NeoFronteras

El observatorio espacial James Webb se acerca a su destino con todos sus elementos ya desplegados.

El telescopio espacial James Webb (JWST) sigue su camino hasta su órbita final, pero en estos días transcurridos desde que se lanzó ya se ha conseguido desplegar sus antenas, el parasol, el mástil del espejo secundario y las alas de espejo primario. El despliegue de todas estas partes ha sido totalmente exitosa.

También se ha analizado el lanzamiento y esto trae buenas noticias. Este ha sido tan preciso, gracias al cohete europeo Ariane, que el JWST no necesitó hacer muchos ajuste en su trayectoria, por lo que se va a ahorrar tanto combustible que hasta puede que duplique su vida útil.

JWST ha sobrevivido a una serie de peligrosas maniobras de desembalaje en el espacio profundo, que implicaron desplegar su espejo principal de 6,5 m y desplegar su parasol de 21 por 14 metros. Aunque lo primero en hacerse, al día siguiente del lanzamiento, fue el despliegue del conjunto de antenas de comunicación por razones obvias.

El parasol es fundamental para proteger los instrumentos científicos y los espejos del telescopio del Sol, que deben funcionar a temperaturas de alrededor de -233 C. Según Gregory Robinson (director del programa JWST de la NASA), desplegar el parasol en el espacio fue un hito increíble y un paso crucial para el éxito de la misión.

Con el protector solar en su lugar, los ingenieros centraron su atención en los espejos primario y secundario del telescopio. El despliegue de la estructura de soporte del trípode para el espejo secundario se completó el 5 de enero. El espejo secundario está sostenido por tres puntales desplegables livianos que tienen aproximadamente 7,5 m de largo cada uno y que tuvieron que desplegarse y luego encajarse en su posición final.

Más adelante, los ingenieros colocaron en su lugar las dos «alas» con tres espejos hexagonales cada una del espejo principal del JWST. Tuvieron que girar en su lugar y engancharse en el segmento del espejo principal. El trabajo de instalación del lado izquierdo, o babor, comenzó el 7 de enero y, un día después, el lado derecho del espejo se enganchó con éxito en su lugar.

El telescopio tendrá que llevar a cabo maniobras que lo sitúen en órbita de halo alrededor el punto L2 a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en la dirección exactamente opuesta al Sol.

El Telescopio Espacial James Webb está diseñado de una forma asimétrica. A un lado de la pantalla solar protectora se encuentra la parte sucia y caliente. En ella se sitúan los motores y el lado que se puede calentar y emitir partículas. En el otro lado se encuentra la parte fría y limpia en la que están el espejo en sí y los instrumentos de observación, en permanente sombra y a salvo de los gases de escape. Esto quiere decir que los motores sólo pueden empujar en un sentido y nunca pasarse.

El punto L2 es metaestable, esto significa que hay que corregir la órbita del JWST continuamente, que esta es perpendicular al plano orbital terrestre y que siempre debe estar justo un poco más cerca de la Tierra que el punto exacto L2. De este modo, siempre se puede empujar al observatorio en dirección opuesta con los motores. Si se le diera un exceso de empuje el resultado sería trágico, pues no hay manera de corregir algo así sin dar la vuelta a todo el observatorio y exponer al Sol toda la parte óptica e instrumental, con el subsiguiente sobrecalentamiento.

El espejo primario, de 6,5 metros, está compuesto por 18 segmentos hexagonales. Durante los próximos meses, los ingenieros alinearán esos espejos para que funcionen como uno solo gracias a 126 microactuadores de precisión micrométrica. Ahora es como tener 18 telescopios que dan una imagen conjunta borrosa, resultado de la mala suma de 18 imágenes individuales. Esto quiere decir que las primeras imágenes de prueba no serán nada espectaculares. Este proceso de alineación es manual y por esto se necesitará de meses para completarlo. La NASA también calibrarán los cuatro instrumentos científicos principales que incluyen espectrógrafos, generadores de imágenes y cámaras infrarrojas. Una vez se finalice esta tarea, el telescopio apuntará a una lista de objetos interesantes preseleccionados. Se espera que estas fotos sí sean impresionantes.

Este telescopio no podrá apuntar a cualquier objeto en cualquier momento. Debido que la parte óptica debe estar resguardada del sol, sólo una parte del cielo es accesible en cada momento.

Si todo va bien durante las etapas finales de alineación y puesta en servicio del instrumento, las primeras imágenes buenas del JWST se esperan para junio, cuando comience su misión científica.

A partir de este momento el JWST podrá revolucionar la Astronomía gracias a que podrá ver más allá que cualquier otro telescopio, incluso ver objetos que se formaron solamente unos 300 millones de años después del Big Bang, como cuando se formaban las primeras galaxias. También se espera que analice las atmósferas de algunos exoplanetas.

Copyleft: atribuir con enlace a https://neofronteras.com

Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Ilustración: NASA.