Trópicos y biodiversidad
Gracias al estudio de un grupo de moluscos, que aparentemente viola el patrón de la diversidad global, descubren que en realidad sigue las mismas reglas biológicas que otros organismos marinos, confirmando una regla general sobre la difusión de la vida sobre la Tierra, y pone de relieve la importancia de las regiones tropicales como generadores de biodiversidad.
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David Jablonsky de Universidad de Chicago sus colaboradores publican un artículo en Proceedings of the National Academy of Sciences en donde explican por qué existen excepciones al gradiente en latitud de diversidad biológica en la Tierra. Este fenómeno, conocido desde hace más de siglo, consiste en que el número de especies es mínimo en las regiones polares y va incrementándose según nos movemos hacia el ecuador, siendo máximo en los trópicos. Sin embargo, no hay acuerdo sobre por qué esto es así. De hecho hay docenas de teorías diferentes que se han propuesto para explicar los caminos evolutivos que han dado lugar a la rica variedad biológica que se da en los trópicos.
Estos autores presentan ahora unos hallazgos que resaltan la importancia de los trópicos en el mantenimiento de la diversidad biológica de todo el planeta.
Los científicos del área han debatido durante tres décadas si los trópicos son la «cuna» de la biodiversidad, donde las nuevas especies aparecen, o quizás «museos» donde se conservan especies antiguas.
Este mismo autor junto a James Valentiney de la Universidad de Berkeley y Kaustuv Roy de la Universidad de California en San Diego publicaban el año pasado un artículo en el cual resolvían la disputa, según este trabajo los trópicos son ambas cosas: generadores de biodiversidad y conservadores de la misma.
Pero hay un problema persistente en toda la investigación sobre el gradiente de diversidad, y es que muchas variables se correlacionan con la latitud: temperatura, estabilidad ambiental. parámetros oceánicos, etc. Es muy difícil separar una de todas ellas para ver su efecto sobre la diversidad. Para ver precisamente esto, este equipo de investigadores estudió 4600 especies de moluscos bivalvos de más de 200 localizaciones diferentes. Se centraron en este tipo de organismos porque, al tener un caparazón duro, que se conserva en el tiempo y fosiliza bien, tienen gran presencia en el registro fósil. Además estos seres están presentes en todas las profundidades marinas y a todas las latitudes. Entre los bivalvos podemos mencionar a los mejillones, almejas, ostras, etc.
La gran mayoría de los grupos de bivalvos muestran un patrón tipo: un pico de biodiversidad en los trópicos que disminuye según nos alejamos del ecuador y nos acercamos a los polos.
Sin embargo hay una excepción a esta regla. Este grupo de investigadores encontró que una subclase de bivalvos, el Anomalodesmata, exhibe un patrón insólito en su diversidad: su máxima diversidad se da a latitudes medias en ambos hemisferios y decae en los trópicos.
Encontraron que este grupo no sigue el mismo comportamiento que el resto y que de algún modo es la «excepción a la regla». El origen del linaje de este grupo estaba centrado en zonas templadas, que coincide con su pico en diversidad. La coincidencia entre el pico de diversidad y su evolución prolífica fue también vista los grupos emparentados, pero como éstos están en los trópicos su diversidad coincidía con la distribución general.
Según Jablonski se puede imaginar una situación en la cual toda la acción evolutiva estaba en los trópicos, pero que debido a que hubo mucha extinción allí, quedo como resultado un pico de diversidad en zonas templadas. Si sabes donde está el pico se puede predecir dónde es más prolífica la evolución, pero los trópicos, al producirse mucha extinción entre las especies de esta subclase, dejaron de actuar como motor de diversidad para estas especies.
En definitiva los autores han mostrado que el patrón extraño en diversidad de esta subclase está causado por un fallo de la diversidad en los trópicos debido a la extinción y no por un cambio en el sistema evolutivo en las zonas templadas.
Este resultado muestra lo importantes que son los trópicos para vida en la Tierra. Son motores de biodiversidad. Según vamos deteriorándolos por multitud de motivos, la producción evolutiva de biodiversidad a escala global disminuye.
Tanto en los mares como en las selvas tropicales el número de especies distintas por unidad de área es asombroso. En estos lugares hay seres fascinantes, únicos entre todos los demás y en toda época, seres irrepetibles que nos pueden dar mucho, tanto recursos farmacológicos, como conocimientos o simple placer estético. Nos toca a nosotros la obligación de tratar de conservar este tesoro para las generaciones venideras.
Fuente y referencias:
University of Chicago.
Artículo original en PNAS (resumen).
Artículo de 2006 en PNAS (resumen).
3 Comentarios
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lunes 26 noviembre, 2007 @ 10:00 pm
Está super interesante la página porque te informa de cosas que realmente valen la pena. Sigan así; aumentando la cultura de los estudiantes.
Se despide:
Daniela
lunes 3 diciembre, 2007 @ 8:39 am
Me alegra sobremanera encontar el comentario de Daniela a la que, si es quien supongo, tuve el placer de iniciar en Neofronteras. Deseo le saque la mayor utilidad, aprovechándo al máximo para sus estudios. Quisiera que todo aquel que encuentre valioso este proyecto en pro de la extensión de una visión científica y divulgadora de la misma, aconseje a cuantos pueda, pues no hay aventura más enriquecedora que la búsqueda del conocimiento. Ánimo, Daniela y adelante.
lunes 3 diciembre, 2007 @ 10:40 am
Gracias por publicitar NeoFronteras.