NeoFronteras

Posible océano interior en Plutón

Área: Espacio — domingo, 20 de noviembre de 2016

Proponen que la mejor explicación a la orientación del “corazón” de Plutón sea la existencia de un océano interior.

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Los océanos de agua en nuestro sistema solar empiezan a ser abundantes y están en mundos tan diminutos como Encelado o Plutón.

Hasta hace no tanto se creía que sólo la Tierra poseía océanos de agua líquida. La razón es por la temperatura y por el campo gravitatorio. Sin embargo, si hay alguna fuente de calor interna, un objeto con corteza de hielo puede tener un manto de agua. Quizás el más famoso es el de la luna Europa, que, gracias a las fuerzas de marea inducidas por Júpiter, calienta su interior. Otras lunas de Júpiter como Calixto o Ganimedes podrían también tener mantos de agua.

En Saturno tenemos el caso de Encelado, que además expulsa agua a través de algunas grietas de su superficie, algo que parece que también le ocurre a Europa en menor medida. Estas lunas han permitido pensar en que la vida podría aparecer y prosperar en esos mundos. Aunque esta vida tendría que ser microbiana, dada la escasez de energía en esos “ecosistemas”.

Otro caso es el de Titán, que debajo de sus lagos de metano líquido también podría poseer un manto de agua líquida a gran profundidad.

Ahora proponen en dos trabajos independientes que el planeta enano Plutón también posee cuerpos de agua líquida bajo su superficie. Lo que no es tan fácil de explicar es el origen de la energía que lo calienta.

Todos nos quedamos impresionados por las sorpresas que nos deparaba Plutón, un mundo que no volveremos a ver tan de cerca en muchas décadas. Capturó la imaginación de la gente con su región en forma corazón a que se llamó Tombaugh Regio. Es precisamente debajo de esa región en la que se cree que se encuentra el océano de agua líquida.

Los datos suministrados por New Horizons sugieren que hay un océano de agua líquida precisamente en esa región que serviría de anomalía gravitatoria o contrapeso que afectaría a la relación gravitatoria entre Plutón y Caronte. A lo largo de millones de años, Plutón habría configurado su posición, alineando este océano y Tombaugh Regio respecto a Caronte para así formar una línea recta.

Tombaugh Regio es una zona muy brillante y libre de cráteres que se encuentra en sentido opuesto a Caronte, pues Plutón y Caronte están sincronizados y se enfrentan siempre las mismas caras, un fenómeno típico provocado por las fuerzas de marea.

En 2015, durante el sobrevuelo de Plutón, esta sonda estuvo recolectando datos de la superficie y atmósfera de este cuerpo. Precisamente, la transmisión de los datos finalizó hace escasas semanas. En especial la sonda tomó muchas imágenes del ventrículo derecho del “corazón” al que se denominó Sputnik Planitia. Antes de tomar las fotos se sospechaba que era un cráter de impacto. A partir de las fotos tomadas Richard Binzel (MIT) y sus colaboradores infirieron el tamaño y profundidad de Sputnik Planitia.

Calcularon que la probabilidad de que una región como el “corazón” estuviera alineada con Caronte por casualidad debido a un impacto era de menos de un 5%, demasiado pequeña como para considerarlo. Así que debía de haber una razón para ese hecho.

Esta región es más brillante que el resto porque está rellena de nitrógeno congelado. La ausencia de cráteres se explica por una renovación de este hielo de nitrógeno gracias a las fuerzas de convección. Los datos tomados indican que la corteza debe ser muy fina en esa parte del planeta enano.

Si la cuenca la hubiera creado un impacto, este habría provocado que el material de debajo de la superficie empujara la fina corteza hacia afuera, lo que habría creado una anomalía gravitatoria positiva, una masa pesada que habría ayudado a mantener la región alineada respecto a Caronte.

La pregunta es qué material pesado podría en este caso actuar de contrapeso. La repuesta es agua. Plutón tiene un poco de calor interior que permite la existencia de esa agua, en concreto un 2% del calor interno de la Tierra. Esa energía es suficiente como para mantener líquida esa agua, pero a esa presión y temperatura esa agua es más bien un fluido espeso similar al agua-nieve, pero con cierta proporción de amoniaco que actuaría de anticongelante. Como se ve, sería muy distinto al agua de nuestros mares.

Las simulaciones y las características de la superficie indican que Tombaugh Regio se formó al noroeste de su actual ubicación y que ha ido moviéndose hacia el ecuador y al lado opuesto a Caronte a lo largo de millones de años. Según las simulaciones, el océano interior tendría 100 km de profundidad y miles de millones de años de edad. Estaría bajo una capa de hielos de 200 km.

Aunque, en principio, un océano así podía albergar vida, las condiciones para su estudio y exploración son remotas dadas su lejanía y profundad. Hay otros objetivos más asequibles para la exobiología como Europa o Encelado.

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Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: NASA.

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2 Comentarios

  1. Miguel Ángel:

    Agua con amoniaco es una buena receta para bacterias, pero la viscosidad de ese medio afectaría al movimiento de los hipotéticos unicelulares. Por analogía con lo que ocurre en nuestro planeta, es poco probable que los unicelulares de Plutón se moviesen usando cilios porque esa forma de locomoción no es efectiva en medios viscosos. Sí que creo que serían posibles otras formas de desplazamiento, como los pseudópodos o los flagelos.

  2. Tomás:

    O que no se desplacen por sí mismos, sino que sean movidos, caso de existir, por el movimiento del líquido que los contiene; básicamente de lenta convención, dado el supuesto poco gradiente.

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