Otro dinosaurio emplumado
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Encuentran un fósil de dinosaurio en el desierto de Gobi en Mongolia de 80 millones de años que quizás sea una pieza fundamental que permita comprender mejor la evolución de las aves a partir de los dinosaurios.
Los fósiles de dinosaurios encontrados en los últimos años revelan que algunos de ellos ya portaban plumas, pero hay pocos fósiles que proporcionen pruebas directas de cómo los cambios evolutivos dieron finalmente lugar al vuelo y a las aves.
El fósil de Mahakala omnogovae (nombrado así por una deidad budista tibetana) mide unos 70 cm desde la cabeza a la cola y pertenece a los terópodos, que eran dinosaurios carnívoros bípedos. Según el equipo investigador que descubrió este fósil, los dinosaurios de esta familia decrecieron en tamaño y esto facilitó la transición evolutiva hacia las aves.
La miniaturización (o partir de dinosaurios de pequeño tamaño en su defecto) es fundamental a la hora de considerar el origen del vuelo, porque un cuerpo grande y pesado imposibilita el mismo. Este fósil proporcionaría las primeras pruebas de esta miniaturización según Alan H. Turner, líder del artículo publicado en Science.
Los paleontólogos reconstruyeron a Mahakala basándose en los trozos fosilizados encontrados: parte del cráneo, extremidades y la columna vertebral.
Los restos indican que la especie en cuestión no sólo tenía plumas, sino que además tenía extremidades con forma de ala (no funcionales de cara al vuelo) en ambos pares de miembros.
Las plumas, ni en este caso ni en casos similares, servían para el vuelo. Probablemente las plumas tenían funciones de aislante térmico o de adorno para los rituales de apareamiento. Posteriormente fueron utilizadas para el vuelo.
Algunos de los dinosaurios conocidos, que han sido representados como reptiles escamosos, se sabe ahora que tenían el cuerpo cubierto de plumas entre otras características aviares.
Mahakala es un miembro de la familia de los dromeosauridos, que incluye el cinematográfico Velociraptor que apareció en la película «Parque Jurásico». Los expertos creen ahora que el verdadero aspecto del Velociraptor no se corresponde ya al que tenía en dicha película.
Naturalmente este descubrimiento apoya la teoría de que las aves son descendientes de los dinosaurios. Sin embargo no hay que imaginar que un T. Rex se «encogió» hasta convertirse en una gallina. La inmensa mayoría de los dinosaurios se extinguieron en la famosa extinción del Cretácico sin dejar descendencia. Sólo una pequeña rama lateral de ellos dio lugar a las aves que ahora conocemos o a sus antepasados, y probablemente ocurrió antes del evento de extinción masiva.
Aunque entre los paleontólogos hay consenso sobre el origen dinosauriano de las aves hay polémica sobre cómo pudieron escapar de la famosa extinción de hace 65 millones de años. Realmente no se sabe por qué algunas especies sobrevivieron al evento y otras no.
Quizás, una vez que hubo dinosaurios emplumados, el vuelo evolucionó rápidamente dando a las aves una ventaja adaptativa.
Referencia: A Basal Dromaeosaurid and Size Evolution Preceding Avian Flight (resumen del artículo original).
5 Comentarios
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martes 11 septiembre, 2007 @ 9:10 am
En efecto, el que no se haya logrado dilucidar la razón de la supervivencia de unas especies próximas y no de otras, siempre me ha producido cierta duda en la teoría del meteorito, salvo si afectó, quizás, a plantas sensibles al evento que, ampliamente, formaran parte de la cadena alimenticia de los que desaparecieron. Otra posibilidad pudiera ser la coincidencia con alguna otra condición más o menos permanente en la que no se ha pensado.
martes 11 septiembre, 2007 @ 10:58 am
En otras extinciones sucedió algo similar. Unas desaparecieron y otras no. Por ejemplo, los tiburones llevan aquí desde hace mucho tiempo. Esto sucede con muchos «fósiles vivientes».
martes 11 septiembre, 2007 @ 8:34 pm
El motivo fundamental de que las aves sobrevivieran y los dinosaurios con plumas más próximos a ellas no, radica en que las aves habían perfeccionado el vuelo, lo cual establece una ventaja adaptativa a la hora de buscar alimento y huir de las zonas devastadas por la catástrofe ambiental. Esto no hace más que confirmar el hecho de que en una extinción masiva sobreviven aquellos con mayor capacidad para buscar alimento y superar las adversidades climáticas. Sirvan de ejemplo los mamíferos, que se encontraban adaptados al frío de la noche y eran capaces comer casi cualquier cosa, con las aves paso algo parecido, estaban aisladas contra las fluctuaciones de temperatura como los terópodos, pero a diferencia de estos ellas podían acceder a mayor cantidad de alimento (situado en lo alto de árboles o en otros lugares inaccesibles).
PD: no puedo acabar este comentario sin felicitar a todo el equipo que hace posible Neofronteras, enhorabuena y espero que duréis muchos años.
martes 11 septiembre, 2007 @ 9:24 pm
Gracias por su apoyo.
domingo 20 julio, 2008 @ 5:37 pm
Los dinosaurios es lo mejor que me ha pasado en mi vida.