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Tectónica y biodiversidad coralina

Área: Biología,Geología,Medio ambiente — sábado, 7 de mayo de 2016

La biodiversidad de los ecosistemas de arrecifes coralinos de Indonesia se debería a los procesos tectónicos que se dieron a lo largo de 100 millones de años.

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La biodiversidad en corales y los peces que hay en los arrecifes de Indonesia es más alta que en las aguas tropicales de cualquier otro país vecino de sudeste asiático.

Para poder comprender la razón de esta biodiversidad hay que retrotraerse a hace 100 millones de años, cuando lo que ahora es Sudamérica y África todavía formaban parte de un supercontinente y lo que ahora es India era entonces una isla en el hemisferio sur de la Tierra.

Un equipo internacional bajo la dirección de Loïc Pellissier (Universidad de Friburgo) ha estado estudiando el patrón geográfico en el que las nuevas especies de coral y los peces asociados a ellos evolucionaron a lo largo de los millones de años de historia evolutiva. Para ello usaron un modelo computacional.

Estos investigadores son capaces de mostrar que la deriva continental es la fuerza que está detrás de esta emergencia de nuevas especies.

Para llegar a esa conclusión combinaron diferentes simulaciones y datos reales. Estas incluían simulaciones de la expansión de los cambios geológicos del lecho marino a lo largo de una extensa parte de la historia de la Tierra, así como información de la temprana expansión de los trópicos basada en especies tropicales de corales encontradas en el registro fósil.

Además, fueron capaces de crear un modelo de dinámica espacial que indica dónde están localizadas las aguas cálidas y someras a lo largo del curso de la historia. Es en esas aguas en donde está el hábitat de los corales y otros organismos marinos tropicales.

En el modelo integraron los mecanismos evolutivos bien conocidos que permiten la formación de dos especies a partir de una sola. Así por ejemplo, si una población de una especie de pez tropical de hace 100 millones de años es separada en dos arrecifes debido a la tectónica, las dos poblaciones irán evolucionando de forma independiente hasta que se obtengan dos especies de peces distintas.

Esa fragmentación de los hábitats de arrecifes de coral se dio de manera real según las simulaciones de este grupo de investigadores. La simulación comienza hace 140 millones de años, cuando Sudamérica, África, India y Australia formaban parte del supercontinente Gondwana.

A lo largo de millones de años Gondwana se fragmentó, se dieron desplazamientos continentales masivos y se produjo una fragmentación de los arrecifes de coral. En particular, una fragmentación importante se dio hace 50-60 millones de años, cuando al región al oeste del mar de Thehys (el océano que había entre África y Eurasia) alcanzó una estructura compleja con muchos arrecifes no conectados entre sí. Los procesos de tectónica de placas de ese momento separaron y unieron estas aguas. Todo esto constituyó un sistema extremadamente dinámico que favoreció fuertemente los procesos de especiación.

Se sabe gracias al registro fósil que la región oeste del mar de Tethys fue un “punto caliente” de formación de nuevas especies en aquel tiempo. Además se sabe gracias a la misma fuente que, a lo largo de los 60 millones de años posteriores, esto punto caliente se desplazó desde el oeste de Tethys a lo que hoy es el sudeste asiático.

Este modelo proporciona una explicación a este movimiento porque los proceso de tectónica de placas hicieron aparecer nuevos hábitats en diferentes localizaciones a lo largo de millones de años, mientras que otros se unieron o desparecieron. Esta estructura dinámica animó a la reubicación de los puntos focales de biodiversidad.

Sin embargo, la biodiversidad ahora presente en sudeste asiático no puede ser explicada solamente mediante la recolocación, sino que esta región fue en la que, hace 15 millones de años, la fauna marina de Tethys se juntó con la que traía Australia. Este encuentro continental de estas dos placas fue el resultado de la deriva continental, que en este caso empuja a Australia en dirección hacia el ecuador. Se sabe que este encuentro también se dio con plantas y animales terrestres y ahora, gracias a este estudio, se sabe que también se dio con la fauna marina.

Los arrecifes de coral son ecosistemas sensibles a los cambios en la temperatura del agua y en su pH. Ahora son un foco de interés porque el cambio climático los está afectando de forma alarmante. Este mismo año la gran barrera de coral australiana ha sufrido el evento de blanqueamiento más grave de su historia del que se tenga noticia.

“En este contexto es importante comprender que los ecosistemas de los arrecifes de coral de la actualidad tienen una larga historia. Se necesitaron 100 millones de años para construir esta biodiversidad tan extraordinariamente grande, pero se pueden necesitar menos de 100 años para destruirla”, dice Pellissier.

En algunos puntos de Indonesia todavía se pesca con dinamita o cianuro en los arrecifes. Encima, la acidificación y calentamiento global provocados principalmente por los occidentales y China terminarán eliminando estas maravillas de la faz de la Tierra si no detenemos nuestras emisiones.

Esto nos recuerda que todo está interconectado y que la vida terrestre está ligada a todos los procesos que se dan en este planeta, incluso los negativos que genera el ser humano.

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Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: coral.org

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10 Comentarios

  1. apalankator:

    ¿Podrían los arrecifes de coral estabilizar en parte el exceso de CO2 en la atmósfera?
    Me explico, si como consecuencia del efecto invernadero se eleva el nivel marino por ejemplo 20cm, el coral podrá colonizar nuevos terrenos y todo el arrecife en suma tendrá espacio para crecer en altura, creando grandes cantidades de CaCO3 en el proceso a base de precipitar CO2.
    A ver si alguien puede decirme si tiene visos de realidad esta idea, gracias de antemano.

  2. NeoFronteras:

    Los corales morirán por la acidificación y la alta temperatura antes de que les dé tiempo a hacer nada. Ya están desapareciendo. Simplemente no les da tiempo a evolucionar. Los cambios que nosotros estamos introduciendo son biológica y geológicamente súbitos.

  3. Tomás:

    Sí, el gran problema es la velocidad del cambio. Un animal puede defenderse mejor porque puede buscar terrenos más frescos, o más altos, pero a la vegetación y a los corales les cuesta generaciones de ellos para cambiar de lugar. De todas formas, también los animales lo tienen crudo, porque, al moverse, no pueden llevarse su hábitat con ellos.

  4. Dr. Thriller:

    La Tierra como ecosistema es un buffer. De hecho, al aumentar el nivel del mar con el cambio climático aumentará el volumen de agua oceánica y la superficie de ésta, lo que pemitirá a los océanos absorber ese exceso de CO2 y volver a rebajar el pH. El problema como siempre es, efectivamente, los tiempos de respuesta, es posible que se mueran el 99% de los corales antes que eso se estabilice. Naturalmente, a la Tierra esto le importa un pepino, si sobreviven el 1% ya volverán a colonizar, la cosa es que la escala de todo esto no la veremos, no ya como individuos, sino como civilización, por no decir cosas más gruesas.

    Otro problema que va a ser una risa será si desaparece del mapa Bangladesh. Hay un chiste por ahí que, claro está, no es lo mismo Bangladesh que Florida o que los Países Bajos. O que las llanuras aluviales costeras de China. Hablo de sus ocupantes, claro está. Pero el tiempo corre en contra de los de Florida o los Países Bajos, vistos los rumbos que están tomando las cosas.

    Lo de la superpoblacion tampoco es preocupante: si no nos ocupamos nosotros de ella, ya lo hará la Naturaleza. Por los métodos habituales. El problema del avance científico ya lo he señalado varias veces, tiene un colateral moral muy chungo: no podemos en honestidad culpar a los bizantinos o a los mayas de las burradas que hicieron porque literalmente no sabían lo que estaban haciendo. Pero eso, lamentablemente, no es nuestro caso.

  5. Dr. Thriller:

    Bien, acabo de soltar una burrada: «volver a rebajar el pH» literalmente sería hacerlo más ácido xD. Quería decir desplazarlo de nuevo a los valores previos, más próximos a la neutralidad (es decir: subirlo).

  6. Tomás:

    ¡Hombre, qué alergía, Dr. Thiler! Solo quiero darte la bienvenida o la bienvuelta, como quieras. Yo, particularmente, te he echado de menos, y estoy seguro de que también los demás. Muy bien por lo del pH; incluida la corrección.
    En cuanto a esas inundaciones hiperextensas que, en su gran mayoría serán inevitables, ¿no te parece que, en algunos casos, nos meteremos en obras descomunales? Aunque, a la vista de lo que sucede en Nueva Orleans -y hasta en toda Luisiana-, quizá, dado el tremendo coste, haga que gran parte se abandone a su húmeda suerte.
    Un muy cordial saludo-

  7. Tomás:

    ¡Vaya XD!; también yo me he colado. En el inicio quería poner «alegría». De alergia, nada, como podrás comprender.
    Mis excusas y un abrazo.

  8. Dr.Thriller:

    No pasa nada, yo también tengo alergias alegres, no es coña, estornudo a saco (metralleta) y me parto la caja (una reacción como otra cualquiera, no sé si tendrá el Ramsey Seal of Approval). Muy buñuelesco, pienso. Se retroalimenta de ver la faz estupefacta de la gente en las proximmidades del fenómeno.

    Lo de las obras, como que lo veo difícil. Más fácil recapturar el CO2, sólo hay que poner toda la energía que sacamos al liberarlo más el IVA de entropía. Achs…

    Otro abrazo tintinesco xD

  9. Miguel Ángel:

    ¡¡Cuánto tiempo, Dr. Thriller!!, yo también me alergio por tu regreso y ver que sigues en plena forma.
    Creo que coincidimos en lo que comentas: ¡mira que les tengo dicho que no se metan!, pero cuando esos ácaros se empeñan en invadir mis vías respiratorias, suelto unas salvas de estornudos que parezco Pepe Pótamo.
    Al parecer hay una explicación: recientemente se han relacionado las alergias con ese 1-4% de genes neandertales que tenemos los no africanos.

    Hace poco hice alusión a lo que comentas sobre Bangladesh, con sus 170 millones de habitantes en tan poco espacio y 4 metros de altitud media. Pero seguro que en la India estarán deseosos de acogerlos, o en Myanmar, que también atan los galgos con longaniza.
    Supongo que en Holanda se seguirá invirtiendo en diques con algunas reformas sobre los que ya tienen. En cambio, no tengo noticia de que se esté plateando algo semejante en otros lugares, ni siquiera en ciudades tan ricas y populosas como Nueva York.

    Y, en cuanto a los corales, lo que se comenta en la noticia concuerda con los datos del «SOS océanos» de David Attenborough: por la zona de Indonesia el agua está menos contaminada. Los submerinistas dicen que los mejores arrecifes son los de Palaos.
    Dudo que se puedan ir desplazando a latitudes mayores por aquello de que requieren condiciones muy concretas de pH y minerales, pero sobretodo por la temperatura del mar (que oscila en mayor medida según las estaciones a medida nos alejamos del ecuador). Actualmente no hay arrecifes a latitudes superiores a los 30º de las Bermudas.
    No obstante, puede haber oportunidad para los corales que viven en aguas profundas donde la oscilación térmica es mínima, como los que se encontraron recientemente en el Mediterráneo por la zona del mar de Alborán a 400 metros de profundidad.

  10. Tomás:

    Pues en cuestión de estornudos -no sé si alérgicos- conozco a una dama muy peripuesta y elegante en sus formas, más no en el fondo, que las pasa moradas. Y es que sus estornudos son como descomunales rebuznos. Caprichos de la naturaleza que, a veces, nos pone a cada uno en nuestro lugar; al menos en ese caso, porque la moza se las trae.

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