El ser humano sigue evolucionando
Según un estudio las distintas poblaciones humanas son más diferentes desde el punto de vista genético de lo que se pensaba y todas ellas han sufrido una evolución acelerada en tiempos recientes en la cual todavía estamos.
De todas las noticias que se publican en ciencia aquellas que tratan sobre el ser humano o sus antepasados son las que más éxito tienen. Al ser humano siempre le ha interesado su origen o simplemente saber qué es el hombre. Después de siglos en los que la Filosofía ha tratado de averiguarlo, ahora la ciencia empieza a dar algunas respuestas. La neurociencias nos están dando algunas de esas respuestas y la genética, como una máquina que lo arrolla todo, otras. La genética incluso empieza a tener implicaciones sobre el conocimiento histórico.
La capacidad de elaborar preguntas que tenemos suele ser muy superior a nuestra capacidad de responderlas, pero incluso así siempre merece la pena plantearse preguntas. Primero porque siempre es un buen ejercicio y segundo porque puede ser que seamos capaces de responderlas, incluso de responderlas correctamente.
Desde tiempos históricos se ha dividido a los seres humanos en diversas razas. ¿Tiene sentido esta división racial? Algunos antropólogos culturales incluso afirman que las razas humanas no existen.
¿Cuánto nos diferenciamos unos de otros genéticamente? Hasta hace poco se asumía que estas diferencias eran escasas, ya que incluso la diferencia genética entre humanos y chimpancés es muy pequeña.
Nos creemos los herederos de Dios, creados a su imagen y semejanza. ¿Tenemos ya nuestra esencia biológica definida? ¿Hemos dejado de evolucionar? ¿Somos tal y cual eran nuestros antepasados del Neolítico? Hasta ahora creíamos que sí.
Un estudio reciente niega todas estas presunciones, quizás por ello la revista Science califica a este descubrimiento como el más importante del año pasado. Si además consideramos los últimos ataques de los creacionistas que niegan la evolución (sobre todo la humana), puede que merezca la pena ver un poco en profundidad este resultado que fue dado a conocer el mes pasado.
Unos investigadores han descubierto ahora que basándose en pruebas genéticas la evolución humana, lejos de estar detenida está acelerada. Esto indica que los humanos de los diferentes continentes son cada vez más diferentes desde el punto de vista genético.
Primero recordemos qué es lo que significa evolución. En Biología evolución no significa necesariamente progreso, significa simplemente cambio, generalmente tendente a que una especie se adapte mejor a su entorno. Así por ejemplo, cierto tipo de reptiles evolucionaron hacia serpientes, aunque en el camino perdieran las extremidades. En evolución no hay «mejor» ni «peor», sólo mejor adaptados.
Tampoco es necesario que los individuos peor adaptados mueran antes de reproducirse para que se produzca la selección natural. Para que haya esta selección sólo basta que ciertos individuos tengan más éxito reproductor que otros.
Bajo este punto de vista Hendrix tuvo más éxito reproductor que el occidental promedio al tener muchos hijos, aunque muriese joven.
En el caso que ahora consideramos de evolución humana se tiene en cuenta la tasa de cambio genético. Si no evolucionásemos nuestros genes serían los mismos a lo largo del tiempo, no habría selección sobre los mismos y seriamos muy parecidos.
Los investigadores de este estudio han usado tecnología genética para estudiar los genes humanos, llegando a la conclusión de que el ser humano ha estado evolucionando rápidamente, incluso bajo una evolución acelerada, durante los últimos 40.000 años, especialmente desde el final de la última era glacial (más o menos hace 10.000 años).
Henry Harpending, profesor en University of Utah, y líder del estudio, dice que las implicaciones son provocativas. Según él las personas actuales no son las mismas que aquellas que vivieron hace 2000 ó 1000 años. De este modo se podría explicar, según él, la diferencia entre los belicosos vikingos y los pacíficos suecos, que son sus descendientes, de la actualidad. Según el dogma establecido esto se debería a fluctuaciones genéticas, pero todo comportamiento está bajo las influencias genéticas.
Según Harpending las razas humanas están evolucionando independientemente unas de otras. Harpending mantiene que «…hay mayor tasa de cambio genético tanto en Europa, Asia o África, pero estos cambios son únicos para cada continente. Los humanos tendemos por consiguiente a ser cada día más diferentes unos de otros y no confluimos hacia una mezcla racial». Según él esto ocurre porque los humanos salieron de África hace 40.000 años, se dispersaron y casi no ha habido mezcla genética desde entonces.
Como en la novelas de ciencia ficción
El estudio niega la presunción o creencia, largamente mantenida, de que los humanos modernos aparecidos hace 40.000 años casi no han cambiado desde entonces y que somos prácticamente los mismos. Pero la verdad es que los humanos han estado evolucionando muy rápidamente en la escala de cientos de años o milenios, y estos cambios han sido distintos en cada continente.
El aumento de la población hasta llegar a los miles de millones de habitantes ha acelerado el ritmo evolutivo humano porque estábamos en un ambiente nuevo, distinto de aquel del que procedíamos, necesitábamos adaptarnos y con una población grande las mutaciones genéticas ocurren más frecuentemente. La teoría evolutiva afirma que la evolución es más rápida en poblaciones más grandes.
Según Gregory M. Cochran, coautor del estudio, la Historia se parece más y más a como las novelas de ciencia ficción describen la aparición de mutantes y de cómo éstos desplazan a los humanos «normales», algunas veces de manera silenciosa, mediante la supervivencia a las hambrunas o pandemias, y otras veces mediante la conquista. Y nosotros somos esos mutantes.
Estos investigadores han realizado el estudio junto a al físico y biólogo autodidacta M. Cochran de Nuevo México, el antropólogo John Hawks (University of Wisconsin), el genetista Eric Wang (Affymetrix, Inc. Santa Clara, Calif.) y el bioquímico Robert Moyzis de University of California (Irvine). Como se puede ver el grupo es bastante multidisciplinar.
Los judíos son más inteligentes
Este nuevo estudio proviene de uno anterior realizado por parte de este equipo en el que se explicaba la razón de la superior inteligencia promedio de los judíos Ashkenazi (los procedentes del norte de Europa). Según mantenían en el artículo estas personas fueron seleccionados genéticamente al ser presionados para mantenerse en el desempeño de determinadas profesiones como la de banquero, tratante o recaudador de impuestos en el Medievo europeo. Aquellos que eran más inteligentes tenían más éxito, conseguían mayor riqueza y tenían más hijos, pasando sus genes a las generaciones posteriores. Algunos de estos genes también estaban ligados a cierto tipo de enfermedades hereditarias.
Ese estudio, y otros similares que trataban de las diferencias genéticas entre los humanos, levantaron polémicas y temores entre aquellos que veían a estos resultados como una amenaza al justificar supuestamente el racismo y la discriminación. Otros criticaron la calidad científica de estos estudios, argumentando que la cultura juega un papel más importante que la genética.
Harpending dice que las diferencias genéticas entre las diferentes poblaciones humanas no pueden usarse para justificar la discriminación. Según él los derechos constitucionales no están fundamentados en la igualdad total de las personas. La gente tiene derechos y deben de tener oportunidades, independientemente del grupo al que pertenezcan.
Buscando polimorfismos de nucleótido simple
En el estudio actual se buscó pruebas biológicas de selección natural, es decir, de la evolución de mutaciones genéticas favorables en los pasados 80.000 años, mediante el análisis de los datos sobre el ADN de 270 individuos participantes en el proyecto internacional HapMap. El HapMap es un esfuerzo por identificar las variaciones en los genes humanos causantes de enfermedades, con la idea de que puedan servir de blanco para el diseño de nuevos medicamentos.
En el estudio se estudiaron especialmente las variaciones genéticas denominadas «polimorfismos de nucleótido simple» o SNP (single nucleotide polymorphisms) en sus siglas en inglés, correspondientes a determinados genes, y su propagación a través de una proporción significativa de la población. Los genes bajo esta SNP son los mismos salvo por un cambio en un par de bases (hay cuatro bases posibles: A, C, G, T, y siempre van por pares enfrentados, cada uno en cada hebra de las dos que contiene el ADN) obteniéndose variantee del gen o alelos.
En el estudio se incluyó, entre otros datos genéticos, el análisis de 3.900.000 polimorfismos de nucleótido simple de estas 270 personas. Estos individuos eran de origen chino, japonés, africano (tribu Yoruba) y europeo del norte representados por mormones de Utah.
En el transcurso del tiempo los cromosomas se rompen y recombinan, apareciendo mutaciones que terminan produciendo variantes de los genes. Si aparece un gen mutante que sea favorable, el número de copias de este alelo aumentará rápidamente entre la población porque los individuos que lo portan son más propensos a sobrevivir. Al aumentar su presencia rápidamente termina siendo común entre los individuos de una población en poco tiempo.
Los investigadores se aprovecharon de esto último para determinar si los genes contenidos en los cromosomas habían evolucionado recientemente. Los humanos tenemos 23 pares de cromosomas, cada cromosoma del par procedente de cada progenitor, y cualquier cromosoma contiene muchos genes.
Si el mismo cromosoma procedente de diferentes personas tuviera un segmento con un patrón SNP idéntico indicaría que el segmento en cuestión no se ha roto o recombinado recientemente. Esto quiere decir, que en caso contrario, se debe de haber producido una evolución reciente y rápida.
Este grupo de investigadores usó esta propiedad para computar en un ordenador los datos disponibles.
Resultados
Entre los resultados obtenidos están:
– El 7% de los genes humanos (unos 1800) están bajo una reciente y rápida evolución.
– Hay mucha más diversidad genética en los SNP de lo que previamente se había pensado asumiendo que la evolución humana hubiera permanecido constante.
– Si el ritmo en el que los nuevos genes evolucionan en África fuera extrapolado a hace 6 millones de años, cuando los humanos y chimpancés divergieron, las diferencias genéticas entre los chimpancés modernos y los humanos actuales sería 160 veces mayor de lo que realmente es en la actualidad. Por tanto el ritmo de evolución de los africanos ha sufrido una aceleración reciente.
– Si la evolución hubiese sido rápida y constante durante un periodo de tiempo largo debería de haber muchos genes evolucionados recientemente distribuidos en todos los individuos. Pero, según el estudio muchos genes están todavía tratando de ser los más frecuentes o abundantes en la población, cosa que indica una reciente aceleración en la evolución humana.
– Los investigadores examinaron la historia del tamaño de las poblaciones humanas en cada continente. Encontraron que el patrón de mutaciones visto en los datos genéticos era consistente con la hipótesis de que la evolución es más rápida en grandes poblaciones.
Piel clara, agricultura, ganadería e Historia
El crecimiento rápido de la población está a veces acoplado con cambios en la cultura y en la ecología, creándose nuevas oportunidades de adaptación. En los pasados 10.000 años ha habido cambios muy rápidos en la evolución de la dentadura y el esqueleto humano, así como en la aparición de nuevas respuestas genéticas a la dieta o a las enfermedades.
La emigración humana a los ambientes de Eurasia creó una presión de selección a favor de una piel más clara que permitiera sintetizar más cantidad de vitamina D bajo la nueva climatología y alimentación.
Como la población humana ha pasado de unos pocos millones al final de la era glacial a los más de 6000 millones de la actualidad se han favorecido, de forma global, genes que han emergido y evolucionado aceleradamente.
Hay que entender los cambios genéticos para poder entender la Historia. Así por ejemplo en China y gran parte de África poca gente puede digerir la leche una vez se hacen adultos. Pero en Europa y el Mediterráneo los genes que producen la enzima lactasa que permite digerir la lactosa de la leche, están activos en la mayor parte de la población. Esto explica por qué en Europa es tan común consumir leche o derivados lácteos. Esta tolerancia a la lactosa apareció hace sólo unos 8000 años.
Ahora se estudia si la mutación que permitió la tolerancia a la lactosa (LCT) espoleó parte de la histórica expansión de la población, incluyendo el evento histórico de cuando los hablantes de lenguas indoeuropeas se asentaron desde el noreste de la India y Asia central a través de Persia hasta Europa hace 4000 ó 5000 años. Estos investigadores sospechan que la posibilidad de beber leche dio a los tolerantes a la lactosa indoeuropeos más energía y les permitió conquistar grandes áreas.
Todavía estamos adaptándonos y evolucionando
Harpending cree que la aceleración de la evolución humana es un estado temporal debido a la migración de hace 40.000 años y a la invención de la agricultura hace unos 12.000 años o el desarrollo de la ganadería. Todo esto cambió nuestra dieta y nuestros sistemas sociales. Si de pronto se toman a unos cazadores y recolectores y se les dan ciertos alimentos ricos en carbohidratos adquieren diabetes frecuentemente. Todavía estamos adaptándonos a todo ello. Eventualmente esta rápida evolución se desacelerará si se asume que el ambiente y la dieta se estabilizan.
Los factores culturales y ambientales locales remodelan todos estos genes en los diferentes continentes.
Los investigadores han visto varios genes, propagándose entre la población, que nos apoyan a la hora de prosperar con una dieta rica en carbohidratos. Otros genes han aparecido para conferir resistencia frente a las enfermedades como la malaria (gen G6PD), el SIDA o la fiebre amarilla. Algunos genes están relacionados con la producción de esperma que parecen haber estado bajo presión de selección en los pasados 10.000 años.
La falta de hierro por el consumo pobre en carne, la caries por culpa del consumo de azúcar o la baja estatura por una nutrición pobre son otros problemas contra los que todavía nos enfrentamos al no estar totalmente adaptados a las nuevas condiciones.
Una curiosidad como los ojos azules, determinada por el gen OCA2, no apareció hasta hace poco tiempo. Hace 400 generaciones no había humanos con ojos azules. ¿Se ha favorecido esta característica culturalmente?
Incluso a simple vista somos muy diferentes a nuestros antepasados, sobre todo si se tienen los ojos azules.
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Recent acceleration of human adaptive evolution (resumen en PNAS).
Sobre evolucion humana reciente en NeoFronteras.
Sobre lactosa en NeoFronteras.
28 julio, 2008 @ 7:37 pm
Muy interesante el artículo y los relacionados, pero se me ocurre una cuestión, si el sentido de la evolución es antrópico y en consecuencia el hombre es la punta de lanza de dicha evolución, ¿porqué no nos movemos en la dirección de ser menos agresivos con nuestro entorno, por ejemplo utilizando menos alimentos animales, o acercándonos más a las intuiciones de los grandes pensadores de forma que la evolución signifique trascender y englobar y no desestabilizar un ecosistema del cual hemos nacido y del que somos, como máximo, gestores?
19 agosto, 2008 @ 2:12 am
El hombre no es la punta de lanza de la evolución, es una especie más y no está ni más ni menos evolucionada que las demás. Evolución biológica no significa progreso.
En cuanto a lo que dice de ser menos agresivos, cada día hay más habitantes en la Tierra (hace tiempo que sobrepasamos la población que puede mantener de una manera sostenible) y cada uno de sus habitantes es lo suficientemente egoísta.
19 agosto, 2008 @ 5:12 pm
Quizá no estaba bien expresada la idea de que la evolución sea antrópica, pero casi seguro que parece ir en el sentido del aumento de inteligencia reflexiva, es decir, la que sabe que sabe. Así cualquier otra especie conocida es capaz de influir en su entorno y adaptarse al mismo incluso mejor que el ser humano y en el sentido biológico es más evolucionada, pero no parece que sepa entender ni adaptarse a los cambios, ni parece que sepa que sabe. Es más creo que representan vías destinadas a la extinción antes que el ser humano, que de alguna manera puede ser más capaz de adaptación mientras sea capaz de dar tiempo al siguiente escalón o salto evolutivo que sea capaz de trascender y englobar todo el fantástico desarrollo que la vida ha desarrollado, aquí y/o en el resto del universo.
24 agosto, 2008 @ 11:45 am
Estimado Guillermo:
Basta que haya una excepción para que una ley no sea correcta. En este caso las excepciones son además muchas. Todos los animales que calificaríamos de «superiores», como lo grandes mamíferos o los simios, están en peligro de extinción. No parece que les vaya bien pese a su «progreso». Sin embargo, las bacterias siguen siendo las reinas de la creación pese a su sencillez y llevar aquí desde el principio de la vida sobre el planeta.
También hay casos de evolución «regresiva» en los que determinados organismos han evolucionado hacia seres más sencillos.
La complejidad existente es simplemente el «nicho» que las bacterias permiten ocupar.
La evolución es un proceso «histórico». Es decir, dependiente de una serie de hechos que en el fondo son azarosos, un fruto de la contingencia. Estamos en este planeta pero podríamos perfectamente no estar. Nos parece que la evolución tiende hacia nosotros porque estamos aquí, pero lo mismo se podrían haber planteado los Neandertales y la multitud de homínidos que termaron siendo ramas extintas de árbol evolutivo.
Desde aquí le recomendamos los libros de Stephen Jay Gould, donde se explican bien estos conceptos.
24 agosto, 2008 @ 12:18 pm
Gracias por su comentario y su magisterio. Stephen Jay Gould está entre los libros próximos a estudiar aunque espero que no sirva para amortiguar mi optimismo y confiaza en el ser humano o en aquello que se convierta en el futuro y no me haga pensar, como un muy buen amigo dice, que representamos el cáncer de la Tierra en estado de metástasis galopante.
Gracias de nuevo y saludos
22 octubre, 2008 @ 4:19 am
Es interesante que se defina la postura Creacionista como un «ataque». Se supone que en democracia, todas las voces son válidas y que, cada cuál, tiene el derecho humano reconocido para creer y aceptar lo que su conciencia dicte. Ahora bien, los evolucionistas deberían entender que su porción de verdad, es precisamente eso, una porción, no la verdad entera. Existen inmensos lagos -tal vez océanos- de desconocimiento aún de como opera la evolución. El artículo afirma que los humanos aún continuamos en proceso de evolución pero, en rigor a la verdad, evolución es el paso de una especie a otra y eso no esta sucediendo en nuestra raza por el momento.El Creacionismo no existiría si el evolucionismo diera respuestas satifactorias pero solo da hipótisis. A lo mejor, quizas, tal vez esto o aquello…; lamento que se vea al Creacionismo como una fuerza destructiva cuando sus filas las integran miles de buenas personas que simplemente desean que se respete su pensar. Gracias por leer.
26 octubre, 2008 @ 7:57 pm
Señor Rhex:
Es verdad que todo el mundo tiene derecho a opinar o a tener una ideología, por eso a ustedes no se les mete en la cárcel o se les quema en la hoguera por intentar detener el progreso científico y la educación. Cosa que por cierto sí hicieron los creacionistas cuando en el pasado tuvieron poder político, y que seguro harían de nuevo con premura si lo volvieran a tener. Aquí los únicos ataques de verdad siempre vinieron de un lado: del de ustedes.
Todo científico sabe que la ciencia no cubre la totalidad, sólo cubre una porción de ella cada vez, una porción cada vez más grande. Pero la ciencia sí pretende conocer la totalidad del mundo material experimentable.
La ciencia es además un proceso, no un conjunto de «verdades absolutas establecidas» como en la religión. Sabemos que la evolución, al igual que la gravedad, existe por ser un hecho obvio. Aunque todavía no sabemos cómo funciona la gravedad en todas sus formas, pese a tener varias teorías, no nos tirarnos de un puente porque no creamos en ella. Así que aunque todavía no se sepa todo respecto a la evolución no podemos negar el hecho evolutivo. No hay que confundir teoría con aquello que trata explicar. Una cosa es la teoría evolutiva y otra el hecho evolutivo.
Tampoco se puede decir que puesto que la teoría evolutiva no responde aún a toda pregunta planteable gramaticalmente entonces es incorrecta. Los únicos sistemas sociales que pretenden eso son las religiones. La teoría evolutiva pretende dar respuestas satisfactorias al hecho evolutivo y no a otras cosas. Si le pide a la teoría evolutiva responder sobre cuándo el hombre adquirió el alma se le dirá que esa pregunta, al no ser científica, no la puede responder. Para eso se inventaron las religiones. Es quizás a ellas a las que debe de preguntar esas cosas. La ciencia le deja y respeta su parcela de «conocimiento», así que deberían de respetar ustedes las parcelas de conocimiento (del mundo natural) que no son suyas.
En cuanto a su definición de evolución revísela porque no es correcta, antes de atacar a la teoría evolutiva debería de informarse del ente al que ataca. De paso revise los conceptos de «hipótesis» y «teoría» en el diccionario.
El prestigio y el respeto hay que ganarlo. Si al creacionismo se le ve como una fuerza destructiva es que probablemente se lo ha ganado a pulso. Si no cree en el hecho evolutivo y es coherente entonces no debería de creer en la ciencia en general y por tanto no usar sus frutos tecnológicos como los ordenadores o Internet. No se puede escoger sólo lo que está de acuerdo con nuestros dogmas o gustos, atacar el resto y pretender ser razonable.
Desde aquí no pretendemos convencer a ningún creacionista para que deje su credo, entre otras cosas porque es banal pretender, con razonamientos, que otros abandonen posiciones fundamentalistas irracionales. Sólo pretendemos hacerles ver que este no es su sitio. En contrapartida le prometemos que no iremos a misa en su iglesia a gritar que Dios no existe.
30 octubre, 2008 @ 5:21 pm
El argumentario de Rhex se basa en la manida y cansina canción de que la ciencia tiene todavía muchos «océanos de desconocimiento». En este caso él aplica la cancioncilla del desconocimiento a la evolución. Podría haberlo hecho con el modelo estándar.Pero lo hace con la evolución, seguramente porqué es donde más «píca» la ciencia, dado el enorme poder explicativo y las peligrosas -por evidentes- consecuencias que se derivan de la teoría evolutiva. Lo más curioso de todo es que los creacionistas que aprovechan cualquier «hueco» científico, para meter en él al Altísimo,no tienen ni una sola prueba, ni una sóla evidencia, de todo lo que afirma su Literatura Sagrada. En resumen, mientras a la ciencia no le dejan pasar ni una (aquí falta esto, allí falta lo otro, de esto otro no se puede deducir aquello otro, etc.) ellos tienen suficiente con creer a pies juntillas- sin razones, sin experimentos,y ni siquiera sin observaciones- en la realidad de toda su mitología. Siempre pues corre a cargo de la ciencia tener que demostrar sus predicciones( y lo hace). La carga de la prueba no les incumbe a ellos. No la necesitan para nada.Y es que la fe religiosa no se argumenta y punto.
15 marzo, 2009 @ 10:00 pm
Hola.. tengo una tarea y necesito investigar sabre la evolución del hombre …. ¿el hombre sigue evolucionando?
Gracias
12 mayo, 2009 @ 7:42 am
Muy estimada catalina: En efecto, el ser humano sigue evolucionando, como dice el título del artículo. Físicamente podríamos hablar de la recesión de la muela del juicio, cada vez menos frecuente, del apéndice vermiforme, o del coccix; también de la extensión de la capacidad de esimilar la leche, aun no compartida por todos y muy extendida en la población descendiente de Europa; en este caso tiene mucho que decir Lynn Margulis. Un cordial saludo.
A Neo: La última frase del segundo párrafo del apartao «Como en las novelas de ciencia ficción» dice: «La teoría evolutiva afirma que la evolución es más rápida e poblaciones más grandes». No estoy de acuerdo con ello ni, en general, con todo el artículo. La subteoría «deriva evolutiva» dice que esta es mayor en poblaciones pequeñas y su base parece muy razonable. Poblaciones separadas divergen más rápidamente que si hubiesen permanecido juntas. Sólo mayor cantidad de mutaciones viables pueden ser favorables a una mayor velocidad en una gran población, pero esa causa está muy contrarrestada por los otros fenómenos que afectan la evolución.
En la actual distribución del ser humano, sólo veo como causa importante de variación percibible por lo rápida, la mezcla racial que supongo nos conducirá a una gran homogeneidad para llegar a la cual, necesariamente hay que evolucionar, pero ello es debido a una causa artificial: la facilidad del transporte para el que ya no existen barreras. No puedo compartir, por tanto, la opinión de Harpending.
Sólo cabe que lo que parece lógico y de sentido común, sea engañoso, pero habrá que documentarlo muy bien. Para eso están los científicos.
Un afectuoso saludo.
12 mayo, 2009 @ 8:43 am
Muy estimado Neo:
De pronto me salta una duda. Si los genes se heredan completos y existe un gen para la altura, otro para el color de la piel o el de los ojos, ¿por qué en la unión de un antecesor blanco y otro negro, se puede dar un color intermedio? Sólo se me ocurre que unas y otras características, o a algunas de ellas, sean consecuencia de varios genes y no de uno sólo, unido al concurso del entrecruzamiento en la meiosis.
Agradecería mucho una respuesta.
Un afectuoso saludo.
12 mayo, 2009 @ 12:39 pm
Estimado Tomás:
Si la teoría evolutiva estuviera acabada, además de no ser científica por ese mismo hecho, podríamos hacer afirmaciones más categóricas. Conocemos muchas cosas sobre los mecanismos de la evolución, de seguro mucho más que en los tiempo de Darwin, pero no los conocemos todos. La deriva genética estuvo de moda hace un tiempo y parece que al final no ha tenido mucho éxito. La teoría neutralista de Motoo Kimura estudiaba este concepto y cosechó algunos éxitos en el pasado.
También podríamos hablar del saltacionismo de Gould y de otras subteorías evolutivas. Indudablemente hay margen de maniobra.
Al final uno se da cuenta que la evolución es más compleja de lo que imaginamos. Al concepto simplista de un gen un fenotipo, se le han añadido últimamente, genes interrelacionados, epigenética, ARN especial, ADN «basura», genes maestros, genes HOX, parásitos genéticos, etc. A lo que hay que añadir las extinciones masivas, la presión de selección, efecto isla, efecto isla sexual, rutas embrionarias que condicionan la evolución de conjuntos de genes, etc.
Si no sabemos resolver las ecuaciones de los fluidos sería muy optimista pensar que podemos saberlo todo acerca de un sistema tan complejo como la evolución.
En cuanto al ser humano, los mejores ejemplos son el gen de tolerancia a la lactosa y las varias copias del gen de la amilasa. Estos nos permiten aprovechar la leche del ganado y el almidón de los cereales. Hay poblaciones que todavía no han adquirido estos genes y otras sí. Hablamos de la invención de la ganadería y la agricultura hace sólo 10.000 años, de la Historia de las civilizaciones, del surgimiento y caída de los imperios. La Historia está en nuestros genes.
13 mayo, 2009 @ 3:22 am
Bien, sólo voy a opinar brevemente porque apenas si sé algo de biologia evolutiva.
Creo que hay un factor-clave en la evolución reciente que este artículo no toma en cuenta: los avances de la medicina, es decir, no sólo de la sobreviviencia y reproducción de organismos aparentemente menos dotados, sino el impacto de los antibióticos, nurolépticos e irradiadores sobre el ADN.
El otro factor es la probable influencia de los transgénicos.
13 mayo, 2009 @ 2:46 pm
Muy estimado Administrador:
Gracias por la respuesta que amplía mis conceptos. Es cierto que una teoría, si está acabada, en el sentido de completa y de acuerdo perfecto con la realidad, deja de ser teoría. Se convierte en hecho, como lo es la esfericidad terrestre que, en su día, fue teoría.
Pero más bién contestas a «catalina». Yo te pregunto por mis dudas en 11.
Un agradecido saludo.
13 mayo, 2009 @ 3:24 pm
Es que no existe un gen para la altura o el color de la piel. Son varios genes los que se interrelacionan entre sí. La herencia Mendeliana funciona bien para guisantes lisos y rugosos porque es solamente un gen el que lo determina. No siempre es así.
15 mayo, 2009 @ 7:12 am
Muchísimas gracias; era la respuesta que esperaba y apuntaba en mi 11, pero de la que no estaba seguro.
Cordiales saludos.
13 agosto, 2009 @ 2:03 am
¿Nosotros usamos solo el 15 al 10% de nuestro cerebro por que nuestro cuerpo no puede mantener el ritmo de un cerebro así y x eso solo usas el 10 al 15 y simplemente mantiene vivo el otro % por que el cuerpo no es capas de mantener el 100% del cerebro?
Quizás sea por que hubo una época de hambruna que no podía sustentar nuestro cerebro pero lo más probable que con un cerebro así hubiésemos salido del problema o muerto
19 agosto, 2009 @ 10:59 pm
El ser humano usa un 100% de su cerebro, salvo quizás aquellos que dicen que el ser humano sólo usa un 10%.
26 septiembre, 2009 @ 11:57 pm
He leído alguna vez que la raza amarilla es más inteligente que la blanca, pero que la blanca se extendió por el mundo gracias a que tuvo la mutación que permite a los adultos digerir la leche, ventaja de la que no gozan negros y amarillos. La plica mogólica, a su vez, apareció hace menos de 10.000 años. Los asiáticos llegaron a América hace unos 15.000 años, aprovechando que en la última glaciación el mar estaba 100 metros más bajo y estaba unida Siberia con Alaska en América. Al terminar la glaciación de Würms hace 12.000 años se interrumpió el paso. Por ese motivo los aborígenes americanos no tienen la «plica» mogólica (ojo achinado) al igual que indonesios, filipinos y otros de Asia sudoriental.