NeoFronteras

Los primeros pobladores de América llegaron por Bering

Área: Antropología,Genética — lunes, 3 de diciembre de 2007

Un estudio genético encuentra pruebas de que la primera colonización de América se produjo en una sola oleada a través del estrecho de Bering.

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¿Fue un grupo relativamente pequeño de humanos, que venidos de Siberia y cruzando un estrecho de Bering no cubierto por las aguas, los que hace 12000 colonizaron América desde el norte hacia el sur? ¿O quizás fueron nativos de otras partes de Asía y las islas del Pacífico los que en sucesivas migraciones y a lo largo de 30.000 años fueron colonizando el continente por mar y tierra poco a poco?
La cuestión ha sido debatida por antropólogos y arqueólogos durante décadas e incluso ha sido tema de documentales y programas de TV. Ahora científicos de un equipo internacional de genetistas y antropólogos han encontrado pruebas genéticas que apoyan la teoría de que los primeros pobladores del continente americano entraron por el estrecho de Bering.
El estudio ha sido publicado en PLoS Genetics, y es uno de los análisis más amplios realizados entre los esfuerzos de usar datos genéticos que diluciden este tema.
Los investigadores examinaron las variaciones genéticas de 678 localizaciones clave o marcadores en el ADN de miembros actuales de 29 grupos de americanos nativos a lo largo de todo el continente. Además analizaron dos grupos de poblaciones siberianas.
Según el estudio la diversidad genética, así como las similitudes genéticas con el referente siberiano decrece con la distancia a la que se encuentran las poblaciones estudiadas del estrecho de Bering. Este resultado es una prueba más, que se suma a las ya existentes, sobre la probable ruta del noroeste que los antepasados de los nativos americanos siguieron para colonizar el continente.
También han descubierto una variación genética única que está extendida en ambos subcontinentes, sugiriendo que los primeros pobladores del continente americano vinieron en solamente una oleada en lugar de proceder de varias de ellas provenientes de fuentes diversas. Esta variante, que no tiene función biológica alguna, no ha sido encontrada en ninguna parte del mundo salvo en Siberia oriental.
Según los investigadores involucrados en este estudio existe una evidencia genética clara de confirma que los primeros pobladores de América llegaron en una única emigración al continente a través de lo que hoy es el estrecho de Bering, que hace 12.000 años, y debido a las glaciaciones de la época, era transitable. Según ellos si hubiese habido más emigraciones la mayoría de los grupos no presentaría la variación genética peculiar antes mencionada.
El patrón descubierto por estos investigadores es el que uno esperaría si la colonización fuera reciente. No ha habido tiempo para que la mutaciones típicas, que siempre ocurren a lo largo periodos de tiempo más extensos, hayan afectado el acervo genético de estas poblaciones.
Igualmente, el estudio aporta pruebas de que la colonización del continente se hizo a lo largo de la costa y hacia el sur en lugar de propagarse hacia el interior.
En este estudio pudieron además comprobar que las poblaciones de los Andes y de América central presentan similitudes genéticas, y que las poblaciones de oeste de Sudamérica presentan más variaciones genéticas que las poblaciones del este de Sudamérica. También descubrieron que las poblaciones con más similitudes lingüísticas presentan más similitudes genéticas.
Parece que, a la luz de estas pruebas, ya no quedan muchas dudas sobre cómo fue la primera colonización de América.

Fuentes y referencias:
Nota de prensa de la Universidad de Michigan
Artículo en PLoS (abierto).
Gráfico: Universidad de Michigan.

Salvo que se exprese lo contrario esta obra está bajo una licencia Creative Commons.
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9 Comentarios

  1. Martín:

    Cuando pienso en este momento histórico me imagino a estas personas llegando a un mundo totalmente nuevo, vacío de todo rastro humano, inmaculado. No sé si eran conscientes de este hecho, no lo creo, pero tuvo que ser fascinante ser los primeros en pisar un nuevo mundo, un vasto y grandioso nuevo mundo.
    A través de sus asombrados ojos verían bestias a las que temer que nunca antes habían sido vistas por otros humanos, y también contemplarían otros bellos animales que les llenarían de fascinación. También descubrieron plantas con las que alimentarse, multiplicarse y así extenderse por todo el continente. Descubrieron el cacao, el maíz, las patatas, los pimientos o los sabrosos tomates.
    Debe ser bonito mirar al mundo con ojos nuevos, con la mentalidad de un niño, y asombrarse de lo que uno ve allá donde posa la mirada.
    Contemplaron una costa del Pacífico poblada de secoyas antediluvianas que crecían entre la bruma, infinitas, hacia los cielos. También disfrutaron de las montañas rocosas cubiertas de nieve y de la inmensa brecha abierta en la tierra producida por el río Colorado y que probablemente creyeron esculpida por el martillo de un dios tenebroso. Más tarde llegarían a la selva más inmensa, un mar esmeralda regado por el río Amazonas. Al final alcanzaron la Tierra de Fuego, allá en el fin del mundo.
    Quizás por todo esto, las personas inquietas, cuando se hacen mayores quieren seguir sorprendiéndose con las maravillas del mundo y entonces viajan a lugares remotos y exóticos, o exploran las fronteras de la ciencia con instrumentos sofisticados en busca de lo desconocido.
    Esta sensación de llegada a un nuevo mundo sólo volvió a suceder cuando más tarde el ser humano llegó a Nueva Zelanda a bordo de frágiles canoas.
    En aquellos tiempos, la necesidad, quizás el ansia de supervivencia o quizás el afán de aventura llamaba a muchos, pero sólo unos pocos entre los elegidos sobrevivían.
    La llegada a mundos de fantasía probablemente nunca más se vuelva a repetir. Probablemente haya otros mundos con vida en alguna remota galaxia. En el caso de que sea concebible una tecnología que permita el viaje interestelar en tiempos razonables, esos mundos, con sus seres inimaginables, serán incompatibles con nuestra biología. A ellos, además, nunca llegaremos, porque nunca emprenderemos el viaje.
    No creo que exista ahora esa fuerza impulsora del pasado. La escala de valores también es diferente. En las sociedades paradójicas en las que vivimos ya no aceptamos el sacrificio de vidas por un descubrimiento, pero promocionamos guerras e injusticia por doquier. No aceptamos el uso de embriones en investigación, pero dejamos morir a la gente de enfermedades horribles. No queremos financiar la «carrera espacial», pero nos entregamos sin medida al consumismo o al gasto absurdo. Y sobre todo nadie quiere construir catedrales que no vaya a ver terminadas. Probablemente los tiempos del Apolo y la excitación que producían en la imaginación se hayan acabado.
    Pero antes de tomar este tipo de decisiones la civilización humana morirá de éxito. Su propia inmensa e inabarcable población acabará con todos los recursos y no habrá capital ni fuerzas para realizar empresas de descubrimiento. El calentamiento global ya amenaza nuestra supervivencia y la supervivencia de las otras especies con las que compartimos el planeta. Éstas desaparecerán primero, y luego nosotros, sumidos en la barbarie, las seguiremos.
    Los mundos estériles de la Luna o Marte serán los únicos que, por un breve tiempo, contemplaremos.

  2. Lesly:

    Que los hombres llegaron a América por el estrecho de Bering y/o por las islas Aleutianas.

  3. LuIsA FeRnAndDa:

    Bueno, lo que se pide es una linea de tiempo y están contando una historia y no es lo que se necesita, osea que no sirve.

  4. adela:

    Al leer y escuchar la forma en la que llegaron los primeros hombres al continente americano me imagino como sería si yo fuera uno de ellos… tal vez si en ese tiempo hubiera la tecnología que hoy en día tenemos… Yo por mi parte creo que sería espectacularmente fascinante… no se chido… y también pienso que esta información es correcta… y sin mencionar los comentarios de los demás o por el simple hecho de echarlos de menos… pero… si estos a su vez se pusieran a imaginar todo el camino por el que tiene que pasar una persona para poder llegar a todo este tipo de conclusiones… por mi parte todo esfuerzo debe de ser digno de admirarse ya que ps sin este tipo de personas en este instante… nadie podría haber estado leyendo estas palabras… es todo..

  5. RicardM:

    Martín, felicidades y gracias por tu conmovedor comentario. Solamente decirte que sí existe una catedral que mis ojos no han visto empezar y que tampoco verán acabada: el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia en Barcelona. Posiblemente la última catedral multigeneracional. No me interesa como templo religioso, porque no soy creyente, sino por por el hecho de constituir una obra colectiva que trasciende nuestro futuro inmediato. Si somos capaces de hacer algo así es que no todo está perdido.

    Saludos cordiales.

  6. Armando Saeb:

    No existen pruebas irrefutables para asegurar que el hombre americano proviene de Asia y que cruzó el estrecho de bering. Seguramente fue sólo una pequeña parte de la población americana más no toda, necesitamos investigar más. Existen evidencias de otro tipo.

  7. NeoFronteras:

    Señor Saeb, si existen tales evidencias y tiene las referencias apórtelas, por favor. ¿Hay algún artículo publicado en revista de prestigio con revisores en el que se diga otra cosa?
    Si los genes son buenos para condenar a un criminal en un juicio, ¿por qué no van a ser suficientes en este caso?

  8. mOnee:

    Pues, a nosotros nos dejaron hacer una tarea y no me interesan los comentarios porque la neta no es lo que buscamos, nosotros necesitamos saber hace cuanto tiempo llegaron a América…

  9. margaret:

    Opino lo mismo que luisa. Pedimos una linea de tiempo no una historia.

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