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ADN sobrevive a vuelo en cohete

Área: Biología,Espacio,Genética — sábado, 29 de noviembre de 2014

Demuestran que el ADN puede sobrevivir a un corto vuelo en cohete al espacio y seguir siendo funcional.

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TEXUS-49 lanzado desde el centro espacial Esrange en Kiruna (Sweden) en el círculo polar ártico. Fuente: Adrian Mettauer.

La teoría de la panspermia sugiere que la vida pudo originarse en otro lugar del Universo y llegar a la Tierra en los meteoritos.
No se sabe si fue así, pero parece difícil que unos microorganismos puedan sobrevivir al calor de la entrada en la atmósfera terrestre provocado por la fricción. Sin embargo, algunos experimentos en los que lanzaban a gran velocidad objetos cargados con microbios sobre un blanco mostraron que era plausible que los microorganismos puedan sobrevivir al impacto.
En otros experimentos se ha demostrado que ciertas bacterias y líquenes pueden sobrevivir a las condiciones de vacío y radiación del espacio exterior durante periodos superiores a un año, sobre todo si aquellas forman biopelículas.
Un estudio incluso afirmó que algunas bacterias habían sobrevivido a la desintegración e impacto de la lanzadera espacial Columbia.
Al poco de la formación del Sistema Solar se producían muchos impactos de meteoritos. Por encima de un tamaño dado estos impactos pueden extraer material de la superficie del planeta impactado que puede caer en otros lugares y planetas. Los modelos computacionales muestran que, si la vida se originó en la Tierra o Marte, algunos de estas rocas eyectadas por impactos de meteoritos y cargadas con vida debieron de caer en otros lugares del Sistema Solar. Así que el asunto es bastante sugerente.
Ahora se ha comprobado que el ADN puede sobrevivir a un viaje al espacio y sobrevivir a la reentrada en la atmósfera si esta es leve. Al menos es lo que se desprende de un experimento realizado en una misión a bordo de un cohete no tripulado.
No se usaron microorganismos en este experimento, sino solamente ADN. Con unas pipetas se repartieron unas muestras en forma de moléculas en forma de plásmidos de ADN bicaterario sobre unos tornillos de la cubierta exterior del cohete en donde va la carga de pago. Esta cubierta voló hasta el espacio y reentró en la atmósfera hasta caer al suelo.
Un plásmido es una circunferencia cerrada de ADN que es usado por las bacterias. Si esta circunferencia se daña y no se cierra sobre sí misma deja de funcionar. En este caso, los plásmidos usados portaban información sobre la resistencia a un antibiótico.
El análisis posterior reveló que algunas moléculas de ADN habían sobrevivido al evento. Además, este ADN portaba información genética que fue posible transferir a unas bacterias, pues bacterias E. coli expuestas a los plásmidos del cohete adquirieron resistencia al antibiótico en cuestión.
Así que algunos de estos plásmidos sobrevivieron a las duras condiciones de la prueba. La temperatura durante el vuelo llegó a los 115 grados centígrados y a los 128,3 durante la (suave) reentrada.
El equipo de investigadores de la Universidad de Zurich propuso como objetivo principal de la misión a bordo de TEXUS-49 el estudiar el papel de la gravedad en la regulación de la expresión de genes humanos usando dispositivos a control remoto dentro de la carga de pago. Pero durante la preparación de la misión los investigadores se plantearon si la estructura exterior del cohete podría servir para hacer un test sobre estabilidad de biomarcadores moleculares. Así que se pusieron manos a la obra para comprobar también este aspecto con otra misión más pequeña como un prueba preliminar para saber sobre la estabilidad de los biomarcadores moleculares durante un vuelo de 13 minutos con reentrada incluida.
Los investigadores no se esperaban el resultado obtenido de que el ADN fuera activo y funcional después de las duras condiciones que sufrió. Esto probaría que la información genética del ADN puede soportar condiciones extremas de vacío, radiación y alta temperatura.
En los primeros experimentos en los que se usaron rocas para ver si las bacterias sobrevivían a este tipo de cosas se vio que no era así debido a daños en el ADN. La diferencia con este caso es que las hendiduras y surcos de los tornillos parecen brindar mejor protección que la superficie de una roca.
Sin embargo, este resultado también nos dice que si se envía a Marte o al satélite Europa una misión para estudiar si hay vida, puede que se contaminen los registros debido a la presencia de muestras terrestres, aunque se haya puesto cuidado para evitarlo.
En este tipo de misiones que buscan vida se trata de esterilizar la sonda que llegará a la superficie del cuerpo en cuestión, pero en otras misiones en las que no se busca vida los cuidados puestos en este punto son menores porque no se espera que los microorganismos terrestres sobrevivan al viaje, así que puede que ya hayamos contaminado algunos lugares del Sistema Solar.
Por tanto, y según este nuevo resultado, es concebible que el ADN pueda viajar a bordo de meteoritos y que sobreviva a su caída sobre un planeta, pues las condiciones soportadas por el cohete son “similares”, según los investigadores.
Posiblemente sea necesario realizar experimentos en los laboratorios que delimiten mejor las condiciones de supervivencia del ADN.

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Fuentes y referencias:
Artículo original

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5 Comentarios

  1. lluís:

    Se me escapa lo que se pueda entender por reentrada «suave» en la atmósfera terrestre. Quizá sea cuestión de la velocidad de reentrada, pero es que los meteoritos que impactan sobre la Tierra, llevan velocidades considerables, o hay que considerar que estas velocidades son aún demasiado «suaves».

  2. tomás:

    Es que 128,3º C me parece excesivamente suave. ¿No habrá algún error en esa coma?

  3. NeoFronteras:

    No hay error en la coma. Es así de suave. El cohete no orbitó, por tanto no alcanzó los más de 7 km/s necesarios ni reentró a gran velocidad, por lo que la temperatura no fue muy alta. Aún así es un temperatura alta para moléculas de origen biológico.

  4. tomás:

    Pues sí. Todo lo que sobrepase los 100 ºC parece ser alto para la vida, pero creo que en las proximidades de las chimeneas submarinas las temperaturas que soportan los microorganismos son muy altas también. Además aquella «lluvia de Kerala», en La India… Me voy a Wikipedia. Sí. Habla de un meteorito y de reproducción a 121 ºC.

  5. aguila:

    «En 1969 la nave Apolo 12 alunizó muy cerca de la Surveyor 3 (en la Luna desde 1967). Los astronautas pudieron examinar personalmente su estado y pudieron traer algunos de sus componentes de vuelta a la Tierra, entre ellos la cámara fotográfica. Ésta fue traída en condiciones de esterilidad, y tras ser analizada se descubrieron en ella bacterias vivas del género Streptococcus mitis, un tipo muy común. Notablemente, las bacterias resistieron las condiciones de presión , frío extremo y de falta de nutrientes del espacio interestelar hasta su retorno a la Tierra.»

    http://es.wikipedia.org/wiki/Surveyor_3

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