La Luna influye en los terremotos
Relacionan terremotos no volcánicos de movimiento ultralento con las mareas.
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Al oeste del estado de Washington y en la Columbia británica se producen terremotos de movimiento ultralento. Estos fenómenos, que implican deslizamientos de la placa y temblores, pueden durar dos o tres semanas y liberan tanta energía como un gran terremoto. En ese tiempo este tipo de terremotos mueven la placa continental dos o tres centímetros. Al liberarse la energía de esta manera tan lenta no se producen daños personales o materiales. Los geofísicos han venido estudiando este fenómeno durante más de una década.
Ahora investigadores de University of Washington han encontrado pruebas de que este tipo de fenómenos están influenciados por las mareas oceánicas. Es decir, por la fuerza gravitatoria del Sol y la Luna.
Como todos sabemos las mareas están causadas por el Sol y principalmente la Luna. Estos cuerpos tiran de una parte de la Tierra (la parte más cercana a ellos) con mayor fuerza gravitatoria que del lado opuesto y el océano, que es «flexible», toma una forma ahuevada que sobre la superficie percibimos como una subida o bajada del nivel del mar según la Tierra rota sobre su eje. Aunque la Luna ejerce menos fuerza gravitatoria que el Sol, ésta está mas cerca y el tirón diferencial es mayor, por eso las mareas lunares son más pronunciadas que las provocadas por el Sol. A lo largo del día el nivel de marea cambia según la Tierra gira sobre su eje. A lo largo de un mes el efecto de la marea lunar y solar va cambiando, y se suma positivamente durante las fases de luna nueva o llena. En esos momentos tenemos las mareas vivas.
Aunque una diferencia mareal de unas decenas de centímetros parezca poco, extendida sobre una gran superficie del océano, la marea libera o acumula un peso muy elevado sobre el lecho marino. ¿Tiene esto una influencia en los terremotos? ¿Afecta la marea astronómica a las masas de tierra continental? La relación entre mareas y los terremotos ultralentos se sospechaba desde hace algún tiempo al medirse periodicidades de 12,4 , 24 o 25 horas. Justin Rubinstein y sus colaboradores publican ahora un artículo en Science Express en donde explican este fenómeno con detalle.
Los últimos terremotos de movimiento ultralento se dieron en la región en julio de 2004, septiembre de 2005 y enero de 2007. Antes de estos eventos los investigadores dispusieron unos sismómetros sobre la región para así tomar toda la información posible sobre la localización y naturaleza de los temblores de tierra que se pudieran dar.
Estos investigadores han tenido cuidado de eliminar convenientemente el ruido sobre los instrumentos causado por la actividad humana como la actividad minera y las talas, que sorprendentemente producían un gran efecto.
Los sismómetros registraron dos pulsos diarios en los terremotos de 2004 y 2007 pero, aunque los datos del evento de 2005 son similares, no se pudo identificar con claridad este mismo patrón para el evento de ese año.
Según los autores del estudio la probable fuente de los pulsos sería la influencia mareal de la Luna y del Sol que tienen también la misma periodicidad. El pulso mareal de 12,4 horas coincide con el pico del tirón gravitatorio lunar, mientras que el pulso de 24 o 25 horas lo han relacionado a la influencia lunar y solar conjunta.
Según sus medidas cuando la marea sube los temblores aumentan en un 30%, lo opuesto a lo esperado.
Creían que al subir la marea y añadirse agua, y por tanto peso, los temblores disminuirían, pero el efecto es precisamente el contrario. Los terremotos de este tipo son, por tanto, más fuertes en marea alta y más débiles en marea baja. De hecho los autores no entienden la naturaleza del fenómeno, encontrándolo bastante misterioso.
Una posible especulación sobre este asunto sería que al haber más peso de agua sobre la placa deslizante ésta «rozaría» más y por tanto se producirían temblores más intensos.
Como acabamos de ver cuando hay grandes masas implicadas la Luna produce una influencia medible, pero hay que tener en cuenta que ésta es casi nula para masas pequeñas.
Fuentes y referencias
Nota de prensa en University of Washington.
Artículo en Science (resumen).
12 Comentarios
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jueves 29 noviembre, 2007 @ 7:15 am
Me extraña el tratamiento novedoso del tema, pues es sabido que el efecto marea lo experimenta toda materia terrestre que no sea rígida, es decir la atmósfera, las aguas y, mucho más débilmente, pero también, las placas continentales y el lecho marino, todos los cuales admiten ciertas deformaciones y movimientos verticales, puesto que derivan y flotan. El que esos movimientos de marea en las placas den lugar a más rozamientos entre ellas, causa directa de esos terremotos más lentos, es de una lógica aplastante, por lo que no comprendo la extrañeza de los científicos. Tampoco es razonable que la masa de agua pudiera amortiguarlos significativamente, pues hay que tener en cuenta que está repartida en una gran superficie por lo que la variación en la presión ejercida es muy poca. En resumen que lo importante de la noticia puede estar en que este fenómeno sera medido, pero no en sus causas. Lo que sí me asombra es el efecto de las talas y creo que debiera ser explicado o buscar otra causa no sé si coincidente, porque no tiene consistencia.
jueves 29 noviembre, 2007 @ 10:09 pm
En este caso se dice que el agua del océano influye en la placa continental que hay debajo.
De todos modos, las mareas sí afectan a otros elementos que no sean agua o aire, como los volcanes de Io en Júpiter así lo atestiguan. Otros satélites naturales de los planetas jovianos también se ven afectados por las mareas.
sábado 1 diciembre, 2007 @ 8:00 am
En efecto dice que «…acumula un peso muy elevado sobre el lecho marino». Es precisamente eso, el considerar esa magnitud, lo que me cuesta admitir, porque lo importante, como dije, no es el peso total, sino por unidad de superficie, es decir, la presión, cuyo incremento es muy pequeño y que, puestos a hilar fino, aún lo es menos por el menor peso de las aguas en las mareas al tener que restar la atracción gravitatoria Luna y/o Sol. Ahora bien, como no dudo de la seriedad de la nota de prensa, ni de Science ni de Vds., que eligen para nosotros la noticia, puede que yo deba admitir una gran sensibilidad, mucho mayor de lo que mis ideas previas me aconsejaban, tanto en las placas tectónicas como en la de los instrumentos de medida, todo lo cual pudiera explicar la deteccción del «ruido de fondo» debido a la actividad minera y el originado por talas importantes, dada la maquinaria pesada que en ambos casos se utiliza y los cientos de toneladas que llegan a pesar algunos árboles que, al caer, han de transmitir esa energía al terreno.
sábado 1 diciembre, 2007 @ 10:45 am
Lo de la relación de la luna y los terremotos hace ya algunos años que lo postuló un profesor de Universidad creo que de EE.UU, el cual se atrevió incluso a pronosticar algunos terremotos, acertando varias veces. Lamento no recordar el nombre de este geólogo, aunque si recuerdo que lo expulsaron del colegio oficial por su poco ortodoxas afirmaciones.
sábado 1 diciembre, 2007 @ 11:37 am
Efectivamente «la señal» producida por estos terremotos o su incremento es débil y sólo con un buen sismómetro se puede medir. Efectivamente la caída de un árbol produce vibraciones que pueden ser incluso mayores de lo que se desea medir, como muy bien saben los físicos del LIGO.
miércoles 5 diciembre, 2007 @ 1:26 pm
Esta teoría no la afirmo. Pregunto. Puede que el eje de la Tierra, como oscila cada 30 o 15.000 años (no me acuerdo exactamente), haga que las capas de magma intenten nivelarse produciendo un efecto péndulo. Sería buena la opinión de un geólogo.
Un saludo.
miércoles 5 diciembre, 2007 @ 3:11 pm
La precesión de los equinoccios tiene un periodo de unos 26.000 años.
viernes 7 diciembre, 2007 @ 3:49 pm
Interesante, entonces ¿también pudiera haber efectos combinados de los efectos gravitacionales cuando el sol y la luna restan cerca (eclipses de sol), también efectos combinados entre las placas tectónicas y el magma que tiene una consistencia semisólida-semiliquida, pudiera haber una marea magmática?
viernes 7 diciembre, 2007 @ 4:06 pm
Durante los eclipses la Tierra, la Luna y el Sol está alineados, no necesariamente están más cerca o más lejos.
Desde aquí desconocemos que haya algo publicado sobre «marea magmática» en la Tierra o que ese efecto se haya tan siquiera medido.
viernes 7 diciembre, 2007 @ 7:30 pm
Respecto de lo anterior: no se trata de que el sol o la luna estén más lejos o mas cerca sino que en el momento de encontrarse en eclipse o cercano a uno, las fuerzas gravitatorias del sol y de la luna pudieran estar combinadas en un mismo vector.
viernes 7 diciembre, 2007 @ 11:02 pm
No creo que haya mucha diferencia entre una marea viva normal y una marea viva durante un eclipse.
miércoles 12 diciembre, 2007 @ 8:05 pm
Intervengo en el diálogo de Javier y NeoFronteras: Es indudable que ha de haber una diferencia entre las mareas vivas que responden a una posición Luna-Sol más activa. Basta verlo en las aguas. Otra cosa es la dificultad de su cuantificación en el magma y si se ha estudiado o no, pero por fuerza la diferencia de la acción ha de tener una respuesta, máxime en un medio plástico como el magma. Posiblemente sea la causa de esos débiles terremotos de los que habla el artículo.