NeoFronteras

La Tierra primigenia era suave y con un océano global

Área: Geología — martes, 16 de mayo de 2017

Según un estudio, la Tierra de hace 4400 millones de años no tenía montañas ni continentes y toda su superficie estaría bajo en agua.

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Si contáramos con la máquina del tiempo para poder remontarnos a hace 4400 millones de años (4,4 Ga) no reconoceríamos este planeta en el que vivimos. Ni siquiera habría vida, pues esta no apareció sobre este mundo hasta hace 3,8 Ga.

Esa Tierra sin vida sería suave, sin montañas ni continentes. Toda su superficie estaría bajo el agua y sólo unas pocas islas sobresaldrían de esa mar poco profundo global.

No contamos con tal máquina para ver todo eso, pero sí contamos con unos pequeños emisarios minerales de esos tiempos que hemos mencionado por aquí en NeoFronteras de vez en cuando y que nos hablan de épocas remotas: los zircones.

Antony Burnham y A. J. Berry (ambos de Australian National University, Canberra, Australia) han estudiado los pequeños granos de cristales de zircón conservados en rocas de unos 3 Ga de edad de las colinas Jack el Oeste de Australia. Estos cristales de zircón son los minerales más antiguos encontrados hasta la fecha, con 4,4 Ga.

“La historia de la Tierra es como un libro en el que ha sido arrancado el primer capítulo. No hay rocas supervivientes del periodo más temprano, pero hemos usado trazas de zircones para reconstruir un perfil del mundo de aquel entonces”, dice Burnham.

Ya no quedan rocas de hace 4,4 Ga. Esas rocas hace tiempo que fueron erosionadas, pero esta erosión dejó libres algunos de los zircones que formaban parte de ellas. Los zircones son importantes porque, al resistir procesos geológicos violentos, no son destruidos fácilmente y, como se conservan en el tiempo, en consecuencia, portan información de aquel entonces. Como dice Burnham, los zircones serían como las células epiteliales encontradas en la escena de un crimen. Estos zircones, en particular, se formaron cuando la Tierra sólo tenía 160 millones de años.

Según los resultados de estos investigadores, la Tierra no tuvo colisiones continentales y, por tanto, ni montañas durante los primeros 700 Ma de su existencia. Burnham califica el mundo de aquel tiempo como un lugar soso y silencioso.

Además, dice haber encontrado pruebas de que hay una fuerte semejanza con los zircones de este tipo de rocas que predominaron durante los siguientes 1,5 Ga, lo que sugiere que a la Tierra le llevó un gran tiempo evolucionar hasta el planeta que conocemos hoy en día.

Para poder descifrar la relación entre la composición de estos zircones y el tipo de magma a partir del cual se formaron, y con ello poder hacerse una idea del tipo de rocas de aquel entonces ya desaparecidas, estos investigadores usaron como referencia los granitos del sureste de Australia.

Según sus análisis, las rocas de aquel entonces se formaron a partir de la fusión de rocas ígneas en lugar de hacerlo a partir de sedimentos. Como la fusión de sedimentos es una característica típica de la colisión entre continentes, como ocurre en la cordillera del Himalaya, se puede concluir que este tipo de eventos no se daban durante esa primera época de la historia geológica de nuestro planeta.

Lo bonito de este trabajo es que descansa sobre el trabajo de muchos otros científicos que, en el transcurso de varias décadas, han ido recolectando zircones de las colinas Jack. Además, para este trabajo han sido muy importante los análisis químicos realizados por un grupo de científicos de Australian National University hace 20 años.

Este resultado encaja con la Teoría de la “Tierra fría primigenia”, que sostiene que, tras la etapa infernal de condiciones extremas de su formación, la Tierra pasó por un periodo frío. Esta etapa sería anterior al supuesto Bombardeo Intenso Tardío que se daría entre hace 4,1 y 3,8 Ga. Aunque recientemente se ha puesto en duda la existencia de ese bombardeo.

Es difícil pensar en otros cristales tan valiosos como estos zircones.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=5531

Fuentes y referencias:
Artículo original
Foto: Stuart Hay/Australian National University/PA Wi.

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9 Comentarios

  1. Pocosé:

    Si tenemos fosiles de 3,77 Ga es que la vida ya estaba establecida entoces y debió de aparecer algo antes.
    Si hace 4,40 Ga la tierra tenía unas condiciones totalmente diferentes a las de 3,77 Ga, quizás aquellas fueron las necesarias para la previda o el proceso biogénico fue realmente rápido y quien sabrá si no pudo haber panspermia.
    ¿Evidencias que reafirman incertidumbres?

  2. Dr. Thriller:

    Bueno, tenemos el problema de siempre: el sesgo del registro fósil. La aparición de tal registro prueba que el evento existió, la no aparición no prueba nada, ni en un sentido ni en otro.

    Lo del bombardeo tardío a mí tampoco nunca me convenció (y viendo lo que vamos sabiendo de exoplanetas cada vez tiene menos sentido). Va a ser necesario ir mandando sondas con algún tipo de instrumental para intentar datar isotópicamente cráteres, porque me da que la sorpresa va a ser morrocotuda.

  3. Tomás:

    Pero el bombardeo hubo de darse alguna vez, o en dos veces, como parece ser y, además, por su distribución en la Luna, parece que llegó de todas partes, aunque se especula que hay mayor densidad en la cara de avance, lo que parece lógico, tal como los insectos se estrellan más con el frente de un vehículo.

  4. Dr. Thriller:

    No veo lo de la cara de avance (creo que te refieres a «trail hemisphere»). Para la época del bombardeo tardío la Luna estaba muchísimo más cerca de la Tierra que ahora, así que no tiene mucho sentido, de hecho la Luna poco escudo podría hacer dado que el baricentro seguiría estando bien dentro de la Tierra y ésta ofrecería un área de blanco mucho mayor. De hecho hay un montón de teorías sobre mascones y mares lunares pero ninguna tiene apoyos empíricos, por ahora.

    El bombardeo pudo darse siguiendo una curva descendente correspondiendo a una «limpieza», con una pendiente abrupta o más suave, sin picos de ninguna clase. Eso del bombardeo tardío puede ser perfectamente un artefacto teniendo en cuenta que la datación de los cráteres es lisa y llanamente una estimación completamente visual, que puede ser secuencialmente muy válida pero no tanto a la hora de determinar la cronología exacta (en el caso de Marte la geología es lo bastante compleja para columpiarse, pero en el caso de Mercurio, je,je). De hecho, la estimación de la superficie de Venus (400-600 millones de años) se basa pura y simplemente en ese paradigma en función de la interpretación de lo que pensamos que son cráteres de impacto, su distribución y frecuencia.

    Mucho patinente y poca asidera. Es imprescindible tener dataciones geológicas. De hecho, que no los tengamos de la Luna no tiene perdón de Dios, está perfectamente dentro del presupuesto de cualquier agencia espacial y la tecnología actualmente es perfectamente asequible. Pero claro, eso no deja beneficios, como p.ej. poner chorrocientos satélites de comunicaciones móviles de empresas que quiebran, requiebran y requetequiebran (llenando bolsillos), y luego encima alguno se da la galleta contra un satélite olvidado que andaba por ahí, dando vueltas, quién lo iba a pensar. Ah, la privatización del espacio.

  5. Tomás:

    En ningún momento me refiero a que la Luna hiciese de escudo para la Tierra, aunque algún peñazo le habrá ahorrado. Diría que si nuestro satélite no existiera, casi todos sus cráteres estarían aquí, más o menos camuflados por la erosión o destruidos los meteoritos por la atmósfera.

  6. Dr. Thriller:

    Pues… grosso modo va a ser que sí. Es posible que algunos cŕateres lunares nunca hubieran impactado en la Tierra pero estoy de acuerdo que la mayoría posiblemente hubieran dado en la Tierra. Pero aún así, lo que quiero decir (que me explico muy mal) es que la cifra incluso es contenida, la Tierra tiene 13,5 veces más area superficial que la Luna (510 contra 38 millones de km²), calcular la razón de impactos sólo por el érea es erróneo (el pozo gravitatorío es básicamente terrestre, 84 veces más masa) pero, grosso modo de nuevo, parece claro que el efecto lunar (de «coemrse» cráteres) es al menos un orden de magnitud inferior. Lo que llevas toda razón es que en la Luna los cráteres están prístinos (o lo más que pueden estar para el entorno), algo que no le estamos sacando ningún partido.

  7. Tomás:

    Bueno, pues, podríamos decir que nuestras razones coinciden, ya que, necesariamente, he de estar de acuerdo con las cifras que das en tu comentario.

  8. Douglas Guerra:

    Faltan muchas pistas en la investigación sobre el origen de la vida en la tierra, pensé que la tierra era un mar de lava.

  9. Tomás:

    Pienso que antes de ser «primigenia» hubo de serlo, puesto que todo indica que se formó por acreción, que dudo fuese suave. Por otra parte, si la mayor parte del agua vino del manto y este tiene alta temperatura, por algo se llama Hädico a ese eón.

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