¿Nos hacen las bacterias más inteligentes?
La administración de bacterias a ratones de laboratorio hace que éstos sean más rápidos en los laberintos.
La vida es muy compleja. Ni siquiera podemos considerar un individuo aislado de todos los demás seres vivos que pueblan el planeta. Las bacterias, que llevan aquí desde el principio de los tiempos, son actores principales en esta función. Así por ejemplo, nos podemos fijar que el ser humano cuenta con diez bacterias por cada célula somática de su cuerpo. Muchas de estas bacterias son beneficiosas, otras son inocuas y unas pocas pueden ser perjudiciales. Para luchar contra éstas últimas contamos con nuestro sistema inmunitario. Pero vivimos en un delicado equilibrio. Un ambiente infeccioso superará las capacidades de nuestro sistema inmunitario y hará que enfermemos. Un ambiente aséptico también puede ser malo, pues un sistema inmunitario ocioso puede producir alergias o algo peor. Últimamente se han puesto de moda los parques sucios para que los niños, al jugar en ellos, se vean expuestos a los microorganismos y entrenen su sistema inmunitario. De este modo, se intenta volver a ese equilibrio con el medio.
Pero la exposición a los microorganismos quizás no solamente eduquen adecuadamente nuestro sistema inmunitario, puede que sirva para más cosas. Hace ya tiempo se demostró, por ejemplo, que las bacterias del ambiente tienen cualidades antidepresivas.
Ahora, en el congreso de la American Society for Microbiology celebrado recientemente en San Diego, se ha mostrado un estudio según el cual la exposición a las bacterias ambientales también incrementa la capacidad de aprendizaje. El estudio fue realizado por Dorothy Matthews y Susan Jenks del Sage Colleges en Troy, (New York).
Mycobacterium vaccae es una bacteria que vive en el suelo de manera natural y que los humanos ingerimos o inhalamos cuando pasamos un tiempo en el campo. En estudios previos se demostró que calentando hasta la muerte estas bacterias e inyectándolas en ratones se estimulaba el crecimiento de neuronas en el cerebro de estos roedores. Como resultado se aumentaba el nivel de serotonina y disminuía la ansiedad.
Como la serotonina también juega un papel importante en el proceso de aprendizaje, estas investigadores se preguntaron si M. vaccae pudiera también mejorar el aprendizaje de los ratones. La corazonada resultó ser cierta.
Tomaron dos grupos de ratones a los que se les obligó a recorrer un laberinto. A los ratones de un grupo se les administró estas bacterias vivas, mientras que el otro conjunto constituyó el grupo de control.
Encontraron que a los ratones a los que les dio de comer M. Vaccae recorrían el laberinto dos veces más rápido y con menor ansiedad que los ratones del grupo de control.
En un segundo experimento se eliminó las bacterias de la dieta de los ratones del experimento previo. Aunque los ratones recorrieron entonces más despacio que en el primer caso, todavía lo hacían más rápido en promedio que los ratones del grupo de control.
En una prueba final se puso en el laberinto a los ratones después de tres semanas de descanso. Aunque los ratones dopados con bacterias eran todavía más rápidos que los demás, los resultados eran poco significativos estadísticamente. Esto sugeriría que el efecto es temporal.
Según Matthews esta investigación sugiere que M. vaccae puede jugar un papel en la ansiedad y el aprendizaje en los animales. “Es interesante especular sobre la creación de ambientes de aprendizaje en las escuelas que incluyan un tiempo al aire libre donde M. Vaccae está presente, quizás puede que se reduzca la ansiedad y se mejore la habilidad de aprender nuevas tareas.”
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3150
Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Foto: jupitersgirrrl, vía Flickr.
7 Comentarios
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viernes 28 mayo, 2010 @ 9:56 am
Una duda:
Utilizaron los mismos laberintos o fueron distintos ?
Es interesante saber si fueron los mismos, ya que se veria si no se fija en la memoria los rececuerdos por le dopaje de dicha bacteria. O por el contrario si eran diferentes, lo que merma es la capacidad de aprendizaje pero no lo aprendido durante el experimento.
Un cordial saludo.
viernes 28 mayo, 2010 @ 8:59 pm
Seria interesante que de alguna forma se pudieran encapsular las Bacterias en cuestion y ser utilizada como un suplemento alimenticio que mejore nuestras capacidades de aprendizaje. Seria de gran ayuda para estudiantes universitarios como yo. Sin duda alguien mas pensara como yo, y le sacara provecho a a este descubrimiento.
sábado 29 mayo, 2010 @ 1:43 am
¿No es mas sencillo que los niños «coman tierra» como decimos en nuestro país? es un decir de las abuelas (al menos acá) que los niños deben ensuciarse un poco para estar sanos.
Mas jardines, un poco de cesped, animales…
lunes 31 mayo, 2010 @ 2:09 am
Muy buen esperimento, se puede tratar, a futuro, la bacteria vaccae con ADN sintético para hacerla aún más inductiva de aprendizaje e inteligencia.
miércoles 9 junio, 2010 @ 7:20 am
Teoría de la Inducción de Pensamientos Dirigidos
Bernardo Dymensztain
Editorial Dunken 2009. Argentina
Síntesis del capitulo
El porqué Einstein pensaba como Einstein
El funcionamiento cerebral se puede alterar por la acción directa de microorganismos y
por sustancias químicas que estos liberan,
. De acuerdo a esta Teoría, una Sustancia producida por una infección bacteriana interviene en la dinámica bioquímica de los neurotransmisores. Modifica los mensajes que llegan al cerebro desde las distintas vías sensoriales, produciendo una alteración de la percepción y la interpretación de la información recibida.
Esta Sustancia puede modificar la forma de pensar de un individuo, su inteligencia, estimular su imaginación y creatividad, transformarlo en un ser superdotado, genio o llevarlo a su suicidio.
Pensamientos Dirigidos y Genialidad;
Al leer la biografía de Albert Einstein se comprenderá el porqué se lo tomó como referente de este trabajo, los motivos por los que se lo menciona y asocia con la generación de Pensamientos Dirigidos.
Comenzó a hablar a los 3 años, desde niño tenía dificultad para expresarse, hecho que hizo pensar a sus padres que era un retrasado mental.
Era lento en el aprendizaje en sus primeros años escolares. Como alumno, no sobresalía ni llamaba la atención. Creció como un joven normal, no fue un niño prodigio.
A los 15 años, abandonó la escuela un año y medio antes de rendir su examen final. Según relatos de su hermana, éste se encontraba deprimido y nervioso. Sus padres estaban preocupados por su fracaso escolar.
A los 16 años intenta ingresar a la Escuela Politécnica Federal Suiza de Zurich. No aprobó el examen de ingreso.
En 1900 rindió sus exámenes finales y una Tesis escrita sobre la “conducción del calor”
Su nota fue de 18 sobre un máximo de 24 mientras que otros estudiantes sacaron notas superiores a 20.Pretendió que lo nombraran Profesor Auxiliar, el puesto académico más bajo, pero no lo consiguió. Más tarde se presentó para otro cargo en una Escuela Técnica, pero fue rechazado. También intentó conseguir trabajo en una escuela secundaria, pero el puesto se lo dieron a un ex compañero de estudio. Finalmente consiguió que lo nombraran Experto Técnico de tercera clase por un período de prueba en la oficina de Patentes en 1902.
Su trayectoria como estudiante lo mostraba como un joven mediocre, hecho que se refleja en sus intentos por conseguir empleo.
Hasta ahora se está relatando la vida intrascendente de un individuo desconocido, sin antecedentes académicos, profesionales, ni científicos.
El porque Einstein llegó a pensar como Einstein;
Durante la adolescencia del joven que nos ocupa, su organismo fue infectado por microorganismos productores de la Sustancia Inductora, que modificaron los mensajes que llegan a su cerebro desde las distintas vías sensoriales produciendo una alteración de la percepción y la interpretación de la información.
Esta Sustancia fue la responsable de iniciar en Einstein la aparición de Pensamientos Dirigidos; incrementó su imaginación, inteligencia y el surgimiento de ideas fijas, creativas, innovadoras, reiterativas, persistentes y agobiantes. Posteriormente comienzan a manifestarse en el, antes de cumplir los 20 años, notables cambios en su intelecto.Desarrolla rápidamente una capacidad creativa sin precedentes en la historia de la humanidad. Su imaginación crece al igual que el extraordinario poder que desarrolla para interpretar y plasmar sus ideas innovadoras, producidas bajo la influencia de la Sustancia Inductora de Pensamientos Dirigidos.
El mismo expresó en 1905; “Una tormenta se desencadenó en mi mente”.
Evidentemente la sensación de tormenta que describe, que sentía en su mente, no era otra cosa que la Inducción de Pensamientos Dirigidos que se estaban gestando en su cerebro.Es el momento en el que un hombre dotado con un cerebro normal, totalmente desconocido en el mundo científico, se transforma súbitamente en genio.
Einstein realizó los trabajos en su casa, o probablemente durante las horas libres en la biblioteca de la oficina de Patentes donde trabajaba. No lo hizo en un laboratorio de investigación sofisticado ni en la universidad. El único instrumento que utilizó; fue su cerebro, que materializa sus Pensamientos Dirigidos, empleando para ello lápiz y papel.
Publica entre los meses de marzo a septiembre de 1905 varios artículos que serían trascendentales para la historia de la humanidad.
En 1911, predice la Desviación de la Luz, confirmado 8 años después por la expedición Británica de observación del eclipse solar.
Da a conocer el Efecto Fotoeléctrico, por esta contribución científica recibe el Premio Nóbel de física en 1921.
1915 fue el año en que su trabajo científico alcanzó su máxima intensidad.
Al finalizar la Teoría General de la Relatividad sufrió un colapso físico y nervioso, que lo obligó a guardar cama durante 15 días para poder recuperarse del desgaste que había sufrido.
En 1920 su imaginación, sus pensamientos, su creatividad, su poder de interpretación y su instinto científico ya no funcionaban en el como en el año 1905.
Su cerebro comenzaba a normalizarse, cada vez se parecía más al de sus pares.
Los Pensamientos Dirigidos que antes generaba su cerebro, se fueron retirando al igual que su poderosa imaginación. Solo quedaban en él sus ganas de trabajar y su férrea voluntad de continuar produciendo.
Los Pensamientos Dirigidos lo fueron abandonando poco a poco.
Es evidente que los microorganismos que habían colonizado su organismo se retiraron.
La flora bacteriana que ocupó su espacio no era productora de la Sustancia Inductora de Pensamientos Dirigidos, motivo por el cual Einstein ya no era Einstein el Genio.
Cuando tenía alrededor de 40 años ya había vuelto a ser una persona normal. Mantenía su reputación, respeto e imagen, pero su cerebro ya no actuaba Inducido por Pensamientos Dirigidos.
Los microorganismos que segregaban la Sustancia Inductora de Pensamientos Dirigidos habían desaparecido y por lo tanto sus efectos.
Einstein continuó siendo el genio, el innovador, el sabio, el creador, el dueño del nombre y de la imagen corporal, pero ya no producía intelectualmente como lo había hecho en el pasado.
Albert Einstein volvió a ser el hombre, su cuerpo y maquinaria cerebral volvieron a la normalidad. Muere en Princenton, Estados Unidos el 18 de abril de 1955 a la edad de 76 años.
Bernardo Dymensztain
Bioquímico-Farmacéutico
bernardody@speedy.com.ar
miércoles 9 junio, 2010 @ 11:41 pm
Señor Dymensztain:
usted directamente se inventa una mitología sobre Einstein basada en la nada, sin aportar ninguna prueba.
Lo siento, pero su teoría de la Sustancia Inductora de Pensamientos Dirigidos es pura mística y completamente acientífica.
jueves 10 junio, 2010 @ 11:26 am
En efecto, para desarrollar tal historia convendría definir científicamente a que se llama «sustancia inductora» y «pensamientos dirigidos», además de alguna prueba de que Einstein fuese afectado por tales entes y cómo dejó de serlo.