El telescopio de 30 metros se construirá en Hawaii
Los tribunales norteamericanos allanan por fin el camino hacia la construcción del telescopio más grande del hemisferio Norte.
Desde hace unos años se produce una batalla legal en Hawaii. Los planes de construcción de un telescopio de 30 metros se vinieron abajo cuando los nativos de la isla impidieron el inicio de las obras en 2014.
Según estos nativos, la construcción del telescopio TMT (Thirty Meter Telescope) afecta la tierra sagrada en donde se supone que habitan sus dioses.
Desde entonces una cruda batalla legal ha impedido su construcción, con el inevitable retraso del proyecto y encarecimiento del mismo.
El TMT consistirá en un espejo primario de 30 metros compuesto de 492 hexágonos dentro de una estructura de 66 metros de ancho por 56 de alto. Su coste se estima en mil millones de dólares.
El consorcio y la comunidad astronómica de Hawaii han intentado congraciarse desde siempre con la cultura local, incluso algunos objetos celestes han sido nombrados en honor de alguna deidad o palabra hawaiana (como Oumamua, por desgracia). Incluso se han destinado fondos al estudio de la cultura local y se han derribado telescopios antiguos para reducir así el impacto sobre la montaña. Sin embargo, ninguno de estos gestos fue suficiente.
No faltaron incluso los argumentos «ecologistas» sobre el impacto que esa construcción tendría. Algo que no deja de ser paradójico en una isla en la que los problemas ecológicos son numerosos, algunos provocados por un turismo desmesurado, y sobre los que no se hace nada.
En 2015 los protestantes locales llegaron a bloquear carreteras y forzaron a las autoridades a rechazar el permiso. La batalla legal prosiguió y ha retrasado ya el inicio de las obras en cuatro o cinco años. Todo esto ha supuesto la revisión de miles de páginas de documentos y un esfuerzo burocrático importante. Pero el permiso fue finalmente concedido el año pasado, algo que fue apelado por los nativos.
El consorcio internacional que hay detrás del proyecto llegó incluso a plantear su construcción en la isla de la Palma (islas Canarias, España). Era una vía de escape por si todo salía mal, pero también un modo de «chantaje», pues nunca prefirieron La Palma a Hawaii, no sólo porque parte del consorcio no quería ni hablar de irse a las islas Canarias, como los japoneses, sino además porque las condiciones de observación del Mauna Kea son mejores que las de la La Palma y parte de la ciencia se vería comprometida. Por no hablar de las ventajas que supone no estar bajo la esfera de influencia del Instituto Astrofísico de Canarias.
Además, en La Palma las cosas no serían tan fáciles, algún ayuntamiento quiere sacar tajada del observatorio y algunos locales culpan a los telescopios de los casos de cáncer aparecidos en la zona. Como se ve, la superstición e ignorancia no sólo afecta a los nativos hawanianos, sino a los habitantes de un supuesto primer mundo que no tiene autoridad moral para hablar de falta de picaresca, mafia y sinrazón.
Por otro lado, la construcción del TMT Chile sería absurda, pues en el hemisferio Sur ya se está construyendo un telescopio similar, esta vez principalmente europeo.
Por fin, la semana pasada los jueces norteamericanos rechazaron la apelación de los nativos hacia la decisión del BLNR (Board of Land and Natural Resources) de Hawaii de conceder el permiso de obras para levantar el TMT que dio en 2017. Se espera comenzar las obras el próximo año y que el telescopio esté terminado para 2023.
Si duda es una buena noticia para la ciencia en general que deja en evidencia los mezquinos intereses de algunos para que el TMT se construyera en Canarias. Los nacionalismos de cualquier tipo, sean locales con sus dioses o sean de otro tipo, siempre van en contra de la ciencia.
Por otra parte, los astrofísicos que trabajan en estos observatorios tienen la obligación moral de difundir sus descubrimientos, en especial entre la población local, y esto va más allá de hacer la pelota a algún que otro alcalde o autoridad política local miserable. Sólo una población educada y formada puede elegir representantes decentes que defiendan sus intereses y los del ser humano en general.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com
Fuentes y referencias:
Artículo original.
Ilustración: Consorcio Thirty Meter Telescope.
11 Comentarios
RSS feed for comments on this post.
Lo sentimos, esta noticia está ya cerrada a comentarios.
domingo 11 noviembre, 2018 @ 4:08 pm
Artículo impreciso, innecesariamente parcial, con poco rigor, haciéndose eco de una noticia atrasada, sin reflejar las evoluciones de la misma y faltando a la verdad. Esta misma semana, el jefe de operaciones de TMT ha dicho en La Palma que la opción del Roque de los Muchachos sigue viva. Pero qué importa. Esta es la fuente de la web del proyecto http://tmtlapalma.org/es/continuamos-avanzando-con-el-proceso-en-espana/
Respecto a la calidad de los observatorios, solo decir que para los expertos es un verdadero quebradero de cabeza establecer las pequeñas diferencias que, en función de casa caso, separan el pequeño grupo de observatorios de élite del mundo, ebre los que están tanto Hawaii como La Palma. Es un alivio saber que el articulista tiene tan clara la solución. Seguro que lo ha estudiado concienzudamente.
Y si de verdad piensan que el conflicto en Hawaii es de un grupo de fanáticos religiosos, pues, en fin, se les acumula la tarea de leer. Ánimo.
domingo 11 noviembre, 2018 @ 7:45 pm
Bueno, el dios de la montaña puede enfadarse y con una erupción borrar del mapa la instalación. Si el ataque de ira es muy divino, la isla entera, ya puestos. Ya sé que Hawaii no es Cracatoa, ni Santorini, pero los dioses es lo que tienen.
Yo más que un problema de los nativos, lo veo un problema de nuestra sociedad (occidental). Precisamente si algo «bueno» tienen las religiones, es que «Dios lo quiere» (la burrada que sea). Unta usted con generosidad al Super Mufti o el Pope Riennevaplus, o el Dalai Julai, y donde antes era un ultraje a los dioses ahora es voluntad de ellos. Pero a mí esto me suena más a circo habitual muy Buñuelesco, untados pero en sentido contrario, follón artificial, tajada por aquí, tajada por allá, pleito va, pleito viene, todo el mundo chupa de la canoa, medios de entontecimiento de masas, paparato judicial, cosa nostra demócrata republicana, magufos en acción, complejo militar industrial, líneas aéreas, chupópteros locales y suma y sigue, todos seguramente menos los nativos de intereses honestos si es que realmente hay alguno.
Esto me recuerda a las hogueras de Guy Fawkes, católico inglés ex-tercio de Flandes, que quiso volar el Parlamento (todavía inglés) para poner un monarca católico en Inglaterra (no, la relación entre acto y objetivo no es obvia, no), con certeza los conjurados hubieran dejado un cráter en el centro de Londres (la pólvora no es ninguna broma), fue detenido, desbaratado el complot, torturado, ejecutado y Khassogeado, y en su honor en el RU se celebran todos los años unas hogueras con un cierto parecido a las de San Juan o las Fallas. Pero el punto que traigo aquí es que los ingleses hablan de él como «la última persona que entró con intenciones honestas en el Parlamento», bendito sea su sentido del humor.
Por otro lado con certeza que hay otras ubicaciones, pero no que sastisfagan a satisfacción todos los intereses. Lo peor de todo, siempre, es el tiempo que se pierde. Que es exactamente lo que los humanos no podemos comprar jamás.
domingo 11 noviembre, 2018 @ 9:25 pm
Gracias por informar :)
Neofronteras dice: «Por no hablar de las ventajas que supone no estar bajo la esfera de influencia del Instituto Astrofísico de Canarias»
Me ha picado la curiosidad, ¿cuales son las ventajas de no estar bajo la esfera de influencia del Instituto Astrofísico de Canarias?
Gracias y saludos.
lunes 12 noviembre, 2018 @ 9:35 am
¡Vaya tontería la de los dioses! ¡Lo contentos que estarían, que podrían mirar mucho más lejos en el cielo! No hay duda: las religiones son una pradera de pastos para los fanáticos que todas ellas producen.
lunes 12 noviembre, 2018 @ 7:08 pm
Verían cosas como esta:
https://m.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=ZhIWSYAp3iM
β Pictoris b cortesía de la ESO. No hay palabras.
El tema de las religiones a mí me parece muy interesante. Mi teoría es que la mente tiene algún tipo de sesgo(s) y el mismo fenómeno que nos hace reaccionar emocionalmente a vídeos como ese (porque comprendemos lo que estamos viendo) debe venir a ser un lugar común con las religiones, éstas mucho más impregnadas de cultura (dado que las interpretaciones en juego no son científicas, porque algo de empíricas sí que tienen). Donde todo el tema se va al guano es cuando se socializa el proceso y se crean estructuras para «acoger» el fenómeno. Casi se diría que cada cultura tiene la religión que se merece. Y, lamentablemente, tienes razón que el fenómeno se suele acabar usando de control social, aunque no siempre.
Por cierto, el palabro viene de religio y éste, quizá, de religo (o eso se cree, Cicerón decía que venía de relego), y entre otras acepciones en latín significaba «escrupulosidad» (es todo un debate historiográfico si los sumos pontífices de la república romana eran realmente escrupulosos o eran unos chapuceros, está documentado que la porquería de calendario original romano lo manipulaban como les daba la gana para alargar o acortar consulados y otras magistraturas, p.ej.), o también «superstición». Significativo, ¿no?
martes 13 noviembre, 2018 @ 12:32 am
Julio:
Da igual lo que diga el jefe del TMT. Ese telescopio no irá al Roque de los Muchachos. Y eso es bueno para la ciencia porque el observatorio de Mauna Kea tiene mejores condiciones. Entre otras cosas está más alto y hay menos troposfera a través de la que observar. Sobre todo para el infrarrojo es mejor.
Es verdad que el seeing del Roque es bueno, por eso precisamente se construyó el observatorio allí. Hay sólo unos pocos sitios en el mundo en donde las condiciones son buenas.
Las cuestiones nacionalistas van aparte, claro. Y los intereses también. Colocar un telescopio en el Roque significaría ceder tiempo de telescopio al IAC, dudo que los del consorcio que ponen el dinero quieran eso.
Pero el TMT no irá al Roque. Sólo hay que ser pacientes, esperar y ver comenzar su construcción. Y si a alguien le molesta que se contente.
En cuanto a lo de noticia «atrasada». Si consideramos que es una semana y que los recursos de tiempo del que escribe son los que son, pues no parece tanto. No es el caso ahora mismo, pero un científico puede tardar años en conseguir un resultado, meses en analizar los datos y semanas en escribir el artículo. Luego lo manda a una revista y se necesitan semanas o meses de regateo con editores y árbitros. Si hay suerte y es aceptado, se tarda un año en su publicación. Cuando se publica sale la nota de prensa y entonces se transforma en «noticia». Es curioso que cuando eso sucede algunos de los autores ya no están ni en la universidad de turno en donde descubrieron lo que fuera. Según usted, ¿en cuántos días se torna atrasada?
martes 13 noviembre, 2018 @ 12:40 am
Estimado Albert:
Los científicos y técnicos del IAC son muy buenos profesionales que saben hacer muy bien su trabajo y su ciencia. Y, como toda institución humana, el IAC tiene sus jefes que se dedican a hacer más política. No puedo decir más.
martes 13 noviembre, 2018 @ 12:42 am
Y sí, obviamente, en Hawaii, hay algo más que una montaña sagrada. Hay política local y muchos factores, incluso alguna salida de tono de científica reputada.
martes 13 noviembre, 2018 @ 9:35 am
Sumemos al tiempo de elegir y escribir de Neo el que precisa para estar al día en tantos temas como aquí se tocan, que no sé si lo ha tenido en cuenta. Mi agradecimiento y admiración por ello-
martes 13 noviembre, 2018 @ 6:59 pm
Pues no sé yo si la ‘población local’ va a recibir con mucha ilusión los conocimientos que’ moralmente obligados’ les transmitan los astrofísicos que trabajan en estos observatorios. A la vista de la clase de personal que se describe en el artículo, ‘ecoloquistas’ y ‘deístas’ igual les importan un rábano tales conocimientos y se quedan con sus ‘ecologías’ y sus dioses.
miércoles 14 noviembre, 2018 @ 10:12 am
Sí, Lluís: preferirán sus interesadas ecologías y sus dioses; unos por sacar tajada ya que, al parecer no les basta con hacer la vista gorda de los efectos del turismo, y otros por fanatismo irreductible.