La fusión del Ártico liberará plásticos
Parte de la producción de plásticos de la humanidad ha terminado como microfragmentos en los hielos árticos y estas partículas serán liberadas debido al calentamiento global.
Los seres humanos producimos 300 millones de toneladas de plásticos en 2012. Lo que no es reciclado o destruido termina en los mares. Por desgracia, allí no es desintegrado de manera mágica, sino que se va fragmentando en trozos pequeños. Si se analiza la arena de playa de casi cualquier parte del mundo se puede encontrar plástico en ella.
Se llama microplásticos a los fragmentos de este material menores a los 5 mm. A veces terminan en la costa o en la famosa “isla de de plástico” del Pacífico, atrapados por las corrientes marinas.
Ahora se ha descubierto otro sumidero de plástico: el hielo del Ártico. El problema es que, con la subida de las temperaturas, la fusión de este hielo liberará montones de partículas plásticas a los mares.
Rachel Obbard (Dartmouth College) y sus colaboradores sostienen que el hielo ártico contiene cientos de microplásticos por metro cúbico, una cantidad que es tres órdenes de magnitud superior a la famosa isla de plástico del Pacífico. Los científicos se sorprendieron mucho cuando descubrieron este dato, pues la región se puede calificar de remota, pero, pese a todo, los plásticos han ido llegando allí y se han acumulado en los hielos.
Los investigadores implicados basan sus cálculos en las muestras de hielo tomadas en dos expediciones al Ártico en 2005 y 2010. Fundieron los testigos de hielo extraídos, filtraron el agua resultante y observaron los sedimentos resultantes. Seleccionaron las partículas de colores vivos y al analizarlas por espectroscopia infrarroja descubrieron que eran de plástico. Los porcentajes fueron un 54% de rayón (usado por ejemplo en los filtros de los cigarrillos), un 21% de poliéster, un 16% de nylon, un 3% de polipropileno y un 2% de poliestireno, acrílicos y polietileno. No puede determinar el origen de estos plásticos con exactitud.
Este hallazgo resuelve un misterio que tenía intrigados a los expertos. La producción de plásticos se ha ido incrementando en las últimas décadas, pero los ecólogos no sabían la disposición final de todo ese plástico, pues las cuentas no salían. El hielo ártico es el sumidero importante que faltaba. Otra posibilidad es que posiblemente se ha subestimado la presencia de plástico en la mancha del Pacífico debido a que las redes usadas hasta ahora en la toma de muestras no son lo suficientemente finas como para capturar las partículas más pequeñas de plástico.
El caso es que, bajo el actual ritmo de deshilo, se calcula que el hielo ártico liberará más de un billón de partículas plásticas en la próxima década.
No se sabe muy bien las consecuencias de estas partículas de plástico. Son inertes por sí mismas, pero absorben toda clase de sustancias, incluidos contaminantes y tóxicos, hasta alcanzar altas concentraciones. En los primeros experimentos que se están realizando al respecto se ha visto que estas partículas son retenidas por los tejidos de los animales marinos y cómo los contaminantes son liberados en sus organismos.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=4439
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Imagen: plasticoceans.net
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miércoles 28 mayo, 2014 @ 8:13 am
No sería mala tarea para España convencer a otros países de la necesidad de limpiar los mares con barcos diseñados especialmente para ello. Y posiblemente encargarnos de su construcción. Su financiación habría de ser internacional, y puesto que no veo una finalidad muy lucrativa, podrían funcionar a base de energía solar y eólica, auxiliados por un motor suficiente por si vienen mal dadas como consecuencia de una tormenta.
Si produjimos 300 Mt en 2012, es fácil que estemos consiguiendo más cada año; lo peor para su recogida es esa facultad de microformarse y de absorber tóxicos y contaminantes. Además cuanto más pequeñas sean sus partes mayor será su capacidad para ello dado el aumento de superficie. En resumen, que llegará un momento en el que el pescado puede ser un potencial veneno. Y lo peor es que veo difícil limpiar los mares de partículas mínimas y menos de los líquidos que llegan a él como consecuencia de los detergentes derivados del petróleo. Y, aunque encontrásemos algún remedio, ¿como aplicarlo a todas las agua de los océanos? Es asombroso lo fácil que resulta estropear y lo dificultoso de arreglar el estropicio. Esto parece cosa entrópica.
Esta faceta de la externalización puede envenenar a la humanidad en un futuro no lejano.