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Torre perforadora en el JOIDES Resolution. Foto: IODP.

Consiguen extraer muestras de rocas situadas justo por encima del manto terrestre.
La Tierra se compone de un núcleo metálico interno sólido, un núcleo externo líquido también metálico, el manto y la corteza. Sólo tenemos acceso a la corteza terrestre, de hecho vivimos sobre ella. Tiene bastantes kilómetros de grosor y su perforación se ha realizado tanto con fines económicos como científicos. Desde hace décadas se sueña con su perforación total hasta alcanzar el manto. Sin embargo ese logro está fuera del alcance de la tecnología actual.
Pero hay sitios donde la corteza terrestre es mucho más fina, concretamente determinados lugares de la corteza oceánica. En un nuevo proyecto de perforación sobre le Océano Pacífico realizado a bordo del barco JOIDES Resolution se ha conseguido ya perforar un kilómetro y medio de esa corteza hasta alcanzar por primera vez las rocas que están en contacto con el manto directamente.
El equipo norteamericano y japonés está perforando a unos 500 Km de la costa de Costa Rica desde 2002 en un emplazamiento donde las predicciones sugieren una corteza muy delgada. Hace unos 15 millones de años en esta región del Pacífico se formó una nueva corteza a un ritmo de unos 20 cm anuales, una velocidad mucho mayor que en cualquier otro sitio de la actualidad. Esta formación tan rápida de lecho oceánico forzaría a un grosor menor de la corteza que en otros lugares.
Debido a este mismo motivo la capa más profunda compuesta por una roca volcánica denominada gabbro debería de estar muy próxima a la superficie, y para alcanzarla no sería necesario perforar muy hondo.
Después de cinco meses de perforación y de haber gastado 25 cabezas perforadoras de acero al tungsteno carbono, el pozo alcanzó los 1,4 Km de profundidad. Justo en ese momento el taladro tocó la capa de roca del inferior de la corteza alcanzando el grabbos. Esta capa rocosa negra, calentada por el magma que hay debajo, es casi tan dura como el acero templado.
Esta roca se forma cuando el magma fundido es atrapado debajo de la corteza y se enfría lentamente.
El sistema de perforación permite extraer testigos a lo largo de toda la perforación con lo que ahora contamos con las primeras muestras de este tipo rocas. Las primeras muestras intactas de los «cimientos» de la corteza terrestre. Este resultado ha sido publicado el pasado 20 de abril en Science Express y representa un importante logro en Geología.
Como la formación de este tipo de lecho oceánico representa el 60% de la superficie terrestre, estas muestras pueden ayudar a entender la formación de la corteza terrestre. Estas muestras de magma fósil profundo podrán compararse con las lavas superficiales permitiendo explicar cómo la corteza oceánica que tiene 6 o 7 kilómetros de grosor se forma. Y saber si se forma desde una cámara magmática alto nivel o desde una serie burbujas de magma apiladas. El tamaño y la geometría de esas burbujas afectan a la composición y estructura de la corteza oceánica y a la circulación del agua a través de la misma. Este último tema se relacionaría con las chimeneas hidrotermales y la vida que allí hay.
Se espera perforar aun más profundamente en el mismo pozo y encontrar más muestras interesantes que provean de nueva información.
La formación de la corteza oceánica es la clave del proceso de la tectónica de placas que constantemente remodela la superficie de la Tierra, creando las montañas, creando volcanes y produciendo terremotos.

Referencias:
OIDP
NFS