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Los neonicotinoides actúan como anticonceptivos sobre las abejas

Área: Medio ambiente — miércoles, 27 de julio de 2016

Una de las causas del despoblamiento de las colmenas podría ser la destrucción del esperma de los zánganos por culpa de los neonicotinoides.

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Células espermáticas de abeja. Las de color azul están sanas y la rojas están muertas. Fuente: Lars Straub, Universidad de Bern.

Se acumulan las pruebas y evidencias sobre los efectos perniciosos de los neonicotinoides sobre la población de abejas.

El último estudio al respecto apunta a que algunos de estos pesticidas neonicotinoides de uso común matan gran parte del esperma de los zánganos. Como todos sabemos, desde hace unos 15 años se está dando un síndrome que provoca el despoblamiento de las colmenas a nivel mundial, así que esta podría ser una razón más de peso que contribuiría a ello.

La preocupación es muy grande porque gran parte de la polinización (incluida la que nos proporciona las frutas y verduras) depende de este tipo de insectos y su desaparición sería un desastre ecológico (y económico) sin precedentes.

Se creía que los neonicotinoides eran pesticidas seguros, pues no mataban a las abejas. Pero desde hace un tiempo se observa que tienen otros efectos perniciosos, sobre todo sobre su sistema nervioso. Según este nuevo estudio las abejas macho alimentadas con polen que ha sido tratado este tipo de pesticidas (thiamethoxam y clothianidin) producen un 39% menos esperma vivo que las que no han sido alimentadas así.

Los zánganos son los machos de las abejas que inseminan a la reina y de este modo se garantiza la siguiente generación de abejas. Así que este tipo de pesticidas, al funcionar básicamente como un anticonceptivo parcial, tendría un gran impacto sobre la población de abejas. La reproducción se da, pero esta no es efectiva al generarse más huevos no fertilizados, que son los que producen zánganos y estos no recolectan polen o néctar.

La producción de esperma es la misma en zánganos a los que se administró el pesticida y a los que no, pero es la calidad del mismo lo que varía, siendo en el primer caso mucho peor. El número de células espermáticas vivas es de 1,2 millones en el primer caso y de 1,98 millones en el segundo. La pregunta del millón es si esa cantidad de esperma vivo en abejas tratadas es suficiente, ya que la reina tiene sólo un vuelo inaugural y, desde entonces, almacena el esperma de unos 20 zánganos en un órgano especial para su uso a lo largo de su vida.

Es importante que la reina sea eficiente a la hora de poner huevos fértiles, pues si las obreras creen que no lo es entonces pueden matar a la reina. Un comportamiento que algunos ya han denominado ‘game of drones’ (un chiste sobre la serie Juego de Tronos). Pero reemplazar a la reina es costoso y sólo se puede hacer en ciertos periodos del año. Una colmena que no tenga reina durante demasiado tiempo corre el riesgo de despoblarse.

La causa de esta mortalidad en las células espermáticas de los zánganos podría deberse a que el insecticida daña del ADN de las mismas a través de un proceso de estrés oxidativo. Se sabe desde hace tiempo que los insecticidas producen este efecto en el esperma de aves y seres humanos, pero se desconocen los detalles del proceso.

De momento, los investigadores no pueden evaluar el daño que puede hacer el efecto han encontrado del esperma sobre las colmenas. Sin embargo, el nuevo resultado está en sintonía con otro que relaciona el despoblamiento de las colmenas con el fallo de las reinas a la hora de reproducirse adecuadamente debido a la presencia de esperma muerto.

Además del problema de los neonicotinoides, las abejas sufren de diversas enfermedades, parásitos y el efecto de otros pesticidas, que, combinados, aumentan el riesgo de colapso de las colmenas. El problema de la mala calidad del esperma de los zánganos se sumaría a todo ello.

Los neonicotinoides están bajo una moratoria en la Unión Europea desde 2013, aunque ahora esté en revisión. Científicos británicos como Christopher Connolly (University of Dundee) temen que el Reino Unido reintroduzca estos pesticidas tras el Brexit. Hasta ahora la comunidad científica de Gran Bretaña había sido una de las voces en contra del uso de estos pesticidas

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Artículo original

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3 Comentarios

  1. Tomás:

    Pues el último párrafo parece contradictorio: si Gran Bretaña ha sido tan contraria a los neonicotinoides, al «brexitarse» tendrá más libertad para no atenerse a una simple moratoria y aplicar su criterio particular.

  2. Joseba:

    Según el enlace, éste sería el artículo número 5000 de NeoFronteras. Si es así (y si no también) ¡enhorabuena! y a por muchos más.

  3. Tomás:

    Pues creo que será «y si no, también» porque, según la página de estadísticas, al 7-8-16, son 3272 artículos publicados. Que se cumplan tus deseos y que se sobrepasen esos 5000.
    Y, aunque no se haya llegado a esa cifra, me sumo a la enhorabuena por la cantidad y aún más por su calidad.

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