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Reconstrucción digital de un licopodio

Área: Biología,Paleontología — domingo, 13 de abril de 2014

Realizan una reconstrucción digital de un licopodio de hace 375 millones de años que ya está extinto.

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Hay noticias que casi no son ni noticias, la portada del último número de American Journal of Botany casi tampoco lo es, pero trata de un tema que es simplemente bonito: la reconstrucción de los seres que una vez vivieron en este planeta y que ya no están entre nosotros. Sobre todo es interesante por el entusiasmo de su protagonista tiene hacia las plantas primitivas.
Si alguna vez el arte toca a la ciencia es en las reproducciones de seres del pasado. Si podemos hacernos una idea de cómo era un paisaje del Carbonífero es gracias a la labor de los dibujantes que los representan. Lo mismo se puede decir de los dinosaurios y de otros seres.
Películas como Parque Jurásico nos han permitido ver dinosaurios como nunca antes los habíamos visto gracias a las técnicas computacionales. ¿Por qué no usar las mismas técnicas para representar las plantas del pasado? Jeff Benca debió de pensar esto mismo cuando decidió crear las imágenes de un licopodio extinto a partir de los datos obtenidos de sus fósiles de hace 375 millones de años y de las característica de licopodios similares que él mismo cultiva en el invernadero. Este investigador es estudiante de doctorado en UC Berkeley, en concreto en el Departamento de Biología Integrativa, pues integra el estudio de seres vivos, ecosistemas, fósiles, etc.
El licopodio representado, Leclercqia scolopendra, medía solamente medio centímetro de ancho y se puede considerar un antepasado de los licopodios que podemos ver todavía hoy en día.
“Típicamente, cuando ves dibujos de estas plantas primitivas no son tan sexis, son solamente un palo verde en forma de tenedor y poco más.”, dice Benca, que quería, en lugar de eso, dar la impresión de como si se estuviera mirando realmente la planta. “Hay reconstrucciones en color de los dinosaurios, ¿por qué no de una planta?”, añade.
Esta planta vivió en el Devónico, época conocida por la gran proliferación y diversificación de los peces. En esa época las plantas estaban conquistando tierra firme. Leclercqia scolopendra forma parte del linaje de los licopodios y poseía unos ganchitos a lo largo de sus tallos. Posiblemente formaba tapetes sobre el suelo, pero Benca cree que pudo usar esos ganchitos para trepar por otras plantas más altas.
No es fácil conseguir fósiles de plantas del Devónico, pero en algunos lugares hay afloramientos de rocas de la época con pequeños fósiles, generalmente fragmentos con pocos detalles. Esta nueva técnica puede ayudar en la reconstrucción de esas plantas del pasado. Comprender cómo fue la evolución de estas antiguas plantas puede ayudar a saber cómo fue la evolución posterior.
Los licopodios sobrevivieron a los cambios climáticos y a varias extinciones masivas, incluida la más importante de todas acaecida hace 250 millones de años al final del Pérmico. Quizás el estudio de estas plantas ayude a entender la supervivencia a las grandes extinciones.
Los licopodios, tanto extintos como vivos, ya fascinaban a Benca desde antes de que fuera a Berkely desde la Universidad de Washington con una cargamento de miles de ejemplares de plantas, algunas muy raras y únicas en cultivo. El cargamento comprendía 70 especies diferentes que ahora crecen en el jardín botánico en Strawberry Canyon de su nueva universidad.
En la actualidad este investigador trata de establecer una creciente lista de las especies de licopodios que todavía están entre nosotros.
La vida prehistórica ha capturado la imaginación de Benca desde la niñez y las plantas extrañas desde que, con diez años, se compró una atrapamoscas. Al final la afición por las plantas se tornó una adicción. Cultivar licopodios como hace Benca no es sencillo, cuando uno los trasplanta de medio natural crecen muy mal y terminan pudriéndose o, peor aún, mueren al poco tiempo. Después de mucha experimentación descubrió que el truco estaba en usar suelos pobres en nutrientes (aún peores de lo que se pensaba) y controlar la humedad, el momento y la temperatura. Ha creado un protocolo que permite cultivarlos siempre de manera exitosa independientemente de la localización.
Según Benca los licopodios y otras plantas primitivas son tan chulas, raras y se sabe tan poco de ellas que estudiarlas es como estudiar las plantas de otro planeta.
Como ya todos deberíamos saber, la ciencia avanza por el entusiasmo, entrega y sacrificio de unos pocos que sólo tienen la elección de seguir su obsesión.

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Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Artículo original.

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2 Comentarios

  1. r:

    Bonita noticia. Me recuerda una ocasión en la que encontré camino a un río cerca de mi casa unos hongos sobre un trozo de madera muerto y que emitían luz durante la noche. Cuando llegué a mi casa lo coloqué bajo la sombra de unos árboles pero conforme transcurrieron los días los hongos comenzaron a morir poco a poco. Al leer la noticia me doy cuenta que cultivar una planta «extraña» – o en mi caso, un hongo – requiere algo de maña.

    Un saludo.

  2. lluís:

    «como ya deberíamos saber…». Algunos, afortunadamente, lo sabemos.

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