Actualidad en extinción
Especies como el orangután y el pingüino emperador se enfrentan a un futuro de extinción por culpa del ser humano.
La gran ventaja de estar contemplando el fin del mundo tal y como lo conocemos es que este se está dando lentamente. Lo malo es que esté se está produciendo igualmente y, sin embargo, su supuesta lentitud nos impide tomar medidas que lo impidan.
Cada día se extinguen varias especies animales y vegetales en un ecocidio a escala global que se parece cada vez más a una extinción masiva. No hay una sola cosa que se esté haciendo bien: sobrepescamos, destruimos ecosistemas, contaminamos y cambiamos el clima.
A veces se echa mano de especies paraguas. Animales singulares y simpáticos que a todo el mundo le caen bien para así proteger el ecosistema en el que viven. Lamentablemente no parece que ni así se consigan avances en la protección de esos ecosistemas.
Recientemente dos estudios apuntan a la pronta desaparición de dos de estas especies: orangutanes y pingüinos emperador.
Los orangutanes viven principalmente en Sumatra y Borneo. Estas islas han sufrido una gran degradación en los últimos tiempos, principalmente por la desidia y corrupción del gobierno indonesio. La isla de Borneo, otrora cubierta por selva la tropical, la más antigua del mundo, está ahora cubriéndose con plantaciones de palma de aceite. La quema de esta selva y posterior uso agrícola se está llevando por delante a la población de orangutanes que había allí, junto con el resto de las otras especies locales.
El pasado año la IUCN (International Union for the Conservation of Nature) declaró al orangután como una especie en peligro crítico y a un paso de la extinción.
Un estudio reciente ha calculado que el exterminio es tal que en los últimos 10 años ha desaparecido un 25% de la ya menguada población de orangutanes (Pongo pygmaeus) que había entonces. Este resultado obliga a repensar las estrategias que tratan de proteger esta especie en peligro crítico de extinción y es una llamada de atención hacia los gobiernos de Indonesia y Malasia para que realmente se comprometan en su protección.
El equipo de investigadores responsables del estudio ha usado una combinación de datos tomados desde helicóptero y a nivel de suelo para llegar a esta conclusión. También ha preguntado a la población local y usado modelos para este fin. Todo ello les ha permitido reconstruir el panorama general de esta especie y sus cambios en estos diez años. Los anteriores estudios tenían sesgos que hizo a algunos llegar a la conclusión, errónea, de que la población de estos animales crecía.
Cada año se gastan unos 30 millones de euros en tratar de proteger esta especie en la región. Pero este estudio muestra que estos fondos no se gastan de modo eficiente, según los autores.
Entre las razones para este declive está la pérdida de hábitats, la agricultura, el cambio climático, pero también está la interacción directa con el ser humano. Según estos investigadores, 2500 orangutanes son asesinados en Borneo cada año. Estiman que estos animales han pasado de ser 15 individuos por cada 100 kilómetros cuadrados en el periodo 1997-2002 a sólo 10 en el periodo 2009-2015. Estiman que la especie ha reducido su población un 25% en los últimos 10 años.
Hay unos 10.000 orangutanes en áreas destinadas a la plantación de palma de aceite. “Si estas áreas son convertidas en plantaciones para la producción de aceite de palma sin cambios en la actuales prácticas la mayoría de esos 10.000 individuos serán destruidos y el declive pronunciado de la población continuará”, dice Erik Meijaard (University of Queensland).
Según este investigador, los orangutanes necesitan de una sólida red de protección de la selva en la que viven, pero los esfuerzos actuales se centran solamente en el rescate y rehabilitación, pero esto sólo calma los síntomas y no elimina el problema subyacente.
Pero si esto pasa en el trópico, tampoco nos libramos del problema de extinción en las regiones frías del globo. Al caso de los osos polares del Ártico se le suma ahora el de los pingüinos antárticos.
Los pingüinos emperadores de la Antártida pueden soportar la frías condiciones del invierno en ese continente, pero no podrán soportar el cambio climático que provocará su extinción hacia finales de siglo según otro estudio reciente.
El problema es que la temperatura en esta zona del mundo sube mucho más rápidamente que en el resto, lo que afecta a esta especie. En estudios anteriores se estimaba que su población caería en un 20% hacia finales de siglo, pero en este estudio se han incluido nuevos factores en los modelos, lo que hace pensar que posiblemente desaparezcan todos hacia esas fechas.
En este modelo se tiene en cuenta cómo los individuos se enfrentarán a las nuevas condiciones, pero también las posibles emigraciones que puedan hacer a terrenos propicios. Se han usado datos de satélite entre otros para ver cómo son las colonias de estos animales, como forrajean y cómo pueden viajar.
El modelo predice que durante dos décadas la población de pingüinos estará estable, pues estos animales podrán emigran hacia zonas propicias. Pero que después de 2050 su situación empeorará drásticamente hasta que hacia 2100 ya no quede ningún ejemplar. Esto se deberá a que ya no quedarán habitats adecuados nuevos para estos seres y los antiguos ya no sean adecuados.
Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=5629
Fuentes y referencias:
Artículo original I.
Artículo original II.
Fotos: Wikimedia Commons.
13 Comentarios
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domingo 9 julio, 2017 @ 8:01 pm
En principio, evitar la extinción del orangután es algo factible y relativamente sencillo, si hay voluntad para ello. Teniendo en cuenta que es un homínido y tiene un amplio rango de entornos donde puede vivir, puede trasladársele a casi cualquier parte e incluso estudiar si sería posible «domesticarlo» de alguna manera, y no hablo de animales de compañía porque tendríamos portadas todos los días (claro que quien tiene un guepardo en su palacete o una boa constrictor en su apartamento seguro que puede convivir con un orangután).
El problema, claro, es que, primero, una vez extraído de su hábitat natural está por verse que un individuo nacido y criado en otro pudiera adaptarse, y segundo y obvio, que la desaparición del hábitat y su habitante traerá consecuencias en cadena.
Ergo, la primera solución sería una cataplasma para lograr tiempo para intentar estabilizar la segunda.
Hace unos años Correa, el ex-presidente de Ecuador pidió dinero a los países desarrollados para no tener que abrir a la explotación petrolífera campos amazónicos de ese país (con los destrozos ecológicos y humanos pertinentes). El cachondeo fue general, sin embargo la idea no sólo es correcta, sino que además es necesaria. Es evidente que todo esto sólo puede pararse transfiriendo recursos de las naciones ricas, que además les viene de perlas para no despilfarrar, a las empobrecidas. Es decir, una vez más, igualar. Otro caso famoso (aparte del elefante de los del guepardo), fue el no sé qué americano que mató a un león en un safari, con la pertinente reacción internetera de escandalización y condena, todo virtual naturalmente. Recuerdo haber leído en alguna parte un comentario extenso de un nativo africano diciendo que, desgraciadamente, para ellos un león es un problema, como lo han sido los lobos en Europa, que obviamente no es un juguete y que, sosteniendo la idea de que el exterminio de la fauna nos lleva al desastre, las poblaciones locales necesitan algo más que un incentivo de poca monta para asumir esto.
Una forma efectiva de asumirlo es, como sugirió Correa, que paguemos para que haya gente que gane y viva de sostener el ecosistema. Me temo que no hay otra.
domingo 9 julio, 2017 @ 8:04 pm
Ah, por cierto, a Correa le dijeron que no (en realidad no le dijeron nada, como si oyeran llover), y por supuesto concedió las licencias petroleras. Porque son dos problemas, uno, que no quieren pagar, y otro, que quieren el petróleo, por el que además pagan un precio residual a los países dueños, pero es otra historia.
lunes 10 julio, 2017 @ 2:24 am
Todo esto, muy chungo y muy triste. Me hace desear no pertenecer a esta especie.
jueves 13 julio, 2017 @ 8:14 am
No solo estoy de acuerdo con Dr., sino que desde hace decenas de años ya pensé -y alguna vez dije- que había que contribuir al sostenimiento de selvas y espacios así cuyos beneficios recibimos. Es vergonzoso que nos quejemos de que tal país está cargándose recursos que contribuyen al bien del ecosistema mundial si no estamos dispuestos a contribuir a sostener su mantenimiento. Eso sin tener en cuenta cuantísimo se ha beneficiado y sigue beneficiándose el primer mundo del destrozo de cual nos lamentamos.
viernes 14 julio, 2017 @ 2:42 pm
Hoy 47,3 ºC en Montoro, la temperatura más alta registrada jamás en España, con 9 provicias que también han registrado sus máximas seculares y colocándonos con solo cinco países en todo el mundo que han superado por un par de grados tal record.
Como para animarse en la lucha contra el CC.
viernes 14 julio, 2017 @ 5:44 pm
Lo malo es que la gente confunde tiempo atmosférico (gran tara del español el no tener una palabra sin ambigüedad para ello) y clima.
Siempre ha habido olas de calor y de frío. Lo que no ha habido es esta proliferación de fenómenos extremos. Esto sí es un síntoma. A las olas de calor que hemos sufrido se ha añadido una ola de frío. Todo en un par de meses. Esto ya no es normal.
Hay un informe que relaciona CC y terrorismo. Así que el futuro pinta un tanto violento. Pero como a los políticos les gusta el pensamiento simplista no sé si lo verán.
En 2011 la corriente en chorro se dividió en dos. Una rama fue hacia Pakistán en donde provocó inundaciones y todo el mal asociado. Los talibanes de dedicaron a hacer favores para ganarse a la gente.
La otra rama fue a Rusia y destruyó gran parte de sus cosechas. Putín tuvo que cerrar la exportación de grano. Al ser Rusia uno de los graneros del mundo, el precio del trigo se disparó. En el magreb y otros países secos se importa mucho trigo (es la manera de importar agua virtual). El precio elevado del trigo hizo que se disparara el precio del pan. La gente ya no podía pagar el pan y se echó a la calle. Lo llamamos «primavera árabe». Hubo otros factores y la escasez de grano posiblemente era una condición necesaria pero no suficiente, pero da una idea de lo que pasará.
Hay un docu en donde lo explican bien: http://www.pbs.org/video/2365380402/
Aquí en español: https://youtu.be/5hWT4FvIdPU
sábado 15 julio, 2017 @ 10:48 am
Gracias, Neo. Veo cómo las vallas defensivas contra los más afectados se extienden hasta en la India. Se ve que es un fenómeno universal.
Sospecho que Trump no cree en eso de la corriente en chorro. Dirá que es una chorrada, que se subió al más alto edificio de USA y que ni lo despeinó tal imaginario airecillo. Pero sí creerá en los muros y cercados como una defensa natural a la que tiene derecho. Lamentable, porque, aunque pueda parecerte extraño, lo de no dejar que entren inmigrantes estoy viendo que tiene muchos adeptos. Nadie contempla el decrecimiento como solución porque, los muy presuntuosos, se creen por encima de la media. No saben que unos pocos lo acaparan todo y que lo de la renta media per cápita es totalmente engañoso. Egoismo por doquier.
lunes 17 julio, 2017 @ 12:20 am
Evitemos consumir productos con aceite de palma, malo para la salud, y de paso ayudamos a los orangutanes.
lunes 17 julio, 2017 @ 1:04 am
Exacto, Joseba, malo para la salud, especialmente si lo meten en bollería industrial y lo convierten en margarina.
Un abrazo.
viernes 21 julio, 2017 @ 7:41 am
Radio Nosequé esta mañana: ya nos corresponden más de 1000 kg de plástico por habitante; algo así como 1200 kg. Dudo que podamos digerirlo. Pienso que implementar alguna solución es urgente; y no solo en este tema, que el tiempo pasa y no veo voluntades.
domingo 23 julio, 2017 @ 7:51 pm
Tomás, ya sabes que la evolución me ha sacado para hacer de díptero escrotal. Debo hacerlo hasta el día de la parada cardiorrespiratoria, llamémosle lealtad a la Madre Tierra, o cualquier otro fetiche cultural que pueda encapsular el asunto, salvo claro está situaciones de emocionalidad explosiva que incluso con mis altas dosis de Aspergy social voy aprendiendo a identificar.
Trump sabe perfectamente que el cambio climático es cierto, y aunque no lo creas, se lo toma muy en serio. El discurso de que este tío es tonto no se sostiene, está claro que es bastante desequilibrado emocional y no es la persona más adecuada para ese cargo que tiene, pero es inteligente, comprende bien las situaciones y realmente, quitando las odiosas políticas sociales de derechas que quiere aplicar -no le queda otra dado que el aparato que lo sostiene es el que es-, geopolíticamente al mundo le vendría muy bien que sus proyectos llegasen a buen término.
Si yo quiero negociar algo, tengo que ir de farol además a lo grande. Si me pillan la jugada, estoy apañado. Me temo que se la han pillado, pero esto es otra historia.
Trump, él personalmente, es consciente que hay que hacer una evolución de una economía petrolera a una producción renovable, la posición geopolítica de los EEUU le va en ello. Simplemente tal y como tiene la cosa, no están en condiciones de esta transición de modo ventajoso para ellos, por eso pretende que se le den cuotas especiales y se le permitan unos privilegios, a fin de cuentas tienen las fuerzas armadas más poderosas de la historia. Que vayan otros directamente a la economía sostenible, ellos a su aire. Esta es la idea. Y es exactamente lo que está implantando además. Esta cuadratura del círculo es complicada, porque asegurar que Exxon se convierta en líder de molinillos en Colorado tiene su cierta dificultad que pretende llevar a término vendiendo petróleo y gas de fracking a todo el mundo.
No lo digo por darle la razón, evidentemente para mí y creo que para mucha gente hay otros caminos. Pero infravalorar a las personas malamente ayuda a comprender los problemas.
Y por cierto, esta carrera con China también la tienen perdida. Y también son muy conscientes (EEUU) de que si pierden mando en plaza, algo impensable hoy en día pero que de improbable no tienen nada, se pueden encontrar que un mundo multipolar les obligue a tragar con lo que no quieren, por las malas evidentemente. A fin de cuentas lo que uno contamina repercute en todos los demás. Creo que así el cuadro se ve mejor.
lunes 24 julio, 2017 @ 9:28 am
A Neo por su 6: Sí que tenemos esa palabra, pero no la usamos. Es «temperie» cuyo derivado sí, «intemperie».
Y autorrefiriéndome, por mi 4, resulta que se ha hecho una experiencia exitosa en un país o una zona de África -es que escucho la radio solo con media atención, mientras hago otras cosas además de desayunar- pagando una cantidad por cada árbol. Resulta que han deducido que es la mejor medida para revertir el CC. No sé si puede ser la solución total, pero mucho puede hacer. Brasil, Canadá, Rusia, Congo, Papúa y algún otro país más, pueden forrarse. Yo pondré un bonsai en una maceta a ver si me dan algo.
lunes 24 julio, 2017 @ 9:34 am
Perdón. También Dr. T dice sobre el tema en su 1, especialmente en su frase final.