peruana en 2006 en busca de más tesoros… antes de que desaparezcan.
Fuente: National Science Foundation
9 marzo, 2007 @ 1:39 am
Hola! El artículo me pareció muy interesante, en especial porque soy un estudiante de farmacia y bioquímica de la ciudad del Cuzco (Peru) y estoy llevando un curso de farmacognosia, plantas medicinales y todo eso. Bueno, en verdad me pareció realmente interesante este artículo. Sólo pedirles, si no es mucho pedir, otros informes como este a este mi correo, se los agradecería bastante para estar mas actualizado. Espero que sea así, si no lo entenderé.
Gracias.
Giancarlo Gutierrez
giangox @ h o t m a i l . c o m
17 marzo, 2007 @ 12:17 am
Realmente es muy interesante, pero es necesario difundir noticias como esta en los diferentes niveles educativos, así como en medios de información que únicamente transmiten noticias negativas.
¡Felicidades por el artículo!