NeoFronteras

¿Requiere la cooperación tanto de reciprocidad como de vecinos similares?

Área: Cooperación — martes, 12 de junio de 2012

Unos científicos del Max Planck desarrollan un nuevo modelo sobre la evolución de la cooperación.

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La evolución es por definición fría y sin piedad, selecciona el éxito y se deshace de los fracasados. Parece natural esperar que semejante proceso simplemente favorezca genes que se ayuden a sí mismos y no a los demás. Aún así, el comportamiento cooperativo puede ser observado en muchas áreas y que los humanos se ayuden unos a otros es un fenómeno frecuente. Por tanto, una de las cuestiones más importantes en la ciencia de hoy en día es cómo evolucionó el comportamiento cooperativo. Científicos del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva en Plön, de la Universidad de Harvard y de la Universidad de Ámsterdam han desarrollado ahora un nuevo modelo que combina dos posibles explicaciones (reciprocidad directa y estructura poblacional) y han encontrado que tanto la repetición como una población estructurada son esenciales para la evolución de la cooperación. Los investigadores concluyen que las sociedades humanas pueden alcanzar altos niveles de comportamiento cooperativos si sus individuos interaccionan reiteradamente y si la población exhibe al menos un pequeño grado de estructura.
Los científicos trataron la cuestión de cómo el comportamiento cooperativo podría evolucionar usando una juego denominado el dilema del prisionero, que considera dos tipos de jugadores: los cooperadores que pagan un coste por ayudar a los demás y los desertores que evitan pagar el coste mientras cosechan los beneficios de los cooperadores con los que interaccionan.
En general cada uno estaría mejor si todos entablaran comportamientos cooperativos con los demás, pero desde el punto de vista del individuo, la deserción es lo más beneficioso. Por tanto, la selección siempre favorecerá a los desertores y no a los cooperadores. Los investigadores han usado una estructura poblacional y la reciprocidad directa para explicar por qué de todos modos ha evolucionado la cooperación. En una población estructurada, los cooperadores son más propensos a interaccionar con los cooperadores y los desertores con los desertores. La reciprocidad directa implica la repetición de la interacción y por tanto está basada en la experiencia ganada de eventos previos que involucraban cooperación. En el pasado ambas aproximaciones han sido consideradas separadamente.
Usando simulaciones computacionales y modelos matemáticos un grupo de científicos alrededor de Julián García, del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva en Plön, han desarrollado un nuevo modelo que tiene en cuenta ambos conceptos. Descubrieron que la reciprocidad directa por sí sola no es suficiente y que es necesaria una población estructurada a la hora de alcanzar altos niveles de cooperación. Cuando hay alguna reciprocidad el nivel promedio de cooperación aumenta porque tipos distintos son más propensos a la interacción entre ellos.
Adicionalmente, los investigadores observaron que la cooperación se da si los individuos cooperativos y desertores están altamente concentrados por zonas y la repetición es escasa. Y, sorprendentemente, demasiada repetición puede incluso dañar la cooperación en los casos en los que la estructura de la población hace la cooperación entre individuos muy probable. Esto se debe al hecho de que la reciprocidad puede proteger a los desertores de una invasión de desertores de manera análoga a como protege a la cooperación de ser invadida por los desertores.
Así explica García uno de los hallazgos principales: “Sin una población estructurada, la cooperación basada en la repetición es inestable.” Esto es especialmente verdad para los humanos, donde la repetición se da regularmente para quienes viven en fluidas pero no totalmente desestructuradas poblaciones. Un poco de estructura en la población ayuda un montón si la repetición está presente. “Por tanto, la receta para la cooperación humana podría ser: un poquito de estructura y mucha repetición”, dice Julián García. Este fenómeno da lugar a altos niveles promedios de cooperación.

Este post es una traducción literal de la nota de prensa.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.
Pdf del artículo original.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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14 Comentarios

  1. lluís:

    Supongo que»interacción reiterada» es lo mismo que «repetición».Pero lo de la «población estructurada» me lo tengo que imaginar un poco más,así que la pregunta sería ¿qué se debe entender por «estructurada»?.No sé, quizá sea que no cabo de entender este estudio.
    Saludos.

  2. tomás:

    Muy estimado «lluís»:
    También me encuentro en una situación parecida. El artículo no está nada claro. Cabe imaginar que una sociedad estructurada pudiera significar una población de algún modo organizada, porque estructurada, podemos afirmar que siempre hay una estructura respecto a algo. Por ejemplo a la edad, al reparto de la riqueza, a la distribución territorial; en fin, respecto a casi cualquier cosa.
    Pero incluso si se refiriese a organizada, quizá habría que añadir «bien orgabizada» y poner algún ejemplo de lo que eso significa.
    El artículo me interesó mucho por el título, ya que soy de la opinión de que, o se establece una educación que promueva la cooperación o no habrá forma de salir de esta, pero no he podido sacar opinión clara alguna.
    Posiblemente esta la falta de comentarios se deba a la perplejidad que produce el no comprender. Quizá algún compañero se anime y nos eche una mano.
    Recibe un fuerte abrazo.

  3. lluís:

    Muy estimado tomás:
    En teoría ya se promueve una educación que tiende a la cooperación, pero lo cierto es que ,guste o no, vivimos en una sociedad altamente competitiva,así que digamos que nos vemos más o menos obligados a vivir en una especie de «estado-estacionario», en el que se bascula entre la cooperación y el egoismo.Y ahora, más que nunca, podemos ver como junto a historias episódicas de altruísmo, aparecen con más frecuencia condutas muy egoístas,y es que realmente tener que repartir la miseria resulta y resultará cada vez más problemático.
    Otro para tí, amigo tomás.

  4. NeoFronteras:

    El dilema del prisionero no tiene solución a una sola jugada. No hay forma de tomar una decisión de la cual no nos arrepintamos al final. Si uno se guía por criterios egoistas el resultado es malo incluso para el que así se rige. Esto se debe principalmente a que no es un juego de suma cero. Cuando se descubrió se intentó aplicar a la guerra nuclear (que también se jugaría a una sola mano) y entraron en pánico. Los humanos no somos 100% racionales y en este caso esto nos benefició.
    Sin embargo sí tiene solución si hay más de una interacción, porque de ese modo los jugadores aprender a cooperar, incluso cuando sean jugadores fríos y calculadores. Esto permite crear estrategias de premios y castigos, pero sólo se dan en una sociedad estructurada en donde los individuos interaccionan reiteradamente y se crean esas estrategias a nivel individual y colectivo. Una sociedad individualizada al 100% o sin estructura no permite eso y sucumbe presa del egoísmo de sus miembros.

    Puede ser una bonita lección en los tiempos actuales, o bien nos unimos y castigamos a los culpables de la situación económica y ecológica o todos nos vamos a la porra. Esta solución es algo que no sucederá si todo el mundo grita «tonto el último». Es curiosa la paradoja cultural en ciertos países. Por un lado en los países avanzados hay una libertad individual superior a la que hay en otros, pero se han creado fuertes correctivos e incentivos a la «cooperación». Sin embargo, en los menos avanzados hay menor libertad individual, mayor control de la vida privada, pero mejores vínculos familiares y de amistad. Pero la falta de correctivos hace que esos vínculos familiares y de amistad degeneren en corrupción.

  5. tomás:

    Estimado Neo:
    Se agradece tu intervención que marca un camino al razonamiento. El que haya más de una interacción puede aprenderse desde la educación primaria, de forma que los estudiantes comprueben cómo la cooperación tiene más beneficios para el conjunto que el egoísmo. Incluso para cada individuo, a la larga, con suficiente número de juegos, también puede resultarle más beneficioso. Esto, claro, dentro de ciertos límites, porque si el conocido «pelotazo» que supongo de reciente raigambre española, tiene suficientes dimensiones, harían falta casi infinitos juegos. Mas, para eso han de estar las leyes.
    Hace unos días cogí ya empezado, en TV2, un reportaje sobre unos niños en Somalia que sufrían malformaciones genitales de imposible curación y sin alivio en esa desgraciada región. Sólo les esperaba una muerte dolorosa y muy prematura. Al parecer todo ese horror estaba causado por la importación de residuos tóxicos y posiblemente radiactivos. Otros países también eran receptores: Mozambique y alguno más. Al menos empresarios italianos estaban implicados con «señores de la guerra» y con intermediarios sin escrúpulos que habían ideado el negocio. Este, en términos generales se basaba en que malenterrar o dejar en contenedores abandonados e incluso tirar al mar, una cierta cantidad de residuos podía costar entre 5 o 6 euros mientras que guardar esos residuos con seguridad suficiente costaba unos mil euros por la misma unidad en Europa. A tal fin, alguien en Italia había proporcionado un buen número de barcos pesqueros que no se dedicaban a pescar sino a trasladar. Una periodista italiana que intentó averiguar algo fue asesinada a las pocas horas de entrevistar a uno de esos «bestias de la guerra». Denunciado el caso en Italia, fue sobreseído. No sé si se habrá logrado algo, porque parece que la mafia está metida en el tema.
    Me refiero a esto porque no debemos creer que es un caso aislado. Son muchas las formas de egoísmo criminal y la dimensión que alcanza el mal que hacen es mucho más alta de lo que pensamos. Hace ya tiempo que leí la tremenda importancia relativa del acaparamiento de riqueza y su malgasto inútil en comparación con los salarios de supervivencia. Eran necesarios miles de estos, creo recordar que se habló de 3.000, para cubrir los ingresos desmedidos e injustificados de uno sólo de estos aprovechados. Realmente esos pocos acumulaban un altísimo tanto por ciento de la renta. ¿Qué decir si nos referimos a las paupérrimas rentas de los países pobres de África? Allí la proporción podría ser de uno por cada treinta mil; vamos, como todos los habitantes de una pequeña ciudad.
    Considerando todo esto, sólo el votar no es democracia, ni la economía de mercado, sin el freno de la razón y la justicia tiene algo que ver con la libertad.
    Recibe un afectuoso saludo.

  6. NeoFronteras:

    Estimado Tomás:
    Estos modelos son modelos muy simples que no capturan toda la complejidad del ser humano. Nos dicen cómo son o serían las cosas si la gente fuera 100% racional. Nos pueden ayudar a entender las relaciones humanas o a la sociedad, pero no son la última palabra. Simplemente es lo que se puede decir con Matemáticas.
    «Racional» en este caso se contrapone a «emocional». El dilema del prisionero nos dice qué pasa cuando somos 100% racionales y no parece bueno (al menos a una mano). Pero el no ser racionales al 100% evitó que algo así se tomara al pie de la letra y termináremos en una guerra nuclear.
    Estamos programados para la justicia y tenemos mecanismos cerebrales de recompensa que nos dan placer cuando castigamos.
    El caso africano que cuenta es uno más de cómo se las apañan algunos para escapar de la ley y, por tanto, del castigo. Encuentran un hueco en el sistema a través del cual se pueden enriquecer a costa la vida de los demás.
    También nos dice que hay que pensar dos veces antes de extender la alfombra roja al «empresario de éxito». ¿Cómo ha conseguido su fortuna? ¿Explota a los empleados? ¿Destruye el medio ambiente? Todo lo que el ser humano quiere es que le quieran. Si toda la población despreciara profundamente a esos individuos y se lo hicieran saber quizás no se comportarían así.
    Pero, en todo caso, esto nos dice que hay que extender la ley para que alcance a esa gente.
    Si no se hace así al final la gente se toma la justicia por su mano y surgen grupos de terroristas (o guerrilleros, según se mire) o se hace una revolución.
    Una vez gana la revolución, determinada gente sube hasta las posiciones de privilegio y termina explotando al pueblo. Entonces todo comienza de nuevo.
    Al final la idea de justicia es algo dinámico, una meta que nunca se alcanza, pero por la que merece la pena luchar.

  7. tomás:

    Estimado Neo:
    Estoy totalmente de acuerdo con cuanto dices.
    Sin embargo no sé si, cuando la crisis cubana o en algún otro momento, los líderes fueron más emocionales que racionales. Al fin y al cabo no podían tener la seguridad de aniquilar por completo al enemigo y, si no era así, la destrucción mutua era casi segura. Por ello creo que, en realidad fueron más racionales que emocionales o, al menos, tanto una cosa como otra.
    Pero esto es secundario, al menos a toro pasado. Lo importante es que se eduque a la sociedad desde la infancia en la colaboración que, como dices, deje de valorarse a los triunfadores sin mirar cual ha sido el precio social de su éxito, y que se comience cuanto antes.
    Creo que tienes razón cuando escribes: «Todo lo que el ser humano quiere es que le quieran». Si todos reconociésemos esto y que para ello es precisa una conducta recta a largo plazo, quizá las cosas irían mejor.
    Echo de menos una opinión del buen Miguel Angel que con tanto acierto suele opinar, especialmente sobre este tipo de temas.
    Mi más cordial saludo.

  8. lluís:

    «Todo lo que el ser humano quiere es que le quieran».Al igual que tomás me he fijado en esta frase.No es que esté en desacuerdo,pero creo que habría que precisar un poco eso,en el sentido de que, al menos algunos seres humanos quieren que se les quiera tal como son.Es decir, sin condiciones y sin tener que variar sus ideas o su forma de ver el mundo para ser querido.Como se suele decir, un amigo o amiga es aquella persona que sabiéndolo todo de tí, aún te quiere.
    Saludos.

  9. Miguel Angel:

    Estupendo vuestro diálogo.
    Cómo no responder a tu invitación, querido tomás, cuando me regalas por segunda vez en poco tiempo el calificativo de «buen» y eso es lo mejor que se puede decir de alguien en mi opinión.
    Considero que soy un mediocre aprendiz en este tema de la bondad, yo también he cometido en mi vida algunas maldades y no siempre he sido honesto. Y sin embargo tiene razón Neo, en que al final preferimos que se piense de nosotros que somos buenas personas y que nos quieran, incluso la gente a la que etiquetamos de malvada o peligrosa (como siempre podemos encontrar alguna excepción). Me viene a la memoria una cita del actor Klaus Kinski, el rubio del satanismo y de la perversión, un actor conocido por sus desatadas pasiones, quien insinuaba en sus memorias que había cometido incesto con su propia madre y llegó a reconocer que en el rodaje de una de sus películas no encontraba la paz cuando miraba a su hija la actriz Nastassia Kinski, a quien decía encontrar irresistible:

    «Ama a una mujer, ama a un hombre o a un animal…pero ama».

    Comentar también al hilo de lo que dice Neo, que está descrito el «síndrome del triunfador fracasado», que además tiene mal pronóstico ya que suele presentarse al final de la vida, cuando el supuesto triunfador se da cuenta de que a desperdiciado toda una vida trabajando en pos del dinero y olvidando cosas tan importantes como las que estamos hablando, el amor o la familia, cuando ya no hay tiempo para recuperarlas…

    Abrazos para todos

  10. Miguel Angel:

    Cómo no aceptar tu invitación, mi querido tomás, cuando me regalas el calificativo de «buen» por segunda vez en poco tiempo y soy de los que piensan que no se puede decir nada mejor de una persona.
    En esto de la bondad no me considero mas que un mediocre aprendiz y un férreo defensor: yo no soy nigún santón, no siempre he sido honesto con todo el mundo ni logro siempre mantenerme en el estado de «amor oceánico» que me gustaría.

    Lo que si es cierto es lo que dice Neo de que deseamos que nos quieran. Evolutivamente pudo empezar siendo una necesidad, como sugiere Punset: ser expulsado de la tribu por incumplir las normas o mostrrarse demasiado egoísta podía suponer la expulsión de la tribu y conllevar la muerte del individuo.
    Al final, aunque nos resulte difícil de asimilar, hasta un miembro de las FARC o de Al Qaeda quiere que le quieran y ser aceptado en su medio y se autoengañará si es necesario (todos nos autoengañamos), para justificarse y poder seguir viviendo mas e menos integrado en su medio.

    Cómo decía Klaus Kinsi, el rubio actor del satanismo y la perversión, un hombre que insinuaba haber mantenido relaciones incestuosas de niño con su madre y mas tarde ya siendo padre, reconocía que su hija Nastassia kinsi estaba tan guapa, que no lograba encontrar la paz. Decía Klaus Kinski»: «ama a una mujer, ama a un habmbre, a un animal…pero ama».

  11. Miguel Angel:

    Estimado Neo:

    Le rogaría recuperase, si es posible, uno de los dos mensajes (son casí idénticos) que he enviado esta tarde y no aparecen. Muchísimas gracias.

  12. NeoFronteras:

    Es que eso de «querer que le quieran» entran muchas desviaciones. La ostentación de la riqueza para ganar «apreciación social» es una de ellas. Y hay otras.

  13. tomás:

    Gracias, amigo Miguel Angel por acudir a mi llamada. Eres tan amable que me contestas por duplicado.
    Pues eso, gracias por duplicado.

  14. Miguel Angel:

    La gráfica de la noticia es muy clara acerca de las ventajas de la «cooperación total».

    El lector (u oyente en su caso) recuerda mejor las palabras iniciales y las finales de una noticia. La información del medio se olvida con mayor facilidad. Por eso también me ha gustado ver cómo Neo pone el eslogan final:

    Algo de estructura+mucha repetición

    Saludos y abrazos a lluis y a los amigos de la página.

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