El sistema de radiotelescopios Allen obtiene su primera luz
Las primeras 42 antenas parabólicas del sistema Allen Telescope Array (ATA) han entrado en funcionamiento para intentar captar señales de civilizaciones extraterrestres.
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La universidad de California en Berkeley y el instituto SETI construyen este sistema de radiotelescopios desde hace un tiempo. Cuando esté terminado constará de 350 radiotelescopios sobre una gran extensión de terreno. La fundación del cofundador de Microsoft Paul G. Allen realizó la primera donación en 2001 que hizo posible comenzar con el proyecto y por eso lleva su nombre. Allen dice que se sintió interesado en este asunto de la búsqueda de inteligencia extraterrestre hace unos 12 años, tras una conversación con Carl Sagan, astrónomo de la Universidad de Cornell y la NASA, y famoso por sus libros y documentales.
Este proyecto representa un gran paso adelante en la construcción de grandes formaciones de radiotelescopios a un coste moderado, y probablemente proporcione una mejor compresión del Universo.
El ATA se sitúa en un valle cerca de de la ciudad de Hat Creek, al norte de Lassen Volcanic National Park (California). Este sistema no sólo podrá detectar posibles señales de hipotéticas civilizaciones extraterrestres, sino que además podrá realizar amplias campañas de observación del cielo en una gran gama de ondas de radio. A bajas frecuencias podrá completar un mapa completo del cielo en un solo día.
Todo objeto del universo emite ondas de radio que son susceptibles de ser detectadas. Con los radiotelescopios tradicionales se estudian esta radiación electromagnética y gracias a ello se tienen resultados que no pueden ser obtenidos con otras técnicas astronómicas.
En lugar de utilizar un sólo plato de tamaño grande para el que se necesita un presupuesto multimillonario, el ATA utiliza una formación de pequeño radiotelescopios similares a los que se utilizaban hasta hace no tanto para recibir televisión por satélite. Todas estas antenas parabólicas pueden trabajar simultáneamente en la observación de sólo un objeto con el poder de observación que tendría una antena única que tuviera la misma extensión que la que cubre la formación de antenas del ATA.
El ATA usa discos de 6 metros de diámetro de producción masiva y tecnología de telecomunicaciones comerciales, combinadas con un diseño de recepción novedoso y haciendo uso del estado del arte en procesamiento digital de señales. El sistema se puede mejorar según se vaya innovando en este tipo de tecnología. Además este sistema puede filtran el ruido electromagnético de origen humano.
El sistema ATA podrá obtener y analizar más información de cada objeto e incluso hacerlo sobre varios de ellos a la vez. Una campaña de observación puede hacerse más rápidamente o más amplia gracias a esta potencia en comparación con los radiotelescopios tradicionales. Las supernovas, los agujeros negros y otros objetos exóticos relacionados con eventos rápidos podrán ser estudiados por este sistema.
Para SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre) el ATA tiene unas capacidades muy superiores a los sistemas hasta ahora usados, y ya es el mayor radiotelescopio en el mundo construido específicamente para la búsqueda de señales de vida extraterrestre avanzada. Para esta misión la formación de radiotelescopios cuenta con la primera radiocámara pancromática de campo amplio del mundo, que es la herramienta más efectiva para obtener imágenes de grandes extensiones del cielo nunca tomadas antes.
Este sistema podrá detectar señales extraterrestres provenientes de planetas situados a una distancia de hasta a 500 años luz del nuestro si usan el equivalente al radiotelescopio de Arecibo para emitir señales. Una esfera con ese radio centrada en nuestro sistema solar cubre más o menos un millón de estrellas.
Tienen también pensado apuntar hacia el centro de nuestra galaxia pasa así «escuchar» a miles de millones de estrellas a la vez por si acaso alguna alberga potencialmente una civilización superavanzada que emita con una potencia muy alta.
Las primeras imágenes de prueba se tomaron el pasado 11 de octubre y corresponden a la galaxia de Andrómeda (M31) y a la galaxia del triángulo (M33).
Este telescopio es el primero en la gama centimétrica con la posibilidad de multitarea. A la vez que se hacen observaciones astronómicas estándar se podrá simultáneamente buscar señales de vida extraterrestre tecnológicamente avanzada (es decir, de una supuesta civilización tecnológica que haya descubierto las ondas de radio).
El coste total del proyecto hasta el día de hoy ha sido de 50 millones de dólares. La primera fase, con un coste de 25 millones fue costeada por la fundación de Paul G. Allen, mientras que el resto ha sido puesto por el instituto SETI, la Universidad de Berkeley y otras instituciones.
Se espera completar el sistema de 350 antenas en los tres próximos años una vez se obtengan los 41 millones de dólares restantes. El instituto SETI y la Universidad de Berkely ofrecen por 100.000 dólares la «compra» de una de estas antenas a cualquiera con el capital suficiente que quiera donar dicha cantidad. Una vez instalada, en compensación, ponen el nombre del donante sobre la antena.
Cuando esté terminada esta formación cubrirá un área 17 veces superior al sistema de radiotelescopios VLA (Very Large Array) de Nuevo México. No obstante el equipo de ATA está preparado para colocar más antenas si hay más capital disponible.
Sus creadores, en un alarde de optimismo, esperan recibir señales de inteligencia extraterrestre alrededor del año 2025.
Fuentes y referencias: Instituto SETI.
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